16 oct 2015
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Criminalística niega que contaminara con semen la camiseta de Asunta........................... Silvia R. Pontevedra
Los responsables de biología en la Guardia Civil contradicen al juez instructor.
El fiasco del semen en la camiseta de Asunta alcanza una dimensión todavía mayor desde este viernes por la mañana.
Los guardias civiles que trabajan en el laboratorio de biología de Criminalística se han arropado entre ellos y han descartado ante el jurado popular la hipótesis de la contaminación en sus dependencias
. Hasta seis agentes han viajado de Madrid a Santiago para dar cuenta de su forma de trabajar y de las dos investigaciones internas que se abrieron en paralelo dentro del departamento para descifrar por qué aparecían abundantes espermatozoides de un hombre detenido por una supuesta violación en Arroyomolinos (Madrid) en dos recortes mínimos de la prenda de la chiquilla.
Había, han dicho, indicios a favor de la hipótesis de la contaminación en las mesas de trabajo, pero al final para ellos pesaron más los argumentos en contra. Es decir, que la camiseta les había sido remitida ya con las diminutas, pero densas salpicaduras de esperma del vecino de Madrid, de origen colombiano
. El juez instructor del caso, José Antonio Vázquez Taín, descartó esta posibilidad y zanjó el asunto con un auto en el que concluía que, efectivamente, el semen se había transferido a la tela de algodón por medio de unas tijeras que se habían empleado para recortar ambas pruebas en días diferentes. El magistrado daba de paso por buena la coartada presentada por el dueño de ese perfil genético, que probó que había pasado el día del crimen de Asunta, sábado, comprando su traje de boda en El Corte Inglés, y cenando con su familia en un restaurante de Aluche.
En ningún caso en Galicia, una comunidad que según él no había pisado en todo el año 2013.
Del trozo de la camiseta de Asunta que cortaron porque emitió fluorescencia al aplicarle luz forense (a causa de una mezcla “heterogénea” de fluidos orgánicos), los agentes obtuvieron otros 18 recortes de aproximadamente un centímetro cuadrado.
Los espermatozoides de R.C.J., que acababa de salir de prisión por el caso de agresión sexual en una fiesta privada en Arroyomolinos, únicamente fueron detectados con el microscopio en los fragmentos 11 y 15. En ningún lugar más de la camiseta de la víctima, en ningún recoveco externo o íntimo de su cuerpo delgado, en ninguna otra de las pruebas enviadas a Madrid para su análisis, apareció ADN de este hombre, que llegó a estar imputado en el caso junto a los padres de Asunta.
Los guardias civiles han asegurado esta mañana que, en su cámara frigorífica, las pruebas relacionadas con cada una de las investigaciones se conservaron “separadas por una distancia de tres metros en horizontal”, por lo que desechan la opción de que el condón “gotease” sobre la ropa. Además, según dicen, a la hora de manipular los objetos aplicaron con rigor el exhaustivo protocolo de desinfección al que están obligados.
La punta del preservativo de R.C.J. fue recortada el día 4 de septiembre, y con la camiseta de la cría supuestamente asesinada el 21 empezaron a trabajar a partir del 30.
Usaron la misma tijera y en ambos casos participó el mismo personal.
Pero según estos profesionales tanto las mesas de trabajo como el material se desinfectan con lejía, y además los utensilios son sistemáticamente “sumergidos en alcohol, que a continuación se quema con llama viva”.
Este quemado se lleva a cabo “entre recorte y recorte”, y según ellos no se localizó esperma del mismo hombre en los objetos (un edredón y dos mantas de los que se extrajeron 18 fragmentos con el mismo instrumental) relacionados con los otros dos casos que se les confió investigar entre el de la violación con condón y el del homicidio de la pequeña compostelana.
El mismo equipo de biología de Criminalística, especializado en la identificación de semen y sangre, se encargó de buscar los perfiles de ADN de Asunta y sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, además del de unas cuantas personas más vinculadas de alguna manera con el caso, en todos los objetos que les envió la Guardia Civil de A Coruña.
