Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

10 jul 2016

¿Cuánta keratina hay que ponerse?............................................ Boris Izaguirre


Las infanta Elena entre el embajador de Estados Unidos en España James Costos (derecha) y el marido de este, el interiorista Michael S Smith, en la fiesta del Día de la Independencia.
Independiente, luciendo una lisa y llana melena rubia, la infanta Elena celebró el 4 de julio en Madrid junto al embajador de Estados Unidos en la capital y Michael S. Smith, reabriendo el debate de cuánta keratina hay que ponerse.
 Mientras, yo lo celebraba en las aguas de la bahía de Miami.
 Allí me llegaban whastapps cargados de noticias de la actualidad española que competían con la cascada de fuegos artificiales disolviéndose en un mar repleto de yates y embarcaciones de todo tipo.
 Mis amigos mexicanos brindaban y se deseaban “feliz 4 de julio” como si fuera Año Nuevo.
 De pronto, otro whastapp: Mercedes Milá abandona Gran Hermano, y mi “¿¡qué!?” retumbó con la fuerza de un cohete.
Cientos de recuerdos me envolvieron.
 El primer domingo de emisión de Gran Hermano, en el año 2000, llamé de inmediato a Xavier Sardà: “Son los nuevos famosos”. Sardà me encomendó: “Traslada al programa tu nuevo amor”.
 Y en efecto, mientras Crónicas marcianas y Gran Hermano convivieron, ese nuevo amor fue crucial, arrollador y terrible a partes iguales.
 Para mí fue un gozoso entretenimiento, me parecía entender todo lo que sucedía en esa casa como una telenovela en directo y por eso surgió lo de “momentazo”, porque el directo del programa agigantaba en nosotros, los telespectadores, lo inmediato
. Y ese momentazo coincidió con el mejor año económico del país, con el crecimiento de la burbuja inmobiliaria, con la sensación de riqueza y de que la celebridad podía ser instantánea antes de Instagram.
Mercedes Milá capitaneó esa montaña rusa de endorfinas, testosterona y devoradora fascinación porque nunca se puso en contra del ciclón
. Jamás se asustó de que pudiera aplastarla o relegarla. Puso su experiencia a favor, que es lo que un buen actor haría ante cualquier papel.
 Contrario a lo que siempre le criticaron, Gran Hermano la ha hecho más respetable.
 Y más célebre. Pero Milá es superhumana, la televisión la adora y sabe perfectamente que GH seguirá sin ella y ella también seguirá sin GH.
Quizás por pertenecer a una generación previa a este consumo de celebridad, Miguel Ángel Aguilar ha afeado los comprometidos reportajes de Mario Vargas Llosa en EL PAÍS sobre la situación en Palestina.
  A ese prestigioso periodista que es Aguilar le molesta que Vargas Llosa salga en la foto, una imperiosa obligación del periodismo actual, de la información del siglo XXI.
 Todo es información, tanto el reportaje como el punto de vista como la foto del reportero que es, además, una estrella de la literatura y un reclamo.
 Es como si tienes a Madonna en Kenia y no pones la foto.
 No me ha gustado nada que Aguilar se refiera a Isabel Preysler como “la china”. Por un momento pensé que regresábamos a lo más chusco de la década de los ochenta.
El nuevo momentazo es que Felipe González, definitivamente, hace campaña por Mariano Rajoy.
  Quizás el Partido Popular habría conseguido mayoría suficiente, a la primera, con Felipe como candidato y no habríamos perdido seis meses con gobierno en funciones y todos felices.
Y, Charlene de Mónaco, tan infeliz como bien vestida, está a punto de terminar su contrato prenupcial de cinco años que garantizaba estabilidad matrimonial.
 Eso no quiere decir que vaya a abandonar el Principado.
Recordemos que Mónaco es como una casa de Gran Hermano, pequeño pero con una enorme repercusión mediática.
No significa que Charlene abandone la casa ni que esté nominada.
 Es tan solo una renovación de contrato.
Y es que todo cambia, aunque a veces tarde cuatro o cinco años.
 Como el matrimonio de Telma Ortiz, hermana de Letizia, que acaba de divorciarse esta semana comunicándolo por whastapp a los grandes hermanos de la prensa rosa.
Vienen otros momentazos.
El principal en Marbella, con las galas altruistas de Eva Longoria y María Bravo, que, tras dos años de separación y rivalidad, vuelven a reunirse y ahora con la actriz sola en la invitación.
 Un ejercicio de paz que deberían revisar en las zonas en conflicto.
 Porque esta guerra de fiestas benéficas fue durísima, los invitados y benefactores no sabían cómo hacer para cenar en ambas y colaborar monetariamente solo en una, dado que el conflicto estalló en lo más duro de la crisis.
 Fui invitado a ambas y en la crispación me decanté por la de Eva, porque la intérprete se echaba al ruedo y colectaba dinero como nadie.
 Tenía las mismas agallas que Mercedes Milá para convencernos de la importancia del momentazo
. Ahora, se reúnen y María aportará estrellas de Hollywood, como Richard Gere o Paris Hilton, la reina de Ibiza.
 Longoria, todo el poderío de ser la esposa del jefe más importante de Televisa, el gigante de comunicaciones mexicano. Un Gran Hermano Supervip en el calor de la Costa del Sol. Todo un momentazo.

