Activistas en el terreno dan una cifra provisional de muertos en torno a la treintena.
Al menos 30 personas murieron hoy y decenas resultaron
heridas en un doble atentado con bomba frente a un cementerio de
Damasco, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Las dos
explosiones ocurrieron en la zona del cementerio Bab al Saghir, en el
barrio de Al Shagur, y una de las deflagraciones impactó a un autobús
que estaba en la zona, según la ONG.
Se
trata de una zona de la capital siria llena de mausoléos suníes,
confesión mayoritaria en el país, pero también chiíes, por lo que es
lugar de peregrinaje habitual. El chiismo es la rama del islam a la que
pertenecen los alauíes, en la cúpula de poder en Siria a través de la
familia El Asad.
Los
peregrinos chiíes, sobre todo los que acuden a la mezquita de Sayeda
Zeinab, son uno de los objetivos principales del terrorismo de corte
yihadista que ha golpeado los últimos seis años la capital de Siria, la
ciudad más protegida por las fuerzas de seguridad del presidente Bachar
el Asad. Estos grupos tienen también como objetivo las milicias chiíes
llegadas de Líbano e Irán, aliados tradicionales de El Asad y apoyo
fundamental en la guerra. La agencia oficial SANA atribuyó la autoría del doble ataque
a "terroristas", pero no precisó de qué grupo ni tampoco informó del
número de víctimas. Horas antes del atentado, las fuerzas
gubernamentales atacaron posiciones rebeldes con artillería en el barrio
de Qabún, controlado por los rebeldes, en las afueras de la capital
siria, sin que se registrasen víctimas, según la ONG. El observatorio también informó de que las fuerzas leales al
presidente sirio, Bachar al Asad, libraron violentos combates con
terroristas del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) en el
barrio de Al Hayar al Asuad, en el extrarradio suroeste de la capital.
En 1998, cuando murió la poeta Gloria Fuertes,
escribí un artículo sobre ella. Sabía muy poco o sabía solamente lo que
se refería al aspecto más popular: sus intervenciones en la televisión,
la lectura de sus poemas a los niños,
su imagen al final icónica y aquella característica voz ronca que
marcaba mucho las sílabas, herencia sin duda de ese habla un poco chula
de los madrileños de barrio populares del centro. Una no debería
escribir artículos poco informados, pero así es a veces el periodismo:
te llaman y, bum, escribes. Ahora sé que hubiera sido deseable
haber sabido sobre ella todo lo que conozco ahora, pero lo cierto es que
en aquel artículo expresé un deseo, "ojalá que en un futuro alguien
señale la importancia de una poeta que ha quedado oscurecida por el personaje televisivo", y a esa tarea me puse tiempo después. He pasado estos años leyéndola de vez en cuando, como se
suele leer a los poetas, a sorbos, y sintiendo de pronto que algún poema
suyo se me quedaba prendido del corazón y ya pasaba a ser mío para
siempre.
Pero
ha sido esta semana cuando la he tenido en la mesa de noche con un
libro que contiene tanto de su vida como de su obra, y que se podría
definir en sus propios términos: "Esto no es un libro, es una mujer". Esta antología de poemas y vida que ha editado con primor Jorge de
Cascante, nos trae a Gloria en poemas, en fotos, en dibujos, en
correspondencia, en retazos narrados de su vida. Sé que a veces se
interpreta (o se malinterpreta) que cuando se nombra a una escritora
sólo por su nombre de pila es signo de que la respetamos menos que si
nos refiriéramos a ella por su apellido, pero es que no me sale hablar
de "Fuertes". No, no me parece ella. Esta poeta del pueblo, en su
sentido más noble, esta mujer peculiar, extravagante, libre, que a veces
imaginas como alguien siempre rodeada de amigos, expansiva, vividora, y
otras te parece como que se replegara en una soledad de la que no puede
zafarse, esta mujer, tuvo un nombre grande, Gloria, y ella misma lo
utilizó como un escudo en algunos comentarios o poemas muy hondamente
autobiográficos. Ahora, en el centenario de su nacimiento, siento que se la siente más
cerca que cuando murió. Esa está siendo mi percepción, observando cómo
los lectores más jóvenes la consideran una mujer moderna, atrevida,
escritora de unos versos no intelectuales sino vivos, que parece que
están tiernos y calientes como un pan recién hecho. Descubres a la
Gloria de Lavapiés, a la que soportó una infancia áspera, de hambre y
poco cariño, a la Gloria enamorada, a la alegre profesora de Bucknell
(Pensilvania), a la mujer a la que le gusta bailar, cantar y beber y que