Y los agentes comprobaron, según han explicado este viernes, que en el interior de la mascarilla hallada junto a la cuerda en una papelera del chalé familiar, supuesto escenario del crimen, solo había ADN de Rosario Porto (la acusada siempre dijo que usaba esta protección para mover la ropa de los armarios), por lo que parece imposible que se emplease para asfixiar por presión a la niña.
En los pañuelos de papel recogidos de la misma papelera, había perfil de Asunta y de su madre, mientras que en ninguno de los dos cuchillos incautados en la casa de recreo ni en ninguna de las cuerdas naranja investigadas apareció ADN. El cadáver de Asunta presentaba marcas de ataduras en un brazo y los tobillos, y junto al cuerpo se recogieron tres fragmentos de cordel. El supuesto asesino podría haber utilizado guantes, pero parece sorprendente que ni tan siquiera se identificara el perfil genético de la niña en la superficie rugosa de la cuerda.
Los guardias civiles han aclarado, no obstante, un detalle sobre el que se lleva hablando con insistencia desde hace dos años, y que ha sido utilizado reiteradamente por la acusación contra Alfonso Basterra: el hecho de que en las bragas de la pequeña de 12 años apareciese, junto a su ADN, el de su padre.
Nunca hasta hoy se fue mas allá. Nunca, deliberadamente o no, se habían dado explicaciones sobre el tipo de fluido del que provenía ese ADN.
Los miembros del laboratorio han asegurado que a ellos se les encomendó la búsqueda de semen, pero que ni en las bragas de Asunta ni en ningún otro elemento apareció esperma de Basterra. El ADN, que sin embargo no estaba ni en la camiseta ni en el chándal, tenía que ver con cualquier otro vestigio corporal sin identificar.
El acusado sostiene que la niña, que la noche del viernes al sábado en que murió durmió en su piso, tenía la costumbre de vestirse y desvestirse “subida a la litera de arriba”.
El padre cuenta que recogía la ropa a medida que ella iba sacándose y poniéndose las prendas.
Vestimenta aparte, sobre las muestras recogidas en la sala de autopsias del cadáver de Asunta no había más ADN que el suyo propio.
Al menos, eso reveló el análisis de las uñas de sus manos y una decena de hisopos (bastoncillos de algodón impregnados con posibles vestigios) remitidos por el forense.
En los coches de la familia, el Mercedes 190 E de la madre y el Opel Corsa del padre, los tres perfiles estaban presentes y muchas veces entremezclados. En la moqueta del vehículo de Porto, sin embargo, se pudo diferenciar una mancha “junto a los raíles del asiento” del copiloto, “en la zona trasera derecha”, con el ADN de Asunta.
Las alfombrillas de la parte de atrás del Mercedes nunca llegaron a encontrarse.
Los guardias civiles que trabajan en el laboratorio de biología de Criminalística se han arropado entre ellos y han descartado ante el jurado popular la hipótesis de la contaminación en sus dependencias
. Hasta seis agentes han viajado de Madrid a Santiago para dar cuenta de su forma de trabajar y de las dos investigaciones internas que se abrieron en paralelo dentro del departamento para descifrar por qué aparecían abundantes espermatozoides de un hombre detenido por una supuesta violación en Arroyomolinos (Madrid) en dos recortes mínimos de la prenda de la chiquilla.
Había, han dicho, indicios a favor de la hipótesis de la contaminación en las mesas de trabajo, pero al final para ellos pesaron más los argumentos en contra. Es decir, que la camiseta les había sido remitida ya con las diminutas, pero densas salpicaduras de esperma del vecino de Madrid, de origen colombiano
. El juez instructor del caso, José Antonio Vázquez Taín, descartó esta posibilidad y zanjó el asunto con un auto en el que concluía que, efectivamente, el semen se había transferido a la tela de algodón por medio de unas tijeras que se habían empleado para recortar ambas pruebas en días diferentes. El magistrado daba de paso por buena la coartada presentada por el dueño de ese perfil genético, que probó que había pasado el día del crimen de Asunta, sábado, comprando su traje de boda en El Corte Inglés, y cenando con su familia en un restaurante de Aluche.
