Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

11 oct 2016

Los investigadores reducen el área de búsqueda de Diana Quer a 7 kilómetros de Taragoña

Un radio de siete kilómetros.
 Ese es el mapa horario y geográfico acotado por los investigadores en su búsqueda de Diana Quer, la joven madrileña desaparecida en la noche del pasado 22 de agosto, y con el que confían por fin resolver el caso —según informa Antena 3—.
El área cubre la zona de influencia del repetidor de Taragoña, que captó la señal del móvil de Diana apenas un cuarto de hora antes de saltar en A Pobra, lo que ha permitido deducir que a Diana no le pudo dar tiempo a pasar por casa y que tuvo que trasladarse en un vehículo.
Además, ese repetidor ha permitido descubrir a los investigadores que Diana estaba bajo su zona de influencia desde las tres hasta las cuatro y cuarto de la mañana, cuando el teléfono se apagó.
Posteriormente, hubo otros dos intentos de conexión sin éxito.
 Los investigadores achacan estas conexiones fallidas a las características geográficas del terreno que se investiga.
 Siete kilómetros de frondosa vegetación y grandes rocas.
 Esto explicaría la desaparición de la señal hasta las cuatro y cuatro de la madrugada, momento en que se produce la última sincronización entre el repetidor y el teléfono de Diana.



"MARCHA FORZOSA"
El abogado de la madre de Diana Quer, Pedro Víctor de Bernardo, ha asegurado —en El Español— que su cliente se aferra a la posibilidad de una "marcha forzosa" de su hija, desaparecida hace ya más de 50 días en la localidad de A Pobra do Caramiñal (A Coruña).
Según De Bernardo, los padres de Diana Quer no creen que su hija se haya marchado voluntariamente durante tanto tiempo, haciéndoles pasar por este trance.
 Así mismo, los investigadores hallaron en la vivienda de A Pobra la documentación de Diana, por lo que la hipótesis de la marcha voluntaria quedó debilitada.
Sin embargo, los progenitores de Diana Quer tampoco ven viable un hipotético secuestro, ya que nadie les ha llamado para pedir ningún rescate.
DIANA QUER

Miguel Bosé: “Engordo y adelgazo como un acordeón”....................................................... Luz Sánchez-Mellado

El cantante celebra sus 60 años de vida y 40 de carrera con su primer disco y concierto acústico' para la MTV.

El cantante Miguel Bosé, ayer en Madrid.
Nadie es nada para juzgar a nadie.
 Y menos por un encuentro de 20 minutos con un ídolo de masas en el mejor cuarto de un hotel de lujo durante una sesión de entrevistas de promoción en la que todos formulamos las mismas preguntas y todos obtenemos las mismas respuestas.
 Sin embargo, a ojo de buena cubera, cabe reseñar un par de novedades en el aspecto, la mirada y la actitud de Miguel Bosé respecto a otro par de encuentros mantenidos hace cuatro años con el mismo personaje en similares circunstancias.
Digamos que Bosé —la estrella—, porque así gusta de autodenominarse para diferenciarse de Miguel —el hombre— ha perdido peso, ha ganado empatía con el de enfrente y su armadura parece haber cedido algún milímetro cúbico.
 “Me miro al espejo cada día y me siento el mismo, pero si tú lo dices será cierto”, concede, cordialísimo, el escaneado a ojímetro. “Engordo y adelgazo como un acordeón desde los 47 años, tengo buenos y malos días como todos, y la coraza consistía y consiste en hablar de lo que quiero y no de lo que no quiero”, concluye, interpelado al respecto.
 Y a fe que esto último es absolutamente cierto.
 
El cantante Miguel Bosé, ayer en Madrid.

Miguel Bosé, ya se ha visto, está de un humor excelente, pero no se sale un milímetro del guión que ha venido a interpretar en esta ocasión concreta.
 Llega nimbado por el aura de los muy divinos, posa diez minutos para cuatro escogidos fotógrafos frente a un mural con el logo del producto que viene a vendernos —su nuevo disco, su primer acústico, un Unplugged para la colección de la MTV — y se marcha a conceder un número equis de entrevistas como esta en medio de un revuelo de asistentes susurrándose solícitos por sus pinganillos las idas y venidas del jefe.
Así que he aquí a Miguel Bosé, la estrella, 60 años cumplidos, con sus ojos miel subrayados con lápiz negro, sus exquisitos huesos dibujándole la calavera y su personalísima voz tomada por el constipado que le ha pegado alguno de sus cuatro hijos —Diego, Tadeo, Ivo y Telmo, de entre 4 y 6 años—, que le esperan en su casa de Panamá, adonde se mudó desde Madrid hace tiempo para no tener que separarse tanto de ellos durante sus frecuentes viajes por Latinoamérica.
 Por ellos son las prisas. Ellos son ahora, dice, su prioridad absoluta.
Y ha sido ahora, con cuatro hijos, 60 años de vida y 40 de carrera, cuando Bosé se ha visto “maduro, seguro y a punto” para desenchufarse. 
Para transformar en “orgánico” el sonido “informático” que es su marca.
 “Hubo ocasiones antes, pero tenía miedo.
 Temía perder mi identidad.
 Solo cuando Nicolás Sorin, mi productor desde Cardio, me sugirió caminos, y perdí la obsesión por comparme conmigo mismo fue cuando estuve listo”, explica.
 El resultado, un vídeo y un disco grabado en mayo en México, tardó aún año y medio en concretarse.
 El tiempo necesario para cuadrar su agenda, la de los invitados —Juanes, Pablo Alborán, Maná—, y la producción exacta de cada tema, desde Nena a Bandido o una nueva bachata de Juan Luis Guerra, a gusto del jefe.


