Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa
han disfrutado este verano de unas magníficas vacaciones en un entorno
paradisíaco, un lugar en el que han podido descansar y pasar tiempo el
uno con el otro.
La revista ¡HOLA! les muestra en un reportaje exclusivo el increíble lugar al que viajó la pareja.
Para sus vacaciones más especiales eligieron el destino más exclusivo:
la isla de Mustique, refugio preferido de grandes fortunas, artistas y
miembros de la realeza.
La pareja pasó la mayor parte del tiempo en su
villa, trasladándose por los alrededores en un carrito de golf que
conducía el premio Nobel. Oporto, Bruselas y la Costa Azul han sido los
otros destinos que la pareja ha recorrido en su primer verano juntos.
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa disfrutaran a principios del mes
de junio de una cena, que confirmaba su relación -días antes se habían
publicado unas fotografías juntos en un almuerzo para dos en Madrid-. Isabel conoció al premio Nobel de Literatura en julio de 1986, cuando
le hizo una entrevista para la revista ¡HOLA!, y entablaron una buena
amistad.
Las circunstancias han propiciado que esa amistad se haya
tornado en una relación de pareja.
Los hijos de Isabel la ven feliz y están encantados de que su madre haya
recuperado la ilusión tras unos años muy duros
. “Adoro a mi madre y
todas las decisiones que tome, para mí, son buenas” declaró
recientemente Julio Iglesias Jr.
“Les veo encantados. Ha sido una madre
muy entregada, sobre todo estos últimos años y si Mario le hace feliz,
yo encantada” ha dicho Tamara Falcó.y Vargas Llosa ya no tiene quien le escriba.
26 ago 2015
Muere de cáncer a los 42 años una mujer símbolo de los atentados del 11-S
Marcy Borders fue una de las supervivientes del ataque terrorista a Nueva York en 2001
Marcy Borders, la mujer que protagonizó una de las imágenes más estremecedoras de los atentados del 11 de septiembre de 2001
contra las Torres Gemelas de Nueva York, ha fallecido el pasado lunes, a
los 42 años, de un cáncer de estómago, según ha comunicado su familia a
través de Facebook. Borders estaba convencida de que la causa de su
enfermedad fueron precisamente los agentes químicos del polvo que tragó
aquel día y que le llegó a cubrir todo el cuerpo, como se puede ver en
aquella famosa imagen que acompaña a estas líneas.
Borders, que entonces tenía 28 años, trabajaba en una de las oficinas del Bank of America en una de las Torres Gemelas
. Tras el ataque, completamente cubierta de cenizas tras el derrumbe de uno de los rascacielos, se había refugiado en un edificio cercano, donde el fotógrafo de la agencia AFP Stan Honda tomó la imagen de la “Dust Lady” (dama de polvo) que dio la vuelta al mundo.
Tras los atentados, Borders vivió el resto de su vida en un apartamento muy modesto en Nueva Jersey, no lejos de Manhattan, con graves secuelas psicológicas, informa la agencia AFP.
Con un miedo patológico a realizar casi cualquier actividad cotidiana, pasó muchos años enganchada a las drogas y perdió la custodia de sus dos hijos, informa el diario The Guardian.
Rehabilitada de su adicción desde 2011, Borders llevaba un año en tratamiento médico contra el cáncer.
“Ella no es solamente la ‘dama de polvo'; ella es mi heroína y vivirá para siempre a través de mí”, ha declarado su hija Noelle al diario New York Post.
Borders, que entonces tenía 28 años, trabajaba en una de las oficinas del Bank of America en una de las Torres Gemelas
. Tras el ataque, completamente cubierta de cenizas tras el derrumbe de uno de los rascacielos, se había refugiado en un edificio cercano, donde el fotógrafo de la agencia AFP Stan Honda tomó la imagen de la “Dust Lady” (dama de polvo) que dio la vuelta al mundo.