Elle Fanning, la nueva musa.................................................. Irene Crespo

Es actriz desde los dos años, y ahora que ha cumplido los 18 tiene claro que su futuro está en una industria que la reclama.

Elle Fanning, el pasado mayo en el Festival de Cannes. GETTY IMAGES
En The Neon Demon, Elle Fanning da vida a una modelo de 16 años que viaja a Los Ángeles a probar suerte
. Al llegar, su juventud y belleza es la envidia de todas las maniquíes veteranas.
 Esos recelos despiertan en su personaje una oscuridad que nada tiene que ver con los papeles que hasta ahora había interpretado o con su verdadera personalidad: la de una “adolescente feliz”, como ella misma se definía en el estreno de la película el pasado mayo en el Festival de Cannes.
“Todo el mundo tiene un lado bueno y uno malo, y fue divertido explorar ese lado malo”, explicó. Además, como rodaron cronológicamente, pudo “comprobar cómo iba convirtiéndose en una narcisista total”.
 Algo en lo que Elle Fanning no se reconoce, a pesar de llevar trabajando en Hollywood sin parar desde los 2 años cuando en el rodaje de Yo soy Sam (2002) necesitaron a alguien para interpretar a la versión más pequeña de su hermana mayor, Dakota Fanning.

 
Dakota fue quien abrió el camino, quien quiso ser actriz e hizo a la familia mudarse de su Georgia natal a Los Ángeles cuando empezó a conseguir trabajos.
 Fue entonces cuando Elle Fanning comenzó a seguirla por todos esos rodajes, “por un mundo de sueños” en el que ha crecido.
 Algo que la animó, “porque era lo más lógico”, a seguir los pasos de su hermana, con la que dice que no compite
. “Ella no lee mis guiones ni yo leo los suyos, pero sí vemos nuestras películas una vez acabadas”, dice.

Elle Fanning, el pasado mayo en el Festival de Cannes. GETTY IMAGES
En The Neon Demon, Elle Fanning da vida a una modelo de 16 años que viaja a Los Ángeles a probar suerte.
Al llegar, su juventud y belleza es la envidia de todas las maniquíes veteranas.
 Esos recelos despiertan en su personaje una oscuridad que nada tiene que ver con los papeles que hasta ahora había interpretado o con su verdadera personalidad: la de una “adolescente feliz”, como ella misma se definía en el estreno de la película el pasado mayo en el Festival de Cannes.
“Todo el mundo tiene un lado bueno y uno malo, y fue divertido explorar ese lado malo”, explicó. Además, como rodaron cronológicamente, pudo “comprobar cómo iba convirtiéndose en una narcisista total”.
 Algo en lo que Elle Fanning no se reconoce, a pesar de llevar trabajando en Hollywood sin parar desde los 2 años cuando en el rodaje de Yo soy Sam (2002) necesitaron a alguien para interpretar a la versión más pequeña de su hermana mayor, Dakota Fanning.
Dakota fue quien abrió el camino, quien quiso ser actriz e hizo a la familia mudarse de su Georgia natal a Los Ángeles cuando empezó a conseguir trabajos.
 Fue entonces cuando Elle Fanning comenzó a seguirla por todos esos rodajes, “por un mundo de sueños” en el que ha crecido.
 Algo que la animó, “porque era lo más lógico”, a seguir los pasos de su hermana, con la que dice que no compite. “Ella no lee mis guiones ni yo leo los suyos, pero sí vemos nuestras películas una vez acabadas”, dice.
“Creo que no ha pasado nada malo porque empecé recibiendo educación en casa, pero después le pedí a mi madre que me llevara a un colegio normal, y pude hacer todas las cosas normales, tuve amigos de mi edad y no estaba rodeada de adultos todo el tiempo”, explica en una reciente entrevista en el Vogue británico
. Toda su adolescencia ha compaginado esa vida normal con papeles en películas adultas. En Somewhere, el filme de Sofia Coppola que la catapultó, tenía solo 11 años y perdió su último diente de leche cuando viajaba a Venecia a recoger el gran premio
. Si se ha perdido cosas de una “adolescencia normal” no lo lamenta porque sabe que su futuro está en el cine y, por lo tanto, todo lo que ha hecho ha merecido la pena.
 También combinaba las salidas con amigos con las alfombras rojas que tanto le gustan
. Acudió a su primera gala del Met con 13 años y desde entonces es una habitual. Siempre le ha gustado la ropa, disfrazarse y arreglarse.
 Llevaba a su madre de compras por tiendas vintage en las que se atrevía con piezas imposibles, por eso es una de las preferidas para los diseñadores y para la prensa especializada: por su valentía a la hora de elegir vestidos, siempre sorprendente, pero a la vez es fiel a una misma línea algo etérea, casi de princesa, propio de su edad. Valentino y Elie Saab son sus modistos favoritos.
Y sus inspiraciones van de Marilyn Monroe, con quien está obsesionada, a Grace Kelly, ahora que es más adulta.