Se le ve satisfecho con el producto. 
No hay mucho tiempo para hablar del resto. “Claro que me interesa la política.
 A pesar de los descorazonamientos, esta no deja de ser mi patria, y nunca dejará de serlo. 
Me duele lo que pasa. 
Pero me temo que, por mucho interés que tengas, esto no tiene remedio.
 La situación es extrema. Pero no solo aquí, sino en todo el mundo. El sistema no funciona, hay que resetearlo. 
 Desde los barones hasta los príncipes se tienen que ir a la mierda. Y nosotros tenemos que reaccionar. 
No somos inocentes, nosotros lo hemos permitido.
 El cambio pasa por la conciencia ciudadana y un activismo profundo, diario y constante”.
Su prioridad, sin embargo, no deja de asomar la cabeza.
 Hay un momento en su concierto desenchufado en el que advierte al público de que no sabe si aguantará la próxima canción sin que la emoción le rompa.
 Se trata de Estaré, el tema que compuso cuando su hijo Tadeo, alumbrado como sus hermanos mediante gestación subrogada, le preguntó cuándo volvería de un viaje y al Miguel padre se le cayeron los palos del palio del Bosé artista.
 “Quería explicarles que, si quieren sentirme, cuando no esté con ellos, o cuando deje de estar, no tienen más que cerrar los ojos y buscar en su corazón. Pero también por qué están aquí.
 Son hijos de padre soltero, hijos del deseo.
 Que entiendan que los tuve porque deseé mucho tenerlos. Si ves a Diego caminar, soy yo. 
Estoy en sus células. Mi memoria estará en sus células”, te dice, mirándote a los ojos, y, aunque te haya dicho poca cosa, te vas tan contenta de que Miguel Bosé te haya dejado cinco minutos más de los que estaban agendados.

 


 

David Leo, ganador de Pasapalabra: “El mayor lujo es poder vivir centrado en la literatura”...................... Alejandro Martín Rodríguez

El poeta malagueño gana el mayor bote de la historia de Telecinco.

David Leo tras ganar el premio en 'Pasapalabra'.
“Ranzón” es el dinero que se entrega como rescate para redimir a un cautivo y, para David Leo García, malagueño de 28 años, la palabra que le ha servido para embolsarse el mayor premio de la historia de un concurso de Telecinco: un total de 1.866.000 euros. Anoche respondió correctamente a las 25 definiciones del Rosco, la prueba final de Pasapalabra.
Surge ahora la pregunta obvia: ¿qué hará con tanto dinero? Leo, quien con 17 años ganó (ex aequo con Ben Clark) el premio Hiperión de poesía y que sigue siendo el poeta más joven en lograrlo, responde a EL PAÍS:
 “El mayor lujo es poder vivir sin angustias, centrado en la literatura”.
Afincado desde hace cuatro años en Barcelona con su novia, contó con la ayuda de la presentadora Paz Padilla y de Sete Benavides, diploma olímpico en piragüismo en Londres 2012 y Río 2016, en la jornada en que, tras 109 programas —en 13 de ellos se quedó a las puertas del gran premio—, por fin superó una prueba que, según confiesa, es el gran reto de los concursos televisivos, su Tourmalet. Los deportes, precisamente, le tumbaron cuando en marzo de 2007, con 18, debutó ante las cámaras en Gran Slam (en Cuatro). “Recuerdo la imagen, mi cara era la de alguien a quien le acabaran de dar una patada”, dice en conversación telefónica.
 Quien le batió entonces, Sebastián Cárdenas, tiene también en su currículo el título de campeón de Pasapalabra, igual que Alberto Izquierdo, con quien igualmente coincidiera en ese plató. 
Ahora, los tres ruedan juntos en Madrid un programa que tendrá un Rosco especial en el que a Leo le haría ilusión, tanta como congoja, volver a verse las caras con ellos en un cruce.