Tras los atentados, Borders vivió el resto de su vida en un apartamento muy modesto en Nueva Jersey, no lejos de Manhattan, con graves secuelas psicológicas, informa la agencia AFP.
Con un miedo patológico a realizar casi cualquier actividad cotidiana, pasó muchos años enganchada a las drogas y perdió la custodia de sus dos hijos, informa el diario The Guardian.
Rehabilitada de su adicción desde 2011, Borders llevaba un año en tratamiento médico contra el cáncer.
“Ella no es solamente la ‘dama de polvo'; ella es mi heroína y vivirá para siempre a través de mí”, ha declarado su hija Noelle al diario New York Post.
La Tragedia de Puerto Urraco
La Guardia Civil detiene a Emilio, uno de los hermanos Izquierdo
. Los dos hermanos habían asesinado en Puerto Hurraco (Badajoz) a nueve personas, la mayoría de ellas de la familia Cabanillas.
Luciana, a la izquierda, y Ángela Izquierdo, hermanas de los asesinos de Puerto Hurraco, lloran en un tren que les llevaba a Badajoz en la madrugada del 30 de agosto de 1990.
El juez involucró a ambas como posibles inductoras de los crímenes, pero dos años después fueron exculpadas al no encontrarse su implicación en los hechos.
Foto:Pérez
. Los dos hermanos habían asesinado en Puerto Hurraco (Badajoz) a nueve personas, la mayoría de ellas de la familia Cabanillas.
Luciana, a la izquierda, y Ángela Izquierdo, hermanas de los asesinos de Puerto Hurraco, lloran en un tren que les llevaba a Badajoz en la madrugada del 30 de agosto de 1990.
El juez involucró a ambas como posibles inductoras de los crímenes, pero dos años después fueron exculpadas al no encontrarse su implicación en los hechos.
Foto:Pérez
Emilio Izquierdo y su hermano Antonio, a la derecha, durante el
juicio al que se enfrentaron por la acusación de nueve asesinatos
consumados y seis frustrados. Ninguno de ellos mostró arrepentimiento en
el proceso.
Antonio Cabanillas, eterno rival de los Izquierdo, recoge aceitunas en compañía de su mujer
. El primer enfrentamiento entre las familias Izquierdo y Cabanillas se remonta a la década de los 60, cuando un hermano de Antonio, Amadeo Cabanillas, entró con el arado en una finca cuyos límites se disputaban ambas familias
. A eso se unió que Amadeo rechazó casarse con Luciana, una de las hermanas Izquierdo.
Foto:Manuel Escal
- Foto:Pérez Cabo
Antonio Cabanillas, eterno rival de los Izquierdo, recoge aceitunas en compañía de su mujer
. El primer enfrentamiento entre las familias Izquierdo y Cabanillas se remonta a la década de los 60, cuando un hermano de Antonio, Amadeo Cabanillas, entró con el arado en una finca cuyos límites se disputaban ambas familias
. A eso se unió que Amadeo rechazó casarse con Luciana, una de las hermanas Izquierdo.
Foto:Manuel Escal
María del Carmen Cabanillas (centro), hermana de una de las niñas
asesinadas, llora sobre su féretro en el entierro de las víctimas de la
matanza.
En la década de los 80, los Izquierdo mantuvieron constantes rencillas con la familia Cabanillas sobre los límites de sus tierras.
Años antes, Jerónimo Izquierdo mató a Amadeo Cabanillas
. Al volver de prisión por su crimen, apuñaló a Antonio Cabanillas, que sobrevivió, al que acusaba de ser el autor del incendio en el que murió la madre de los Izquierdo en 1984.
Aspecto de la calle Carrera en Puerto Hurraco (Badajoz), una aldea de 140 habitantes. Emilio y Antonio Izquierdo, autores de los disparos que causaron nueve muertos en agosto de 1990, fueron condenados a 684 años de cárcel.
En diciembre de 2006 moría en prisión uno de los hermanos, Emilio.
En abril de 2010, Antonio se quitó la vida en la cárcel de Badajoz.
