Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 dic 2015

Seamos sinceros: volver a casa por Navidad es un pequeño drama................................ Eva Carnero Chamón

La casa familiar implica una frustrante regresión a la infancia. Logre que ese primo plasta deje de darle collejas.

Seamos sinceros: volver a casa por Navidad es un pequeño drama

Sin duda, uno de los milagros de la Navidad es su poder para sacar al niño que todos llevamos dentro en el mismo instante en que ponemos un pie en la casa familiar.
 Sin embargo, una cosa es dejarnos llevar por el espíritu de Papá Noel, y otra bien distinta es que este amordace y secuestre al adulto que somos.
Para muchas personas la vuelta a casa por Navidad equivale a una especie de viaje astral al pasado.
 Y, aunque, a priori, este tour a tiempos pretéritos no tiene por qué ser algo negativo, lo cierto es que a menudo se convierte en un destino donde los nervios están a flor de piel y los conflictos, peleas y discusiones parecen estar siempre a punto de estallar.

De Don José a Josillo

A lo largo de los años, la mayoría de las personas adquirimos un papel dentro de la familia que, lejos de desaparecer, se afianza con el tiempo, siendo cada vez más difícil de cambiar.
 Así, aunque hace décadas que los niños le tratan de usted, cada vez que llega el 24 de diciembre y llama al timbre de casa de sus padres, vuelve a escuchar los apelativos Chiqui, Josillo o Marisina.
 Sin duda, ser el hermano pequeño es inmutable por años que pasen.
Sin embargo, "lo que sí podemos modificar es la actitud del que vuelve al hogar por Navidad y el trato por parte de los que lo reciben", asegura Laura Rojas Marcos, psicóloga clínica y autora, entre otros libros, de La Familia (Grijalbo, 2014).
 La experta explica que "cuando tratamos como a un niño al pequeño de la casa, aunque tenga 40 años, pueden ocurrir dos cosas: que este se comporte como tal o que reaccione con resistencia y exija respeto."
Esta actitud por parte de la familia, que Laura García Agustín, psicóloga clínica y directora del Grupo Clavesalud, describe como protectora, es difícil de cambiar, aunque no imposible.
 "Este tipo de relaciones se pueden transformar siempre que la persona afectado [aquel que se ve forzado a retroceder a su infancia] adopte un comportamiento más independiente y resolutivo y, por supuesto, contando con la voluntad del resto de la familia, ya que es una cuestión bidireccional", puntualiza García Agustín, quien asegura que "aunque cuesta mucho desprenderse de las etiquetas que adquirimos, si persistimos de forma activa es posible deshacerse de ellas.
Y es que a lo largo del tiempo asumimos cometidos que acaban condicionando nuestro comportamiento, ya que es el que se espera de nosotros."
Quizá por este motivo.
 Es decir, para no defraudar y ajustar nuestra conducta a la que el entorno nos exige de forma más o menos explícita, hay ocasiones en que, sin darnos cuenta, "somos nosotros los que actuamos de manera infantil, comportándonos como seres inmaduros, caprichosos, impulsivos y exigentes", tal como asevera Rojas Marcos.
 Ahora bien, el porqué hacemos esto responde a razones de muy diversa índole, aunque, en general, la psicóloga lo atribuye a "la necesidad de llamar la atención, de ejercer el control o de ocupar un lugar más débil y vulnerable que el resto, victimizarse".
Así pues, parece que hay ocasiones en que nos comportamos como niños casi sin pretenderlo, pero, también es cierto, muchas otras veces volvemos a la infancia de forma deliberada, ya que preferimos no hacer el esfuerzo que supone lidiar con la tropa e intentar cambiar las cosas.
 "Nos rendimos al pensar que no merece la pena malgastar tanta energía por tan solo unos días", explica la psicóloga García Agustín, quien advierte de las consecuencias de actuar de este modo: "
Si no hacemos nada y dejamos que todo siga igual, casi con toda seguridad estos roles se perpetuarán de por vida".

