El TMT se construiría en la isla española si finalmente los tribunales no dejan hacerlo en Hawái.
El consejo de gobierno de ese telescopio reunido en California (EE UU) ha tomado hoy la decisión, que señala a las cumbres canarias como referencia mundial en astronomía gracias a la calidad de sus cielos y su actual desarrollo tecnológico.
Este monumental proyecto de 1.400 millones de dólares de inversión en ciencia de vanguardia está bloqueado desde 2014.
La idea era levantar el telescopio TMT, mucho más grande que cualquiera de los que están actualmente en funcionamiento, en Hawái, pero los problemas legales han puesto en vía muerta su construcción.
Los tribunales han reconocido que no se cumplieron los requisitos para edificarlo en Mauna Kea, una montaña sagrada según la religión de los nativos hawaianos y que cuenta con especial protección ambiental y cultural.
"Estamos muy contentos de haber pasado esta reválida", asegura a Materia Rafael Rebolo, director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), después de meses de trabajo para demostrar la calidad de la candidatura de La Palma, que competía con observatorios de primer nivel en Chile, México o China.
"El criterio más importante del consorcio del TMT era que se pudiera hacer la mejor ciencia por las condiciones de observación. Canarias tiene unos cielos magníficos", celebra Rebolo.
El otro gran motivo que ha facilitado la elección de La Palma ha sido la calidad de sus comunicaciones digitales, "de las mejores del mundo", según Rebolo.
"El impacto socioeconómico, para la ciencia española y para la imagen de Canarias sería extraordinario", afirma el director del IAC, que bromeaba por estar "celebrando Halloween de la mejor manera".
Otro de los factores que los responsables del supertelescopio valoraron de La Palma es que el coste de la instalación sería allí más barato que en otros lugares.
Además, el hecho de que ya estén construidas las infraestructuras físicas y digitales para la comunicación ahorraría numerosas inversiones.
Allí conviviría junto al Gran Telescopio de Canarias, el mayor de la actualidad.
"No podemos esperar más tiempo", reconocía el pasado mes de abril en La Palma el jefe de operaciones del TMT, Christophe Dumas
. "Hawái es el lugar favorito y vamos a darle unos meses o un año y, si no podemos construirlo allí, tenemos que elegir una alternativa. El tiempo es dinero", aseguró.
En los últimos meses, los científicos y técnicos del TMT han visitado en varias ocasiones el Roque de los Muchachos para elegir un futurible emplazamiento y examinar al detalle las condiciones del lugar.
Si finalmente se lleva a cabo, supondrá un importante retorno para Canarias, tanto en el proceso de construcción como en la actividad científica que se generará durante un mínimo de 65 años.
La inversión anual en las Islas será de más de 25 millones de euros tanto en gastos de personal como contratos de diversos suministros. El modelo que el TMT considera viable para la operación en Canarias contempla dos sedes vinculadas al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC): una en La Palma y otra en Tenerife, con un total de 120 personas, entre personal científico, ingenieril y administrativo.
Ahora, todo está en manos de las autoridades judiciales hawaianas, que deberán determinar si se puede levantar este formidable aparato de observación astronómica en Mauna Kea o si se abre el camino para su construcción definitiva en Canarias.