9 abr 2017
Reinas del mundo de la belleza, rivales de por vida.............. Begoña Gómez Urzaiz.
Helena Rubinstein y Elizabeth Arden levantaron imperios de la cosmética de la nada. Ahora su litigio llega a Broadway.
Al contrario que Bette Davis y Joan Crawford, cuya legendaria enemistad se revive ahora en la serie Feud, de HBO,
Helena Rubinstein y Elizabeth Arden no trabajaron juntas ni apenas se
trataron
. Se dice que ambas coincidieron en una ocasión en un restaurante de Nueva York y que “madame”, como Rubinstein se hacía llamar siempre, miró a Arden por el rabillo del ojo y sentenció: “Oh, demasiado color en el pelo para una mujer de su edad”.
Sin embargo, las dos empresarias mantuvieron durante décadas una rivalidad lo suficientemente jugosa como para generar un libro primero, War Paint,de Lindy Woodhead (2004), y protagonizar ahora un musical en el mismísimo Broadway.
La obra, que protagonizan dos divas de la escena estadounidense,
Patti LuPone como Rubinstein y Christine Ebersole en el papel Arden, se
estrenó hace unos meses en Chicago y acaba de aterrizar en la escena
neoyorquina, en el teatro Nederlander, donde permanecerá hasta octubre.
El libreto lo firma el mismo equipo que ya creó un musical en torno a dos mujeres de armas tomar, Grey Gardens, sobre las dos primas de Jakie Kennedy que protagonizaron un famoso documental del mismo título.
Si aquella era una historia que iba del lujo a la decadencia, la de
las dos reinas de la industria de la belleza funciona exactamente al
revés.
Ambas nacieron en familias humildes a finales del siglo XIX. Arden, cuyo nombre real era Florence Nightingale Graham, en 1878 en una zona rural de Canadá y Rubinstein en 1872 en Cracovia, en la comunidad judía ortodoxa.
Acabaron recalando en Nueva York, donde hicieron crecer sus imperios siguiendo el impulso de la historia.
Acertaron en ver venir el boom de la posguerra.
Sin embargo, erraron en cuanto a la televisión. No se atrevieron a ser patrocinadoras de los primeros programas y dejaron aquel inmenso mercado a su rival común, Revlon.
Fallecieron las dos a mediados de los sesenta, con tan solo unos meses de diferencia.
Por un lado, comprendieron pronto la importancia del empaquetado, que hicieron de los cosméticos un bien de lujo deseable y relativamente asequible.
Arden vendía sus productos en recipientes de porcelana rosa, su color emblema, y Rubinstein, que acabaría amasando una importante colección de arte, encargó diseños a Salvador Dalí. Además, las dos supieron envolver el negocio de la cosmética de respetabilidad científica y montaron cadenas de salones con aspecto de clínicas bien perfumadas donde las profesionales ejercían con zuecos de enfermera y batas blancas.
Si bien en el musical las chicas Arden son jóvenes y sonrientes y visten de rosa mientras que las “técnicas de belleza” de Rubinstein se muestran bastante más severas.
Lo curioso es que sus vidas sentimentales también transcurrieron en paralelo.
Ambas se casaron tarde y dos veces cada una.
Sus primeros maridos fueron instrumentales en su época de expansión y los segundos, sendos caprichos aristocráticos, dos hombres más jóvenes que se hacían pasar por príncipes.
Lindy Woodhead sostiene en el libro que el segundo esposo de Arden, el ruso Michael Evlanoff, era homosexual.
En el musical, las dos protagonistas no comparten escenario hasta el clímax final, cuando coinciden en una gala que nunca ocurrió en la vida real.
Se miran, se miden y terminan cantando un dúo, titulado Beauty in the World (La belleza en el mundo), del que se desprende que sin la rivalidad que las impulsó ninguna hubiera logrado tanto.
. Se dice que ambas coincidieron en una ocasión en un restaurante de Nueva York y que “madame”, como Rubinstein se hacía llamar siempre, miró a Arden por el rabillo del ojo y sentenció: “Oh, demasiado color en el pelo para una mujer de su edad”.
Sin embargo, las dos empresarias mantuvieron durante décadas una rivalidad lo suficientemente jugosa como para generar un libro primero, War Paint,de Lindy Woodhead (2004), y protagonizar ahora un musical en el mismísimo Broadway.
El libreto lo firma el mismo equipo que ya creó un musical en torno a dos mujeres de armas tomar, Grey Gardens, sobre las dos primas de Jakie Kennedy que protagonizaron un famoso documental del mismo título.