Dígale adiós a su pequeño álter ego

Si se ha armado de valor y ha decidido que es el momento de dejar de reírle las gracias a su hermano mayor o si cree que su dignidad no soportaría ni un pellizco más en sus sonrosados carrillos, en sus manos está acabar con estas situaciones.
 Así lo afirma García Agustín. "No seguir reproduciendo un papel en el que ya no nos vemos es tan sencillo como decidir que ya no vamos a comportarnos de ese modo y planificar una conducta alternativa que nos satisfaga más", sostiene la psicóloga, quien, además, propone algunos consejos para volver a casa por Navidad sin que por ello debamos retroceder a la infancia.
1. Identifique la conducta que quiere modificar. Por ejemplo, si al examinar su comportamiento se percata de que cuando llega a casa de sus padres empieza la lluvia de trifulcas pueriles con su hermano, ahí tiene el objeto sobre el que debe trabajar el cambio.
2. Elija la sensación que le produce. Cada situación va acompañada de una emoción o un sentimiento. Quizá en su caso sea tristeza, rabia, culpa o vergüenza.
Escoja el que mejor se adapte.
3. Póngale palabras a esa emoción. Una buena descripción podría ser: “
Me siento muy incómodo cuando mi hermano mayor me sigue dando collejas al saludarme y yo le respondo con un grito o insulto".
4. Planifique una conducta alternativa. Para cambiar un hábito es útil crear otro que lo sustituya. Por ejemplo:
 “Cuando llegue a casa voy a interesarme sinceramente por la vida de mi hermano, le haré preguntas sobre su vida y evitaré ser el primero en soltar mi rollo".
5. Practique en casa. Dado que no es una conducta habitual, si quiere sentirse cómodo y que resulte natural, es aconsejable que ensaye antes del viaje.
6. Anticípese el cambio. Recrear las sensaciones positivas que nos producirá la modificación de la conducta nos predispone a su realización.
Repítase frases del tipo: "Cuando lo consiga me sentiré orgulloso y a gusto conmigo mismo".
7. Aprenda a decir no. Al negarnos a una situación ofreciendo una alternativa, ejercemos mayor control y dirigimos nuestra conducta hacia donde queremos.
 Por ejemplo, si nos insisten para contar un chiste porque somos “el gracioso” de la familia, podemos decir: “Ahora no, quizá más tarde cuente alguno”.
 O expresarle a su hermano, sin tapujos y de forma tranquila: "No me saludes así. No me gusta".
8. Despréndase de las etiquetas. Cuando alguien utilice una etiqueta para dirigirse a nosotros, podemos desmontarla, proporcionando información nueva.
 Por ejemplo, si nos dicen: “Sigues siendo el impuntual de siempre.
” Podemos replicar: “Es cierto que antes solía llegar tarde, pero ahora llego con diez minutos de antelación y si no, dime: ¿quién te ha abierto la puerta?”.
9. Ignore los comentarios de siempre. La idea es obviar los comportamientos o las palabras que perpetúen el papel que quiere eliminar.
10. Agradezca el cambio ajeno. Una actitud que sin duda acelera y afianza el cambio es reforzar a los demás cuando nos tratan como nos gusta.

 

El enfado de Rajoy con Pepa Bueno: "Usted misma"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se pone nervioso cuando le preguntan por el diputado del PP Pedro Gómez de la Serna.
 Tras publicarse la semana pasada que cobró comisiones de empresas españolas a las que asesoró para adquirir contratos públicos en el extranjero, el PP decidió abrir un expediente disciplinario al diputado para conocer la veracidad de esas informaciones
. Por ese mismo caso ya ha dimitido Gustavo de Arístegui, exdiputado del PP que hasta hace dos días se mantenía como embajador de España en India.
Ahora, miembros 'populares' presionan para que Gómez de la Serna haga lo mismo, aunque sin éxito. Por este tema le ha preguntado la periodista de la Cadena Ser Pepa Bueno a Mariano Rajoy en su entrevista de este miércoles en el programa Hoy por Hoy.
Y el jefe del Ejecutivo no ha escondido su irritación por la cuestión.
"¿Eso qué tiene que ver con la economía o...?", ha cuestionado Rajoy, a lo que Bueno ha replicado rápidamente: "Hablamos de economía ahora mismo, pero por cerrar el capítulo de los comportamientos que se califican como dudosos".
"Desconozco... el fondo de ese asunto y no voy a entrar en si debe dimitir él, si debe dimitir el secretario general de los socialistas gallegos, que en el mes de enero tiene que ir a declarar ante el juzgado por una imputación de prevaricación y cohecho
. Es que creo que no tiene sentido, francamente.
 Si quiere, hablamos de lo que queremos hacer en España y, si no, pues usted misma. Muchas gracias", ha dicho Rajoy irritado.
Ante la respuesta, la periodista no se quedó callada y replicó: "Ahora mismo.
 Pero es que esto es una cuestión de regeneración democrática". "Mire, de regeneración democrática, en la etapa en que he sido presidente del Gobierno, ha actuado con plena independencia los tribunales, la Fiscalía, la Guardia Civil y hemos presentado un paquete de medidas", ha contestado Rajoy, que se ha mostrado dispuesto a tomar cualquier "medida eficaz" en la lucha contra la corrupción.
Y, para finalizar, ha subrayado que a Gómez de la Serna no se le ha abierto juicio oral ni citado en ningún tribunal.
 "Como no conozco los pormenores me es muy difícil opinar de ese asunto", ha zanjado.
PEPA BUENO

Twitter se rinde a las palabras de Julia Otero en 'El Hormiguero'

Julia Otero visitó el plató de El Hormiguero el día después de las elecciones generales en las que Mariano Rajoy (PP) obtuvo una victoria que no le sirve para formar Gobierno, dependiendo, curiosamente, de la decisión del PSOE.
 La periodista afirmó que los políticos de nuestro país están oxidados, pero confía en que los partidos lleguen a algún tipo de entendimiento por el bien común.
Fue con la cuestión catalana, en la que Otero reconoció que se siente igual de española que cualquier catalán pero dejando claro que ella quiere una consulta que demuestre que los catalanes están a favor del 'no' a la independencia, lo que le sirvió para llevarse los aplausos de Twitter en una noche que no había empezado demasiado bien para ella.

