Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

26 mar 2017

La burbuja inmobiliaria acecha a España.................. Sandra López Letón..

La escasez de crédito y los bajos salarios contienen las compraventas y un mayor auge del precio de la vivienda, pero son parches que palían la falta de medidas contra los excesos.

El pasado año la edificación residencial creció un 29%, gracias a la vuelta de las grúas a regiones como Madrid (en la foto, obras en Pozuelo de Alarcón). Atlas
El mercado de la vivienda en España ha vuelto a crecer en 2016 a un ritmo que no se veía desde hace una década.
 Acostumbrado a los números rojos que lo han acompañado durante los últimos años, el sector se sacude el polvo de la inactividad, dice adiós al ajuste y enfila una nueva fase de alegrías: las propiedades se revalorizan, se vuelven a construir nuevas promociones y se venden más pisos (y cada vez más sobre plano).
¿Significa esto que se están sentando las bases para una nueva burbuja inmobiliaria
 ¿Afecta a los ciudadanos que vayan a comprar o vender una casa? ¿Hay motivos para la preocupación?
 La respuesta de los que día a día analizan y trabajan en este sector es unánime al afirmar que el país está en una etapa de normalización y no en el camino del desenfreno.
 La precariedad laboral, los bajos salarios y las políticas de contención del crédito, tanto a particulares como a promotoras, están haciendo de muro de contención.
 De momento, estas son las únicas salvaguardas pero, de desaparecer, el mercado podría volver a calentarse demasiado, ya que la Administración española no ha tomado medidas para evitar otra burbuja.
 El Banco Central Europeo (BCE) reconoce que muchos países han comenzado a fortalecer sus políticas de prudencia macroeconómica en este sector, pero considera que es necesario hacer más.
De hecho, tanto el BCE como el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya han alertado de que se están creando burbujas en los mercados inmobiliarios de Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Luxemburgo, Reino Unido y Suecia. Pero de momento han dejado fuera a España, a pesar de que la vivienda se encareció una media del 4,7% en 2016, su tercer repunte anual consecutivo y el más elevado desde el ejercicio de 2007, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
 Además, el año pasado se vendieron 457.689 casas.
 Esta cifra no solo supone un incremento del 13,9% interanual, sino que para encontrar un ejercicio con más transacciones hay que remontarse a 2010, recoge el Ministerio de Fomento.

Precisamente han sido estos crecimientos registrados durante el pasado año los que han hecho saltar las alarmas y han despertado el fantasma de la temida burbuja.
 El semanario británico The Economist alertó hace un par de semanas de que los precios de la vivienda en España están aún sobrevalorados un 16% en función de los ingresos netos de los ciudadanos, a pesar de que desde 2007, cuando se alcanzaron las cotas máximas, las casas se han devaluado casi un 40%.
 "La lectura que hay que hacer de esos datos es que hay un problema de deflación de salarios e ingresos familiares y no tanto del precio de la vivienda y, además, no tiene en cuenta la economía informal", explica Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin Properties, la mayor Socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) del mercado español. 
No es la primera vez que la revista pone la lupa sobre España. 
Ya en 2003 avisó de que había una burbuja y advirtió contra el elevado número de hipotecas a interés variable. 

"Actualmente no vemos signos de que se esté gestando una burbuja generalizada, aunque sí detectamos cierto calentamiento de precios en determinadas localizaciones motivado principalmente por la escasez de oferta, sobre todo en determinados barrios de Madrid y Barcelona, donde el mercado se está sobrecalentando por la falta de suelo finalista", dice David Martínez, director general de la promotora residencial Aedas Homes, creada por el fondo estadounidense Castlelake. 
Cierto es que esta escasez de oferta y la demanda de inversores —auspiciada por una rentabilidad bruta anual del 8,8% y los bajos tipos de interés— están jugando un papel importante en el fuerte incremento de precios que se están registrando en las principales ciudades, especialmente en zonas concretas del centro de Madrid. Pero "por sí sola esta demanda [la de inversores] no podrá mantener la subida a medio y largo plazo", razona Beatriz Corredor, exministra de Vivienda y actual directora de Relaciones Institucionales del Colegio de Registradores.

