28 sept 2015
Lecciones con Anna Wintour: “Hoy la moda es más democrática”.......................................... Leticia García
La editora de 'Vogue' imparte una clase magistral ante alumnos de Diseño en Madrid.
Ni periodistas ni apenas fotógrafos. Anna Wintour
ha aterrizado en Madrid este lunes para reunirse con una audiencia que
poco tiene que ver con el entorno de celebridades y editores estrella
que normalmente rodea a la todopoderosa editora de Vogue.
Los estudiantes de Diseño y Periodismo de moda han conformado el grueso del privilegiado público que ha podido escucharla esta mañana en el Museo del Traje de Madrid. Junto a este puñado de alumnos aventajados se encontraba el plantel de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) casi al completo.
Modesto Lomba, Juan Vidal o Agatha Ruiz de la Prada, entre muchos otros diseñadores patrios, se acomodaban en las primeras filas para escuchar lo que la directora de la edición de Vogue más influyente tenía que decir (y, sobre todo, aconsejar) a los modistos españoles.
Silencio sepulcral a su llegada al auditorio. Wintour impone ese aura rigurosa hasta en las distancias medias
. Hasta el punto de que estaban prohibidas las fotos, y la audiencia, acostumbrada a alzar el móvil a la mínima en este tipo de eventos (y no suele haber restricciones que valgan), ha respetado la decisión. "Soy decidida, muy decidida. Incluso cuando no sé realmente lo que estoy pensando, decido", ha comentado sin sorprender a la audiencia en su charla de una hora con el famoso decorador Michael S. Smith, marido del embajador de Estados Unidos (ambos han sido los responsables de que esta dama de hierro de la moda haya decido por fin acercarse a España).
Conocida por su perfeccionismo, el encuentro ha transcurrido como cabía esperar, en una coreografía perfecta en la que Wintour, ataviada con ese uniforme tan suyo que le hace estar por encima de los propios vaivenes de la moda, ha dicho justo lo que tenía que decir, ha exhibido la dosis exacta de cercanía y, como siempre, ha dejado entrever su personaje y ha cerrado a cal y canto las ventanas a su persona.
“Es un buen momento para trabajar en moda porque con Internet es más
fácil hacerse famoso.
Pero la Red tiene una doble cara: es más difícil mantenerse”, ha comentado ante una audiencia expectante.
A la pregunta (reiterada) sobre qué tiene que tener un diseñador para triunfar, ella ha salpicado su charla con tres nombres clave: Galliano y Alexander Wang, dos de sus grandes protegidos, porque, salvando sus (enormes) distinciones estéticas, para ella “no se han dejado influir por ningún estilo y se sabía desde el principio qué querían hacer”.
Y Ralph Lauren. “Me consta que vende mucho en España.
Nunca ha intentado ser el más famoso.
Todos sabemos de qué va su diseño y esa es su baza
. Cuando te empeñas en ser el más famoso una temporada, puede que la siguiente seas el que menos atención recibe”.
Sí, por mucho que en ella gobierne la corrección política, Wintour no sería Wintour sin salpicar su discurso con frases lapidarias.
Otra: “No hay que seguir las tendencias porque hoy no existen.
Solo cabe ser distinto”.
Y si hace un par de años recomendó a los alumnos de la escuela Saint Martins que dejaran de hacer desfiles, a los españoles les aconseja estar al día de las últimas tecnologías y “viajar, trabajar para otros.
Aprender el oficio lleva mínimo 10 años”.
Pero, sobre todo, “unirse.
Ya se ha acabado la época de la rivalidad ente los diseñadores.
Si Wang o Proenza Schouler hoy son marcas de éxito es porque decidimos crear acciones como los premios CFDA y varias iniciativas similares.
Las lanzamos tras el 11-S, cuando muchas marcas pequeñas tuvieron que cancelar sus desfiles y perdieron lo invertido”.
Pero, según ella, hay algo más que aprender de Estados Unidos.
“En Europa hay mucha creatividad, pero nosotros siempre miramos a la vertiente empresarial
. A la mujer que se viste todos los días”.
Por eso, quizá, ellos explotan el imaginario español y nosotros esperamos nuestra oportunidad.
“En la pasada semana de la moda de Nueva York
, España ha estado muy presente en los estampados o el uso del color”, opina.
¿Cómo se siente tras más de dos décadas ostentando un cargo, el de editora, que parece estar metamorfoseándose?
“Hoy la moda es más democrática que nunca, basta ver series como Empire o Juegos de Tronos, pero eso no significa que todo ahora circule en Internet.
