Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

22 sept 2015

Elizabeth Taylor. 1932 - 2011

Un amor horroroso, sí, pero un amor verdadero.

Liz y Richard, qué más da lo que pase... Él se casó cinco veces, tuvo tres hijos, confesó que no estaba muy seguro de ser homosexual o heterosexual o bisexual o qué diablos, bebió como un cosaco, se saltó el funeral de su padre por puro rencor, tuvo un accidente donde su hermano quedó inválido para toda la vida, le echó los tejos a todas las actrices que compartieron escenario con él (puede que a algunos actores, también), escribió que Churchill estaba loco, se proclamó comunista y, pese a esto último, murió en Suiza como un señor.
Y ella... ella es Liz Taylor, no hay mucho más que decir.
El amor de la Taylor y Richard Burton es, probablemente, el más ruidoso, turbulento, autodestructivo y delirante de la historia de Hollywood.
Tuvo su reflejo en una película de aúpa, '¿Quién teme a Virginia Wolf?' (otra de amores horrorosos con la pareja en los papeles protagonistas) y, ahora, un corolario no del todo digno pero, ay, de lo más jugoso: el epistolario amoroso de Richard Burton y Liz Taylor va a salir a la luz.
Decisión de Taylor que publicara los testimonios de su relación en el libro 'Furious Love: Elizabeth Taylor, Richard Burton, and the marriage of the century' ('El amor y la furia. La verdadera historia de amor de Elizabeth Taylor y Richard Burton'), que ha publicado en España la editorial Lumen y adelantó en su día la versión estadounidense de 'Vanity Fair'.
«Tú eres probablemente la mejor actriz del mundo, lo que junto a tu extraordinaria belleza te hace única», escribió Burton en su día, enamorado. Sin embargo, para Taylor había una carta que no tenía precio
. La despedida que Richard le envió y que escribió poco antes de su muerte, en 1984, desde Suiza. Es la carta que guardaba al lado de su cama.

La pareja comenzó su romance en Roma en 1962 durante el rodaje de 'Cleopatra'.
 Como los dos ya estaban casados cuando se conocieron, hasta el Vaticano criticó la relación.
Hubo divorcios y boda en Montreal, convivencia, desencanto, broncas monumentales, borracheras espantosas y otro divorcio.

 Y otra boda, en Botswana. El primer matrimonio entre Taylor y Burton duró casi 10 años, entre 1964 y 1974. 16 meses después del divorcio, Burton y Taylor se volvieron a casar en 1975, aunque en esa ocasión la pareja sólo duró hasta julio del año siguiente.

 

Richard Burton, el actor devorado por su visceralidad murió hace 25 años

Sus siete nominaciones al Oscar -que nunca ganó- lo hicieron tan conocido como sus dos matrimonios con Elizabeth Taylor, pero sus viciosos últimos años terminaron por apagar su vida en 1984.

Richard Burton tuvo siete nominaciones al Oscar, pero nunca pudo llevarse el premio.
Foto: Archivo El Mercurio
r
SANTIAGO.- Lo tenía todo: belleza, talento, fama y a la mujer más bella del mundo, pero el actor galés Richard Burton, protagonista de "Equus" o "La noche de la iguana" ("The Night of the Iguana"), ocultó su vida de excesos, tormentos, alcohol y frustración hasta completar un mito de cuya desaparición se cumplen mañana 25 años.

Un derrame cerebral cerró el 5 de agosto de 1984 en Suiza la vida de Richard Jenkins, más conocido como Richard Burton, un actor sobrepasado por su visceralidad: la que canalizaba para sus mejores creaciones en la pantalla y en la escena, pero también la que dominó su vida personal hasta convertirlo en carnaza para la crónica social.

Richard Burton luchó toda su vida con el desprecio hacia su propia vocación:
 "Es bastante ridículo para una persona de 45 o 50 años tener que aprenderse palabras escritas por otra gente, la mayoría de ellas malas, con tal de ganar unos dólares", diría.

Sin embargo, nunca pudo dejar de hacer lo que mejor sabía.
 Ofrecer interpretaciones memorables en un buen puñado de grandes películas, hasta el punto de optar siete veces al Oscar, un premio que nunca ganó.

Nacido en Gales en 1925, pertenecía a la elite absoluta de la interpretación británica, compartiendo honores con Peter O'Toole, Laurence Olivier y John Gielgud.
 Fue nombrado "el mejor 'Hamlet' de su generación" y deslumbró en el teatro recorriendo todo el repertorio shakespeariano con su apabullante control vocal, que le hizo asimismo válido para musicales como "Camelot".

