Laso, el sin techo de 55 años que imparte clases de idiomas en bares de Barcelona
para poder costearse un billete hasta Londres donde le espera un
empleo, está a punto de conseguir su objetivo. El indigente originario
de Hungría había trabajado toda su vida en el sector de la hostelería
hasta que el pasado septiembre fue víctima de una estafa que acabó con
lo poco que tenía ahorrado.
De la noche a la mañana se vio durmiendo en
un cajero automático aunque sin mendigar. “Me da mucha vergüenza”,
aclaró.
Diego Bernal, un joven de 22 años que lleva varios meses en el paro,
fue quien descubrió la semana pasada al sin techo en un semáforo.
Laso
le explicó su desventura y Diego utilizó las redes sociales para
intentar ayudar a aquel desconocido.
El húngaro sabía que le esperaba un
trabajo en Londres en el sector de la hostelería pero no tenía dinero
para viajar hasta allí. Bernal inventó un proyecto novedoso: el
indigente comenzó a impartir clases de idiomas en bares a siete euros la
hora
. El pasado viernes EL PAÍS publicó la historia de Laso y Bernal y
fue entonces cuando una oleada de solidaridad sacudió a ambos.
“Decenas de personas se pusieron en contacto conmigo para dar o
prestar dinero a Laso; él no quiso aceptarlo”, recordaba ayer Bernal.
Laso solo aceptó dinero a cambio de trabajar.
Y durante el fin de semana
Laso ha podado árboles, ha dado clases de inglés y francés en bares…
Han contactado con él diferentes personas de todo el mundo para
ayudarle.
“Un señor le ofrecía 250 euros a cambio de traducir al inglés unos
documentos”, informaba ayer Berna
l. El domingo a la una de la madrugada
Laso llamó a Diego desde una cabina. “Me dijo que había hablado con el
jefe del hotel de Londres y que le ofrecía trabajo para ¡ya!. Con los
148 euros que ha ganado estos días, se fue a Madrid, a la embajada.
Le
robaron el pasaporte en un albergue, en cuanto consiga sus documentos se
irá”, explicó Bernal.
Laso ha dejado sin clases a una decena de alumnos que habían reservado
para esta semana horas en diferentes bares cercanos a la plaza España de
Barcelona. “En mi casa no lo estamos pasando muy bien, yo hace meses
que no tengo trabajo y mis padres hacen lo que pueden, pero si entre los
que somos humildes no nos ayudamos ¿quién lo va a hacer?”,
defendía
ayer el joven. Laso le dijo a su amigo que dentro de pocos días le
llamará desde Londres. “Me ha prometido un fin de semana en el hotel
donde trabaja”, sonríe Diego.
“Yo solo deseo que todo le vaya bien y que
se haya acabado esta pesadilla para mi amigo”.
El seísmo ha tenido su epicentro a 808 kilómetros al suroeste de Padang, Sumatra.
Un terremoto de magnitud 7,9 en la escala abierta de Richter se ha
registrado este miércoles al suroeste de Indonesia, según ha informado
el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Tras el seísmo, el país
ha lanzado una alerta de tsunami para el oeste y el norte de Sumatra y
para Aceh. Todavía no hay información sobre los daños causados por
movimiento sísmico, que ha tenido su epicentro a 808 kilómetros al
suroeste de la localidad de Padang, en la isla de Sumatra; con
un hipocentro se ha detectado a 10 kilómetros de profundidad. Tampoco
hay datos de víctimas. En 2004, un seísmo de 9 en la escala de Richter, con epicentro en el
Océano Índico frente a la costa norte de la isla indonesia de Sumatra, sacudió violentamente Indonesia, Sri Lanka,
India, Tailandia, Malasia, Bangladesh, Maldivas y Birmania. El
fortísimo terremoto originó olas gigantes que llegaron horas después
hasta las costas de esos países arrastrando a miles de personas y
originando cuantiosos daños materiales. El terremoto de Nepal, que acabó con la vida de miles de personas en
abril de 2015, tuvo una magnitud de 7,8 en la escala de Richter, con el
hipocentro a quince kilómetros de profundidad. El Servicio Geológico de
Estados Unidos realiza un seguimiento pormenorizado de los movimientos
telúricos registrados en todo el mundo y las réplicas posteriores.
El aniversario de su muerte devuelve la figura de un creador insaciable, elegante y transgresor.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg
como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y
ser reivindicada en todos estos años.
Desde sus inicios artísticos a
finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la
denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta
sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como
bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y
eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con
creatividad y desparpajo los más diversos géneros.
Sin necesidad de
adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando
en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del
Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado
del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su
formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura-
Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el
músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin,
depositaria y principal mantenedora de su herencia musical.
La noche
del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada
cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir
de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el
mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971
donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo
donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin.
El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles,
un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de
sus bandas sonoras, secuencias musicales.
Un festín visual y melódico
para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a
la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de
la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y
censuras en la historia de la canción.
El alquimista que encontró la
fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg
como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y
ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a
finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la
denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta
sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como
bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y
eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con
creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de
adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando
en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del
Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado
del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su
formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura-
Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el
músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin,
depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche
del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada
cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir
de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el
mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971
donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo
donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles,
un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de
sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico
para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a
la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de
la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y
censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la
fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las
enseñanzas surrealistas de Boris Vian.
