Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

20 oct 2015

Tres generaciones de ‘glamour’ y talento unidas

La actriz Tippi Hedren se reúne con su hija Melanie Griffith y sus nietas, Dakota Johnson y Stella Banderas, en los premios Elle Mujeres en Hollywood.

De izquierda a derecha: Dakota Johnson, Tippy Hedren, Melanie Griffith y Stella Banderas, anoche en Los Ángeles. / Jordan Strauss (AP)

Vestidas de negro, cada uno con un estilo personal e inconfundible, anoche se reunieron en Los Ángeles tres generaciones de mujeres ligadas desde hace años al estrellato de Hollywood. Tippi Hedren, musa del director Alfred Hitchcock e inolvidable en películas como Los pájaros (1963) o Marnie (1964) acudió a los premios Elle Mujeres de Hollywood acompañada de su hija y dos de sus nietas.
Una dinastía con glamour y talento: su hija es la también actriz Melanie Griffith, candidata a un Oscar por su papel en Armas de mujer (1988), y su nieta mayor es Dakota Johnson, metida de lleno en el mundo del cine desde su gran estreno como protagonista femenina en 50 sobras de Grey
. A la cita tampoco faltó la pequeña del clan, Stella del Carmen Banderas, la única hija del matrimonio entre Melanie Griffith y Antonio Banderas, y la única de las mujeres de la familia que por ahora no ha mostrado mucho interés dotes interpretativas.
Dakota Johnson, Tippi Hedren, Melanie Griffith y Stella Banderas, en los premios Elle celebrados este lunes. / Jon Kopaloff (FilmMagic)
Fue una noche de mujeres en el hotel Four Seasons de Beverly Hills, donde anoche se celebraron los premios ELLE Women in Hollywood.
 Abuela (85 años) y madre (58), apoyaron a Dakota Johnson, quien a sus 26 años recibió el premio como estrella emergente gracias a sus papeles en 50 sobras de Grey, In a Relationship y que actualmente está en cartel con el filme Black Mass.
 Las mujeres de la familia combinaron su estilismo, y todas acudieron enfundadas en trajes negros, más juveniles, más elegante o más confortable, protagonizaban una escena familiar.
A la cita no faltaron otras colegas de profesión, como Salma Hayek (también ganadora de uno de los premios concedidos por la revista de moda), Kate Winslet, Amy Schumer, Lena Dunham, America Ferrera o Jaime King.
 En la gala anual que celebra la revista femenina, premian a ocho Mujeres “cuyo trabajo requiere un momento de reflexión por iluminar lo que significa ser una mujer hoy”, aseguraba Robbie Myers, directora de la revista.
 En esta edición, las premiadas han sido las actrices Carey Mulligan, Amy Schumer, Gena Rowlands, Kate Winslet, Alicia Vikander, Salma Hayek, Dakota Johnson y Ava DuVernay.
 Un evento en el que quieren remarcar la importancia de las mujeres en la industria cinematográfica, en pleno debate por la igualdad de salario entre géneros.

 

Adictos al rubio platino



Aunque últimamente Jared Leto ha aparecido con el pelo teñido de verde o rosa, este cantante y actor suele pasearse con un 'look' rubio platino por alfombras rojas y las múltiples fotografías que cuelga en su cuenta de Instagram.



Ariana Grande ha sorprendido a todos en su última aparición con el cambio de look que se ha hecho: de castaña a rubia platino. Ha compartido en redes sociales su nuevo peinado que ha elegido para promocionar su último single 'Focus'. 


Jennifer Lawrence se encuentra en pleno rodaje de 'Passengers' y parece que, por exigencias del guión, se ha teñido el pelo de rubio platino. En esta imagen se la ve entrando al set de rodaje en la ciudad estadounidense de Atlanta 
 

Rita Ora, además del rubio platino, también juega con las mechas de colores en su larga melena.

La reina de los cambios de 'look' y de los modelos más extravagantes está rodando la quinta temporada de la serie de horror 'American Horror Story', titulada 'Hotel'. En la pequeña pantalla interpreta a una vampiresa con el pelo muy, muy rubio platino —al igual que sus tres hijos—. Aunque ahora los motivos del tinte hayan sido profesionales, la cantante ya ha lucido la melena de este color en otras ocasiones



La actriz Michelle Williams luce este color de pelo desde hace tiempo, que se parece bastante al suyo natural. Williams interpretó a la rubia platino más icónica de todos los tiempos, Marilyn Monroe, en 'Mi semana con Marilyn'. 


