Aprender periodismo, aunque no lo vayas a ejercer, es una manera de adentrarse en la vida, por eso esta experiencia que une a la escuela con el periódico es tan natural.
No es extraño que sea una compañía que da luz la que apoye esta
iniciativa, enseñar periodismo a los estudiantes.
Pues si algo es este oficio es un empeño profesional en buscar la luz allí donde hay sombras, hacer de la noche un espacio luminoso por el que transitar sabiendo.
Lewis Carroll, el impar autor de Alicia en el país de las maravillas, tiene una frase: “Me gustaría saber de qué color es la luz de una vela cuando está apagada”.
No sé si hay definiciones poéticas más cercanas a lo que es este oficio: buscar la luz, y buscar la luz hasta cuando la vela está apagada.
Una noticia es la luz de la mañana y es la luz en medio de un océano oscuro donde un ser humano busca la salvación y tiene nombre propio.
El náufrago del más famoso relato periodístico de la lengua española, Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez, vio la luz en alta mar cuando lo rescataron de los peligros de la noche, en lo más intrincado de esos parajes, pero vio la luz otra vez cuando el mejor periodista de nuestro último siglo contó su historia. La desveló, le dio luz.
Aprender periodismo es encender una luz.
Hay muchas cosas que nos enseñan a ser ciudadanos, desde la escuela.
La que comprende todas esas cosas, la que da metáfora al saber necesario para andar por la vida, es el periodismo, pues es el conjunto de todas las curiosidades.
La filosofía nació a la vez que el periodismo, pues procede de la misma pregunta: ¿Por qué?
Esa pregunta es la madre de todas las llaves que abren al ser humano al espejo que contiene todas las cosas; si no tienes curiosidad por saber por qué, ese océano de saberes se quedaría en la más oscura de las profundidades, quizá en el principio de los tiempos.
Los que quieren saber parten de esa premisa que es común a todos los saberes y que constituye, en periodismo, el principio de cualquier saber: para buscar la luz, primero hay que preguntarse por qué ocurren las cosas.
Cuando un niño empieza a tener noción de lo que pasa está asistido por esa primera pregunta: ¿por qué?
Aprender periodismo, aunque no lo vayas a ejercer, es una manera de adentrarse en la vida, por eso esta experiencia que une a la escuela con el periódico es tan natural, tan vivificadora.
EL PAÍS de los Estudiantes no es sólo una asignatura que cumplen escolares de toda España anualmente, con una devoción que los dignifica a ellos, a sus maestros y a nosotros mismos como participantes en esta hermosa aventura.
Estudiar periodismo es entender el instrumento principal para entender la vida.
¿Por qué ocurren las cosas? ¿Quién enciende la luz?
Pues si algo es este oficio es un empeño profesional en buscar la luz allí donde hay sombras, hacer de la noche un espacio luminoso por el que transitar sabiendo.
Lewis Carroll, el impar autor de Alicia en el país de las maravillas, tiene una frase: “Me gustaría saber de qué color es la luz de una vela cuando está apagada”.
No sé si hay definiciones poéticas más cercanas a lo que es este oficio: buscar la luz, y buscar la luz hasta cuando la vela está apagada.
Una noticia es la luz de la mañana y es la luz en medio de un océano oscuro donde un ser humano busca la salvación y tiene nombre propio.
El náufrago del más famoso relato periodístico de la lengua española, Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez, vio la luz en alta mar cuando lo rescataron de los peligros de la noche, en lo más intrincado de esos parajes, pero vio la luz otra vez cuando el mejor periodista de nuestro último siglo contó su historia. La desveló, le dio luz.
Aprender periodismo es encender una luz.
Hay muchas cosas que nos enseñan a ser ciudadanos, desde la escuela.
La que comprende todas esas cosas, la que da metáfora al saber necesario para andar por la vida, es el periodismo, pues es el conjunto de todas las curiosidades.
La filosofía nació a la vez que el periodismo, pues procede de la misma pregunta: ¿Por qué?
Esa pregunta es la madre de todas las llaves que abren al ser humano al espejo que contiene todas las cosas; si no tienes curiosidad por saber por qué, ese océano de saberes se quedaría en la más oscura de las profundidades, quizá en el principio de los tiempos.
Los que quieren saber parten de esa premisa que es común a todos los saberes y que constituye, en periodismo, el principio de cualquier saber: para buscar la luz, primero hay que preguntarse por qué ocurren las cosas.
Cuando un niño empieza a tener noción de lo que pasa está asistido por esa primera pregunta: ¿por qué?
Aprender periodismo, aunque no lo vayas a ejercer, es una manera de adentrarse en la vida, por eso esta experiencia que une a la escuela con el periódico es tan natural, tan vivificadora.
EL PAÍS de los Estudiantes no es sólo una asignatura que cumplen escolares de toda España anualmente, con una devoción que los dignifica a ellos, a sus maestros y a nosotros mismos como participantes en esta hermosa aventura.
Estudiar periodismo es entender el instrumento principal para entender la vida.
¿Por qué ocurren las cosas? ¿Quién enciende la luz?