Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

7 mar 2016

El cine dentro del cine: algunas películas ensimismadas......................................Jordi Bernal

El crepúsculo de los dioses. Imagen: Paramount Pictures.
El crepúsculo de los dioses. Imagen: Paramount Pictures.

Como otras disciplinas artísticas —principalmente la literatura y la pintura—, el cine se ha valido de sus propias herramientas para reflexionar sobre su naturaleza y sus procesos de creación. 
Ya sea mediante la metaficción, el ensayo documental u obras de género ubicadas en el contexto de la industria cinematográfica, la cámara se ha puesto al servicio de una suerte de colonoscopia artística que hurga, pertinaz, en las entrañas del cine y sus circunstancias
. Lo que muestran las imágenes, claro está, no es siempre halagador, pero demuestra la fascinación —e incluso obsesión— por un arte adictivo también en sus representaciones más obscenas y ridículas.
 Sin ir más lejos, unos tipos aparentemente tan distantes del mundanal cacareo hollywoodiense como son los hermanos Coen no pueden evitar cierta mirada enternecida a la hora de recrear el esplendor clásico de los grandes estudios de Hollywood en los que las acrobacias sincronizadas de Esther Williams se rodaban junto a abigarrados y sacros péplums, musicales de sinuosas y sonrientes coreografías o wésterns sin mácula ni polvo de llanura.
 La magia para crédulos del cartón piedra. En 2011 la francesa The Artist apostó por el homenaje dulce y nostálgico en su remedo de las historias románticas silentes
. Más cáustico y turbio se muestra David Cronenberg en Maps to The Stars (2014), desoladora cartografía de las miserias que asolan fuera del encuadre y los focos embellecedores.
Por otra parte, el cine también ha rastreado en la vida y los milagros de sus creadores.
 Buenos y recientes ejemplos son el abisal Pasolini (2014) de Abel Ferrara y el documental Hitchcock/Truffaut (2015), que recrea los encuentros del crítico y cineasta francés con su maestro propiciando una conspicua conversación que desembocaría en uno de los libros fundamentales sobre la creación cinematográfica.
 Y esperamos con curiosidad el próximo estreno de la versión de James Franco sobre Zeroville, extravagante y magnético artefacto cinéfilo del novelista y crítico de cine Steve Erickson.
Estas líneas, y siempre dentro de las fronteras de la ficción, reseñan treinta películas que se centran en el cine desde tres perspectivas distintas: la industria, la creación y sus creadores, y la recepción cinéfila. Treinta películas ensimismadas y con un único objeto de deseo, pasión y odio: el cine.
 En cualquier caso, si tuviera que quedarme con una única definición sobre el cine, escogería sin lugar a dudas la que Sam Fuller gruñe entre bocanadas del humo de su puro en Pierrot le Fou (1965), de Jean-Luc Godard:
 «Una película es como un campo de batalla. Es amor. Odio. Acción. Violencia. Y muerte. En una palabra: emociones».

El crepúsculo de los dioses (1950), Billy Wilder
El guionista es el último mono en Hollywood.
 Lo sabía bien Billy Wilder y si no que se lo pregunten a William Holden flotando en una piscina de Sunset Boulevard. 
Acidez inmisericorde de Wilder. Inmensa Gloria Swanson interpretándose en la grandilocuencia caduca y patética de Norma Desmond.
 Para la memoria cinéfila, su bajada por las escaleras hacia el infierno del olvido, succionada por la cámara de su fiel Erich von Stroheim. Víctima de una maquinaria devoradora de carnaza.
 Wilder vuelve a las muñecas rotas de Hollywood en Fedora (1978) con discreto resultado. 

El desprecio (1962), Jean-Luc Godard
Basado en la novela homónima de Alberto Moravia
El desprecio inaugura la época experimental de Godard. 
Entre referencias a la obra de Homero y homenaje en persona al maestro Fritz Lang
la reflexión cinematográfica sirve al cineasta francés para reubicarse y emprender su intrincado desentrañamiento del lenguaje audiovisual. El avasallador artefacto intelectual de Godard queda suavizado por la sensualidad solazosa de Brigitte Bardot .
Fellini, ocho y medio (1963), Federico Fellini
Partiendo del usual pretexto de la crisis creativa, Fellini (mediante su alter ego Marcello Mastroianni) exorciza fantasmas y convoca a moradores de su extravagante y exuberante universo.
 No faltan mujeres ni sobran prelados. El egocentrismo del genio italiano volvió a las andadas con Entrevista (1987), otro autohomenaje a las singularidades de una filmografía que configura un universo cinematográfico propio. 
Y demasiadas veces imitado.
Fellini, ocho y medio. Imagen: Cineriz Francinex.
Fellini, ocho y medio. Imagen: Cineriz / Francinex.