El papel no va a morir
. Lleva otro ritmo. Nosotros tardamos seis meses en hacer algunos temas de la revista.
Lo concibo como el que hace una película o un vídeo. Es otra forma de informarse”.
Parece, entonces, que le queda cuerda para rato.
“Mi exmarido trabaja codo con codo con una fundación latinoamericana que ayuda a jóvenes con problemas de depresión derivados de la falta de recursos
. Yo colaboro activamente en causas como la lucha contra el sida”.
Ha sido una de las pocas veces en las que la editora de Vogue USA menciona a su expareja
, David Shaffer, profesor de Psicología infantil en Columbia y padre de sus dos hijos. Wintour no estaba hablando de diseñadores o desfiles, sino de su otra gran pasión, la política.
“La moda tiene potencial para ayudar a <CJ4>cambiar el mundo”, comentó.
Desde que Hilary Clinton anunciara su candidatura a la presidencia de EE UU, Wintour ha utilizado cualquier oportunidad mediática para apoyar su campaña.
Durante la semana de la moda de París, que acaba de comenzar, la editora organizará una cena junto a Huma Abedin, la mítica ayudante de Clinton: el motivo, captar inversores europeos.
No es la primera vez que Wintour apoya al partido demócrata.
Conocida es su estrecha relación con la actual primera dama, Michelle Obama, que apareció en la portada de Vogue e inauguró el pabellón del Met de Nueva York dedicado a la moda y que lleva por nombre Anna Wintour Costume Institute. Vogue se volcó en las dos campañas de Barack Obama, en 2008 y 2012.
Cuando el presidente publicó en 2012 su lista de benefactores aparecía Wintour con una donación de medio millón de dólares
. Antes, organizó cenas para recaudar fondos
. Hasta creó el evento Runway to win, en el que prestigiosos diseñadores de EE UU mostraron su apoyo al actual mandatario con varios diseños creados para la ocasión.
Los estudiantes de Diseño y Periodismo de moda han conformado el grueso del privilegiado público que ha podido escucharla esta mañana en el Museo del Traje de Madrid. Junto a este puñado de alumnos aventajados se encontraba el plantel de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) casi al completo.
Modesto Lomba, Juan Vidal o Agatha Ruiz de la Prada, entre muchos otros diseñadores patrios, se acomodaban en las primeras filas para escuchar lo que la directora de la edición de Vogue más influyente tenía que decir (y, sobre todo, aconsejar) a los modistos españoles.
Silencio sepulcral a su llegada al auditorio. Wintour impone ese aura rigurosa hasta en las distancias medias
. Hasta el punto de que estaban prohibidas las fotos, y la audiencia, acostumbrada a alzar el móvil a la mínima en este tipo de eventos (y no suele haber restricciones que valgan), ha respetado la decisión. "Soy decidida, muy decidida. Incluso cuando no sé realmente lo que estoy pensando, decido", ha comentado sin sorprender a la audiencia en su charla de una hora con el famoso decorador Michael S. Smith, marido del embajador de Estados Unidos (ambos han sido los responsables de que esta dama de hierro de la moda haya decido por fin acercarse a España).
Conocida por su perfeccionismo, el encuentro ha transcurrido como cabía esperar, en una coreografía perfecta en la que Wintour, ataviada con ese uniforme tan suyo que le hace estar por encima de los propios vaivenes de la moda, ha dicho justo lo que tenía que decir, ha exhibido la dosis exacta de cercanía y, como siempre, ha dejado entrever su personaje y ha cerrado a cal y canto las ventanas a su persona.
Cuando te empeñas en ser el más famoso una temporada, puede que la siguiente seas el que menos atención recibe”
Pero la Red tiene una doble cara: es más difícil mantenerse”, ha comentado ante una audiencia expectante.
A la pregunta (reiterada) sobre qué tiene que tener un diseñador para triunfar, ella ha salpicado su charla con tres nombres clave: Galliano y Alexander Wang, dos de sus grandes protegidos, porque, salvando sus (enormes) distinciones estéticas, para ella “no se han dejado influir por ningún estilo y se sabía desde el principio qué querían hacer”.
Y Ralph Lauren. “Me consta que vende mucho en España.
Nunca ha intentado ser el más famoso.
Todos sabemos de qué va su diseño y esa es su baza
. Cuando te empeñas en ser el más famoso una temporada, puede que la siguiente seas el que menos atención recibe”.
