La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con la presencia de Rosa Belmonte y Carlos Pérez Gimeno para debatir de todos los asuntos del mundo del corazón.
Centrada de nuevo en la relación, ya confirmada, entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, que sin duda sigue siendo la comidilla del ámbito social.
Sobre todo a la hora de echar la vista atrás y analizar cuándo o cómo pudo iniciarse esta relación... y cómo lo llevó el difunto Miguel Boyer, marido de la reina de corazones.
Tal y como se confirmó en la tertulia de esRadio, Preysler estuvo con Boyer hasta el final de sus días, pero eso no impide profundizar en la trastienda de ese matrimonio
. Así lo consideró Federico Jiménez Losantos en esRadio, que señaló que Preysler siempre ha sido una persona caristmática e inteligente, además de muy activa... algo de lo que era perfectamente consciente Miguel Boyer.
"Boyer era un hombre celoso, es más, celosísimo, y persiguió a Isabel", se dijo en Es la mañana de Federico. Teniendo en cuenta que ella es "muy simpática y siempre se hace perdonar", esa conducta no hizo sino enfatizarse en el transcurso de los años.
Llegó a correr el rumor, incluso, de que en una de sus crisis Boyer se había suicidado... debido a la posible cercanía de Preysler con Vargas Llosa.
Algo que, natural y afortunadamente, resultó ser falso.
Tanto es así que "para mitigar los celos patológicos de Miguel, ella invitó a los Vargas Llosa para acostumbrarse y pasar tiempo juntos.
Mario tiene mucha conversación, y Miguel era un tipo brillante e irresistible, un conquistador de presidentes que enamoró a Felipe González y José María Aznar, los dos grandes líderes de la izquierda y la derecha española", explicó Federico Jiménez Losantos.
Boyer era un tipo culto de la aristocracia de la izquierda y supo cómo explotarlo.
Pero cuando el río suena, agua lleva
. "Preysler nunca ha dado un paso en falso", dijo el periodista Carlos Pérez Gimeno, apuntando a que la relación con Vargas Llosa -a quien conoció en los ochenta gracias a una entrevista de la revista Hola- se ha conocido sólo cuando ella ha deseado que se hiciera pública.
Tal y como señaló Jiménez Losantos, la de Vargas Llosa y Preysler era "una historia encasquillada y al final el amor se impuso".
A lo que se une el carácter mujeriego del legendario escritor: "A lo largo del tiempo no se cuántas ha tenido Mario, pero sí sé que Patricia (Llosa) le ha tenido que perseguir".
Centrada de nuevo en la relación, ya confirmada, entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, que sin duda sigue siendo la comidilla del ámbito social.
Sobre todo a la hora de echar la vista atrás y analizar cuándo o cómo pudo iniciarse esta relación... y cómo lo llevó el difunto Miguel Boyer, marido de la reina de corazones.
Tal y como se confirmó en la tertulia de esRadio, Preysler estuvo con Boyer hasta el final de sus días, pero eso no impide profundizar en la trastienda de ese matrimonio
. Así lo consideró Federico Jiménez Losantos en esRadio, que señaló que Preysler siempre ha sido una persona caristmática e inteligente, además de muy activa... algo de lo que era perfectamente consciente Miguel Boyer.
"Boyer era un hombre celoso, es más, celosísimo, y persiguió a Isabel", se dijo en Es la mañana de Federico. Teniendo en cuenta que ella es "muy simpática y siempre se hace perdonar", esa conducta no hizo sino enfatizarse en el transcurso de los años.
Llegó a correr el rumor, incluso, de que en una de sus crisis Boyer se había suicidado... debido a la posible cercanía de Preysler con Vargas Llosa.
Algo que, natural y afortunadamente, resultó ser falso.
Tanto es así que "para mitigar los celos patológicos de Miguel, ella invitó a los Vargas Llosa para acostumbrarse y pasar tiempo juntos.
Mario tiene mucha conversación, y Miguel era un tipo brillante e irresistible, un conquistador de presidentes que enamoró a Felipe González y José María Aznar, los dos grandes líderes de la izquierda y la derecha española", explicó Federico Jiménez Losantos.
Boyer era un tipo culto de la aristocracia de la izquierda y supo cómo explotarlo.
Pero cuando el río suena, agua lleva
. "Preysler nunca ha dado un paso en falso", dijo el periodista Carlos Pérez Gimeno, apuntando a que la relación con Vargas Llosa -a quien conoció en los ochenta gracias a una entrevista de la revista Hola- se ha conocido sólo cuando ella ha deseado que se hiciera pública.
Tal y como señaló Jiménez Losantos, la de Vargas Llosa y Preysler era "una historia encasquillada y al final el amor se impuso".
A lo que se une el carácter mujeriego del legendario escritor: "A lo largo del tiempo no se cuántas ha tenido Mario, pero sí sé que Patricia (Llosa) le ha tenido que perseguir".