Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

2 ago 2016

La dignidad de los perdedores.......................................................... Juan Cruz

El periodista Bru Rovira cuenta las historias sencillas o increíbles de un grupo de indigentes alcohólicos de Barcelona en el libro ‘Solo pido un poco de belleza’.


Desde la izquierda, José Antonio, Juan Carles, Vittorio y Ramón, cuyas historias aborda 'Solo pido un poco de belleza'.

Francisco Candel (1925-2007) fue un narrador espartano, de sujeto, verbo y predicado, que soliviantó Barcelona cuando escribió su libro de las afueras deprimidas, Donde la ciudad cambia de nombre; el jaleo que armó en aquella sociedad inmersa en lo más oscuro del franquismo, en 1964, le inspiró otro libro, ¡Dios, la que se armó! 
Con un estilo que desafiaba a Hemingway (publicó un libro de cuentos que tituló ¡Échate un pulso, Hemingway!) volvió a la carga
. Su asunto fueron los marginados, los pobres, y su estilo era él, un charnego que siempre vivió en los barrios de Montjuïc, al final de su vida acompañado de un pajarito con el que hablaba.

En esta estela se encuentra el periodista Bru Rovira (Barcelona, 1955) un reportero de guerras (fue enviado especial de La Vanguardia a conflictos africanos y de otros continentes, premio Ortega y Gasset de periodismo en 2004) que hace una década conoció a un grupo de indigentes alcohólicos o exalcohólicos, con quienes compartió vidas y fiestas benévolas (la Navidad de siempre). 
Esas personas, un conjunto de seres humanos con historias sencillas o increíbles, terminaron siendo sus amistades más cercanas.
 Con aquel estilo entre Candel y Hemingway, el reportero que es Rovira se convirtió en un escritor que hace de la sencillez de contar las vidas una divisa convertida en libro, Solo pido un poco de belleza (Ediciones B).
 El libro es tranquilo y sobrecogedor; el autor camina con sus personajes, los acompaña a resolver trámites muy engorrosos, sanitarios o civiles, los anima y ellos lo animan a él.
 Es una historia de amor entre personas narrada por un periodista; se suele decir que los cínicos no sirven para este oficio. 
Porque no es cínico Bru Rovira, lo ejerce con la solvencia que muestra en un libro bien singular.
 
Desde la izquierda, José Antonio, Juan Carles, Vittorio y Ramón, cuyas historias aborda 'Solo pido un poco de belleza'.

Un mercenario

Él llegó a este grupo de habitantes de la Ciutat Vella de Barcelona a través de Vittorio, “un mercenario que viene a Barcelona buscando otra vida”.
 Cuando acaba su convivencia con el peligro, decide viajar a Lloret de Mar, con un contrato de cocinero; en la barcelonesa estación de Francia le roban todo, “cae en un pozo”, alquila una habitación en una pensión y empieza a beber alcohol hasta caer en lo que Rovira llama “un suicidio alcohólico”.
En ese estado halla a Vittorio la patrona de la pensión. 
Una amiga del periodista, asistenta social, le avisa de que en el hospital hay un tipo extraño que habla todo el rato de África. 
Hay una historia, intuyen la asistenta social y el periodista. “Así empieza la relación”.
 Luego viene la amistad con los indigentes que acompañan a Vittorio, que se reúnen todos los miércoles. 
Rovira ya forma parte de ese grupo. Todo lo que ocurre y aparece en el libro es real. 
Apuñalamientos, muertes, desahucios… Vittorio quiere que Bru cuente su vida, pero el periodista es consciente de que le ha contado “muchas bolas, y así no se puede”. Vittorio concede: “Bueno, 60% de bolas…”. Y dice Bru: “¡Hostia! Un 60% de bolas ya es mucha verdad!”.

Lo primero que encontró Bru Rovira en esas personas de las que ahora habla fue amistad. “Al final fue un diálogo.
 Entraba en sus vidas y ellos entraban en la mía… Descubrí con ellos también a mujeres extraordinarias. 
Una que a mí me apasiona es la que tocaba el piano, venía de Argentina y viajaba con unos pájaros; vivía sola, brindando con sus recuerdos. 
El administrador de fincas la quiere echar y la putea hasta el extremo de meterle ratones para que se coman el piano, pero ella sigue tocando.
 Cuando le comento que ya había teclas que no sonaban me dice que le daba igual, porque las teclas sonaban en su cabeza. 
 Tenía la música metida dentro”.

