Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

15 nov 2016

La Lotería de Navidad ya ha pasado por Tazones

El pueblo celebra que el anuncio del sorteo navideño se haya rodado en este municipio asturiano de 300 habitantes.

El bar donde transcurre parte de la trama del anuncio de la Lotería de Navidad, en el municipio asturiano de Tazones. ATLA
Los habitantes de Tazones (250 habitantes, Principado de Asturias) ya sienten que les ha tocado el Gordo.
 Cinco días de rodaje y cientos de profesionales han llenado las calles del municipio para rodar gran parte del anuncio de la Lotería de Navidad.
 "Los días que estuvieron rodando estuvo el pueblo revolucionado", afirma una vecina, orgullosa de ser anfitriona de un anuncio que año tras año se convierte en uno de los favoritos de los espectadores de televisión. "¿No vamos a estar contentos? Yo creo que sale Tazones muy guapo", afirma otra, ilusionada.
 Las luces de Navidad llevan puestas desde octubre. 
En el bar en el que la protagonista del anuncio comienza su celebración ya no queda ni un décimo. 

 

Rihanna y Manolo Blahnik se unen de nuevo

La cantante diseña para la firma de calzado una pequeña colección de botas de invierno.

Manolo Blahnik y Rihanna.

Rihanna es una de las artistas más rentables para las firmas de moda con las que colabora. 
Eso lo confirmó el pasado mayo, cuando la colección de zapatos Denim Desserts que diseñó junto a Manolo Blahnkink fue tal éxito que colapsó la web del diseñador español de calzado.
 Una colección que encandiló incluso a las famosas; su rival en las listas de éxitos Jennifer Lopez no dudó en enfundarse una de sus botas vaqueras hasta la cadera en su videoclip Ain't Your Mama. 
 Además, la zapatilla de Rihanna diseñada para Puma acaba de ser elegida como el mejor zapato del año. 
Así que no es de extrañar que Manolo Blahnik haya decidido volver a colaborar con la artista.

El modelo Alexis diseñado por Rihanna para Manolo Blahnik.
 

Rihanna ha creado ahora una colección de botas de invierno, llamada Savage.

 Su segunda colaboración cápsula para Manolo Blahnik saldrá a la venta este miércoles en tiendas seleccionadas de la firma así como también en su página web. 

Se trata de una línea limitada de tres botas de invierno inspiradas en la marca Timberland —que la cantante suele llevar— transformadas, cómo no, en calzado de invierno con altos tacones de aguja.

 El ante y el pelo son los dos materiales que unen la pequeña colección. 

Modelo Dominique de Rihana para Manolo Blahnik.
Dominique es el nombre de uno de los modelos; una bota mosquetera hecha con piel de oveja y forrada en piel de pony negro con un estampado floral.
 El modelo Alexis es una bota con pelo que se puede adquirir en color canela o marfil. 
Por último, ha diseñado The Fallon, un botín con una lazada cruzada y pelo en el tobillo (disponible en marfil o marrón) que reinterpreta el que Manolo Blahnik diseñó en 1994 inspirándose también en Timberland, y que alcanzó la fama en los años 2000, apareciendo en muchos de los videoclips de hip hop de la época (Beyoncé los llevaba en el vídeo de la canción Bonnie & Clyde y JLo, en Jenny From the Block).
“Siempre me han encantado los Manolo Blahnik. 
Sus zapatos son los más lujosos y atemporales que existen”, dijo Rihanna al darse a conocer su primera colección. 
Su palabra “lujoso” ya daba a entender que no iban a ser baratos: la colección Denim Dessert tenía unos precios entre los 895 y 3.995 dólares (entre 830 y 3.700 euros). 
El precio de su actual colaboración se desconoce, pero ese precedente asegura que no será apta ni para todos los fans de RiRi ni para todas las admiradoras de los llamados manolos.
El modelo The Fallon diseñado por Rihann, que reinterpreta el botín inspirado en las Timberland que ya diseñó Manolo Blahnik en 1994.

A trabajar............................................................................................... David Trueba..

Trump, con uno de los discursos más toscos que se recuerdan, ha cautivado los rencores de clase y de raza, de sexo y de cultura.