La limpieza de Palomares, pendiente de un nuevo Gobierno 50 años después.......................... Manuel Planelles

EE UU rechaza firmar el acuerdo de descontaminación con un Ejecutivo español en funciones.

Manuel Fraga y el embajador Angier Biddle Duke se bañan en Palomares. (EFE)

El 8 de marzo de 1966, Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo de la dictadura de Franco, protagonizó una de las imágenes que se han convertido en símbolo del accidente de Palomares, una pedanía de Cuevas de Almanzora (Almería) sobre la que cayeron cuatro bombas termonucleares: el baño en el Mediterráneo para mostrar que la zona era segura.
 Pero, realmente, los problemas de la contaminación por plutonio (varios kilos de las bombas se esparcieron por las pedanías de Palomares y Villaricos) no estaban en el mar, sino en la tierra.
Hoy se estima que existen alrededor de 50.000 metros cúbicos de tierras contaminadas en la zona. Estados Unidos —las cuatro bombas viajaban en un B-52 norteamericano que colisionó en el aire con un avión nodriza— y España llevan años discutiendo la limpieza definitiva de Palomares.
 En octubre del pasado año, los dos Gobiernos firmaron una declaración de intenciones por la que Estados Unidos se compromete a llevarse esas tierras.
 Pero falta la firma del acuerdo definitivo. La Embajada de Estados Unidos sostuvo en enero que la intención de la Administración de Barack Obama "es trabajar para cerrar dicho acuerdo lo antes posible".
Pero añadió que "las negociaciones finales sobre el acuerdo vinculante aguardan a la toma de posesión de un nuevo Gobierno español".
 Para añadir más incertidumbres, Estados Unidos celebra en noviembre elecciones presidenciales y no está claro cómo podría afectar un cambio en la Casa Blanca a este pacto.

Manuel Fraga y el embajador Angier Biddle Duke se bañan en Palomares. (EFE)
El 8 de marzo de 1966, Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo de la dictadura de Franco, protagonizó una de las imágenes que se han convertido en símbolo del accidente de Palomares, una pedanía de Cuevas de Almanzora (Almería) sobre la que cayeron cuatro bombas termonucleares: el baño en el Mediterráneo para mostrar que la zona era segura. Pero, realmente, los problemas de la contaminación por plutonio (varios kilos de las bombas se esparcieron por las pedanías de Palomares y Villaricos) no estaban en el mar, sino en la tierra.
Hoy se estima que existen alrededor de 50.000 metros cúbicos de tierras contaminadas en la zona. Estados Unidos —las cuatro bombas viajaban en un B-52 norteamericano que colisionó en el aire con un avión nodriza— y España llevan años discutiendo la limpieza definitiva de Palomares. En octubre del pasado año, los dos Gobiernos firmaron una declaración de intenciones por la que Estados Unidos se compromete a llevarse esas tierras. Pero falta la firma del acuerdo definitivo. La Embajada de Estados Unidos sostuvo en enero que la intención de la Administración de Barack Obama "es trabajar para cerrar dicho acuerdo lo antes posible". Pero añadió que "las negociaciones finales sobre el acuerdo vinculante aguardan a la toma de posesión de un nuevo Gobierno español". Para añadir más incertidumbres, Estados Unidos celebra en noviembre elecciones presidenciales y no está claro cómo podría afectar un cambio en la Casa Blanca a este pacto.

Concretar el pacto

"Esta vez parece que va en serio", dice el alcalde de Cuevas de Almanzora, Antonio Fernández, sobre la declaración de intenciones firmada por España y Estados Unidos en octubre y que está pendiente de concretarse en un acuerdo. Fernández, sin embargo, admite que Estados Unidos no quiere ratificar el acuerdo con un Gobierno en funciones en España.
El regidor ha mantenido ya varias reuniones con el Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas), el organismo dependiente del Ministerio de Economía que se encargará de la limpieza.
El compromiso es que España retirará las tierras contaminadas y Estados Unidos las llevará hasta unas instalaciones especiales en Nevada. Toda la operación tendría un coste de 640 millones, que pagarán ambos países.
"Se lo llevarán todo", apunta Fernández.
 Para evitar que el polvo se levante en las labores de retirada (y expanda de nuevo la contaminación), se instalarán carpas de presión negativa. "Se tardarán 2 o 3 años", indica el alcalde.
 Hay seis parcelas que se deben limpiar y, tras la descontaminación, Fernández aspira a que se pueda instalar en su pueblo "un museo de las bombas".

