Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

2 mar 2016

Gainsbourg, la leyenda continúa................................................................. Carles Gámez

El aniversario de su muerte devuelve la figura de un creador insaciable, elegante y transgresor.


El cantante Serge Gainsbourg y Jane Birkin, pareja durante una década.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y ser reivindicada en todos estos años.
Desde sus inicios artísticos a finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con creatividad y desparpajo los más diversos géneros.
 Sin necesidad de adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura- Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin, depositaria y principal mantenedora de su herencia musical.
 La noche del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971 donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin.
 El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles, un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de sus bandas sonoras, secuencias musicales.
Un festín visual y melódico para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y censuras en la historia de la canción.
El alquimista que encontró la fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.

El cantante Serge Gainsbourg y Jane Birkin, pareja durante una década.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura- Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin, depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971 donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles, un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las enseñanzas surrealistas de Boris Vian.
 La historia de este trabajador del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol, sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.

El cantante Serge Gainsbourg y Jane Birkin, pareja durante una década.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura- Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin, depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971 donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles, un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las enseñanzas surrealistas de Boris Vian. La historia de este trabajador del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol, sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.
Gainsbourg confirmaba su talento como compositor por encargo y Juliette Gréco recibe uno de sus mejores regalos musicales desde los tiempos de Les feuilles mortes.
 El arte del músico para jugar con las palabras y el argot y una bella melodía acaban construyendo una canción destinada a convertirse en himno y versionada por intérpretes como Madeleine Peyroux, Iggy Pop o Jane Birkin.
 
El cantante Serge Gainsbourg y Jane Birkin, pareja durante una década.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura- Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin, depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971 donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles, un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las enseñanzas surrealistas de Boris Vian. La historia de este trabajador del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol, sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.
Gainsbourg confirmaba su talento como compositor por encargo y Juliette Gréco recibe uno de sus mejores regalos musicales desde los tiempos de Les feuilles mortes.
 El arte del músico para jugar con las palabras y el argot y una bella melodía acaban construyendo una canción destinada a convertirse en himno y versionada por intérpretes como Madeleine Peyroux, Iggy Pop o Jane Birkin.
El Gainsbourg más erotómano hacía acto de presencia poniendo en la boca de la reciente triunfadora del Festival de Eurovisión, France Gall, una canción llena de doble sentidos con unas piruletas sospechosas como elemento de placer y discordia.
 Tanto como balada infantil como melodía críptico-erótica la canción sigue funcionando.

 
El cantante Serge Gainsbourg y Jane Birkin, pareja durante una década.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura- Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin, depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971 donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles, un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las enseñanzas surrealistas de Boris Vian. La historia de este trabajador del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol, sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.
Gainsbourg confirmaba su talento como compositor por encargo y Juliette Gréco recibe uno de sus mejores regalos musicales desde los tiempos de Les feuilles mortes. El arte del músico para jugar con las palabras y el argot y una bella melodía acaban construyendo una canción destinada a convertirse en himno y versionada por intérpretes como Madeleine Peyroux, Iggy Pop o Jane Birkin.
El Gainsbourg más erotómano hacía acto de presencia poniendo en la boca de la reciente triunfadora del Festival de Eurovisión, France Gall, una canción llena de doble sentidos con unas piruletas sospechosas como elemento de placer y discordia. Tanto como balada infantil como melodía críptico-erótica la canción sigue funcionando.

El cantante Serge Gainsbourg y Jane Birkin, pareja durante una década.
A los 25 años de su desaparición la figura de Serge Gainsbourg como músico pionero y artista heterodoxo no ha dejado de ensancharse y ser reivindicada en todos estos años. Desde sus inicios artísticos a finales de la década de los años 50 bajo el paraguas estético de la denominada Chanson Rive Gauche- y la figura faro de Boris Vian- hasta sus últimos años, con su imagen más decadente y trash como bandera, el músico que había decidido mudar sus orígenes judíos y eslavos de Ginzburg por el aristocrático Gainsbourg, filtra con creatividad y desparpajo los más diversos géneros. Sin necesidad de adscripción o seguimiento de ninguna escuela, Gainsbourg irá desgranando en provecho propio ritmos y modas, ya sean las atmosferas más jazzy del Paris post-existencialista o los nuevos vientos del pop del otro lado del Canal de la Mancha en una fórmula magistral donde se funden su formación clásica y las corrientes vanguardistas.
Artistas como Jarvis Cocker, Nick Cave o más cercanos- por cultura- Etienne Daho o Benjamin Biolay han dado muestras de su admiración por el músico y sus formas musicales, sin olvidar a su “cara B”, su compañera y musa, Jane Birkin, depositaria y principal mantenedora de su herencia musical. La noche del 2 de marzo de 1991 Gainsbourg desaparecía a causa de una parada cardiaca, esta vez mortal, en su domicilio de la Rue Verneuil a partir de entonces transformado en santuario para los gainsbourianos de todo el mundo junto con su tumba al Cementerio Montparnasse.
Con motivo del aniversario Universal Music ha editado un disco antológico Gainsbourg London Paris 1963-1971 donde se recogen algunos de los titulos más significativos del periodo donde el artista se abre al universo pop modulando composiciones como Docteur Jekyll &Monsieur Hyde, Initials BB, Bonnie and Clyde o el sulfuroso Je t’aime moi non plus bajo el brillo y acento erótico de sus égeries, Brigitte Bardot y Jane Birkin. El lanzamiento también incluye la reedición Serge Gainsbourg. D’autres nouvelles des etoiles, un doble DVD, que recorre sus colaboraciones televisivas, trailers de sus bandas sonoras, secuencias musicales. Un festín visual y melódico para seguidores del músico y de todos aquellos que se quieran acerca a la figura de un creador insaciable, exquisito y provocador, que hizo de la ironía y la ternura armas principales al tiempo derribaba tabues y censuras en la historia de la canción. El alquimista que encontró la fórmula para hermanar a Baudelaire y Cole Porter, Chopin y Kafka.
Primer reconocimiento de Gainsbourg para una canción deudora de las enseñanzas surrealistas de Boris Vian. La historia de este trabajador del metro de Paris, anónimo e invisible para la gente que se cruza con él diariamente, que “vive en la parada de Lilas sin ver el sol, sumergido en esa fosa urbana y que pasa su vida “aguijoneando” billetes mientras mata el aburrimiento con las selecciones del Reader’s Digest.
Gainsbourg confirmaba su talento como compositor por encargo y Juliette Gréco recibe uno de sus mejores regalos musicales desde los tiempos de Les feuilles mortes. El arte del músico para jugar con las palabras y el argot y una bella melodía acaban construyendo una canción destinada a convertirse en himno y versionada por intérpretes como Madeleine Peyroux, Iggy Pop o Jane Birkin.
El Gainsbourg más erotómano hacía acto de presencia poniendo en la boca de la reciente triunfadora del Festival de Eurovisión, France Gall, una canción llena de doble sentidos con unas piruletas sospechosas como elemento de placer y discordia. Tanto como balada infantil como melodía críptico-erótica la canción sigue funcionando.

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