Justin Bieber siempre se mueve entre las diferentes gamas de rubios, pero últimamente ha decidido seguir la moda y teñirse de platino. El ídolo de las adolescentes cuida mucho su imagen y suele tratar de sorprender con diferentes peinados. 




No es que a Miley Cyrus no le de tiempo de ir a la peluquería, es que siempre le gusta enseñar sus raíces sin teñir.
 Sin embargo, para el resto del cabello cumple al dedillo con la tendencia y se ha teñido de rubio platino, color que también elige en sus postizos. 



Emma Roberts ha pasado de castaña oscura a rubia platino, por exigencias del guión. Casi todos los papeles que interpreta son de 'chica mala'; una rubia nada tonta. 



Scarlett Johansson ha sido madre recientemente y durante su embarazo eligió este look; el pelo cortito y muy rubio
.


La actriz Charlize Theron no ha cumplido con el ritual de "romper con una pareja y cambiar de peinado" y la actriz sigue siendo fiel a su color rubio platino 



Gwen Stefani ha hecho del rubio platino su color insignia



Cuando actuaba en 'Gossip Girl' Taylor Momsen ya lucía una lana melena oxigenada y ahora, años más tarde, la chica rebelde del Upper East Side —que se dedica al mundo de la música— ha reducido la longitud de su cabello, pero sigue manteniendo el color insignia



  1. A sus 47 años, Naomi Watts sigue luciendo espectacular y el rubio platino dulcifica su rostro y le resta edad

Una droga llamada Elena Ferrante................................................................Brenda Otero

Hace unos días se publicó en España 'La niña perdida', la novela que clausura la saga napolitana de la misteriosa escritora. ¿Quién es esta escritora y por qué nos obsesiona?

cover
Elena Ferrante (el intrigante pseudónimo de una escritora) obsesiona a miles de lectores en todo el mundo. La de la foto, obviamente, no es ella; es una de sus portadas en la edición británica.
.Todo el que ha leído las novelas de Nápoles de Elena Ferrante tiene algo que contar.
 La historia de las amigas Lila y Lenú hipnotiza, remueve, provoca pesadillas y noches en vela frente a un libro abierto
. Hay quien se ha pasado la parada de metro, abandonado su vida social, o ha corrido a la biblioteca o impaciente por continuar con el siguiente tomo y se ha encontrado con una lista de espera.
 Algunos confiesan que se han sumergido tanto en la ficción que identifican a sus conocidos con los personajes napolitanos: todos sabemos de algún Sarratore, de algún Solara, incluso de alguna amiga que podría ser una Lila.
 “No puedo parar. Es una adicción”, repiten los que han entrado en contacto con La amiga estupenda, Un mal nombre o Las deudas del cuerpo. "Procura descansar", aconsejan los veteranos a los que empiezan. Como si la lectura de estos libros inoculara un virus.

En nuestra era de distracciones abundantes y baratas, resulta prodigioso que una obra literaria despierte esas reacciones viscerales. 
Y más insólito aún es que el acto de lectura tenga tanta presencia. ¿Cuándo fue a última vez que discutimos las circunstancias que rodean al hecho de leer? Suponemos que todo esto satisface a Elena Ferrante, o cualquiera que esté detrás de ese nombre.
 Porque nadie sabe quién es realmente. 
Se dice que nació en Nápoles y que es posible que tras una temporada viviendo en Grecia se asentase en Turín, que tenga hijos, viva sola y sea licenciada en filología clásica.
 Además de escribir enseña, traduce y estudia.
 No se sabe nada más. Las pocas entrevistas que ha concedido han tenido lugar por correspondencia electrónica y sólo sus editores italianos la han visto en persona. Si alguien más la conoce, guarda silencio.