con la bebida sofocaba las penas sentimentales. Su corte de pelo
característico, sus múltiples corbatas, sus chalecos, cobran de pronto
otra dimensión una vez que nos hemos sumergido en sus poemas, en esos
versos donde siempre hace ironía sobre sí misma, muestra simpatía hacia
los débiles, los animales, los pobres o las putas y que firme se rebela
ante la autoridad. Es la poeta que nos seduce por la expresión de una
verdad dolorosa, formulada crudamente, que la convierte de inmediato en
compañera y amiga, porque se coloca a la misma altura que el lector,
nunca por encima. Qué fácil es querer a Gloria Fuertes cuando leemos un
poema como este:
Os digo en prosa: Nunca pedí dinero, comida, sangre o ropa. Empecé a trabajar de niña de niñera. Fui la criada de mi casa propia. (Yo misma fui mi propia muñeca) Luego de mayor, lo único que pedí prestado fue amor; lo devolví con creces, hoy estoy arruinada. Cuenta quien ha ordenado el material del libro, Jorge de Cascante, y
también quienes han montado la exposición que se inaugura este martes en
el centro Fernán Gómez de Madrid, que es difícil que el resultado no
sea rico y luminoso porque la poeta lo guardó todo, notas, fotos,
cartas, corbatas, objetos, poemas a medio hacer. Leer estos versos que
nos hablan al oído y observar unos objetos que nos saltan a la vista es
sumergirse en un universo que sabe a Gloria. Solo queda, y este es el
momento, que el ayuntamiento de Madrid se anime a homenajearla,
bautizando una plazuela de Lavapies con el nombre de una de sus vecinas
más queridas. No diré "ilustres" porque suena muy académico. Una plaza
recoleta, con un árbol donde aniden los pájaros, arena que sirva de
alfombra a los juegos de los niños, bancos para los abuelos, y donde
haya un bar, o dos, o tres, de los que albergan a una poeta nocturna que
recala allí a altas horas de la noche a recitar versos recién
inventados y beberse una última copa.
La
baronesa aduce problemas de liquidez para deshacerse de un pastel del
pintor impresionista. Exige que el Estado alquile 20 años su colección
para que siga en España.
La baronesa Thyssen ha puesto a la venta Caballos de carreras en un paisaje
(1894), pastel sobre papel de Edgar Degas y una de las dos obras que
posee de este impresionista francés. Con ello espera conseguir una
cantidad similar a la obtenida con La esclusa, de John Constable,
que subastó en 2012 por 27,9 millones de euros. Carmen Cervera insiste
en que puede ser millonaria en cuadros, pero que el mantenimiento de su
colección y de su patrimonio resulta muy costoso, por lo que se ve
“obligada” de nuevo a vender otra de sus obras más apreciadas. Caballos de carreras en un paisaje servirá para resolver sus “problemas de liquidez más inmediatos”, indica. No sabe si saldrá a subasta o será una venta directa, pero afirma que
tiene varias personas interesadas en la pieza. El pastel de Degas
(París, 1834-1917), uno de los padres del impresionismo, no se exhibe
actualmente en la colección permanente del Museo Thyssen de Madrid, sino que permanece en el almacén. “Los que somos coleccionistas sabemos cuánto nos duele desprendernos de
cada una de nuestras obras, pero en este momento no me queda más
remedio. Estoy gastando cantidades enormes en abogados y no tengo
beneficios por ninguna parte. No descarto poner en alquiler la casa de
Marbella”, añadió ayer en Madrid la baronesa en un almuerzo con tres
medios de comunicación, entre ellos EL PAÍS.
Al ministerio “no se le ha comunicado ni le ha llegado
ninguna petición con esas propuestas de la baronesa”, explicaron ayer
fuentes de Cultura. Al menos por el momento, Thyssen no se desprenderá de Mata Mua,
una de las pinturas más emblemáticas de Gauguin y con un significado
muy emocional para ella (su esposo, el barón Hans Heinrich von
Thyssen-Bornemisza, fallecido en 2002, la compró en dos ocasiones). Otra
de las obras representativas de su colección personal, El puente de Charing Cross en Londres, de Monet, podría tener un final similar al papel de Degas, aunque más a largo plazo. Esta salida al mercado del degas se produce en
plena negociación con el Gobierno sobre el futuro de la colección de la
baronesa, depositada en la Fundación Thyssen, en Madrid. El anuncio de
la venta, por tanto, se puede interpretar como una forma de presionar a
Cultura. Las partes se dieron un plazo de tres meses para buscar una
solución a la colección, cuando en enero este diario reveló la intención
de Carmen Thyssen de mover sus obras.