 

¿Quién pagará la cuenta?............................ Juan José Millás...................

COLUMNISTAS-REDONDOS_JUANJOSEMILLAS
LA CANCILLER alemana, el presidente francés, el español y el primer ministro italiano se reunieron en Versalles para hacerse una foto.
 A ese palacio, por cierto, acudió en su día la chusma para sacar de él a María Antonieta y a Luis XVI y hacerles volver a la realidad. La realidad era París, donde las panaderías estaban desabastecidas y los alimentos resultaban inaccesibles para las clases media y baja.
Obligada por sus súbditos, la pareja real abandonó el dulce retiro de caza y celebraciones nocturnas y se dirigió a las Tullerías.
 Ahí empezó todo.
 Aquí, sin embargo, no ha empezado nada, ni siquiera han empezado a cenar. 
Tampoco están solos, como sugeriría el decorado.
 Fíjense en la multitud de informadores que aparecen en el espejo redondo de la pared de enfrente.
 Significa que fueron a Versalles para hacer creer al personal que el palacio y las flores del centro de la mesa eran la realidad. 

Pero la realidad se hallaba a kilómetros de la foto con la que se pretendía escenificar una alianza inexistente.
 De hecho, Rajoy y Gentiloni (de espaldas al objetivo y quizá a Europa) tendrían que haber comido aparte, y el menú del día.
 El menú del día es lo que se come en España desde hace años debido a las órdenes del norte.
 La imagen transmite la impresión de que no hay ricos ni pobres cuando la brecha entre unos y otros, en los países de origen de los mandatarios, no hace otra cosa que crecer.
 Bueno, al final, parece que cenaron, ignoramos si a dos velocidades, y que dieron una rueda de prensa en la que no dijeron nada.
 La cuenta nos la pasarán a usted y a mí.

CUMBRE A CUATRO DE VERSALLES

Las nietas de esas brujas..............................Rosa Montero...

La manifestación feminista del día 8 ha sido distinta este año. 
Hay un rearme del activismo frente a los vientos de violencia retrógrada.
COLUMNISTAS-REDONDOS_ROSAMONTERO
HACE UN PAR de semanas asistí, maravillada, a la monumental manifestación feminista de Madrid del día 8 de marzo.
 Como poco éramos 60.000 o 70.000 personas, aunque la gran mayoría de los medios decidió ignorar semejante noticia.
 Y hubo récords históricos de participación en muchos otros puntos del planeta, desde la masiva movilización de Asunción (Paraguay) a los 300.000 manifestantes de Montevideo (Uruguay), según cifras de la policía. 
Algo ha sido distinto este año en el Día de la Mujer.
 Algo parece estar tomando forma en las calles y en los corazones. Hay un rearme del activismo frente a los vientos de violencia retrógrada que soplan por la Tierra.
 Creo que los ciudadanos empezamos a comprender que los logros democráticos están en peligro.
 Las conquistas sociales que nos costaron siglos de muerte y sufrimiento pueden ser borradas de un plumazo por la nueva barbarie, y entre esas conquistas está el anhelo de una sociedad igualitaria.
 Sí, vamos a peor; el sexismo no sólo sigue perdurando en mayor o menor medida en todo el mundo, sino que ahora, además, hay un neomachismo que avanza pujante. 