Siguiente
Vecinos de Puerto Hurraco (Badajoz) llevan en andas al patrón, San Sebastián, por las calles del pueblo, el 20 de enero de 1994, cuatro años después de los crímenes.
Había vuelto la normalidad a esta pequeña aldea extremeña.
Los hermanos Izquierdo estaban en prisión y las hermanas, Ángela y Luciana, habían sido ingresadas en un psiquiátrico.
En la década de los 80, los Izquierdo mantuvieron constantes rencillas con la familia Cabanillas sobre los límites de sus tierras.
Años antes, Jerónimo Izquierdo mató a Amadeo Cabanillas
. Al volver de prisión por su crimen, apuñaló a Antonio Cabanillas, que sobrevivió, al que acusaba de ser el autor del incendio en el que murió la madre de los Izquierdo en 1984.
Aspecto de la calle Carrera en Puerto Hurraco (Badajoz), una aldea de 140 habitantes. Emilio y Antonio Izquierdo, autores de los disparos que causaron nueve muertos en agosto de 1990, fueron condenados a 684 años de cárcel.
En diciembre de 2006 moría en prisión uno de los hermanos, Emilio.
En abril de 2010, Antonio se quitó la vida en la cárcel de Badajoz.
Siguiente
Vecinos de Puerto Hurraco (Badajoz) llevan en andas al patrón, San Sebastián, por las calles del pueblo, el 20 de enero de 1994, cuatro años después de los crímenes.
Había vuelto la normalidad a esta pequeña aldea extremeña.
Los hermanos Izquierdo estaban en prisión y las hermanas, Ángela y Luciana, habían sido ingresadas en un psiquiátrico.
Vista de Puerto Hurraco, la aldea donde los hermanos Izquierdo
dispararon cartuchos de postas con sus escopetas repetidoras a un grupo
numeroso de vecinos que se encontraban en las calles del pueblo
. En el juicio los Izquierdo declararon que pensaban que habían asesinado a decenas de personas. Finalmente fueron nueve, la mayoría de su familia rival, los Cabanillas.
. En el juicio los Izquierdo declararon que pensaban que habían asesinado a decenas de personas. Finalmente fueron nueve, la mayoría de su familia rival, los Cabanillas.
- Foto:Miguel Gener
Un familiar de una de las víctimas de la matanza observa uno de los
coches afectados por los disparos.
Antonio Izquierdo aseguró ante el juez que si no les hubiesen detenido, habrían vuelto para continuar la sangría.
Pensaban disparar durante los entierros.
Para ello, habían subido a la sierra, lugar en el que fueron detenidos, con armas y una gran cantidad de munición.
Antonio Cabanillas, padre de las dos niñas asesinadas, vuelve a trabajar al día siguiente de la matanza de Puerto Hurraco.
Tras los asesinatos, los hermanos Izquierdo fueron recluidos en prisiones lejanas y, sus hermanas, en centros psiquátricos con el fin de evitar más sucesos trágicos
. Como ambas familias no dejaron descendencia directa, no hubo más episodios de venganzas.
Antonio Izquierdo aseguró ante el juez que si no les hubiesen detenido, habrían vuelto para continuar la sangría.
Pensaban disparar durante los entierros.
Para ello, habían subido a la sierra, lugar en el que fueron detenidos, con armas y una gran cantidad de munición.
- Foto:Pérez Cabo
Antonio Cabanillas, padre de las dos niñas asesinadas, vuelve a trabajar al día siguiente de la matanza de Puerto Hurraco.
Tras los asesinatos, los hermanos Izquierdo fueron recluidos en prisiones lejanas y, sus hermanas, en centros psiquátricos con el fin de evitar más sucesos trágicos
. Como ambas familias no dejaron descendencia directa, no hubo más episodios de venganzas.
25 ago 2015
Héroe de su tiempo.................................................................................... Ramón Jáuregui
Gestó una alianza de enorme recorrido político en Euskadi, de trascendencia histórica aquellos años, la clave en el inicio del fin de la violencia de ETA.