A finales de abril se conocerá la decisión definitiva
sobre los 429 cuadros que se exponen desde 2002, ligados a un acuerdo
que se ha ido renovando durante 12 años. La baronesa ya ha anunciado
algunas de las medidas más importantes que plantea para llegar a un
acuerdo. Su intención es arrendar al Estado todas las obras por 20 años
renovables, con disponibilidad para mover por el mundo un grupo variable
de unas 60 pinturas; exige cambios en las condiciones de las ventas y
suprimir la obligación de informar al patronato. Además, reclama que se cumpla el acuerdo suscrito en 1999
con el entonces ministro de Cultura, Mariano Rajoy, en virtud del cual
tanto ella como el barón quedaban exentos de obligaciones fiscales en
España —ella tiene pasaporte suizo y reside en Andorra—.
Aunque Carmen Thyssen se resiste a dar la cifra que pide por
el arrendamiento a largo plazo de su colección, reconoce que se trata
de una propuesta que dejaría resuelto el tema con sus herederos: su hijo
Borja y las gemelas Carmen y Sabina. Cervera espera que las conversaciones se resuelvan
felizmente para todos, aunque supone que el reconocimiento de su régimen
fiscal puede ser lo más controvertido. “El acuerdo con Rajoy se
suscribió”, explica, “porque en nuestro papel de mecenas teníamos que
pasar mucho tiempo en Madrid trabajando con la colección. Nuestra
residencia estaba en Andorra; aunque no fue por escrito, se nos
reconoció el derecho a no tener residencia fiscal en España. En un
momento [no recuerda cuándo] eso dejó de ser así. Yo estoy pagando casi
500.000 euros al año en impuestos sobre el patrimonio y nunca he pedido
ninguna contrapartida como vicepresidenta vitalicia de la Fundación
Thyssen”. Cervera declina contestar si ha hablado directamente con el
presidente Rajoy sobre el asunto.
El 9 de
marzo sale a la venta el último calzado de la cantante para la firma
deportiva. Su anterior colección se agotó en horas y ganó un premio.
En el centro, la cantante Rihanna, promocionando la colección Fenty para Pum
Mientras Rihanna
ultima los detalles para el desfile de Puma que tendrá lugar este lunes
por la noche en el marco de la Semana de la Moda de París, la firma de
moda deportiva también tiene todo preparado para el lanzamiento de la
nueva colección Fenty x Puma, el próximo 9 de febrero. Aunque, eso sí,
se hará en pequeñas píldoras: lo primero que pondrán a la venta, como
ellos mismos han anunciado, serán unas sandalias verde caqui, también
disponibles en rosa chicle.
Tras el éxito de la anterior colección,
esa que estaba inspirada en el universo de María Antonieta y que desde
el mismo día de su presentación contaba con lista de espera de
compradores, la cantante espera repetir hazaña: "Quería llevar a Puma a
un nuevo nivel con algo impredecible e inesperado", cuenta la autora de Work,
de 29 años, en la web de la firma. Aunque se conocen pocos detalles de
la colección completa, sí se sabe que además de las sandalias habrá unos
botines y unos mules de estilo deportivo y con forma de stilettos. En septiembre de 2015, las deportivas con suela de goma
diseñadas por Rihanna volaron de las estanterías en menos de tres horas. Tras volver a ponerlas a la venta y, de nuevo, quedarse sin existencias
—las modelos Gigi Hadid y Kendall Jenner tuvieron mucho que ver en
esto, ya que ambas popularizaron aún más el calzado— la marca deportiva
lanzó unas sandalias/chanclas rosas de peluche, por 71 euros. En
cuestión de horas se agotaron, como era de esperar, y el mercado
paralelo de reventa echaba humo con precios astronómicos. La artista, incluso, ha sido la primera mujer en ser premiada con el galardón Calzado del añopor la revista especializadaFootwear News. Rihanna recibió el reconocimiento a comienzos de noviembre de 2016. El año anterior el ganador había sido el raperoKanye West ylo consiguió gracias a sus famosas Yeezy Boost. En España se podrán adquirir las sandalias de Rihanna
en la tienda de Puma de la calle de Fuencarral, en Madrid, y en la del
Paseo de Gràcia, en Barcelona, a partir de las 10 de la mañana del
próximo jueves, 9 de febrero. La anterior colección está agotada en la página web.