Esa mujer sobrevive. “Fue como una victoria frente a los elementos agresivos y el acoso de la ciudad sobre la gente mayor, para que se vayan porque quieren los pisos para especular… En esa época, en Barcelona se veían anuncios en la prensa que decían, literalmente, Se vende piso con bicho, era brutal”.




. No es solo la Barcelona triste o marginal, es también la infancia de Bru Rovira. “Yo era un niño que acompañaba a mi padre a tomar el vermú a la plaza Real, pero también soy de El Guinardó, de los escenarios de Marsé. 
Marsé es mi geografía humana, en sus libros están mis fronteras personales: el Carmelo, los cines de barrio”. 
Y de alguna manera el libro “es una queja contra la destrucción de una Barcelona de la convivencia y de las diferencias sociales”. “En toda esta parte de Barcelona hay un acoso turístico brutal; es tristísimo ver calles en las que había tiendas populares de todo tipo y que hoy están ocupadas por marcas de ropa”.
Y eso se ha hecho sobre las espaldas de los vecinos, “se ha sacrificado lo social, lo convivencial, por un crecimiento que no se sabe muy bien qué es”.
—Dice que estos personajes son invisibles.
—Y lo son. La gente sabe lo que es la especulación, pero no conoce la hermosa vida que hay detrás de una vivienda en la que se ha formado una familia, en la que ha habido hijos, en la que se han enamorado. 
Hoy en una información solo vemos a la persona protestando, llorando porque otro la echa.
 Esa gente no tiene nombre ni pie de foto.
 Es una vida, generaciones que han trabajado y a las que están jodiendo la existencia.
Solo pido un poco de belleza, es un pulso, pero no al estilo de Hemingway o el de Candel, sino al periodismo tal y como se hace hoy.
 “Candel, por cierto, dice el barcelonés Rovira, “es brutal”. “Si la gente lo leyera, alucinaría, sabría mucho más de la vida y de la tragedia del extrarradio de Barcelona”. 
Las historias de Solo pido un poco de belleza no acaban nunca, esta es la divisa del escritor y periodista Rovira.
 Él reivindica que hay que “hacer que la lectura de un diario sea emocionante”, porque el resto “es cotilleo de Internet”.
Si sabes escuchar, dice Bru Rovira, tienes historias. “Es el periodismo de toda la vida. Detrás de una pequeña historia hay una gran historia. Si escuchas. Hoy en el periodismo hay una enorme desconfianza ante las historias. Hemos dejado de contarlas”.



 

Xavi Hernández dona un yate a una ONG a favor de los refugiados

La embarcación será subastada y los beneficios apoyarán la labor humanitaria de Proactiva Open Arms en el Mediterráneo.

Xavi Hernández durante un partido con su exequipo, el Barça, en 2015.

El excapitán del Barça Xavi Hernández ha querido aportar su granito de arena en la ayuda con los refugiados que llegan a las costas del Mediterráneo donando un yate de nueve metros de eslora.
 La embarcación será subastada y los beneficios irán destinados a la ONG Proactiva Open Arms, que trabaja en la isla de Lesbos (Grecia) y pretende expandir su labor humanitaria a otras localidades a las que habitualmente arriban refugiados por mar.
El yate fue bautizado por su dueño como La Pelopina (en honor a su famoso regateo) y está dotada de un motor de 325CV.
 Desde el inicio del proyecto, las ONG con sede en Cataluña ha salvado más de 3.000 vidas frente a las costas de Libia.

El excapitán del Barça Xavi Hernández ha querido aportar su granito de arena en la ayuda con los refugiados que llegan a las costas del Mediterráneo donando un yate de nueve metros de eslora.
La embarcación será subastada y los beneficios irán destinados a la ONG Proactiva Open Arms, que trabaja en la isla de Lesbos (Grecia) y pretende expandir su labor humanitaria a otras localidades a las que habitualmente arriban refugiados por mar.



La ONG explica que las rutas de migración han cambiado y las muertes se han multiplicado desde que iniciaran su actividad en septiembre de 2015, por eso necesitan una embarcación de "mayor envergadura y equipación".
 Durante estos nueve meses han conseguido dos motos de agua y tres barcos de rescate gracias a la ayuda de los donantes, a la que se suma ahora la del exjugador del Barcelona.
Proactiva Open Arms ha anunciado el apoyo recibido de Hernández a través de Facebook.
 Además, la organización formada por socorristas ha compartido un vídeo en YouTube donde aparece el futbolista enseñando su yate anclado al puerto de Barcelona y firmando los papeles de la donación. "Todo mi apoyo a Proactiva Open Arms por esta fantástica tarea que están realizando", afirma el deportista.