En ningún caso en Galicia, una comunidad que según él no había pisado en todo el año 2013.
Del trozo de la camiseta de Asunta que cortaron porque emitió fluorescencia al aplicarle luz forense (a causa de una mezcla “heterogénea” de fluidos orgánicos), los agentes obtuvieron otros 18 recortes de aproximadamente un centímetro cuadrado.
Los espermatozoides de R.C.J., que acababa de salir de prisión por el caso de agresión sexual en una fiesta privada en Arroyomolinos, únicamente fueron detectados con el microscopio en los fragmentos 11 y 15. En ningún lugar más de la camiseta de la víctima, en ningún recoveco externo o íntimo de su cuerpo delgado, en ninguna otra de las pruebas enviadas a Madrid para su análisis, apareció ADN de este hombre, que llegó a estar imputado en el caso junto a los padres de Asunta.
Los guardias civiles han asegurado esta mañana que, en su cámara frigorífica, las pruebas relacionadas con cada una de las investigaciones se conservaron “separadas por una distancia de tres metros en horizontal”, por lo que desechan la opción de que el condón “gotease” sobre la ropa. Además, según dicen, a la hora de manipular los objetos aplicaron con rigor el exhaustivo protocolo de desinfección al que están obligados.
La punta del preservativo de R.C.J. fue recortada el día 4 de septiembre, y con la camiseta de la cría supuestamente asesinada el 21 empezaron a trabajar a partir del 30.
Usaron la misma tijera y en ambos casos participó el mismo personal.
Pero según estos profesionales tanto las mesas de trabajo como el material se desinfectan con lejía, y además los utensilios son sistemáticamente “sumergidos en alcohol, que a continuación se quema con llama viva”.
Este quemado se lleva a cabo “entre recorte y recorte”, y según ellos no se localizó esperma del mismo hombre en los objetos (un edredón y dos mantas de los que se extrajeron 18 fragmentos con el mismo instrumental) relacionados con los otros dos casos que se les confió investigar entre el de la violación con condón y el del homicidio de la pequeña compostelana.
El mismo equipo de biología de Criminalística, especializado en la identificación de semen y sangre, se encargó de buscar los perfiles de ADN de Asunta y sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, además del de unas cuantas personas más vinculadas de alguna manera con el caso, en todos los objetos que les envió la Guardia Civil de A Coruña.
Y los agentes comprobaron, según han explicado este viernes, que en el interior de la mascarilla hallada junto a la cuerda en una papelera del chalé familiar, supuesto escenario del crimen, solo había ADN de Rosario Porto (la acusada siempre dijo que usaba esta protección para mover la ropa de los armarios), por lo que parece imposible que se emplease para asfixiar por presión a la niña.
En los pañuelos de papel recogidos de la misma papelera, había perfil de Asunta y de su madre, mientras que en ninguno de los dos cuchillos incautados en la casa de recreo ni en ninguna de las cuerdas naranja investigadas apareció ADN. El cadáver de Asunta presentaba marcas de ataduras en un brazo y los tobillos, y junto al cuerpo se recogieron tres fragmentos de cordel. El supuesto asesino podría haber utilizado guantes, pero parece sorprendente que ni tan siquiera se identificara el perfil genético de la niña en la superficie rugosa de la cuerda.
Los guardias civiles han aclarado, no obstante, un detalle sobre el que se lleva hablando con insistencia desde hace dos años, y que ha sido utilizado reiteradamente por la acusación contra Alfonso Basterra: el hecho de que en las bragas de la pequeña de 12 años apareciese, junto a su ADN, el de su padre.
Nunca hasta hoy se fue mas allá. Nunca, deliberadamente o no, se habían dado explicaciones sobre el tipo de fluido del que provenía ese ADN.
Los miembros del laboratorio han asegurado que a ellos se les encomendó la búsqueda de semen, pero que ni en las bragas de Asunta ni en ningún otro elemento apareció esperma de Basterra. El ADN, que sin embargo no estaba ni en la camiseta ni en el chándal, tenía que ver con cualquier otro vestigio corporal sin identificar.
El acusado sostiene que la niña, que la noche del viernes al sábado en que murió durmió en su piso, tenía la costumbre de vestirse y desvestirse “subida a la litera de arriba”.
El padre cuenta que recogía la ropa a medida que ella iba sacándose y poniéndose las prendas.
Vestimenta aparte, sobre las muestras recogidas en la sala de autopsias del cadáver de Asunta no había más ADN que el suyo propio.
Al menos, eso reveló el análisis de las uñas de sus manos y una decena de hisopos (bastoncillos de algodón impregnados con posibles vestigios) remitidos por el forense.
En los coches de la familia, el Mercedes 190 E de la madre y el Opel Corsa del padre, los tres perfiles estaban presentes y muchas veces entremezclados. En la moqueta del vehículo de Porto, sin embargo, se pudo diferenciar una mancha “junto a los raíles del asiento” del copiloto, “en la zona trasera derecha”, con el ADN de Asunta.
Las alfombrillas de la parte de atrás del Mercedes nunca llegaron a encontrarse.
Detenidas ocho personas por la muerte de un joven en Alcalá................................. F. Javier Barroso
Entre los arrestados hay cinco menores de edad. La víctima, un joven de 17 años, que fue hallado muerto ahogado en el río Henares a principio del pasado mes de febrero.
Agentes de la comisaría de Alcalá de Henares han detenido a ocho personas, entre ellas cinco menores de edad, por la muerte de Richard Ángel, de 17 años, que fue hallado muerto ahogado en el río Henares a principios de febrero,
según han confirmado fuentes de la investigación.
El juez mantenía hasta ayer el secreto del sumario del caso, por lo que no han trascendido muchos datos sobre la causa de la detención.
Richard Ángel, vecino de Meco, salió con unos amigos a la discoteca Decano de Alcalá de Henares para pasar con ellos la noche del sábado.
En el transcurso de la madrugada se produjo una pelea en la que los amigos le dejaron, ya que se encontraba extremadamente violento, según su versión.
El joven no regresó a su domicilio ese domingo, por lo que se inició una búsqueda por todo el río Henares en la que participaron Bomberos de la Comunidad y especialistas del Cuerpo Nacional de Policía.
El cadáver fue hallado al mediodía de un viernes por un pescador en la calle de Entrepeñas, justo 20 días después de su desaparición.
Fue rescatado por los Bomberos de la Comunidad de Madrid.
Al día siguiente la autopsia reveló que había fallecido de manera accidental.
De hecho, fuentes del caso afirmaron a EL PAÍS que la investigación se cerraba, al menos de forma temporal, al no hallar indicios evidentes de violencia por parte de terceras personas.
La policía ha detenido a ocho personas.
Cinco de ellas eran menores de edad cuando se produjo el crimen, aunque dos ya han cumplido los 18 años.
Los cinco menores pasaron ayer a la Fiscalía de Menores y los mayores han sido puestos a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Henares.
Cinco de los detenidos, con edades entre 15 y 20 años, están acusados de un delito de homicidio y los otros tres restantes, de encubrimiento.
La Policía Nacional ha llevado una investigación muy lenta y detallada, gracias a que desde un primer momento se pensó que se trataba de un accidente.
Sin embargo, las declaraciones de distintos intervinientes en la pelea demostró que habían dejado al joven inconsciente y que lo habían arrastrado hasta el río, donde le tiraron.
La juez ha autorizado el pinchazo de los teléfonos móviles de los supuestos autores lo que ha permitido esclarecer el caso.
Entre los arrestados hay dos mujeres.
El juez mantenía hasta ayer el secreto del sumario del caso, por lo que no han trascendido muchos datos sobre la causa de la detención.
Richard Ángel, vecino de Meco, salió con unos amigos a la discoteca Decano de Alcalá de Henares para pasar con ellos la noche del sábado.
En el transcurso de la madrugada se produjo una pelea en la que los amigos le dejaron, ya que se encontraba extremadamente violento, según su versión.
El joven no regresó a su domicilio ese domingo, por lo que se inició una búsqueda por todo el río Henares en la que participaron Bomberos de la Comunidad y especialistas del Cuerpo Nacional de Policía.
El cadáver fue hallado al mediodía de un viernes por un pescador en la calle de Entrepeñas, justo 20 días después de su desaparición.
Fue rescatado por los Bomberos de la Comunidad de Madrid.
Al día siguiente la autopsia reveló que había fallecido de manera accidental.
De hecho, fuentes del caso afirmaron a EL PAÍS que la investigación se cerraba, al menos de forma temporal, al no hallar indicios evidentes de violencia por parte de terceras personas.
La policía ha detenido a ocho personas.
Cinco de ellas eran menores de edad cuando se produjo el crimen, aunque dos ya han cumplido los 18 años.
Los cinco menores pasaron ayer a la Fiscalía de Menores y los mayores han sido puestos a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Henares.
Cinco de los detenidos, con edades entre 15 y 20 años, están acusados de un delito de homicidio y los otros tres restantes, de encubrimiento.
La Policía Nacional ha llevado una investigación muy lenta y detallada, gracias a que desde un primer momento se pensó que se trataba de un accidente.
Sin embargo, las declaraciones de distintos intervinientes en la pelea demostró que habían dejado al joven inconsciente y que lo habían arrastrado hasta el río, donde le tiraron.
La juez ha autorizado el pinchazo de los teléfonos móviles de los supuestos autores lo que ha permitido esclarecer el caso.
Entre los arrestados hay dos mujeres.
Isabel, un año sin perder el tiempo
Isabel Preysler ha celebrado esta semana en la más estricta intimidad
familiar el primer aniversario de la muerte de su tercer y último
marido, Miguel Boyer.
Después de haber sufrido un ictus en 2012, la lenta recuperación del ex ministro dejó a Isabel en un segundo plano de la vida pública.
La filipina ya no estaba para fiestas ni tan siquiera para posar en las revistas del corazón, como era costumbre en ella. Isabel quiso acompañar a su esposo hasta el mismo día de su muerte y estuvo casi dos años sin apenas vida pública
. Cuando falleció Miguel, el 29 de septiembre de 2014, los que más la conocían aseguraron que lo estaba pasando realmente mal sin la presencia del que ella definía como el amor de su vida, aunque lo cierto es que Isabel se supo reponer con relativa rapidez a ese duro golpe.
Sólo un mes y medio después y acompañada por sus hijas, la socialité dio una alegría a su hijo Enrique Iglesias cuando acudió a su concierto de Madrid.
A partir de entonces y tras pasar las Navidades en Estados Unidos en compañía de sus hijos, Isabel ha ido recuperando poco a poco su vida social y ha vuelto a tener un sitio privilegiado en las revistas del corazón.
Para recuperar la ilusión tras perder a Miguel, sus hijas le hicieron retomar un proyecto que había comenzado hacía años y que dejó estancado tras la enfermedad de Boyer: crear su propia línea de cosméticos.
Fue eso lo que le dio ganas de seguir adelante y lo que también le sirvió de acicate para volver a la vida pública, apareciendo no sólo en portadas de revistas contando su proyecto empresarial sino también en televisión.
A principios de abril y después de 20 años sin conceder entrevistas a ninguna cadena, Isabel acudió a El Hormiguero para dar a Pablo Motos una de sus entrevistas más sinceras.
En aquella ocasión habló de su vida sin Miguel y subrayó que sería difícil encontrarle un sustituto. Pero lo cierto es que éste no tardó mucho en llegar.
Las revistas del corazón sorprendían a principios de junio con la que sin duda ha sido la noticia del verano y del año: el romance entre Isabel Preysler y el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, una relación que ha tenido todos los ingredientes para ocupar grandes titulares, incluido el despecho de la todavía mujer del escritor, que se enteró del romance de su marido a través de las revistas.
Con su visita al cementerio de San Isidro coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Miguel Boyer (donde acudió acompañada por su madre, sus hijas Tamara y Ana, el novio de ésta, Fernando Verdasco) Isabel Preysler demuestra que Miguel sigue ocupando una parte importante de su corazón, aunque lleve meses sin soltarse de la mano del Nobel, que dicen se quedó prendado de ella hace 30 años cuando la filipina le hizo una entrevista para Hola
. Ella, por su parte, ha encontrado en Mario al sustituto perfecto de Miguel: un hombre extremadamente culto, con un gran sentido del humor y con una posición social envidiable..(Esa tia es una Jeta)
Ayer mismo se conocía que el escritor se había ido a vivir a casa de la filipina, dando así un nuevo paso para fortalecer la relación.
Después de haber sufrido un ictus en 2012, la lenta recuperación del ex ministro dejó a Isabel en un segundo plano de la vida pública.
La filipina ya no estaba para fiestas ni tan siquiera para posar en las revistas del corazón, como era costumbre en ella. Isabel quiso acompañar a su esposo hasta el mismo día de su muerte y estuvo casi dos años sin apenas vida pública
. Cuando falleció Miguel, el 29 de septiembre de 2014, los que más la conocían aseguraron que lo estaba pasando realmente mal sin la presencia del que ella definía como el amor de su vida, aunque lo cierto es que Isabel se supo reponer con relativa rapidez a ese duro golpe.
Sólo un mes y medio después y acompañada por sus hijas, la socialité dio una alegría a su hijo Enrique Iglesias cuando acudió a su concierto de Madrid.
A partir de entonces y tras pasar las Navidades en Estados Unidos en compañía de sus hijos, Isabel ha ido recuperando poco a poco su vida social y ha vuelto a tener un sitio privilegiado en las revistas del corazón.
Para recuperar la ilusión tras perder a Miguel, sus hijas le hicieron retomar un proyecto que había comenzado hacía años y que dejó estancado tras la enfermedad de Boyer: crear su propia línea de cosméticos.
Fue eso lo que le dio ganas de seguir adelante y lo que también le sirvió de acicate para volver a la vida pública, apareciendo no sólo en portadas de revistas contando su proyecto empresarial sino también en televisión.
A principios de abril y después de 20 años sin conceder entrevistas a ninguna cadena, Isabel acudió a El Hormiguero para dar a Pablo Motos una de sus entrevistas más sinceras.
En aquella ocasión habló de su vida sin Miguel y subrayó que sería difícil encontrarle un sustituto. Pero lo cierto es que éste no tardó mucho en llegar.
Las revistas del corazón sorprendían a principios de junio con la que sin duda ha sido la noticia del verano y del año: el romance entre Isabel Preysler y el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, una relación que ha tenido todos los ingredientes para ocupar grandes titulares, incluido el despecho de la todavía mujer del escritor, que se enteró del romance de su marido a través de las revistas.
Con su visita al cementerio de San Isidro coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Miguel Boyer (donde acudió acompañada por su madre, sus hijas Tamara y Ana, el novio de ésta, Fernando Verdasco) Isabel Preysler demuestra que Miguel sigue ocupando una parte importante de su corazón, aunque lleve meses sin soltarse de la mano del Nobel, que dicen se quedó prendado de ella hace 30 años cuando la filipina le hizo una entrevista para Hola
. Ella, por su parte, ha encontrado en Mario al sustituto perfecto de Miguel: un hombre extremadamente culto, con un gran sentido del humor y con una posición social envidiable..(Esa tia es una Jeta)
Ayer mismo se conocía que el escritor se había ido a vivir a casa de la filipina, dando así un nuevo paso para fortalecer la relación.
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