Cuatro mujeres populares argumentan por qué estas navidades van a apostar por embellecer la muñeca de sus parejas.
La empresaria Patricia Mateo, directora y fundadora de la agencia de comunicación Mateo & Co, insiste en que es su regalo recurrente a su marido:
“Por su ascendencia alemana y su formación suiza es un gran amante de los relojes.
Supongo que hay un parte de ingeniero en él, una cierta adoración por una pequeña obra de ingenieria y mecánica, por el amor a lo artesano.
Son un lujo, pero no por su precio o sus materiales sino por el trabajo que encierran en ellos mismos”.
¿Cómo los elige? “Sin duda por su estilo y personalidad.
Hay relojes, como hay hombres, extrovertidos, llamativos, que entran en una habitación y son felices acaparando las miradas. Hay otros que necesitan una segunda mirada, que encierran un misterio, o simplemente son fascinantes si te permites indagar un poco, porque el exterior no lo es todo”.
Mi chico es poco convencional en sus gustos. Siempre busco relojes extravagantes, nada típicos, con correas de materiales originales, esferas negras, sin numeración o que no sean redondas"
Care Santos, escritora
Al saber qué estilo le gusta a él, se puede arriesgar más.
Si no tengo mucha idea de lo que le gusta exactamente, suelo buscar alguno con algo curioso y que no sea de muñeca, mas bien de bolsillo, o para decorar su casa.
El último regalo que he hecho ha sido un reloj de arena, pero en vez de arena por dentro lo que lleva es pequeños imanes.
Al caer va haciendo formas diferentes según se vayan quedando pegados los trocitos de imanes”.
A la periodista Paloma del Río (seguro que la has escuchado en las retransmisiones en TVE de gimnasia, patinaje artístico o hípica, que lleva realizando desde hace 21 años) y Coordinadora de Patrocinios y Federaciones, es una coleccionista-amante de los relojes.
Le gustan los grandes, “de 40 mm de caja, que se vea bien, con agujas clásicas, elegantes, que se distingan por su elegancia; si tienen crono, que no tengan la caja muy ancha, de correa de cuero frente a la metálica.
Al final, el crono no lo utilizo casi nunca, pero si no molesta mucho en la muñeca, me parece bien”. Confiesa que regalar un reloj es una apuesta segura:
“Creo que hay objetos en la vida con los que aciertas siempre y sabes que a esa persona le gusta.
Los relojes es una de ellas.
También las plumas estilográficas, los pañuelos, libros.... Aún habiendo mucha variedad, si el destinatario es un apasionado de ello, nunca le va a decepcionar un regalo así, aunque tenga muchos”.
Ha quedado claro, ¿no? Este año las mujeres les van a regalar relojes a ellos.
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