El despertar sexual

Aunque todos los directores con los que ha trabajado la han descrito siempre como muy madura para su edad, The Neon Demon es, de hecho, su papel más adulto hasta la fecha.
 Y se estrena cuando ella acaba de cumplir los 18 años y ha terminado el instituto, lo que le dejará más tiempo para rodar o promocionar la decena de filmes que tiene anunciados, de nuevo con Sofia Coppola o con Ben Affleck, por ejemplo.
 La película del director de Drive, Nicolas Winding Refn, es, además, su despertar sexual en pantalla, con el que se siente cómoda.
“Mi madre estuvo todos los días en el rodaje y no lo hice porque sea sexy, sino porque es fundamental para el personaje”, explica.
Su madre también la acompañó al Festival de Cannes, donde la película despertó reacciones muy opuestas: aplausos e insultos
. Pero mientras eso ocurría en la proyección para prensa, Elle estaba con su director en la gala amfAR, moviéndose con su vestido de princesa en el mismo mundo de belleza, lujo y envidias que retrata la cinta.
 “Era como estar dentro de la película, podías ver como todos miraban a Elle y querían ser ella”, cuenta el director.

 

Enchufar y desenchufar...........................................................Juan José Millás..

HACE POCO leía yo el manual de instrucciones de mi horno con la misma atención con la que este hombre lee un folleto de propaganda electoral. 
 Alguien había activado sin querer la función de bloqueo y no había manera de desactivarla.
 La lectura de las instrucciones, que no entendí, resultó infecunda. 
Llevábamos así más de una semana, con el pollo que habíamos comprado para asar a punto de pudrirse, cuando se me ocurrió quitar la luz y volverla a dar. Milagrosamente, las cosas volvieron a su ser y el pollo quedó estupendamente una vez carbonizadas las zonas más expuestas a la acción bacteriológica. 
Se trataba de un ave de corral que nos había salido por un pico y no era cuestión de tirarla a la basura.
Quitar la luz y volverla a dar. 
A veces las cosas son tan sencillas como eso.
 Significa que si pudiera meterme en la foto y colocarme al lado del señor del bastón, le diría que no intentara entender el folleto.
 Los folletos no se concibieron para ser entendidos, sino para vender la moto.
Le contaría que si a él se le ha bloqueado España, a mí se bloqueó el horno. Ya sé que España no es un horno, aunque las temperaturas aprietan, pero una solución para alopecia cura con frecuencia la rinitis. 
La mayoría de los grandes inventos de la humanidad tuvieron su origen en un error.
 La taquicardia se arregla, como los ordenadores, reseteando el corazón: te lo paran un segundo, lo vuelven a poner en marcha y comienza a latir normalmente.
 Así que dejemos los folletos y desenchufemos España unos instantes. El problema es averiguar si la lleva Endesa o Iberdrola. 
A man reads a pamphlet of Spain's Socialist party (PSOE) in Madrid
 COLUMNISTAS-REDONDOS_JUANJOSEMILLAS

Mirar las estrellas.................................................Rosa Montero

Los astrofísicos son los exploradores modernos y se internan en los secretos esenciales. La ‘terra incognita’ de nuestros días está ahí fuera.


