Con esa carita de niño mono tan rubito y con una sonrisa angelical, parecía un hijo más de Angelina.
Lo recuerdo muy jovencito en la peli de Susan Sarandon, aquella que dos mujeres no les queda otra que matarse. Y Brad ya le habia robado todo un botin, con esos datos seguro que nadie reconocerá de qué película hablo.
Pues ese muchachito parece que bebe mucha agua con misterio y anada emporrado todo el dia, supongo que vendrá de lejos y unos sencillos cuernos nadie creerá que a estas alturas han sido los únicos.
Bueno una pareja que coleciona niños es tb algo rara como lo era Mia Farrow con Wody Allen, pero esa es otra historia.
Angelina Jolie y Brad Pitt, en Nueva York en 2011. REUTERS / VÍDEO: REU
En la Corte Superior de California, sección de Los Ángeles, se conoce como el caso BD646058.
El resto del mundo se conoce como la demanda de divorcio que el lunes presentó Angelina Jolie contra Brad Pitt.
Diez folios mecanografiados en los que el matrimonio más famoso y poderoso de Hollywood se viene abajo después de 12 años bajo los focos y seis hijos en común.
En el punto 5 del formulario, publicado el martes por el portal de cotilleos TMZ, está marcado el punto 1: “Diferencias irreconciliables”.
Angelina Jolie y Brad Pitt llevan separados desde el pasado 15 de
septiembre, según estos documentos, presentados por la abogada
especialista en divorcios de Hollywood, y famosa ella misma, Laura
Wasser.
En el punto 6, Jolie pide la custodia física de los seis hijos, con permiso de visita para él y la custodia legal en común. No reclama ayuda económica de Pitt.
“Esta decisión ha sido tomada por el bien de la familia. Ella no va a
hacer comentarios y pide que se le conceda privacidad a la familia en
estos momentos”, fue todo el comentario por parte de Jolie, a través de
su abogado, Robert Offer.
Una de las últimas imágenes de Angelina Jolie, Brad Pitt con tres de sus hijos. RMBI RMBI/AKM-GSI / Cordon Pr
Una imagen antilujuria niños y compra algo así como una pareja que va a un Super y rodeados de niños de diferentes razas.
En los papeles judiciales, Jolie comunica al juzgado que existen una
serie de bienes separados que están por determinar.
Como actores,
directores y productores, los Jolie-Pitt, conocidos como Brangelina por
la potencia de su marca como pareja, han sido de los mejor pagados de
Hollywood.
La revista Forbes calcula que entre ambos han tenido
unos ingresos de 555 millones de dólares desde 2004.
De ellos, Pitt ha
ganado 315, según las estimaciones de Forbes, y Jolie 239.
Solo el año pasado, Pitt ganó 31,5 millones.
En las primeras 24 horas de la noticia, las “fuentes cercanas a la
pareja” que citan los medios especializados aseguran que la razón última
del divorcio no es una tercera persona, sino la forma en que Pitt, de
52 años, se relaciona con los menores.
Según estas fuentes, Pitt tiene
problemas para controlarse cuando se enfada.
Según esta versión, la
primera en ser difundida y cuya única credibilidad descansa en la marca TMZ, Pitt sigue consumiendo marihuana y alcohol, hábitos de los que habló ampliamente en sus años de estrella juvenil.
Pitt no ha respondido públicamente a estas acusaciones.
Su reacción
ha sido una breve declaración a la revista People: “Estoy muy triste con
este asunto, pero lo que más importa ahora es que nuestros hijos estén
bien.
Pido cortésmente a la prensa que les dé el espacio que necesitan
en estos momentos difíciles”.
El divorcio de los Jolie-Pitt es ya la historia de famosos del año.
La potencia de la pareja para vender revistas es incalculable.
No hay
semana que no aparezcan en alguna portada disparatada de las
publicaciones de cotilleos de Estados Unidos.
Una semana ella está a
punto de morir y él la ha dejado.
A la siguiente, él ha vuelto con Jennifer Aniston
y ella se ha vuelto loca de celos.
Esta semana, en otra revista, él
había abandonado a su abuela moribunda en la miseria. Así llevan
viviendo más de una década.