Sí, por mucho que en ella gobierne la corrección política, Wintour no sería Wintour sin salpicar su discurso con frases lapidarias.
Otra: “No hay que seguir las tendencias porque hoy no existen.
Solo cabe ser distinto”.
Y si hace un par de años recomendó a los alumnos de la escuela Saint Martins que dejaran de hacer desfiles, a los españoles les aconseja estar al día de las últimas tecnologías y “viajar, trabajar para otros.
Aprender el oficio lleva mínimo 10 años”.
Pero, sobre todo, “unirse.
Ya se ha acabado la época de la rivalidad ente los diseñadores.
Si Wang o Proenza Schouler hoy son marcas de éxito es porque decidimos crear acciones como los premios CFDA y varias iniciativas similares.
Las lanzamos tras el 11-S, cuando muchas marcas pequeñas tuvieron que cancelar sus desfiles y perdieron lo invertido”.
Pero, según ella, hay algo más que aprender de Estados Unidos.
“En Europa hay mucha creatividad, pero nosotros siempre miramos a la vertiente empresarial
. A la mujer que se viste todos los días”.
Por eso, quizá, ellos explotan el imaginario español y nosotros esperamos nuestra oportunidad.
“En la pasada semana de la moda de Nueva York
, España ha estado muy presente en los estampados o el uso del color”, opina.
¿Cómo se siente tras más de dos décadas ostentando un cargo, el de editora, que parece estar metamorfoseándose?
“Hoy la moda es más democrática que nunca, basta ver series como Empire o Juegos de Tronos, pero eso no significa que todo ahora circule en Internet.
El papel no va a morir
. Lleva otro ritmo. Nosotros tardamos seis meses en hacer algunos temas de la revista.
Lo concibo como el que hace una película o un vídeo. Es otra forma de informarse”.
Parece, entonces, que le queda cuerda para rato.
Una influencia más allá de la pasarela
La única concesión a lo personal que Wintour se permitió ayer tuvo que ver con los problemas sociales.“Mi exmarido trabaja codo con codo con una fundación latinoamericana que ayuda a jóvenes con problemas de depresión derivados de la falta de recursos
. Yo colaboro activamente en causas como la lucha contra el sida”.
Ha sido una de las pocas veces en las que la editora de Vogue USA menciona a su expareja
, David Shaffer, profesor de Psicología infantil en Columbia y padre de sus dos hijos. Wintour no estaba hablando de diseñadores o desfiles, sino de su otra gran pasión, la política.
“La moda tiene potencial para ayudar a <CJ4>cambiar el mundo”, comentó.
Desde que Hilary Clinton anunciara su candidatura a la presidencia de EE UU, Wintour ha utilizado cualquier oportunidad mediática para apoyar su campaña.
Durante la semana de la moda de París, que acaba de comenzar, la editora organizará una cena junto a Huma Abedin, la mítica ayudante de Clinton: el motivo, captar inversores europeos.
No es la primera vez que Wintour apoya al partido demócrata.
Conocida es su estrecha relación con la actual primera dama, Michelle Obama, que apareció en la portada de Vogue e inauguró el pabellón del Met de Nueva York dedicado a la moda y que lleva por nombre Anna Wintour Costume Institute. Vogue se volcó en las dos campañas de Barack Obama, en 2008 y 2012.
Cuando el presidente publicó en 2012 su lista de benefactores aparecía Wintour con una donación de medio millón de dólares
. Antes, organizó cenas para recaudar fondos
. Hasta creó el evento Runway to win, en el que prestigiosos diseñadores de EE UU mostraron su apoyo al actual mandatario con varios diseños creados para la ocasión.
Justicia para la niña Asunta, dos años después de su muerte
Mañana empieza en Santiago uno de los juicios más mediáticos, con 100 informadores acreditados, 134 testigos y peritos y dos únicos acusados, los padres de la pequeña.
La
conocida como Sala de Bodas de los juzgados de Compostela, el mismo
espacio que acogió hace pocos meses el también mediático proceso contra
el ladrón del Códice Calixtino, está ya lista y a punto para servir de escenario, entre mañana y los últimos días de octubre, al juicio por la muerte de Asunta Basterra Porto,
la niña de 12 años que apareció muerta cerca de Santiago en la
madrugada del 22 de septiembre de 2013.
Hay dos únicos acusados: el
padre, el periodista Alfonso Basterra; y la madre, la abogada Rosario Porto
.
El juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, los identificó desde el
principio con los hechos que reveló la autopsia del cuerpo de la menor,
que inmediatamente fue incinerado.