Recordemos que el machismo es una ideología en la que nos educan a todos, así que hay mujeres sexistas, de la misma manera que hay hombres feministas.
 Como los muchos hombres que asistieron a la manifestación de Madrid.
 Recorrí de punta a punta la Gran Vía, atiborrada de gente, entre ruido de tambores e ingeniosos carteles (Tus machistadas me dan patriarcadas), y me emocionó comprobar que el 70% de los participantes eran muy jóvenes.
 Había un buen montón de chicos y sobre todo una multitud de muchachas maravillosas, las hijas y las nietas que no tuve, nuestras sucesoras, así como nosotras sucedimos a generaciones de mujeres que se esforzaron por romper el hielo, aunque para ello tuvieran que regarlo con sangre: las Marie Curie, las sufragistas, las parteras medievales que ardieron en la hoguera.
 Allí, en esa noche festiva y entusiasta, me sentí formar parte de una larguísima cadena.
 Viendo a las jóvenes que me rodeaban, comprendí que yo les estaba pasando el testigo.
 Fue conmovedor.
 Y es un testigo precioso y cargado de historia, aunque haya sido siempre una historia silenciada. 
Ana López-Navajas es una investigadora formidable de la Universidad de Valencia que publicó un estudio en 2014 en el que demostraba la ausencia de figuras femeninas en los contenidos de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). 
De hecho, sólo el 7,6% de los referentes culturales, humanísticos y científicos que aparecen en los libros de texto son femeninos: aprendemos una cultura y una ciencia sólo de hombres. 
Y no es porque no hayan existido mujeres extraordinarias a lo largo de la historia, sino porque el sistema patriarcal se ha encargado de borrar su memoria.
 Por eso López-Navajas lleva más de ocho años preparando una base de datos para incluir mujeres en los contenidos de la ESO, un trabajo monumental y épico por el que Ana acaba de ganar el premio Avanzadoras de Oxfam Intermón.
 La importancia de esta base de datos es tal que puede dar un vuelco a nuestra concepción del mundo:
 “Por ejemplo, el nacimiento de la ópera va unido a Monteverdi, pero también a Francesca Caccini, conocida y famosa compositora. Ella fue la primera que sacó la ópera de Italia para representarla en Varsovia, y a partir de ahí empezó a difundirse.
 Fue Sophia Brahe la que realizó en su mayor parte –casi completamente– las tablas que después utilizó Kepler.
 La primera literatura de autor, más antigua que Gilgamesh y los Veda, es La exaltación a Inanna, de la sacerdotisa acadia Enheduanna, a quien también pertenecen las primeras notaciones astronómicas.
 Y hay un sinfín más. Tantas, que la historia tal como la conocemos se descompone”, explica Ana, que espera tener la base operativa el próximo verano.
 Unas chicas llevaban en Gran Vía este cartel: “Somos las nietas de todas las brujas a las que no pudisteis quemar”.
 En efecto. Y también de todas esas mujeres prodigiosas que contribuyeron al conocimiento y a la belleza del mundo y que fueron silenciadas por el patriarcado, de la misma manera que la mayoría de los medios de comunicación silenciaron las manifestaciones del 8 de marzo.

Qué no es una sociedad libre............Javier Marías

Va siendo hora de que los españoles se den cuenta de que la democracia que tenemos desde hace cuarenta años está amenazada por demasiados flancos.O que nos demos cuenta....no se den cuenta como si usted fuera el único que si se da cuenta.

Javier Marías
PERIÓDICAMENTE, UNO llega a la conclusión de que a buena parte de los españoles no les gustan la democracia ni las sociedades libres (o lo que se conoce como tales, inexactamente). Es más, les parecen un estorbo, un engorro, una atadura.(eso lo dirá por usted).