SIEMPRE HE sentido una especial fascinación por la astronomía, probablemente porque a los seis años viví un suceso maravilloso
. Me recuerdo de noche y en la calle, una situación ya en sí poco usual para mi corta edad. 
Yo colgaba de la mano de mi madre y a mi lado se encontraban mi padre y mi hermano. Los cuatro estábamos parados en mitad de la acera y contemplábamos el cielo sin pestañear, al igual que otras decenas de personas que ocupaban la avenida, todas quietas, todas en silencio, todas mirando hacia el firmamento.
 Hasta que al fin apareció allá arriba una estrellita luminosa que recorría a buen ritmo el arco de la noche.
 Era el Sputnik de los rusos, el primer satélite artificial colocado en órbita, el primer objeto lanzado por los humanos más allá de la atmósfera. Nuestra primera salida de la Tierra.La mágica visión de aquella estrella que habíamos sido capaces de poner en el cielo me hizo decidir aquella noche que de mayor sería astronauta. Evidentemente no lo he sido, pero aquel suceso fundacional debió de ser la base de mi amor por la ciencia-ficción y quizá por la ciencia. Aunque he estudiado letras, la ciencia me encanta y siempre he lamentado el tremendo acientifismo de la sociedad española. Por eso considero un precioso regalo el proyecto del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en el que he tenido el privilegio de participar.
Pero empezaré por el principio. 
Los tres mejores lugares del mundo para observar las estrellas están en Chile, para el hemisferio sur, y en Hawái y Canarias para el norte.
 Y por una vez en nuestra historia, y en buena medida gracias al empeño visionario del astrofísico Francisco Sánchez en los años sesenta, España supo aprovechar estas circunstancias geográficas para crear y desarrollar el IAC, que es uno de los diez mejores centros de astrofísica del mundo. 
Posee dos observatorios, uno en el Teide y otro en el Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma, ambos a unos 2.400 metros de altitud
. En cada uno hay dos decenas de telescopios cuya propiedad se reparte entre 20 países. 
Nosotros tenemos ahí el Gran Telescopio óptico e infrarrojo Canarias, el mayor del mundo, un bicharraco resplandeciente y monumental. 
Somos una potencia en astrofísica, pero como vivimos de espaldas a la ciencia no lo sabemos.
 Para intentar paliar esta ignorancia, al IAC se le ha ocurrido la preciosa idea de invitar a una serie de escritores a visitar sus instalaciones y pedirnos que después escribamos un cuento para un libro.
 Durante cuatro días me he paseado por esos territorios espectrales de belleza salvaje.
 El Teide y el Roque tienen una geografía primordial y volcánica que te remite al principio del mundo y que se une a la tecnología más rompedora del planeta, a la ciencia del futuro. 
Sé que la noche que pasé en el Roque será inolvidable: al atardecer, los observatorios, que eran solitarios búnkeres blancos cerrados a cal y canto, empezaron a abrir sus bóvedas con bostezo de gigantes, y por las aberturas asomaron los telescopios como bichos colosales que salían de sus crisálidas, como grandes lenguas de insectos dispuestos a lamer los lejanos secretos del universo. 
Y todo en la más completa oscuridad, porque cualquier fuente artificial de luz empeora la calidad de lo observado, y en un silencio apenas rasgado por el chirrido de las cúpulas al girar, de las lentes al rotar para apuntar a las estrellas.
 Era mágico, era extraño, era sobrecogedor. 
Era la indecible menudencia del ser humano enfrentándose a la enormidad del universo. Los astrofísicos son los exploradores modernos y se internan en los secretos esenciales. La terra incognita  de nuestros días está ahí fuera, en lo muy grande y lo muy pequeño, desde las galaxias con miles de millones de soles a los quarks infinitesimales.
 En el IAC se estudia el principio de lo que somos, el corazón mismo de la vida; y, de paso, se desarrolla nuestra capacidad tecnológica y científica, se crean empresas competitivas, se coloca a España en el siglo XXI.
 Deberían obligarnos a todos los ciudadanos a visitar los observatorios al menos una vez al año.
 Para que aprendamos a mirar a Andrómeda en vez de estar absortos en nuestro ombligo.
Tiene que escribir una novelista "goda" sobre nuestro cielo y nuestros Telecospios, Sobre el Astrofísico del Teide, y El del Roque de los Muchachos.
Efectivamente España no mira al cielo pero Canarias si, No estamos de espaldas a la ciencia aunque algunos si. 
Hemos visto Eclipses desde niños, el 1º que yo vi fue todo un ritual y se hizo de noche. contemplamos ese fenómeno con una protección casera, y como ese total no lo he vuelto a ver.
Aquí en Canarias se estudia ASTRÓFISICA, y hay muchos que hacen del cielo y los lanzamientos espaciales su "Vida" sin dejar de vivir en un archipiélago que no explota como debe el Cielo.
Pero no es un juego. Hay que saber y aprender a mirarlo. 
 COLUMNISTAS-REDONDOS_ROSAMONTERO