21 relojes para soñar

Cuatro mujeres populares argumentan por qué estas navidades van a apostar por embellecer la muñeca de sus parejas.

21 relojes para soñar
Los relojes ya no son solo cuestión masculina; de hecho, cada vez son más las mujeres que acuden a las joyerías para comprar hermosos guardatiempos… para ellas y para el afortunado destinatario del regalo con agujas. Pídeselo, no te cortes. Ellas saben, y mucho, de qué va la cosa. Para la escritora Care Santos, que acaba de publicar la novela Diamante azul (Ed. Destino), lo que más le gusta de los relojes es “la compañía que hace su tic tac mientras estás leyendo. Su presencia inerte pero viva. Mi chico es poco convencional en sus gustos. Siempre busco relojes extravagantes, nada típicos, con correas de materiales originales, esferas negras, sin numeración o que no sean redondas. Y en cuanto al modo de elegirlo… lo único que he aprendido después de 15 años de comprar relojes es que cuando veo uno que me gusta para él no puedo pasar de largo. No suelo encontrar lo que busco cuando lo busco. Es como si los relojes te encontraran ellos a ti”.
Rolex Oyster Perpetual Day-Date de 36 mm y bañado en oro Everose.
Rolex Oyster Perpetual Day-Date de 36 mm y bañado en oro Everose.
La empresaria Patricia Mateo, directora y fundadora de la agencia de comunicación Mateo & Co, insiste en que es su regalo recurrente a su marido:
“Por su ascendencia alemana y su formación suiza es un gran amante de los relojes.
Supongo que hay un parte de ingeniero en él, una cierta adoración por una pequeña obra de ingenieria y mecánica, por el amor a lo artesano.
 Son un lujo, pero no por su precio o sus materiales sino por el trabajo que encierran en ellos mismos”.
 ¿Cómo los elige? “Sin duda por su estilo y personalidad.
 Hay relojes, como hay hombres, extrovertidos, llamativos, que entran en una habitación y son felices acaparando las miradas. Hay otros que necesitan una segunda mirada, que encierran un misterio, o simplemente son fascinantes si te permites indagar un poco, porque el exterior no lo es todo”.
Mi chico es poco convencional en sus gustos. Siempre busco relojes extravagantes, nada típicos, con correas de materiales originales, esferas negras, sin numeración o que no sean redondas"
Care Santos, escritora
La cantante Anni B Sweet (que actúa el 13 de febrero en la sala Bikini de Barcelona) se decanta por los de estética minimal y clásica. “Si conozco mucho a la persona intento comprarle algo que se adapte a sus gustos y costumbres e intento que sea de muñeca.
 Al saber qué estilo le gusta a él, se puede arriesgar más.
 Si no tengo mucha idea de lo que le gusta exactamente, suelo buscar alguno con algo curioso y que no sea de muñeca, mas bien de bolsillo, o para decorar su casa.
 El último regalo que he hecho ha sido un reloj de arena, pero en vez de arena por dentro lo que lleva es pequeños imanes.
 Al caer va haciendo formas diferentes según se vayan quedando pegados los trocitos de imanes”.
A la periodista Paloma del Río (seguro que la has escuchado en las retransmisiones en TVE de gimnasia, patinaje artístico o hípica, que lleva realizando desde hace 21 años) y Coordinadora de Patrocinios y Federaciones, es una coleccionista-amante de los relojes.
Le gustan los grandes, “de 40 mm de caja, que se vea bien, con agujas clásicas, elegantes, que se distingan por su elegancia; si tienen crono, que no tengan la caja muy ancha, de correa de cuero frente a la metálica.
 Al final, el crono no lo utilizo casi nunca, pero si no molesta mucho en la muñeca, me parece bien”. Confiesa que regalar un reloj es una apuesta segura:
 “Creo que hay objetos en la vida con los que aciertas siempre y sabes que a esa persona le gusta.
Los relojes es una de ellas.
También las plumas estilográficas, los pañuelos, libros.... Aún habiendo mucha variedad, si el destinatario es un apasionado de ello, nunca le va a decepcionar un regalo así, aunque tenga muchos”.
Ha quedado claro, ¿no? Este año las mujeres les van a regalar relojes a ellos.