La pareja se conoció en 2004 durante el rodaje de El señor y la señora Smith.
La idea de ponerlos juntos en una película romántica de aventuras era casi una obviedad.
A los 41 años, él era el sex symbol más grande de la década después de haber roto corazones durante los años 90 en títulos como Thelma y Louise, Leyendas de pasión, Entrevista con el vampiro, Seven y El club de la lucha.
Ella, nacida en Hollywood (su padre es el actor John Voight), tenía 12
años menos que él, había recibido un Oscar como actriz secundaria por
Inocencia interrumpida y, sobre todo, se había convertido en una de las
actrices más cotizadas de Hollywood después de su papel de Lara Croft en
Tomb Raider.
La última vez que se les vio juntos en público fue el pasado 12 de
julio, desayunando en un restaurante de West Hollywood.
Tenían tres
hijos adoptados y tres biológicos.
Durante una década, han sido la
familia real de Hollywood, con una cuidada imagen de familia feliz y
matrimonio reposado y duradero que contrastaba con la volatilidad
habitual en las relaciones entre famosos.
Esa historia se hizo pedazos
este lunes.
21 sept 2016
Sigourney Weaver: “Las mujeres somos el pegamento que une al mundo”................................. Gregorio Belinchón
La actriz neoyorquina recuerda su carrera horas antes de recibir el Premio Donostia y de la proyección de 'Un monstruo viene a verme', de J. A. Bayona.
Hija de un presidente de la cadena NBC, a los 11 años asistía a conciertos de The Beatles en Los Ángeles —como puede verse en el documental de Ron Howard The Beatles: eight days a week—, estudió en colegios privados y más tarde Literatura en la Universidad de Stanford…
Sin embargo, se complicó la existencia al querer ser actriz, más aún, una actriz de teatro
. Porque talento le salía a borbotones, pero su físico contundente, sus 1,80 metros de altura, no parecía el adecuado.
Parecía. Cuatro décadas más tarde, el currículo de la neoyorquina, una pionera, aturde por su profundidad y calidad.
Y allí, al inicio, junto a los seis segundos en los que se puede ver a Susan Alexandra Weaver (el nombre Sigourney lo eligió de un personaje de El gran Gatsby) en Annie Hall, está Alien, la película que le lanzó a la fama, y que comenzó su recorrido en el festival de San Sebastián en 1979.
“No creo que ninguno de vosotros recuerde aquella visita. Vamos, es que ni habíais nacido la mayoría. Me dieron un extraño regalo… Desde entonces este certamen ocupa un lugar muy especial en mi corazón, porque seleccionaron aquella pequeña película de ciencia-ficción, porque vine con mis padres…”, ha contado Weaver esta mañana en la rueda de prensa previa a su recogida del premio Donostia y a la proyección de Un monstruo viene a verme, de J. A. Bayona, en la que encarna a la abuela de la protagonista, un personaje a priori secundario, en realidad fundamental.
El uso de la fusta dialéctica lo ha combinado con una sonrisa tímida, que ha enarbolado cuando la han definido como "icono de belleza" (un término que le ha hecho reír).
O cuando ha ahondado en el papel actual de la mujer: "Somos el pegamento que mantiene unido el mundo. En EE UU creo que a pesar de los vaivenes tendremos por fin una presidenta, ya va siendo hora.
Nuestra lucha pasada está cuajando con mujeres en puestos relevantes.
Un monstruo viene a verme tiene a dos grandes productoras detrás [Belén Atienza y Sandra Hermida].
En fin, en esta película, como en muchos personajes de mi carrera y se lo agradezco a los directores con los que he trabajado y me entendieron, mi papel no es solo una mujer con momentos vulnerables.
Claro que los tiene, como ocurre en la vida real, pero en esa vida real tampoco nos sentamos a esperar que nos salve un hombre".