El yate fue bautizado por su dueño como La Pelopina (en honor a su famoso regateo) y está dotada de un motor de 325CV. Desde el inicio del proyecto, las ONG con sede en Cataluña ha salvado más de 3.000 vidas frente a las costas de Libia.
La ONG explica que las rutas de migración han cambiado y las muertes se han multiplicado desde que iniciaran su actividad en septiembre de 2015, por eso necesitan una embarcación de "mayor envergadura y equipación". Durante estos nueve meses han conseguido dos motos de agua y tres barcos de rescate gracias a la ayuda de los donantes, a la que se suma ahora la del exjugador del Barcelona.
Proactiva Open Arms ha anunciado el apoyo recibido de Hernández a través de Facebook. Además, la organización formada por socorristas ha compartido un vídeo en YouTube donde aparece el futbolista enseñando su yate anclado al puerto de Barcelona y firmando los papeles de la donación. "Todo mi apoyo a Proactiva Open Arms por esta fantástica tarea que están realizando", afirma el deportista.

 

Isabel Pantoja, una vida extraña.......encerrada en Cantora se puede escribir una novela...

La música, la fama, la tragedia y una condena por blanqueo de dinero marcan la historia de la tonadillera, que este martes cumple 60 años.

 

María Isabel Pantoja Martín nació el 2 de agosto de 1956 en Sevilla. 
En el día de su 60 aniversario, repasamos la vida de la tonadillera en imágenes. 
Una historia que ha estado marcada por la fama y la tragedia, la ambición, y su exagerado amor a la fama y la riqueza, así como en los últimos años por una condena judicial por blanqueo de capitales.
 El 30 de abril de 1983, Isabel Pantoja y el torero Paquirri se casaban en la basílica del Gran Poder de Sevilla. Un matrimonio del que nacería Francisco José Rivera Pantoja, 'Paquirrín'.
El 30 de abril de 1983, Isabel Pantoja y el torero Paquirri se casaban en la basílica del Gran Poder de Sevilla. Un matrimonio del que nacería Francisco José Rivera Pantoja, 'Paquirrín'.





En febrero de 1984, nació el primer hijo del matrimonio. Para el torero era su tercer vástago, ya que tenía a Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez, fruto de su primer matrimonio con Carmina Ordóñez. María Isabel Pantoja Martín nació el 2 de agosto de 1956 en Sevilla. En el día de su 60 aniversario, repasamos la vida de la tonadillera en imágenes. Una historia que ha estado marcada por la fama y la tragedia, así como en los últimos años por una condena judicial por blanqueo de capitales. 


El 26 de septiembre de 1984 cambiaría la vida de Isabel Pantoja para siempre. El toro 'Avispado' acabaría con la vida de Paquirri en la misma plaza de toros. Desde ese momento, Isabel Pantoja se convirtió en "la viuda de España" y un de los personajes más perseguidos por los paparazis.  El 26 de septiembre de 1984 cambiaría la vida de Isabel Pantoja para siempre. El toro 'Avispado' acabaría con la vida de Paquirri en la misma plaza de toros.
 Desde ese momento, Isabel Pantoja se convirtió en "la viuda de España" y un de los personajes más perseguidos por los paparazis.
  En sus inicios, la cantante también hizo sus pinitos como actriz. En la imagen, junto al actor José Coronado en el primer día de rodaje 'Yo soy esa', película de Luis Sanz (1990). 

Comenzó a cantar siendo una niña, pero desde que su carrera empezó a despegar en su adolescencia, siempre ha tenido un público fiel. En la imagen, durante un concierto multitudinario en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), en 1998. Comenzó a cantar siendo una niña, pero desde que su carrera empezó a despegar en su adolescencia, siempre ha tenido un público fiel. 
En la imagen, durante un concierto multitudinario en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), en 1998.

En noviembre de 1995, Isabel Pantoja adoptó en Perú a su segunda hija, María Isabel Pantoja Martín. En la imagen, junto a la pequeña sobre el escenario de un concierto en Málaga en 2001. 
En noviembre de 1995, Isabel Pantoja adoptó en Perú a su segunda hija, María Isabel Pantoja Martín. En la imagen, junto a la pequeña sobre el escenario de un concierto en Málaga en 2001.

Era 2002 cuando Isabel Pantoja recibió la Medalla de Andalucía. Una distinción que la Junta decidió retirarle en 2014, después de que el Tribunal Supremo confirmara su condena a dos años de prisión y a una multa de 1,14 millones de euros por blanqueo de capitales. 


Era 2002 cuando Isabel Pantoja recibió la Medalla de Andalucía.
 Una distinción que la Junta decidió retirarle en 2014, después de que el Tribunal Supremo confirmara su condena a dos años de prisión y a una multa de 1,14 millones de euros por blanqueo de capitales.