Ambas nacieron en familias humildes a finales del siglo XIX. Arden, cuyo nombre real era Florence Nightingale Graham, en 1878 en una zona rural de Canadá y Rubinstein en 1872 en Cracovia, en la comunidad judía ortodoxa.
Acabaron recalando en Nueva York, donde hicieron crecer sus imperios siguiendo el impulso de la historia.
Acertaron en ver venir el boom de la posguerra.
Sin embargo, erraron en cuanto a la televisión. No se atrevieron a ser patrocinadoras de los primeros programas y dejaron aquel inmenso mercado a su rival común, Revlon.
Fallecieron las dos a mediados de los sesenta, con tan solo unos meses de diferencia.
Tiránicas
Si se detestaban era, en parte, a lo mucho que se parecían. Arribistas sociales y tiránicas en sus modos de gestión, también tuvieron ideas similares para sus negocios.Por un lado, comprendieron pronto la importancia del empaquetado, que hicieron de los cosméticos un bien de lujo deseable y relativamente asequible.
Arden vendía sus productos en recipientes de porcelana rosa, su color emblema, y Rubinstein, que acabaría amasando una importante colección de arte, encargó diseños a Salvador Dalí. Además, las dos supieron envolver el negocio de la cosmética de respetabilidad científica y montaron cadenas de salones con aspecto de clínicas bien perfumadas donde las profesionales ejercían con zuecos de enfermera y batas blancas.
Si bien en el musical las chicas Arden son jóvenes y sonrientes y visten de rosa mientras que las “técnicas de belleza” de Rubinstein se muestran bastante más severas.
Lo curioso es que sus vidas sentimentales también transcurrieron en paralelo.
Ambas se casaron tarde y dos veces cada una.
Sus primeros maridos fueron instrumentales en su época de expansión y los segundos, sendos caprichos aristocráticos, dos hombres más jóvenes que se hacían pasar por príncipes.
Lindy Woodhead sostiene en el libro que el segundo esposo de Arden, el ruso Michael Evlanoff, era homosexual.
En el musical, las dos protagonistas no comparten escenario hasta el clímax final, cuando coinciden en una gala que nunca ocurrió en la vida real.
Se miran, se miden y terminan cantando un dúo, titulado Beauty in the World (La belleza en el mundo), del que se desprende que sin la rivalidad que las impulsó ninguna hubiera logrado tanto.
40º aniversario de la legalización del PCE
Hace cuatro décadas, el Partido Comunista de España dejó de ser clandestino.
Recuperamos del archivo fotográfico de EL PAÍS imágenes que nunca habían sido difundidas en formato digital y que retratan uno de los momentos más delicados de la Transición española.
Salida de la cárcel
4 de agosto de 1976. Los dirigentes comunistas Simón Sánchez Montero (tercero por la izquierda) y Santiago Álvarez (derecha) salen de la cárcel de Carabanchel, en Madrid, donde estaban presos acusados de asociación ilícita por su pertenencia al PCE. La amnistía deja en libertad a 366 presos políticos.
Ricardo Martín
Rueda de prensa de Carrillo
10 de diciembre de 1976. Unos 70 periodistas son convocados a una rueda de prensa "bastante especial".
Entre ellos, Manuel Vázquez Montalbán (derecha). Los reporteros son recogidos y, tras dar varias vueltas en coches por Madrid, llegan al lugar del encuentro secreto.
La película de espías cumple las expectativas: Santiago Carrillo, que está en situación ilegal en España, está esperándoles.
Marisa Flórez
Entre ellos, Manuel Vázquez Montalbán (derecha). Los reporteros son recogidos y, tras dar varias vueltas en coches por Madrid, llegan al lugar del encuentro secreto.
La película de espías cumple las expectativas: Santiago Carrillo, que está en situación ilegal en España, está esperándoles.
Marisa Flórez
Ricardo Martín
Detención de Carrillo
El Ministerio de Gobernación había emitido una orden de busca y captura el día después de la rueda de prensa del líder comunista.
Carrillo, en libertad
30 de diciembre de 1976. Santiago Carrillo sale de la prisión de Carabanchel. En intervalos de 10 minutos, lo hacen los demás miembros del comité ejecutivo que se encontraban con él en prisión preventiva esperando ser juzgados por asociación ilícita.
26 de enero de 1977. Unos 100.000 madrileños en silencio acompañan los féretros de los abogados laboralistas asesinados en un despacho de la calle de Atocha de Madrid por pistoleros de extrema derecha.