Propaganda electoral de la campaña presidencial de Estados Unidos. AP Photo
Si hoy es martes, seguro que prosigue el encomiable esfuerzo de los mejores cerebros de Occidente por tranquilizarnos ante el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
 Me fío más de los resistentes norteamericanos, que no encuentran la pista que anuncie que lo peor no va a producirse.
 Que la gente más zafia, menos preparada y más demagoga llegue al poder en la democracia no es algo que podamos evitar con facilidad. 
Tenemos ejemplos sobrados sin salir de casa de nuestro voto fiel a gobernantes corruptos.
 Países más preparados, cultos y racionales que el nuestro han sucumbido también.
 Italia, que es el país más formidable de Europa, también eligió a un empresario de éxito y carente de escrúpulos para ser uno de los dirigentes más duraderos en el poder. 
Los italianos descubrieron que ser millonario no implica que seas capaz de convertir en millonarios a todos tus súbditos, ni siquiera el vicio fue mínimamente compartido con la plebe.
 Todo terminó en un problema de impotencia. El cambio no fue cambio.

Trump, con uno de los discursos más toscos que se recuerdan, ha cautivado los rencores de clase y de raza, de sexo y de cultura que anidan entre los ciudadanos de la democracia más poderosa del mundo. 
Lo que nos interesa es comprender que por encima de las personas solo caben las instituciones, los derechos y las libertades.
 Por eso, que el gobierno lo alcance un indeseable no tendría que significar una catástrofe insoportable. 
Sin las autoridades europeas, en España sería aún más peligroso que en otros países, porque nuestros tribunales, fuerzas de seguridad, medios públicos, instituciones, comisiones de control y derechos son en exceso dependientes del poder político.
La ley mordaza nos parece, por ejemplo, una nota chabacana aprobada en tiempos de mayoría absoluta. 
Pero en manos de un presidente indecente es un arma de terror y silencio. 
De la misma manera, los ascensos de jueces y fiscales, de directores de los medios de comunicación públicos y de los organismos de competencia, vigilancia y control, no están protegidos de la injerencia del ganador en las urnas tanto como precisa la higiene democrática.
 La llegada de Trump, tan celebrada por la señora Le Pen como por los nazis griegos, pero menos contestada que los desmanes de Putin o Maduro, es una llamada de urgencia a nuestros legisladores.
 En una coyuntura sin mayorías aplastantes, ha llegado la hora de proteger la democracia de la propia democracia, de establecer leyes que protejan y garanticen los derechos de la amenaza que alcanza el poder por la vía del voto.

 

‘The Crown’, el lujo y la historia............................................. Natalia Marcos

La nueva serie de Netflix engancha por su narración, atrapa por su impecable factura e intriga por su apuesta de futuro.

En The Crown hay poderío y se nota. 
La serie inspirada en la vida de la reina Isabel II de Inglaterra es una de las más caras de Netflix, posiblemente la más cara (aunque The Get Down la podría haber superado tras dispararse su presupuesto a cifras astronómicas, pero no confirmadas, durante su producción). 
La nueva joya de la corona de la plataforma online se aprovecha del talento británico para los dramas históricos y un presupuesto que les ha permitido no tener ningún tipo de cortapisa.
En The Crown siempre sobrevuela la duda de cuánto de lo que nos cuentan será verdad y cuánto no, cuán azucarada estará la visión de la familia real que nos ofrecen
. En cualquier caso, es ficción y como tal hay que tratarla, una ficción que sirve de hilo conductor para contar de forma didáctica no solo el reinado de Isabel II sino también acontecimientos históricos de la segunda mitad del siglo XX, logrando una interesante combinación de drama sobre la realeza y serie política. ¿Cómo aprende un rey a ser rey? ¿Cuál es su función? ¿Y la de su consorte? ¿Cómo fue la relación entre la joven Isabel y el veterano Winston Churchill? 

Precisamente en Churchill tiene The Crown uno de sus puntos fuertes.
 La interpretación de John Lithgow le valdrá nominaciones e incluso premios más que merecidos por dar vida, copiando gestos, movimientos e incluso rasgos físicos, al Primer Ministro.
 Otro seguro para la serie era que Jared Harris interpretara al padre de Isabel, Jorge VI.

La serie engancha por su narración (especialmente, con las tramas de los personajes secundarios), atrapa por su impecable factura e intriga por su gran apuesta de futuro.
 La idea que hay detrás de esta creación de Peter Morgan (guionista también de La reina, con Helen Mirren como Isabel II) es completar las seis décadas que lleva de reinado de la monarca a razón de década por temporada. 
Para ello, el reparto irá evolucionando para adaptarse a la edad de los personajes en cada momento.
The Crown es una gran serie para señoras.
 Que no es un término despectivo, al contrario. 
Toma el relevo de Downton Abbey mejor todavía que Victoria, la serie del canal británico ITV que este otoño ha llevado a la pequeña pantalla a la reina Victoria de Inglaterra. The Crown gana por goleada en ambición. 
Por tener, Netflix tiene hasta a Jaime Peñafiel para hacer campaña a favor de The Crown en uno de los fichajes más inesperados de la plataforma.
 Minipunto para ellos.