Sobre esa carrera, tras las risas al recordar cómo con 11 años asistió al concierto en Los Ángeles de The Beatles ("Los vi rodeada de mujeres llorando. Así que de vez cuando yo también gritaba, para sentirme integrada entre ellas") y reconocer que aquella edad, los 11, puede que sea su favorita, ha confesado la suerte que le ha acompañado:
"Por eso he trabajado con grandes directores. Usted menciona a Allen, Scott, Weir, Fincher y Cameron. Yo añadiría a Ang Lee. No puedo comparar a Jota con ninguno de ellos, porque posee su propio talento.
Es apasionado, con gran confianza en sí mismo, conecta de forma instintiva con el material. Fincher, por ejemplo, es más intelectual; Jota, más volcánico.
El guion de Un monstruo viene a verme [que se estrena comercialmente el 7 de octubre] había que llevarlo al público de forma sincera, y Jota ha sido el perfecto capitán para este barco". Sí incidió especialmente en uno de ellos: Peter Weir, con quien colaboró en El año que vivimos peligrosamente.
"Peter me ayudó a entender cómo rendirte al caos de una película, porque yo venía del teatro.
Y me preocupaba demasiado por la historia.
Hay un caos que puede hundirte, y por eso debes tener un director fuerte que te guíe".
Como apuntó Bayona en la conversación: "Es obvio por qué tenía que elegir a Sigourney para el personaje de la abuela. A diferencia de otras actrices que encarnan a mujeres guerreras, en su trabajo puedes ver los pliegues emocionales, su sensibilidad". Weaver —tres veces candidata al Oscar con Alien, Armas de mujer y Gorilas en la niebla— aseguró trabajar ahora más que nunca:
"No envidio a Russell Crowe, que por otra parte me parece un gran actor, pero el cine hoy, y la literatura a lo largo de su existencia, ha contado grandes historias con potentes personajes femeninos. Durante años en la comedia aparecían mujeres grotescas que yo quise evitar.
Ahora el paisaje es distinto, con mujeres de alto perfil, presidentas de grandes instituciones mundiales, y eso se refleja el cine.
Es un excelente momento para las mujeres".
Aunque comentó que el nuevo título de la saga Alien se ha retrasado ya que tanto el director, el sudafricano Neill Blomkamp, como ella tienen "proyectos previos a los que atender".
“No hay desaparecidos de primera y de segunda”....................................... S. V. S. R. P.
La madre de Diana Quer comparece ante los medios cuando se cumple un mes de ausencia de su hija de 18 años y vuelve a pedir la colaboración ciudadana.
"Que no tengan miedo [de testificar], que los investigadores garantizan el anonimato", ha dicho.
"Se lo ruego como madre", ha clamado la progenitora de la veraneante madrileña a la que aquella noche se le apagó definitivamente el móvil en torno a las 4.15 horas, en una zona dentro del área de acción de un poste repetidor cercano a Taragoña (Rianxo).
"Hoy me toca a mí y cualquier mañana le puede tocar a otra persona", ha advertido al público en un país, España, en el que según las estadísticas oficiales desaparecen unas 14.000 personas al año y al menos un 8% de los casos nunca se llegan a resolver. López-Pinel ha querido, en ese momento de su comparecencia, mostrar su "solidaridad" con las familias de otras personas sobre las que tampoco hay rastro en la actualidad.
Y con respecto a estas, ha defendido que "no hay desaparecidos de primera y de segunda", pese a que el despliegue y los esfuerzos aparenten ser significativamente menores en otras búsquedas y no hayan convocado a los medios, como en el caso Quer, el coronel y el delegado del Gobierno en A Coruña o el propio Fernández de Mesa, director general de la Guardia Civil.
"Mamá te espera y mamá te busca y te buscará siempre hasta que aparezcas".
Al contrario que su exmarido, que ha confesado públicamente su falta de esperanza, Diana López-Pinel asegura que "siente" viva a la joven desaparecida.
Su abogado, Pedro Víctor de Bernardo, ha confirmado también hoy que su clienta "está abatida" pero al mismo tiempo "esperanzada" por la prórroga del secreto del sumario que acordó el viernes pasado la juez que dirige las pesquisas, la titular de Instrucción número 1 de Ribeira (A Coruña).
"Eso quiere decir que hay avances", afirma el letrado.