El empresario Diego Gómez se convirtió en la primera pareja pública de Isabel Pantoja desde que se quedara viuda. Junto al empresario matuvo una relación de unos cuatro años, que él se encargó de anunciar mediante una exclusiva publicada en la revista '¡Hola!' en 2003. 
El empresario Diego Gómez se convirtió en la primera pareja pública de Isabel Pantoja desde que se quedara viuda.
 Junto al empresario matuvo una relación de unos cuatro años, que él se encargó de anunciar mediante una exclusiva publicada en la revista '¡Hola!' en 2003.


En 2003, Isabel Pantoja conoció al alcalde de Marbella Julián Muñoz, que entonces estaba casado con Maite Zaldívar. Poco después, la cantante y el político comenzarían una relación que finalizó en 2007, cuando explotó el 'caso Malaya', operación contra la corrupción urbanística en el Ayuntamiento de Marbella que terminaría con los dos ingresados en prisión. 

 En 2003, Isabel Pantoja conoció al alcalde de Marbella Julián Muñoz, que entonces estaba casado con Maite Zaldívar.
 Poco después, la cantante y el político comenzarían una relación que finalizó en 2007, cuando explotó el 'caso Malaya', operación contra la corrupción urbanística en el Ayuntamiento de Marbella que terminaría con los dos ingresados en prisión.


En 2007, la vida de Isabel Pantoja dio un giro de 180 grados. En mayo de ese año, la cantante fue detenida e imputada por delitos de blanqueo de capitales y contra la hacienda pública.
En 2007, la vida de Isabel Pantoja dio un giro de 180 grados.
 En mayo de ese año, la cantante fue detenida e imputada por delitos de blanqueo de capitales y contra la hacienda pública..
Estando ya imputada por corrupción, Isabel Pantoja fue la encargada de dar la bienvenida al año 2012 en Telecinco. Una Nochevieja en la que estuvo acompañada en televisión por su hijo y el presentador Jorge Javier Vázquez.  
Estando ya imputada por corrupción, Isabel Pantoja fue la encargada de dar la bienvenida al año 2012 en Telecinco
. Una Nochevieja en la que estuvo acompañada en televisión por su hijo y el presentador Jorge Javier Vázquez. 


Isabel Pantoja prestando declaración en los Juzgados de Málaga en el juicio por la Operación Malaya, en octubre de 2012. Isabel Pantoja prestando declaración en los Juzgados de Málaga en el juicio por la Operación Malaya, en octubre de 2012.

La mañana del 21 de noviembre de 2014, la artista entraba en la prisión de mujeres Alcalá de Guadaíra (Sevilla) para cumplir su pena de dos años de cárcel por blanqueo de capilates. La mañana del 21 de noviembre de 2014, la artista entraba en la prisión de mujeres Alcalá de Guadaíra (Sevilla) para cumplir su pena de dos años de cárcel por blanqueo de capilates. 


En marzo de este año, la cantante se despedía definitivamente de prisión. Hoy Isabel Pantoja sigue en libertad condicional, lo que le permite desplazarse por todo el país por motivos profesionales, aunque estará controlada por los servicios sociales penitenciarios. En cualquier caso, desde su salida de la cárcel en pocas ocasiones se la ha visto en público. Es en su finca Cantora donde pasa la mayor parte de su tiempo preparando su regreso a los escenarios. En marzo de este año, la cantante se despedía definitivamente de prisión.
 Hoy Isabel Pantoja sigue en libertad condicional, lo que le permite desplazarse por todo el país por motivos profesionales, aunque estará controlada por los servicios sociales penitenciarios
. En cualquier caso, desde su salida de la cárcel en pocas ocasiones se la ha visto en público.
 Es en su finca Cantora donde pasa la mayor parte de su tiempo preparando su regreso a los escenarios. 


Con una producción de más de 20 discos publicados y un público muy fiel, Isabel Pantoja prepara su regreso con un nuevo disco que grabó en México antes de su ingreso en prisión. Y vuelve con fuerza, porque, como anunció su nueva discográfica Universal, también prepara gira mundial. Con una producción de más de 20 discos publicados y un público muy fiel, Isabel Pantoja prepara su regreso con un nuevo disco que grabó en México antes de su ingreso en prisión
. Y vuelve con fuerza, porque, como anunció su nueva discográfica Universal, también prepara gira mundial. 
 

Lo que hacen los libros................................................................................ MARTA FERNÁNDEZ

Viven solos, sin necesidad de que los leas.