Como tantos actores de su nacionalidad, las tablas fueron su pasión y el cine de Hollywood (adonde se trasladó en 1952) su pasaporte a la posteridad.

Desde sus primeras apariciones destacables en la gran pantalla en "My Cousin Rachel" o "El manto sagrado" ("The Robe"), a su interpretación crepuscular en la adaptación cinematográfica de "1984", Burton dio vida y genio a personajes como Richard Wagner, Winston Churchill, Enrique VIII o Alejandro Magno.

"Lo malo es que todo el mundo quiere que interprete a un príncipe o un rey... siempre estoy llevando vestidos largos, faldas o algo extraño
. Yo no quiero eso, no me gusta.
 Odio tener que me maquillen, que me atusen el pelo cada mañana, odio las medias y las botas. Odio todo", protestaba.

Otras películas como "Equus", "El espía que surgió del frío" ("The Spy Who Came in From the Cold") o "La noched de la iguana", en la que interpretó a un sacerdote muy vulnerable a las pasiones y al alcohol -como él mismo-, demostraron que sus posibilidades iban mucho más allá del cine de época.

"Un actor es menos que un hombre pero una actriz es más que una mujer"
. Bajo esa perspectiva, es relativamente coherente que su vida acabara fagocitada, pese a todo su talento, por los dos matrimonios que le unieron a Elizabeth Taylor (en 1964 y en 1975), la mujer por la que suspiró y contra la que despotricó.

En plenos años sesenta, mientras el sistema de estudios se desmoronaba -gracias también a la ruina causada por la película que les unió, "Cleopatra" (1963)- ellos rompieron también con la imagen cándida del estrellato: sus impúdicas discusiones y sus apasionadas reconciliaciones bajaron a lo terrenal el cándido olimpo amoroso de Hollywood.

"Podría huir de ella durante mil años y seguiría siendo mi pequeña.
 Nuestro amor es tan furioso que nos desgastamos el uno al otro", diría de su relación con Taylor, con la que protagonizó títulos fundamentales para la carrera de ambos como "Castillos de arena" ("The Sandpiper") o, sobre todo, 
"Quién le teme a Virginia Woolf" ("Who's Afraid Virginia Woolf?").

Pero fruto de tan intrincada relación personal, la afición de Burton por el alcohol empezó a dispararse.
 Según sus biógrafos, antes de conocer a la actriz de los ojos violeta su bebida favorita era la cerveza. Después, sería el vodka.

Séptimo hijo de un minero, venía ya educado para esa masculinidad tan mal entendida. "Mi padre consideraba que alguien que fuera a la iglesia y no bebiera alcohol era intolerable. Yo crecí con esa creencia", asumía el propio Burton.

Con los años, con unos kilos de más y mucho más litros de alcohol en la sangre, llegaría a decirle a un periodista
: "Puedes ser todo lo despiadado que quieras conmigo. Sólo estarás haciéndome justicia".

 

Richard Burton a Elizabeth Taylor: "Si me dejas, tendré que matarme"............................... CECILIA HERTRAMPF

La legendaria actriz publica las inéditas y desesperadas cartas de amor que recibió del actor durante uno de los romances más grandiosos de Hollywood.

Ambos estaban casados con terceros cuando se conocieron durante el rodaje de Cleopatra, pero la pasión que surgió entre Elizabeth Taylor y Richard Burton hizo que ni eso ni nada les impidiera intentar una vida juntos.
 La historia de sus encuentros y desencuentros durante los años que los convirtieron en la pareja más glamorosa de Hollywood es ampliamente conocida, pero la actriz de 78 años ha querido entrar en detalles, publicando las cartas de amor que su entonces amante y después marido y ex le envió en esa época.
"Si me dejas, tendré que matarme. No hay vida sin ti", escribió el actor en una de ellas.
Una de las tantas que Elizabeth Taylor ha entregado a los escritores Sam Kashner y Nancy Schoenberger para que las convirtieran en el libro Furious love: Elizabeth Taylor, Richard Burton and the marriage of the century, cuya última versión, que será publicada el 15 de junio por Harper Collins, no solo contiene confesiones románticas, sino también íntimas del actor.