La historia de este trabajador
del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con
él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol,
sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes
mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg
como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y
ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a
finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la
denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta
sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como
bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y
eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con
creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de
adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando
en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del
Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado
del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su
formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura-
Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el
músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin,
depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche
del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada
cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir
de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el
mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971
donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo
donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles,
un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de
sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico
para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a
la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de
la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y
censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la
fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las
enseñanzas surrealistas de Boris Vian. La historia de este trabajador
del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con
él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol,
sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes
mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.
Gainsbourg confirmaba su talento como compositor por encargo y
Juliette Gréco recibe uno de sus mejores regalos musicales desde los
tiempos de Les feuilles mortes.
El arte del músico para jugar
con las palabras y el argot y una bella melodía acaban construyendo una
canción destinada a convertirse en himno y versionada por intérpretes
como Madeleine Peyroux, Iggy Pop o Jane Birkin.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg
como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y
ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a
finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la
denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta
sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como
bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y
eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con
creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de
adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando
en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del
Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado
del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su
formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura-
Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el
músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin,
depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche
del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada
cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir
de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el
mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971
donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo
donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles,
un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de
sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico
para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a
la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de
la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y
censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la
fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las
enseñanzas surrealistas de Boris Vian. La historia de este trabajador
del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con
él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol,
sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes
mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.
Gainsbourg confirmaba su talento como compositor por encargo y
Juliette Gréco recibe uno de sus mejores regalos musicales desde los
tiempos de Les feuilles mortes.
El arte del músico para jugar
con las palabras y el argot y una bella melodía acaban construyendo una
canción destinada a convertirse en himno y versionada por intérpretes
como Madeleine Peyroux, Iggy Pop o Jane Birkin.
El Gainsbourg más erotómano hacía acto de presencia poniendo en la
boca de la reciente triunfadora del Festival de Eurovisión, France Gall,
una canción llena de doble sentidos con unas piruletas sospechosas como
elemento de placer y discordia.
Tanto como balada infantil como melodía
críptico-erótica la canción sigue funcionando.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg
como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y
ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a
finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la
denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta
sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como
bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y
eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con
creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de
adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando
en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del
Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado
del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su
formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura-
Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el
músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin,
depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche
del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada
cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir
de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el
mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971
donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo
donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles,
un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de
sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico
para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a
la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de
la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y
censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la
fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las
enseñanzas surrealistas de Boris Vian. La historia de este trabajador
del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con
él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol,
sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes
mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.
Gainsbourg confirmaba su talento como compositor por encargo y
Juliette Gréco recibe uno de sus mejores regalos musicales desde los
tiempos de Les feuilles mortes. El arte del músico para jugar
con las palabras y el argot y una bella melodía acaban construyendo una
canción destinada a convertirse en himno y versionada por intérpretes
como Madeleine Peyroux, Iggy Pop o Jane Birkin.
El Gainsbourg más erotómano hacía acto de presencia poniendo en la
boca de la reciente triunfadora del Festival de Eurovisión, France Gall,
una canción llena de doble sentidos con unas piruletas sospechosas como
elemento de placer y discordia. Tanto como balada infantil como melodía
críptico-erótica la canción sigue funcionando.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg
como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y
ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a
finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la
denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta
sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como
bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y
eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con
creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de
adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando
en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del
Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado
del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su
formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura-
Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el
músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin,
depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche
del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada
cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir
de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el
mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971
donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo
donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles,
un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de
sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico
para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a
la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de
la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y
censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la
fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las
enseñanzas surrealistas de Boris Vian. La historia de este trabajador
del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con
él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol,
sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes
mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.
Gainsbourg confirmaba su talento como compositor por encargo y
Juliette Gréco recibe uno de sus mejores regalos musicales desde los
tiempos de Les feuilles mortes. El arte del músico para jugar
con las palabras y el argot y una bella melodía acaban construyendo una
canción destinada a convertirse en himno y versionada por intérpretes
como Madeleine Peyroux, Iggy Pop o Jane Birkin.
El Gainsbourg más erotómano hacía acto de presencia poniendo en la
boca de la reciente triunfadora del Festival de Eurovisión, France Gall,
una canción llena de doble sentidos con unas piruletas sospechosas como
elemento de placer y discordia. Tanto como balada infantil como melodía
críptico-erótica la canción sigue funcionando.
"Vamos a votar que no, porque el pacto que presenta consolida las
políticas del PP"
. De esta manera el líder de Podemos, Pablo Iglesias,
ha reiterado el 'no' de su grupo a la investidura de Pedro Sánchez.
Este anuncio se suma al que previamente había hecho el presidente en funciones, Mariano Rajoy, también negativo, lo que significa que la mayoría rechazará en la votación al candidato socialista. Iglesias se estrenó en el Congreso con un discurso muy duro en el que tuvo dardos para todos.
Advirtió a Pedro Sánchez de los peligros de la "naranja mecánica" y
dijo que "Albert Rivera podía haber sido jefe de escuadra tras la Guerra
Civil".
Sin embargo, acabó conquistando la redes sociales (menos a
Esteban González Pons) haciendo justamente lo contrario: sacando su lado
más tierno.
Iglesias recibió con un efusivo abrazo y un beso en
la boca al portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domenech,
quien también despreció el pacto de legislatura firmado por PSOE y
Ciudadanos porque va "contra el 80 por ciento de los catalanes" que, a
su juicio, quieren decidir su futuro.