Es uno de los hechos más importantes de la Transición española. El orden demostrado en la manifestación convence al presidente Adolfo Suárez de que un partido con tal capacidad de convocatoria no puede permanecer en la ilegalidad.
11 de febrero de 1977. De izquierda a derecha, Armando López Salinas, José Sandoval y Leonor Bornau entregan en el Ministerio de la Gobernación, junto a otros miembros del partido, un acta notarial con los estatutos, los nombres y otros datos personales de los dirigentes que presentan la solicitud de legalización del PCE.
Joaquín Amestoy
3 de marzo de 1977. Santiago Carrillo, flanqueado por Enrico Berlinguer (izquierda), líder del Partido Comunista Italiano (PCI), y Georges Marchais (segundo por la derecha), del Partido Comunista Francés (PCF).
La cumbre eurocomunista es un apoyo a la legalización del PCE para poder concurrir a las elecciones legislativas de 1977.
9 de abril de 1977. El Partido Comunista de España es legalizado, el Sábado Santo Rojo. Ramón Tamames (en el centro de la imagen) e Ignacio Gallego (a la derecha) muestran su alegría tras conocerse la noticia. Ante ellos, un niño con la bandera del partido subido en una mesa.
Barricada
24 de enero de 1977. El balance de la manifestación son dos muertos, una joven que fallece al recibir en la cabeza el impacto de un bote de humo de la Policía y otro estudiante asesinado por la extrema derecha.
La protesta deja además varios heridos de bala.
Ricardo Martín
La protesta deja además varios heridos de bala.
Ricardo Martín
Matanza de Atocha
Es uno de los hechos más importantes de la Transición española. El orden demostrado en la manifestación convence al presidente Adolfo Suárez de que un partido con tal capacidad de convocatoria no puede permanecer en la ilegalidad.
Solicitud de la legalización
Joaquín Amestoy
Cumbre eurocomunista en Madrid
La cumbre eurocomunista es un apoyo a la legalización del PCE para poder concurrir a las elecciones legislativas de 1977.
Alegría
El 9 de abril de 1977, conocido como el Sábado Santo Rojo,
con media España de vacaciones y la otra de procesiones, era legalizado
el Partido Comunista de España.
El PCE, demonizado por el franquismo, se convertiría en uno de los contendientes en las elecciones generales del 15 de junio, de las que salieron las primeras Cortes de la democracia que aprobaron la Constitución española de 1978.
La serenidad y el control de los militantes del PCE mostrados tras la matanza de Atocha fueron decisivos para que Adolfo Suárez legalizara el partido a pesar de la oposición del Ejército.
El PCE, demonizado por el franquismo, se convertiría en uno de los contendientes en las elecciones generales del 15 de junio, de las que salieron las primeras Cortes de la democracia que aprobaron la Constitución española de 1978.
La serenidad y el control de los militantes del PCE mostrados tras la matanza de Atocha fueron decisivos para que Adolfo Suárez legalizara el partido a pesar de la oposición del Ejército.
El componente robótico...........................Juan José Millás
¿Qué significa ponerle puertas al campo, levantar la liebre o dar la vuelta a la tortilla?
Poco, como todas las frases hechas.
¿Qué significa que la realidad imita al arte? Casi nada, excepto cuando tropezamos con una imagen de la vida real idéntica a un escaparate de Zara. ¿Dónde comienza la ficción? Los fotografiados parecen maniquíes en el trance de destacar la elasticidad del tejido de los trajes y la elegancia de su hechura.
Una imagen urbana en la que hasta el color del cubo de la basura combina con los tonos de la vestimenta.
Ignoramos lo que le habría costado montarla a un escaparatista, pero el azar la montó en un suspiro, después de que Geert Wilders, el líder ultraderechista holandés, votara en un colegio de La Haya.
Hay un componente robótico que subyace bajo la actitud de los cinco.
Un componente robótico agresivo, se entiende, característico de algunas especies ciudadanas.
Elasticidad y dureza, flexibilidad y rigidez: la suma de contrarios que define al pensamiento de la época.
Vas con los ojos de uno a otro y no sabes cuál es el que representa mejor al maniquí.
Nos fascinan todos, aunque preferimos el de la derecha del lector, que sostiene una bolsa que podría ser un portatrajes.
De eso precisamente va el anuncio, de trajes. Los complementos se encuentran debajo de la chaqueta, en el interior de las sobaqueras.
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