Los Ferrante-adictos de todo el mundo, entre los que están escritores como Zadie Smith, Juan Marsé y Ken Follet y actores como James Franco, llevan semanas de agitación
. Ha llegado a las librerías La niña perdida, la última entrega de la tetralogía
. La clausura de la saga ha confirmado que estamos ante un clásico. El New York Times la describe como "deslumbrante" y The Guardian afirma que es la primera autora italiana en mucho tiempo en ser digna del premio Nobel.
 Hace apenas unos días que se publicó en España, (el 15 de octubre por la editorial Lumen) y en los círculos literarios ya se percibe el revuelo
. “Tengo encima de la mesa La niña perdida y estoy nerviosa,” dice la autora Luna Miguel en Twitter
Es un caso extraño, el de Elena Ferrante. 
Ha logrado ser una sensación literaria sin participar en el circo de la promoción. Apenas corrige su trabajo, desconfía del estilo pulido y dice escribir desde “dentro de un nudo”. Aunque las razones que verdaderamente la hacen diferente es que nunca cae en el tópico, lo superficial, o lo previsible, y que escribe desde una terrorífica honestidad.

Las novelas de las dos amigas tienen la intriga de un thriller, la trama de un culebrón, el contexto sociopolítico de una novela realista y unos pasajes alucinados propios de la literatura fantástica. Es todos esos géneros y ninguno de ellos. Ferrante habla sobre los altibajos de la amistad, la maternidad, el sexo, la relación con el cuerpo y el abismo de lo doméstico. 
Hay pocas obras que hayan tratado la condición femenina con tanta profundidad y lucidez. Pese a ello se sospecha que detrás de su obra podría estar un hombre o grupo de hombres. Algunos han llegado a señalar al autor napolitano Domenico Starnone como la persona detrás del nombre de pluma, aunque él lo niega con vehemencia.

Ferrante se ha mostrado molesta por las especulaciones. “¿Has oído hablar de que un libro firmado por un autor hombre es en realidad fruto del trabajo de un grupo de mujeres?” contesta en un cuestionario de Vanity Fair.
 "Se tiende a encerrar a las escritoras en un gineceo literario (…) Es difícil encontrar un comentario que rastree la influencia de una mujer en la obra literaria de un hombre".

La autora ha afirmado que se ha mantenido en el anonimato porque el libro, una vez terminado no necesita al autor, y porque ha querido para liberarse de la “ansiedad de la notoriedad”. Se siente mejor sin formar parte de un “círculo de gente que se sienten triunfadores”. En las pocas declaraciones que ha dado Ferrante, descubrimos que inspiró sus novelas napolitanas en una larga y complicada amistad que entabló en la infancia. 
Es natural pensar que Elena, la narradora de sus novelas y también escritora, es una voz autobiográfica, y que la escritora se mantiene en la sombra para poder acercarse a lo inconfesable sin tener que rendir cuentas a nadie.
 Escribir lo que no puede decir
. Esa identificación entre personaje y autor es lo que Ferrante ha querido evitar, y por ahora se ha salido con la suya. Ha sido el texto y sólo el texto el que nos ha hechizado..
libro la niña perdida elena ferrante
 
 
 

 

Primeros planos en la isla de Wight.................................................................. Pilar Rubio

Visita a la casa de Julia Margaret Cameron, fotógrafa británica maestra del retrato.

 