 Crees que los posees, pero no es verdad.

 Cuando los cierras, siguen con el sortilegio de sus palabras.

Los libros no nos esperan.
 Su furia incontenible siempre rebasa las ganas de su lector.
 No son inocentes. Ni podrás domarlos aunque creas que lo haces. No los llevarás en la maleta. Ellos te llevarán a ti
. Los libros viven solos, sin necesidad de que los leas.
 Crees que los posees, pero no es verdad.
 Y cuando ya no estés, cuando no te asistan las palabras, tus libros quedarán, mirándote callados, desde el verdadero lado de la inmortalidad.

Algunos de los ejemplares de esta librería llevan más tiempo en el planeta que tú, que yo.
 Y aquí seguirán. Poderosos y necesarios. Quieres que aguarden latentes. Pero no. Nunca son dóciles. Hasta el más ingenuo de los títulos puede alumbrarte con una nueva idea.
 ¿Y de verdad consideras que ese fragmento del mundo convertido en páginas es un objeto más? No, no lo es.
Por eso cuando los cierras, cuando te das la vuelta y los dejas en la mesilla, los libros siguen con el sortilegio de sus palabras.
Las historias no se quedan quietas jamás. Te irás a dormir o al trabajo o la escuela o a buscar el amor. Con la inocencia egocéntrica de que los capítulos no pueden avanzar sin ti. Con el error, tantas veces perpetuado, de que la Literatura necesita un lector.
 Pero no es así.
 Porque allá, dentro de sus tapas, en su universo cuadrangular, la vida sigue.
 Y se enamora mil veces Bovary.
Y va sumando indicios el Padre Brown.
Y Drácula chupa la sangre de doncellas de las que no has oído hablar. Y se disparan los cañones de la fragata Surprise.
Hay quien sospecha que la única manera de hacer que no avancen es dejar entre sus páginas un marcador.
Como una frontera de papel que impide a las tramas seguir cuando no estamos nosotros.
Me lo contó un librero que de tan anciano parecía inmortal.
 Uno que tenía a la vuelta de Corrientes una librería que sonaba como un galeón con todos los mares en sus cuadernas.
Decía que por eso nos costaba tanto recuperar el curso cuando no poníamos una señal: no porque perdiéramos la memoria del último párrafo, sino porque de una noche para otra, las palabras habían pasado horas jugando y nunca se volvían a colocar igual.
 No es nuestra mala cabeza la que borra la última frase; es que la última frase ya no vuelve a estar.

 

Por supuesto, no creí nada.
 Mi joven personalidad estaba construida sobre un escepticismo todavía intacto.
Era un chaval cuando mi tío me contó aquella historia que parecía una más de sus ensoñaciones. Un delirio de su fe por la literatura.
 Es la vida, Rodrigo, es la vida, decía. Ya lo comprenderás.
Por alguna razón, nunca hice la prueba.
 Hasta ahora. Dejé en la mesilla de noche La Odisea sin ningún dique entre sus páginas
. Sin marcar. Al despertarme, eufórico, un tanto inquieto, busqué. Y dormía Ulises con una sirena sobre su pecho. Exhausto y feliz.
 Los mechones de la muchacha enredados en sus dedos de navegante, como solo lo había estado durante mucho tiempo el agua del mar. Cerré el libro asustado.
Y dudé si dejar al héroe disfrutar de aquella carne que no tenía que haberle pertenecido o devolverle a su mástil, a su viaje y a su realidad.
 Y, al final, puse la marca. Unas páginas antes. Como si me hubiera inventado una máquina del tiempo textual.
Durante toda la semana me he dedicado a juguetear.
 Dejo libros a medio leer y los sepulto en las estanterías, para que vivan sus aventuras en la intimidad. Más allá de la indiscreta mirada del lector.
 He vuelto a abrir alguno y he encontrado a los personajes despeinados, algunos a medio vestir, con sonrisas que no procedían y complicidades recién estrenadas.
 Me produce un secreto placer saber que los libros existen más allá de mí.
 Que no me necesitan. Es un homenaje a mi tío, lector y voyeur.
 Tú eres apenas un crío, y como todos los niños crees que el mundo gira para ti.
 Y que los libros son porque tú los lees. Pero un día comprenderás y recordarás lo que te cuento
. Y ahora vete a por Ana Karenina.
 Vamos a darle a esa pobre infeliz una segunda oportunidad.Le traje la novela y la leyó.
 Y la dejó sin marcar. Solo años más tarde comprendí aquello que mi tío me contó. Lo que los libros hacen cuando no miramos.
 Lo que haría cualquiera.
 Vivir.