Estos avances, supuestamente, tienen que ver con los resultados de la criba de las matrículas que aparecen en las grabaciones de varias cámaras urbanas; también con el posicionamiento del teléfono de la chica, marcado aproximadamente por las antenas de telefonía; y con el acopio de testimonios de numerosas personas de A Pobra y amigos íntimos de Diana Quer y su familia en Madrid.
La madre de la muchacha pide ahora que la gente que sepa algo siga aportando detalles mínimos, pese a que ella calló al principio unos cuantos de bulto, como el de que el pantalón corto rosa con el que se la buscaba estuviese en todo momento en el cuarto de la joven en el chalé, y que en su lugar faltase un vaquero largo que supuestamente se puso cuando regresó a casa de noche porque tenía frío.
A pesar del mes transcurrido y el duro trabajo efectuado por equipos especializados de la Guardia Civil en este tiempo, según informa hoy Europa Press, las pesquisas se encuentran ahora "encalladas".
Se ha partido de una lista de 15.000 matrículas de coches grabadas por las cámaras y a partir de ahí, de unas 200 testificaciones y de los datos aportados por los teléfonos móviles de la desaparecida y su familia se intentan filtrar indicios fiables que lleven a algún sospechoso.
De momento, los cabos no logran atarse y los investigadores se han visto obligados a dar marcha atrás sobre sus propios pasos, repetir entrevistas y revisar algunas de las hipótesis iniciales como la que ponía el foco en el entorno de los feriantes que estaban aquellos días en el pueblo con motivo de las fiestas de O Carme dos Pincheiros.
López-Pinel (que al margen de la desaparición está siendo objeto de una investigación judicial por la que provisionalmente ha perdido la custodia de su hija Valeria) ha aprovechado también para criticar que "los medios estén pendientes de cosas que no importan nada", en referencia a aspectos íntimos de la guerra con su expareja tras un traumático divorcio.
Ayer, la juez de Ribeira que abrió una causa penal y resolvió quitarle cautelarmente la custodia de la adolescente a favor del padre, Juan Carlos Quer, se inhibió en esta investigación que avanza separadamente de la de la desaparición a favor de los juzgados de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde residen habitualmente los excónyuges y sus hijas.
PORQUE LO DIGO YO Bótox.............................................................................. Santiago Roncagliolo
Renée Zellweger puede hacer con su aspecto lo que le venga en gana. La que realmente chirría es la propia Bridget Jones.
Es verdad: el rostro de Renée Zellweger en Bridget Jones' Baby
está plastificado. Se parece más a Sylvester Stallone que a sí misma.
Y
es legítimo debatir, como se ha hecho esta semana hasta el cansancio,
si una mujer debe ser esclava de la juventud hasta el grado de
momificarse.
Sin embargo, eso es una opción de la actriz. Zellweger
puede hacer con su aspecto lo que le venga en gana.
La que realmente
chirría es la propia Bridget Jones. Especialmente, su modelo de mujer.
Como escrito por Jane Austen, el personaje de Bridget
sigue atrapado en el siglo XVIII.
Incapaz de vivir sin un hombre a su
lado, se somete a cualquier humillación o ridículo que pueda facilitarle
alguna forma de compañía masculina.
Su única concesión al nuevo milenio
es su libertad para hablar de los miembros viriles, eso sí, siempre
poniéndoles un nombrecito infantil como "marionetas".
Un amigo de Bridget es un homosexual tratando de
adoptar un niño.
Y a su alrededor se manifiestan las Femen a pecho
descubierto.
Sin embargo, ciega a su entorno, para ella solo existen dos
tipos de hombres: el sexy egoísta o el soso noble.
Esta vez, el casting
ha cambiado a Hugh Grant para disimular que vemos la misma película por
tercera vez.
Pero el sueño de Bridget sigue siendo, como en las
entregas anteriores -y como en la Edad Media-, que dos príncipes azules
peleen por ella.
En su primera película, era un personaje casi
feminista: una mujer de verdad, que no se avergonzaba de ser de carne y
hueso.
Sin embargo, 15 años después, su filosofía de vida necesita mucho
más bótox que su cutis.
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