La cría había muerto
por asfixia mecánica con algún objeto blando después de haberle sido
suministrada una fuerte dosis de lorazepam para anular su voluntad y su
capacidad de lucha.
La
expectación es máxima
. Están acreditados un centenar de informadores,
entre ellos también medios extranjeros, para seguir durante todas estas
jornadas las declaraciones de los acusados (previsiblemente, entre el
jueves y el viernes de esta semana), y los testimonios de 80 testigos y
más de 50 peritos, entre ellos los propios agentes del equipo la Guardia
Civil en los que se apoyó el magistrado para desentrañar el caso.
El juicio
arranca con la constitución del jurado, la elección a puerta cerrada
entre unos 25 nombres de personas de la provincia preseleccionados por
sorteo.
Los padres de Asunta, encarcelados desde su detención a los
pocos días de la muerte, en la prisión coruñesa de Teixeiro, han elegido
no asistir a este trámite inicial.
Cada parte personada podrá recusar a
dos miembros del jurado (en total cuatro: dos por parte de la abogada y
el abogado del padre y la madre, y otros dos por la acusación popular,
ejercida por la Asociación Clara Campoamor).
Si se alcanza la cifra
máxima y hay cuatro recusados, entre las personas que queden, se
elegirán 11 por sorteo, nueve titulares y dos suplentes.
La sala donde
se celebrará el juicio ha sido reformada para dar cabida a estos jurados,
que en principio, si no surgen inconvenientes, tendrían que quedar
fijados al término de la sesión
. Una vez constituido el jurado, el día
siguiente se dedicará a las alegaciones previas y la proposición de
pruebas, y tras ello llegará la declaración de los acusados, que siempre
negaron haber matado a su hija.
La acusación popular pide 20 años de cárcel por un delito de asesinato,
dos más que la fiscalía.
Las defensas, en cambio, reclaman la libre
absolución y apuntan a la existencia de una tercera vía (y por tanto una
tercera persona, en libertad) que el juez no exploró debidamente.
Desde
el principio, el caso Asunta, la niña adoptada en China por un
matrimonio socialmente acomodado de Santiago y supuestamente muerta una
década después por estos padres adoptivos, hizo correr ríos de tinta
(publicaciones periódicas e incluso libros) y dio materia para infinidad
de programas televisivos.
La investigación sacó a la luz abundantes aspectos sórdidos
de la vida familiar; secretos, problemas, y extraños hábitos de los
cónyuges; y la triste historia de una estudiante aplicada e hija
ejemplar cuyo riesgo de muerte nadie supo adivinar.
Los últimos
episodios delirantes los protagonizó la madre, cuando trascendió un
supuesto intento de suicidio en prisión y cuando, hace una semana, pagó
una esquela en memoria de su hija en varios medios de comunicación
gallegos.
La
instrucción acumula numerosos indicios contra Basterra y Porto (el
lorazepam, las contradicciones en los interrogatorios, las grabaciones
de cámaras urbanas, las cuerdas con las que apareció atado el cadáver,
iguales a otras halladas en el chalé familiar), pero ninguna prueba
irrefutable.
Ahora, el jurado tiene la palabra.
Las 5 playas más largas de España
Nos
gustan las playas y más en verano.
Pasear por la orilla del mar, relajarnos tomando el sol o jugar con las olas son algunas de las aficiones veraniegas que esperamos con más ansia a lo largo del año. A la hora de elegir una playa, si os gusta dar largas caminatas, el tamaño sí que importa.
Por eso esta semana os traigo una lista de las playas más largas de España, para que no tengáis problemas en plantar la toalla.
Doñana, Almonte (Huelva): 28 kilómetros
Doñana es una de nuestras mayores joyas naturales. Y allí también encontramos la playa más larga de España. Una playa virgen, salvaje, natural, bella… y con 28 kilómetros de longitud, ahí es nada…
Pasear por la orilla del mar, relajarnos tomando el sol o jugar con las olas son algunas de las aficiones veraniegas que esperamos con más ansia a lo largo del año. A la hora de elegir una playa, si os gusta dar largas caminatas, el tamaño sí que importa.
Por eso esta semana os traigo una lista de las playas más largas de España, para que no tengáis problemas en plantar la toalla.
Doñana, Almonte (Huelva): 28 kilómetros
Doñana es una de nuestras mayores joyas naturales. Y allí también encontramos la playa más larga de España. Una playa virgen, salvaje, natural, bella… y con 28 kilómetros de longitud, ahí es nada…
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