Certificados de limpieza

Marzo fue el mes del baño de Fraga, pero también fue el mes en el que el Ejército de Estados Unidos y la dictadura empezaron a repartir certificados a los vecinos de Palomares y Villaricos en los que les aseguraban que sus tierras estaban limpias.
 Se emitieron cerca de 900 certificados de este tipo y el Ejército norteamericano se llevó 4.810 bidones —de 242 litros cada uno— llenos de tierras y residuos.
 Ambos Gobiernos dieron por finalizado este episodio ese 1966
. Pero décadas después se demostró que aún quedaban restos de plutonio en Palomares. Comenzó entonces un proceso de negociación entre los dos Estados para solucionar este problema ambiental, que ahora también está pendiente de que se forme un Gobierno en España.

 

Cuatro claves para ver Júpiter en su mejor momento del año........................................ El País

El 8 de marzo el planeta estará en oposición al Sol y se podrá ver más cerca y más brillante.

El 8 de marzo se ha convertido en el día de suerte para los amantes de la astronomía: un eclipse solar total que se puede seguir por streaming (solo es visible en el sudeste asiático) y el mejor momento del año para ver Júpiter, en su punto más cercano a la Tierra.
 El mayor planeta del Sistema Solar se puede ver todas las noches sin necesidad de telescopio, pero este martes se podrá observar desde más cerca y de forma más brillante. La noche del 8 de marzo, Júpiter se encuentra en oposición, es decir, en línea recta con la Tierra y el Sol
Nuestro planeta se posiciona entre los dos astros, lo que permite que los rayos solares incidan directamente sobre el disco de Júpiter y sea la ocasión propicia para observarlo. 
Pero, ¿cómo encontrar Júpiter en el cielo? El astro saldrá cuando todavía haya algo de luz diurna, por lo que será lo primero que se vea cuando anochezca. En ciudades como Madrid se podrá ver a partir de las 19.46 (hora peninsular) y en Ciudad de México después de las 19.10 (hora local del país). Juan Antonio Bernedo, jefe técnico del planetario de Madrid, da una serie de claves para no perderse este momento:
Publicidad
Podrás saltar este anuncio en
6 .
Júpiter saldrá justo casi encima del punto cardinal este
. Conforme avance la noche irá subiendo, por lo que podrá verse mejor.
 Alcanzará su punto más alto, su cenit, justo a medianoche. 
Para reconocerlo hay que tener en cuenta tres aspectos: será el punto más brillante del cielo, más que cualquier otra estrella o planeta; tendrá un brillo amarillento, aunque sin mucho color, no será exactamente blanco y su brillo es fijo, mientras las estrellas titilan y parpadean, el de los planetas es estable toda la noche.

 

Consejos para reconocer Júpiter:

1. Será el punto más brillante del cielo, más que cualquier otra estrella o planeta
2. Tendrá un brillo amarillento
3. Su brillo es fijo, mientras las estrellas parpadean, el de los planetas es estable toda la noche
Pero, ¿cómo encontrar Júpiter en el cielo? El astro saldrá cuando todavía haya algo de luz diurna, por lo que será lo primero que se vea cuando anochezca. En ciudades como Madrid se podrá ver a partir de las 19.46 (hora peninsular) y en Ciudad de México después de las 19.10 (hora local del país). Juan Antonio Bernedo, jefe técnico del planetario de Madrid, da una serie de claves para no perderse este momento:
Júpiter saldrá justo casi encima del punto cardinal este. Conforme avance la noche irá subiendo, por lo que podrá verse mejor. Alcanzará su punto más alto, su cenit, justo a medianoche.
 Para reconocerlo hay que tener en cuenta tres aspectos: será el punto más brillante del cielo, más que cualquier otra estrella o planeta; tendrá un brillo amarillento, aunque sin mucho color, no será exactamente blanco y su brillo es fijo, mientras las estrellas titilan y parpadean, el de los planetas es estable toda la noche. 

Bernedo asegura que los planetas exteriores se pueden ver "bastante bien" desde la ciudad, pero que lo ideal es irse a campo o cielo abierto, a unos 50 kilómetros hacia el este. 
Si el desplazamiento se hace de madrugada, no importa la dirección, pues ya se encontrará en el punto más alto del cielo. 
Para quienes no puedan ver Júpiter el martes, no hay por qué preocuparse.
 Este planeta se mueve muy lento, tarda 11 años en dar la vuelta al cielo, por lo que los días posteriores también se podrá ver en su modo más brillante.

La cara oculta de Javier Tudela



La cara oculta de Javier Tudela


De los creadores de 'Quién es quién en el drama Matamoros', 'El pasado de Makoke' y 'Así es la verdadera Laura Matamoros', llega a sus pantallas 'La cara oculta de Javier Tudela'. Cuando la polémica entre los Tudela y los Matamoros Flores está mas viva que nunca con la denuncia de la novia del colaborador de 'Sálvame', sale a la luz un vídeo de Javier Tudela actuando en 'Dreamland' que nos ha dejado de piedra. El clip ha despertado nuestras ganas de saber más sobre el exconcursante de 'GH VIP'. Pasa las flechas y prepárate para alucinar.


k