La actriz, de 39 años, ha vivido durante más de dos años un matrimonio que solo funcionaba bien para los photocalls.
En la intimidad de su hogar ella estaba sola con su hija y con sus
padres, que ahora pasan más tiempo en Madrid que en Asturias —de donde
es la familia— para acompañarla en la difícil travesía de la separación.
Las largas sesiones de rodaje de la actriz y las interminables giras
del cantante, de 35 años, permitían a la pareja mantener públicamente la
apariencia de que su relación iba bien, aunque hace tiempo que atravesaba una profunda crisis.
En muchas ocasiones ambos han sido interrogados por su relación cuando asomaban rumores de problemas conyugales.
Ellos siempre lo negaron con rotundidad y lo atribuyeron todo a “cosas
de la prensa”.
Cuando esta semana saltó la noticia de que tras una
década el matrimonio estaba roto, no hubo manera de que sus
protagonistas la pararan.
La situación entre ambos es ya tan distante
que han dejado de mandarse mensajes almibarados en las redes sociales,
incluso en fechas señaladas como el reciente cumpleaños de Bustamante.
Tampoco ocultan, aunque no se había hablado de ello, que el cantante no
pernocta en el domicilio conyugal en Madrid y que lo hace en el piso que
compró para sus padres.
Eso sí, entra y sale de la casa para llevar y recoger a su niña.
Paula
Echevarría declaró el miércoles, durante una intervención al borde de la
lágrima, que “nos seguimos queriendo” a la vez que aseguró que no iba a
decir nada, pero que cuando pasara “algo” todo el mundo se iba a
enterar.
“Nunca he ocultado nada”, dijo la actriz. Ahora es difícil
creerla.
Fuentes cercanas a los protagonistas aseguran que esperaban a
que pasara la comunión de su hija para anunciar su separación.
La pareja ha ocultado su crisis, que data de hace algo más
de dos años.
Fue entonces cuando acudieron a un notario y pusieron en
orden sus asuntos.
Se casaron en julio de 2006 en régimen de separación
de bienes y crearon sociedades diferenciadas para manejar sus asuntos
.
De cara al exterior sí mantuvieron su sociedad familiar, la imagen de
pareja triunfadora y feliz que tantos beneficios les ha reportado.
Un
amigo del matrimonio aseguraba a este diario. “Ha pasado lo que a tantos
otros, su ciclo se ha acabado.
No hay que darle más vueltas”.
Cuando Paula Echevarría se casó con Bustamante, él era más
famoso que ella.
Ahora la actriz es uno de los personajes más mediáticos
de la prensa nacional.
Esta semana la noticia de su separación ha sido
de las más vistas en los medios digitales y todas las revistas del
corazón le han dedicado sus portadas.
Diez años después de su
matrimonio, y con una amplia trayectoria profesional, Paula Echevarría
es una máquina que genera mucho dinero y una influencer que se rifan las marcas.
David Bustamante, tras un bache en su carrera profesional como muchos otros triunfitos,
intenta recuperar un puesto entre los grandes.
En diciembre finalizó su
gira en México y desde entonces está actuando en España.
Tiene
contratos firmados hasta el 13 de agosto.
A la espera de formalizar la
separación ante un juez, el matrimonio ha roto su unión de photocall y
se disponen a ir cada uno por su lado, ya sin disimular.
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