En una de sus cartas, el galés confesaba que creía que la actuación era algo "afeminado y ridículo" para un "verdadero hombre" y admitía su deseo de haber escogido la vida de escritor.
Pero en todas ellas alababa el talento de su amada, a quien se refiere como "probablemente la mejor actriz del mundo", de una "belleza única y extraordinaria".
 A su lado, escribió Burton, Greta Garbo y Sarah Bernhardt le "hacen reír".
Taylor y Burton comenzaron un tórrido romance en 1961 en Roma, mientras rodaban la célebre película Cleopatra.
 Ambos dejaron a sus parejas y se casaron en 1964, para divorciarse en 1974
. Al año siguiente volvieron a contraer matrimonio, pero esa unión duraría poco menos de un año.
"Otra oportunidad"
La actriz también ha revelado que recibió una carta final, enviada tres días antes de la súbita muerte de Richard Burton a causa de una hemorragia cerebral el 5 de agosto de 1984.
 Aquel escrito esperaba a Elizabeth Taylor en su casa de Los Ángeles cuando regresó del funeral de su ex marido en Suiza, y, según confiesa la actriz, aún está guardada en su mesilla
. En ella, la única que Taylor no entregó a los autores,
 Burton le pide una nueva oportunidad, admitiendo que era mucho más feliz cuando vivía con ella y que quiere "volver a casa".
Así lo ha relatado la actriz a la edición estadounidense de Vanity Fair, que publicará extractos de las epístolas en su próximo número, y en donde Taylor reconoce que Burton fue el amor de su vida. "Richard era magnífico en todo el sentido de la palabra.
Y en todo lo que hacía. Desde los primeros momentos en Roma estuvimos siempre loca y poderosamente enamorados.
 Tuvimos tiempo, pero no el suficiente".


Elizabeth Taylor y Richard Burton mientras eran marido y mujer / GTRES

 

Absueltos la abuela, el padre y la tía de la Reina por insolvencia punible

Los familiares alegaron que habían pedido una hipoteca para pagar una deuda y no con la intención de evitar que la acreedora y denunciante pudiera embargar sus bienes.

 

El padre, la abuela y la tía de la reina Letizia.

El Juzgado de lo Penal Número 2 de Oviedo ha resuelto absolver al padre, la tía y la abuela de la Reina de la acusación por un delito de insolvencia punible, según ha informado este martes el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
 En el juicio celebrado el pasado 11 de septiembre, Jesús Ortiz, Henar Ortiz y María del Carmen Álvarez, padre, tía y abuela de doña Letizia, rechazaron la acusación por alzamiento de bienes.
Los familiares alegaron que habían solicitado una hipoteca inversa para pagar una deuda familiar de 135.000 euros con una entidad bancaria.
 Y explicaron que su intención no era, tal como exponía la denunciante, evitar el embargo de sus bienes para cubrir esa otra deuda, con Sandra Ruiz, que les reclamaba el pago de 20.000 euros.

más información

La querella se produjo como consecuencia de las relaciones comerciales entre Sandra Ruiz, la mercantil Henar Ortiz Decoración S.L. y Henarmonía S.C., de la que era administradora Henar Ortiz. Sandra Ruiz reclamaba a Henar Ortiz el pago de más de 20.000 euros, una deuda contraída por la tía de doña Letizia cuando esta regentaba una tienda de regalos en Cangas de Onís.
Tras la denuncia, la fiscalía determinó que Henar Ortiz, pero además su madre y su hermano, podrían haber incurrido en ocultamiento de bienes para no afrontar la deuda contraída por la tía de la Reina.
Con la hipoteca inversa, la abuela de la Reina recibió 239.000 euros; de estos, 135.000 fueron destinados para saldar la deuda con el banco y 65.000, para el pago de intereses.
 Con los 38.000 euros restantes, la propietaria de la vivienda en Sardéu (Ribadesella) realizó obras de reforma.
La demandante aseguró durante la vista que no había recibido ningún pago de la deuda por parte de la sociedad Henar Ortiz Decoración S.L., cuyos administradores eran Henar Ortiz y su hermano Jesús, hasta que puso la denuncia en fiscalía.
Según la versión de Sandra Ruiz, nunca tuvieron intención de pagarle
. Sin embargo, el padre de la Reina ha manifestado la deuda sí fue saldada antes de la denuncia.
El juzgado de Oviedo ahora ha dado la razón a los acusados, al alegar que el dinero que no se dio a la acreedora fue empleado en el pago de otras deudas realmente existentes.
 "El pago en parte de las deudas, otorgando preferencia a unos sobre otros, impide apreciar el ánimo defraudatorio general, que es el que da vida al tipo penal estudiado", señala la sentencia, contra la que cabe un recurso de apelación.
La acusación particular pedía para cada uno de los demandados 2 años y 6 meses de prisión, y una multa de 10 euros diarios durante 16 meses.
 Además, para Henar y Jesús Ortiz pedía la inhabilitación especial para el desempeño del cargo de administrador o apoderado en cualquier persona jurídica, así como para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.