La nueva serie de Netflix engancha por su narración, atrapa por su impecable factura e intriga por su apuesta de futuro.
En The Crown
hay poderío y se nota.
La serie inspirada en la vida de la reina Isabel II de Inglaterra es una de las más caras de Netflix, posiblemente la más cara (aunque The Get Down la podría haber superado tras dispararse su presupuesto a cifras astronómicas, pero no confirmadas, durante su producción).
La nueva joya de la corona de la plataforma online se aprovecha del talento británico para los dramas históricos y un presupuesto que les ha permitido no tener ningún tipo de cortapisa.
En The Crown siempre sobrevuela la duda de cuánto de lo que nos cuentan será verdad y cuánto no, cuán azucarada estará la visión de la familia real que nos ofrecen
. En cualquier caso, es ficción y como tal hay que tratarla, una ficción que sirve de hilo conductor para contar de forma didáctica no solo el reinado de Isabel II sino también acontecimientos históricos de la segunda mitad del siglo XX, logrando una interesante combinación de drama sobre la realeza y serie política. ¿Cómo aprende un rey a ser rey? ¿Cuál es su función? ¿Y la de su consorte? ¿Cómo fue la relación entre la joven Isabel y el veterano Winston Churchill?
Precisamente en Churchill tiene The Crown uno de sus puntos fuertes.
La interpretación de John Lithgow le valdrá nominaciones e incluso premios más que merecidos por dar vida, copiando gestos, movimientos e incluso rasgos físicos, al Primer Ministro.
Otro seguro para la serie era que Jared Harris interpretara al padre de Isabel, Jorge VI.
La serie engancha por su narración (especialmente, con las
tramas de los personajes secundarios), atrapa por su impecable factura e
intriga por su gran apuesta de futuro.
La idea que hay detrás de esta creación de Peter Morgan (guionista también de La reina, con Helen Mirren como Isabel II) es completar las seis décadas que lleva de reinado de la monarca a razón de década por temporada.
Para ello, el reparto irá evolucionando para adaptarse a la edad de los personajes en cada momento.
The Crown es una gran serie para señoras.
Que no es un término despectivo, al contrario.
Toma el relevo de Downton Abbey mejor todavía que Victoria, la serie del canal británico ITV que este otoño ha llevado a la pequeña pantalla a la reina Victoria de Inglaterra. The Crown gana por goleada en ambición.
Por tener, Netflix tiene hasta a Jaime Peñafiel para hacer campaña a favor de The Crown en uno de los fichajes más inesperados de la plataforma.
Minipunto para ellos.
La serie inspirada en la vida de la reina Isabel II de Inglaterra es una de las más caras de Netflix, posiblemente la más cara (aunque The Get Down la podría haber superado tras dispararse su presupuesto a cifras astronómicas, pero no confirmadas, durante su producción).
La nueva joya de la corona de la plataforma online se aprovecha del talento británico para los dramas históricos y un presupuesto que les ha permitido no tener ningún tipo de cortapisa.
En The Crown siempre sobrevuela la duda de cuánto de lo que nos cuentan será verdad y cuánto no, cuán azucarada estará la visión de la familia real que nos ofrecen
. En cualquier caso, es ficción y como tal hay que tratarla, una ficción que sirve de hilo conductor para contar de forma didáctica no solo el reinado de Isabel II sino también acontecimientos históricos de la segunda mitad del siglo XX, logrando una interesante combinación de drama sobre la realeza y serie política. ¿Cómo aprende un rey a ser rey? ¿Cuál es su función? ¿Y la de su consorte? ¿Cómo fue la relación entre la joven Isabel y el veterano Winston Churchill?
Precisamente en Churchill tiene The Crown uno de sus puntos fuertes.
La interpretación de John Lithgow le valdrá nominaciones e incluso premios más que merecidos por dar vida, copiando gestos, movimientos e incluso rasgos físicos, al Primer Ministro.
Otro seguro para la serie era que Jared Harris interpretara al padre de Isabel, Jorge VI.
La idea que hay detrás de esta creación de Peter Morgan (guionista también de La reina, con Helen Mirren como Isabel II) es completar las seis décadas que lleva de reinado de la monarca a razón de década por temporada.
Para ello, el reparto irá evolucionando para adaptarse a la edad de los personajes en cada momento.
The Crown es una gran serie para señoras.
Que no es un término despectivo, al contrario.
Toma el relevo de Downton Abbey mejor todavía que Victoria, la serie del canal británico ITV que este otoño ha llevado a la pequeña pantalla a la reina Victoria de Inglaterra. The Crown gana por goleada en ambición.
Por tener, Netflix tiene hasta a Jaime Peñafiel para hacer campaña a favor de The Crown en uno de los fichajes más inesperados de la plataforma.
Minipunto para ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario