Se trata de A.C.G., según los datos aportados por la Guardia Civil, de un ciudadano español de origen marroquí afincado en esa población.
Eva Blanco Puig murió cosida a puñaladas el 20 de abril de 1997.
Tenía 17 años. Este jueves, 18 años después, la policía francesa ha detenido a su presunto asesino en la localidad de Pierrefontaine Les Varans.
Se trata de A. C. G., un ciudadano español de origen marroquí afincado en la esa población y que había abandonado España en 1999.
Eva era estudiante de primero de BUP y la noche de su muerte volvía de una discoteca de su pueblo, la localidad madrileña de Algete (17.000 habitantes), adonde había ido a con sus amigas.
Fue hallada en una cuneta, a tiro de piedra de su casa.
. Al filo de la medianoche, una de sus amigas la acompañó desde la discoteca hasta las cercanías de su casa, a unos 500 metros de la calle de Carmen Conde, en las afueras del pueblo.
Entonces se trataba de una zona poco transitada y mal urbanizada.
Fue la última persona conocida que la vio con vida.
La autopsia de Eva Blanco permitió descubrir que la joven había sido violada antes de ser asesinada. Los restos de semen permitieron tener un perfil genético del autor del crimen.
De hecho, la Guardia Civil y la Fiscalía plantearon hacer un análisis masivo de ADN a más de 2.000 varones residentes en la localidad.
La noche de su muerte Eva salió a la discoteca tras jugar al tenis durante toda la tarde.
A las 23.30 decidió regresar.
Desanimada porque había roto con su novio -de quien la Guardia Civil, tras interrogarle, no albergaba sospechas-, volvió a su domicilio, antes que el resto de sus compañeras
. Para volver a su casa utilizó un atajo
. Una amiga la acompañó. Un kilómetro antes de llegar a la vivienda, se separaron
. Luego, como en otras ocasiones, Eva siguió sola y atravesó un descampado.
Allí se perdió su pista.
Eran las 23. 45 horas. La familia de Eva Blanco se empezó a preocupar a la una y media de la madrugada.
La joven siempre era muy puntual y esa noche había quedado en volver a las doce.
A raíz del hallazgo del cuerpo de la joven se inició una investigación por el Grupo de Homicidios de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
La operación recibió el nombre de Operación Pandilla.
Las investigaciones llevadas a cabo en el marco de esta operación, que se ha prolongado durante los últimos 18 años, se centraron inicialmente en los círculos más cercanos de la víctima, como amigos, familiares y conocidos, si bien los resultados que se fueron obteniendo fueron infructuosos.
Durante estos 18 años se ha solicitado colaboración ciudadana y de los medios de comunicación en varias ocasiones y un gran número de personas anónimas han contactado con la Guardia Civil, facilitando diferentes datos.
Incluso se organizaron manifestaciones que lograron mantener activa la investigación.
Tenía 17 años. Este jueves, 18 años después, la policía francesa ha detenido a su presunto asesino en la localidad de Pierrefontaine Les Varans.
Se trata de A. C. G., un ciudadano español de origen marroquí afincado en la esa población y que había abandonado España en 1999.
Eva era estudiante de primero de BUP y la noche de su muerte volvía de una discoteca de su pueblo, la localidad madrileña de Algete (17.000 habitantes), adonde había ido a con sus amigas.
Fue hallada en una cuneta, a tiro de piedra de su casa.
Durante estos 18 años, la Guardia Civil
ha seguido más de 100 líneas de investigación, lo que ha permitido
mantener activa la pesquisa.
La línea que finalmente resultó definitiva
fue la que se abrió gracias a los trabajos en genética sobre estudios de
ADN efectuados por el Instituto de Ciencias Forenses de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela y del Servicio de
Criminalística de la Guardia Civil.
Así se pudo centrar el caso en un
entorno de personas muy concreto hasta llegar a la detención, que se ha
efectuado este jueves a las 14.30.
El arrestado, cuyas iniciales son A.
C. G. nació 1 de marzo de 1963 en Taza (Marruecos).
El cuerpo de Eva Blanco Puig fue hallado con una veintena de
puñaladas en la espalda en una cuneta, en un paraje denominado Las
Pesqueras, junto a una rotonda de la carretera M-100. Al filo de la medianoche, una de sus amigas la acompañó desde la discoteca hasta las cercanías de su casa, a unos 500 metros de la calle de Carmen Conde, en las afueras del pueblo.
Entonces se trataba de una zona poco transitada y mal urbanizada.
Fue la última persona conocida que la vio con vida.
La autopsia de Eva Blanco permitió descubrir que la joven había sido violada antes de ser asesinada. Los restos de semen permitieron tener un perfil genético del autor del crimen.
De hecho, la Guardia Civil y la Fiscalía plantearon hacer un análisis masivo de ADN a más de 2.000 varones residentes en la localidad.
La noche de su muerte Eva salió a la discoteca tras jugar al tenis durante toda la tarde.
A las 23.30 decidió regresar.
Desanimada porque había roto con su novio -de quien la Guardia Civil, tras interrogarle, no albergaba sospechas-, volvió a su domicilio, antes que el resto de sus compañeras
. Para volver a su casa utilizó un atajo
. Una amiga la acompañó. Un kilómetro antes de llegar a la vivienda, se separaron
. Luego, como en otras ocasiones, Eva siguió sola y atravesó un descampado.
Allí se perdió su pista.
Eran las 23. 45 horas. La familia de Eva Blanco se empezó a preocupar a la una y media de la madrugada.
La joven siempre era muy puntual y esa noche había quedado en volver a las doce.
A raíz del hallazgo del cuerpo de la joven se inició una investigación por el Grupo de Homicidios de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
La operación recibió el nombre de Operación Pandilla.
Las investigaciones llevadas a cabo en el marco de esta operación, que se ha prolongado durante los últimos 18 años, se centraron inicialmente en los círculos más cercanos de la víctima, como amigos, familiares y conocidos, si bien los resultados que se fueron obteniendo fueron infructuosos.
Durante estos 18 años se ha solicitado colaboración ciudadana y de los medios de comunicación en varias ocasiones y un gran número de personas anónimas han contactado con la Guardia Civil, facilitando diferentes datos.
Incluso se organizaron manifestaciones que lograron mantener activa la investigación.
La línea que finalmente ha resultado
definitiva centró la investigación en un entorno de personas muy
concreto y, tras múltiples y laboriosas gestiones, permitió centrarse en
el presunto autor.
Se desarrolló entonces una investigación conjunta
con la Gendarmería Nacional francesa, cuyo apoyo ha resultado
trascendental, y se logró localizar al detenido en Francia.
Tras evaluar todos los pormenores, a
partir de una Orden Europea de Detención y Entrega emitida por el
Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz y ejecutada por la
Cour d´Appel de Besançon, en un dispositivo donde también han estado
presentes los investigadores de la Guardia Civil, se ha procedido a las
14.30 horas de hoy a la detención de A. C. G.
A partir de este momento, se han establecido los protocolos oportunos
para trasladar al detenido a España, para continuar la investigación.