En aquellas noches de verano los invitados se abandonaban a las sombras para cantar y bailar bajo las estrellas.
 En una ocasión la señora Cameron y sus huéspedes se acercaron con antorchas hasta Farringford, el hogar del poeta Alfred Tennyson y su mujer Emily.
 “Era el tiempo —contaba Hester Fuller, la nieta de William Thackeray— en que a Freshwater se la comparaba con la Atenas de Pericles, porque era el lugar donde gravitaban todos los intelectuales famosos durante el reinado de la Reina Victoria”.
 Pero quien recibía, quien ejercía de salonnière, que eso lo aprendió de su aristócrata madre francesa, era una mujer apasionada y algo excéntrica, la fotógrafa Julia Margaret Cameron (1815–1879), de la que se celebra este año el 200 aniversario de su nacimiento.
A lo largo del año diversas exposiciones se suceden en Dimbola Lodge, la casa de la Cameron en Freshwater Bay, Isla de Wight, hoy un museo y biblioteca dedicado a su figura que conserva parte del artesonado original, sobre todo en la gran escalera, y detalles de la época.
 Vidrieras, mampostería y molduras fueron inspiradas en el país en que nació, India, y en el que murió, Ceilán, hoy Sri Lanka.
 El propio nombre del lugar, Dimbola, fue elegido en memoria de la plantación de té y después de café que la familia poseía en las tierras altas de Sri Lanka.
Dimbola Lodge.
Cameron acude por primera vez a Wight en 1855 para visitar al poeta Alfred Tennyson, al que había conocido en el corto periodo en que vivió en Londres tras su boda y sus años pasados en Calcuta, donde nació
. Dos años después compra a un pescador dos pequeños cottages que une con una torre y que serán su hogar durante los 15 años en los que realiza casi toda su producción fotográfica, entre 1864 y 1874. Sabido es que fue su hija quien le regaló una cámara cuando ya tenía 48 años —“puede divertirle, madre, tratar de hacer algunas fotografías durante su soledad en Freshwater”— para mitigar las ausencias de su marido en Ceilán y la de sus hijos, que acabaron por residir también allí.
El gallinero de la casa fue convertido en estudio y el depósito de carbón en cuarto oscuro.
 Familia, criados, visitantes y pescadores de la bahía y sus hijos aprendieron a posar durante el largo proceso que exigía la técnica del colodión húmedo.
Convencida de que una cámara era un instrumento para crear y no para documentar, trató de elaborar una obra alegórica de influencia dispar (el prerrafaelismo, la Biblia, el Renacimiento...) y poco cuidada en lo relativo a la técnica (raspaduras, manchas, negativos sucio y demás descuidos) lo que le acarreaba críticas demoledoras.
 Pero pasó el tiempo y los pictorialistas comenzaron a evaluar sus méritos: el desenfoque deliberado y el flou, los primeros y medios planos, la expresividad de sus modelos, su imaginación y su inventiva, que para eso su familia la llamaba “la talentosa”.
Mapa de la isla de Wight
Javier Belloso
Su cámara expresaba el mundo estético de los personajes que la rodeaban. A poca distancia vivía su gran amigo y mentor Alfred Tennyson.
 No se conserva la casa original pero sí un cottage de sus características en el mismo lugar, que ahora da cobijo a visitantes y escritores
. Lo que sí se conserva es la puerta trasera en Dimbola Lodge, que Cameron hizo abrir para que su amigo acortase el camino a casa.
Ambos eran los pilares de lo que luego se llamó el Círculo de Freshwater, esa Atenas victoriana en la que se mezclaba la ciencia. Charles Darwin la eligió como su fotógrafa y la visitaba en su casa de Freshwater; y el astrónomo, químico y matemático John Herschel, a quién conoció en Ciudad del Cabo; Thomas Carlyle y Charles Kingsley; el poeta e ilustrador Edward Lear; el pintor George Frederic Watts, el más conocido de la era victoriana y al que se bautizó como el Miguel Ángel inglés; el escritor Lewis Carroll, que pasaba sus vacaciones en Sandown, al sureste de la isla, gran fotógrafo él mismo y profesor de Julia Cameron, y hasta la niña Alice Liddell, que había inspirado a Carroll su Alicia en el país de las maravillas y que pasó algunos veranos de su niñez en la bahía, lo que aprovechó Cameron para retratarla también.
Y qué casualidad: una de las modelos preferidas de la fotógrafa era su sobrina Julia Jackson, hija de una de sus hermanas
. Julia se casó más tarde con Sir Leslie Stephen, editor muy conocido y frecuente visitante de Dimbola.
 Serán después los padres de Virginia Woolf y Vanessa Bell, que, otra vuelta de tuerca del destino, se convertirán, como su famosa tía, en dos grandes salonnières, las instigadoras del Círculo de Bloomsbury.
 Virginia dedicó a su tía y sus ilustres contertulios su única obra de teatro, Freshwater, que transcurre en Dimbola Lodge, con una breve excursión a los cercanos Needles, los acantilados que son otra de las maravillas naturales de la isla.
 Es una obra de teatro concebida para la familia, humorística y desenfadada, pero transmite la determinación de su tía abuela por crear un mundo estético propio, como hará ella misma y el resto del grupo de Bloomsbury
. La historia se repite.