“El mayor lujo es poder vivir sin angustias, centrado en la
literatura”.
Afincado desde hace cuatro años en Barcelona con su novia, contó con la ayuda de la presentadora Paz Padilla y de Sete Benavides,
diploma olímpico en piragüismo en Londres 2012 y Río 2016, en la
jornada en que, tras 109 programas —en 13 de ellos se quedó a las
puertas del gran premio—, por fin superó una prueba que, según confiesa,
es el gran reto de los concursos televisivos, su Tourmalet. Los deportes, precisamente, le tumbaron cuando en marzo de 2007, con 18, debutó ante las cámaras en Gran Slam (en
Cuatro). “Recuerdo la imagen, mi cara era la de alguien a quien le
acabaran de dar una patada”, dice en conversación telefónica.
Quien le
batió entonces, Sebastián Cárdenas, tiene también en su currículo el
título de campeón de Pasapalabra, igual que Alberto Izquierdo,
con quien igualmente coincidiera en ese plató.
Ahora, los tres ruedan
juntos en Madrid un programa que tendrá un Rosco especial en el que a
Leo le haría ilusión, tanta como congoja, volver a verse las caras con
ellos en un cruce.
Visto su punto débil, decidió ponerle remedio y, aunque no
ha logrado convertirse en fanático de ninguno, ha visto competiciones de
todo tipo en los últimos Juegos Olímpicos.
Aduce, sin embargo, que
nunca ha conseguido "tragarse" un partido entero de fútbol, "ni siquiera
la final del mundial de Sudáfrica que ganó España”.
Prefiere emplear
esa hora y media en ver una película.
El cine, tras la poesía, los
viajes, ¿el trivial —ha llegado a jugar en bares a cambio de copas de
whisky— y los concursos?, es su otra gran pasión.
Después de su primera experiencia vinieron Cifras y letras, en
Canal Sur (2010), donde para apaciguar los nervios se atiborró de
valerianas y fue incapaz de pensar con fluidez, y Gafapastas (2011, en
La 2), donde una sola pregunta le impidió derribar al campeón reinante.
Los 54.000 euros de Avanti le dieron la llave a la emancipación
(ya había pasado un año en la Fundación Antonio Gala, el convento
rehabilitado en el centro de Córdoba donde el autor de La pasión turca o Más allá del jardín
beca cada año a artistas de varias disciplinas para que trabajen
juntos, y donde coincidió con una generación brillante, con nombres como
el también poeta y dramaturgo Javier Vicedo, el novelista Juan Gómez Bárcena o el compositor José Pablo Polo; y otro de Séneca en Madrid).
Y, de allí, pasó a Saber y ganar, entrenamiento para este momento.
Leo cree que lo que él hace, responder preguntas, no
demuestra saber, una Cultura con mayúscula, sino más bien el esqueleto
de la misma.
Es un deporte mental, como el ajedrez, disciplina que le ha
ayudado a concentrarse en las mañanas en las que desde el desayuno al
almuerzo se aprendía el Diccionario de la RAE y en las tardes, enseñando español a extranjeros, diseñaba roscos y usaba a los alumnos griegos para repasar etimología.
Antes de plantearse el siguiente paso, planea una estadía en
Japón, de cuya sociedad admira ese puntito de locura que desprende, o
en Argentina.
Seguiría concursando para seguir sintiendo cómo él, que se
considera introvertido, se crece ante la cámara, pero ¿dónde ir tras
este éxito?
Descarta embrollar intereses y presentarse al casting de,
por ejemplo, Pekin exprés.
Sí tiene clara una cosa: dejará de preocuparse por cómo pagar el alquiler o de qué vivirá, y se sentará a escribir.
Dime qué (DVD ediciones),
su último poemario, se publicó hace ya un lustro.
Seguro que, como a
sus titubeos con los deportes, también quiere ponerle remedio a eso.
Los mayores premios en España
El mayor premio dado por un concurso televisivo en España se otorgó en el programa Boom de Antena 3 el pasado 8 de junio.
El obtenido por David Leo se sitúa en tercer lugar.
‘Boom’, en Antena 3. 2.300.000 de euros. 8 de junio de 2016.
‘Pasapalabra’, en Antena 3. 2.190.000. 8 de mayo de 2006
‘Pasapalabra’, en Telecinco. 1.866.000. 10 de octubre de 2016
‘¿Quiere ser millonario?’, en Telecinco. 300.000 euros. 13 de septiembre de 2000.
‘El precio justo’, en TVE. 240.000 euros. 1991