Visto su punto débil, decidió ponerle remedio y, aunque no ha logrado convertirse en fanático de ninguno, ha visto competiciones de todo tipo en los últimos Juegos Olímpicos. 
Aduce, sin embargo, que nunca ha conseguido "tragarse" un partido entero de fútbol, "ni siquiera la final del mundial de Sudáfrica que ganó España”.
 Prefiere emplear esa hora y media en ver una película.
 El cine, tras la poesía, los viajes, ¿el trivial —ha llegado a jugar en bares a cambio de copas de whisky— y los concursos?, es su otra gran pasión.
Después de su primera experiencia vinieron Cifras y letras, en Canal Sur (2010), donde para apaciguar los nervios se atiborró de valerianas y fue incapaz de pensar con fluidez, y Gafapastas (2011, en La 2), donde una sola pregunta le impidió derribar al campeón reinante.
 Los 54.000 euros de Avanti le dieron la llave a la emancipación (ya había pasado un año en la Fundación Antonio Gala, el convento rehabilitado en el centro de Córdoba donde el autor de La pasión turca o Más allá del jardín beca cada año a artistas de varias disciplinas para que trabajen juntos, y donde coincidió con una generación brillante, con nombres como el también poeta y dramaturgo Javier Vicedo, el novelista Juan Gómez Bárcena o el compositor José Pablo Polo; y otro de Séneca en Madrid). 
Y, de allí, pasó a Saber y ganar, entrenamiento para este momento.
Leo cree que lo que él hace, responder preguntas, no demuestra saber, una Cultura con mayúscula, sino más bien el esqueleto de la misma.
 Es un deporte mental, como el ajedrez, disciplina que le ha ayudado a concentrarse en las mañanas en las que desde el desayuno al almuerzo se aprendía el Diccionario de la RAE y en las tardes, enseñando español a extranjeros, diseñaba roscos y usaba a los alumnos griegos para repasar etimología.
Antes de plantearse el siguiente paso, planea una estadía en Japón, de cuya sociedad admira ese puntito de locura que desprende, o en Argentina.
 Seguiría concursando para seguir sintiendo cómo él, que se considera introvertido, se crece ante la cámara, pero ¿dónde ir tras este éxito?
 Descarta embrollar intereses y presentarse al casting de, por ejemplo, Pekin exprés.
 Sí tiene clara una cosa: dejará de preocuparse por cómo pagar el alquiler o de qué vivirá, y se sentará a escribir.
 Dime qué (DVD ediciones), su último poemario, se publicó hace ya un lustro.
 Seguro que, como a sus titubeos con los deportes, también quiere ponerle remedio a eso.

Los mayores premios en España

El mayor premio dado por un concurso televisivo en España se otorgó en el programa Boom de Antena 3 el pasado 8 de junio.
 El obtenido por David Leo se sitúa en tercer lugar.
‘Boom’, en Antena 3. 2.300.000 de euros. 8 de junio de 2016.
‘Pasapalabra’, en Antena 3. 2.190.000. 8 de mayo de 2006
‘Pasapalabra’, en Telecinco. 1.866.000. 10 de octubre de 2016
‘¿Quiere ser millonario?’, en Telecinco. 300.000 euros. 13 de septiembre de 2000.
‘El precio justo’, en TVE. 240.000 euros. 1991


 

10 oct 2016

'Un monstruo viene a verme', mejor estreno español del año

La película de Juan Antonio Bayona recauda 3,6 millones de euros en su primer fin de semana en taquilla.

Fotograma de 'Un monstruo viene a verme'. VÍDEO: TRÁILER
Un monstruo viene a verme, la tercera película de Juan Antonio Bayona, se ha alzado al número 1 de la taquilla del fin de semana con una recaudación de 3,6 millones de euros, lo que la convierte en el mejor estreno español de 2016, según datos de la consultora Comscore Movies Spain.

La película protagonizada por Lewis McDougall, Felicity Jones y Sigourney Weaver ha doblado los 1,56 millones que logró Cien años de perdón, de Daniel Calparsoro, hasta ahora el mejor estreno español del año. 
En el ránking general de estrenos ocupa el tercer lugar, después de Mascotas y El libro de la selva.
 Mientras que en el top mundial de las películas más vistas se situa en el puesto 20.

Sin embargo, las cifras están lejos de las alcanzadas por el propio Bayona con sus anteriores filmes.
 El orfanato (2007) amasó casi seis millones de euros en los tres primeros días, y Lo Imposible (2012), más de 8,9 millones de euros. Ambas figuran además se encuentran entre las diez películas españolas más taquilleras de la historia.
 Lo imposible recaudó en total 42,4 millones de euros y El orfanato, 25 millones.
Un monstruo viene a verme está basada en la novela de Patrick Ness y con ella el director español completa su trilogía cinematográfica sobre las complejas y emotivas relaciones entre madre e hijo.
La segunda película más vista del fin de semana ha sido la cinta de animación Cigüeñas, con un millón de euros de recaudación; seguida por El Hogar de Miss Peregrine para Niños Peculiares, la nueva cinta de Tim Burton (0,9 millones de euros); La fiesta de las salchichas (0,9 millones) y Mechanic: Resurrection, secuela de The Mechanic (0,5 millones).