Si bien se piensa, no tiene demasiado de extraño, dada nuestra trayectoria histórica y dado de dónde salimos hace unos cuarenta años. 
 España sigue llena de admiradores de Franco, y lo peor es que los hay en casi todos los partidos, sean de derechas, de izquierdas, nacionalistas, o demagógicos y totalitarios (lo que ahora se llama benévolamente “populistas”).
 Unos dicen odiarlo, a Franco, pero no dejan de imitarlo y por lo tanto de admirarlo.
 Por no hablar de otras figuras, pasadas y actuales, que también se le parecen.
 Hoy descuellan Putin, Erdogan, Trump, Orbán, Szydla y Maduro, por ceñirnos a los que tienen el poder en sus manos.
 He dicho “buena parte de los españoles”. 
Los líderes son unos pocos, sin embargo. 
Pero a ellos hay que añadir a muchos de los militantes de los respectivos partidos y a no pocos de sus electores, que con sus votos los aplauden y procuran que manden.
 El número, así, crece insospechadamente.
 El PP sabemos hace mucho que es escasamente democrático: lo demuestra con creces cada vez que obtiene mayoría absoluta e impone leyes sin discutirlas con nadie y en contra de los ciudadanos.
 La ley mordaza y la conversión de TVE en una fábrica de propaganda (o, en su defecto, en una grotesca página de sucesos) son sólo un par de pruebas fehacientes. ERC, PDECat y la CUP son formaciones con vocación absolutista, dispuestas a dar golpes de Estado encubiertos y a imponer su voluntad sin mayoría a todos los catalanes: sus triquiñuelas y su uso de TV-3 y demás medios públicos superan la manipulación del PP, si ello es posible. 
De Bildu y similares no hablemos, nunca han ocultado sus simpatías por los métodos violentos para doblegar a quienes no están de acuerdo con ellos.
 Ahora ha salido a la luz algo sabido hace tiempo por cuantos escribimos en prensa: la petición de amparo de la Asociación de la Prensa de Madrid ante los ataques e intimidaciones por parte de Podemos y sus acólitos orquestados.
 No sé si, como afirma la APM, provienen de sus dirigentes. 
 Lo que es de sobra conocido es que, persona que critica a ese partido, persona objeto de difamación e insultos concertados en las redes sociales. 
Dejemos de lado a esos líderes, que han alegado no poder controlar a sus militantes más fanáticos.
 De los partidos también revela mucho su clase de militantes o forofos, porque de ellos saldrán los mandatarios y cargos futuros. Pero es que además Pablo Iglesias pone en cuestión la libertad de prensa “porque a la prensa nadie la ha elegido” (cito de memoria). Veamos. En una sociedad libre y democrática se eligen los gobernantes, nada más, y no se les extiende un cheque en blanco por ello.
 Sólo en las totalitarias (ya lo expresa la palabra) esos elegidos o golpistas, según el caso, invaden hasta el último rincón y lo regulan todo, sin permitir que nada escape a su vara.
 Se empieza por decidir quiénes pueden fundar un periódico o tener una emisora, después quiénes pueden escribir o hablar en ellos, más tarde quiénes pueden hacer películas o escribir novelas, y se acaba por señalar quiénes pueden abrir una tienda o un bar o sentarse en los bancos de los parques.
Más o menos lo que hemos visto hacer en películas y series a las diferentes mafias, desde los Soprano hasta la Camorra, que, como recordarán sus espectadores, dan o niegan la venia hasta para limpiar la hojarasca de “sus” barrios.
 Que hay y ha habido Gobiernos que se comportan como mafias, tenemos cuantiosas muestras fuera de las ficciones.
 Eso sí, encima tratan de legitimarse porque “han sido elegidos” o “aclamados”.
 Como si eso bastara para actuar a su antojo y controlarlo todo.
 Los totalitarios se amparan a menudo en lo que llaman “democracia directa”, a base de consultas, referendos y plebiscitos. Del timo que esto supone numerosas veces, habrá que hablar otro día, con el ejemplo flagrante de los convocados por el Ayuntamiento de Madrid con un cinismo sonrojante y no muy distinto del de los regidores del PP anteriores.
 Del adversario ideológico también se aprende, cuando éste es hábil y queda impune.
 Lo mismo que han aprendido de Franco sus aventajados alumnos de Junts pel Sí: fue Franco quien inventó –en tiempos recientes y en nuestro territorio– que quien lo atacara a él atacaba a la patria. 

Va siendo hora de que los españoles que sí quieren una sociedad libre y democrática, en la que no haya que mostrar adhesión para todo, se den cuenta de que la que hemos tenido durante los últimos cuarenta años (tan imperfecta y frustrante como quieran) está amenazada por demasiados flancos.
 Cruzarse de brazos supone allanarles el camino a los amenazantes. Ustedes verán qué hacen y qué votan, a la próxima.
 Ustedes verán si hacen algo, o no hacen nada.