Resulta paradójico que, incluso en la hora de su muerte, le sigamos
llamando Txiki, como sin duda, le llamaron en su casa cuando nació.
Pero siempre fue Txiki para todos en el Partido y así se quedará.
Tengo cuarenta años de andanzas comunes para contarles
. Desde 1973 que le conocí en San Sebastián, un verano en el que él y Gregorio Peces Barba hacían esfuerzos (no hicieron falta muchos, esa es la verdad) para “captarme”, como se decía entonces, a la militancia clandestina.
Pero n
o les aburriré con historias personales que jalonan una amistad profunda que reivindico con orgullo. Les contaré de él solo dos cosas que explican toda una vida.
Txiki Benegas fue el joven socialista que en los años setenta articuló, organizó y modernizó el socialismo histórico vasco de la clandestinidad anterior a Suresnes (1974).
A finales de los años sesenta, el socialismo militante en el interior de España era muy escaso
. No es un delito reconocerlo.
Algunos estudiantes de Juventudes en algunas Universidades, muchos socialistas ocultos, pocas agrupaciones, una UGT oculta en las fábricas y una organización, solo relativamente activa en Asturias, Sevilla, Madrid y País Vasco. Cuando Txiki llegó al Partido en sus tiempos de estudiante de Derecho de Valladolid, el País Vasco tenía nombres y poco más: Ramón Rubial, Nicolás Redondo, López Albizu…en Vizcaya. Amat en Vitoria; Enrique Múgica, Martín Santos, Carlos Corcuera… en San Sebastián.
El PSOE vasco que en 1974 en París gestionó el salto histórico al interior y a la modernidad española de aquellos años y construyó la alianza con el Sur (Pacto del Betis lo llamamos), era ya muy otro. Es a Txiki a quien le debemos la construcción de una verdadera organización entre 1970 y 1977 con nuevos líderes, muchas Agrupaciones (Bilbao, Éibar, Irún, San Sebastián, margen izquierda, etc.).
Él lo puso todo, su tiempo, su juventud, su despacho de abogado, su entrega, su enorme capacidad de persuasión, sus dotes negociadoras, su intuición y su perspicacia.
Todo. En su despacho nos reuníamos, allí recogíamos la propaganda, allí llevábamos a los nuevos militantes.
Salvo la multicopista, allí estaba todo. Ahora cuando nos llaman “casta”, recuerdo aquella entrega y… sonrío.
Txiki Benegas fue también el hombre del Pacto con el Nacionalismo
vasco
. El que gestó una alianza de enorme recorrido político en Euskadi, de trascendencia histórica aquellos años, la clave en el inicio del fin de la violencia de ETA.
Él era hijo de un nacionalista vasco exiliado por la Guerra Civil a Venezuela.
De hecho, nació allí, en Caracas.
Recogiendo la antorcha del socialismo vasco presente en el Gobierno vasco del exilio, entró a formar parte de él, junto a Juan Iglesias y José Antonio Maturana. La lucha contra ETA aquellos años horribles (1978 a 1986), era una batalla perdida. Estábamos solos. España estaba sola y aislada en Euskadi.
Txiki clamaba por un “Frente Democrático contra ETA”. Él era la voz que pedía unidad contra la violencia.
La construyó cuando ganó las elecciones de 1986 y renunció a ser lehendakari por un gobierno de coalición en el que el PNV y en particular el lehendakari Ardanza, encabezara, protagonizara, la lucha contra el terrorismo.
Allí cambió todo.
Con el Pacto de Ajuria-Enea y con los gobiernos de coalición PNV-PSE, que se han reanudado ahora. Fueron años duros, pero fueron los mejores.
Allí empezó a gestarse la paz, dando al nacionalismo vasco el liderazgo social contra unos terroristas que mataban en nombre de y por Euskadi.
Txiki estuvo allí
. Él fue el político generoso que renunció, el negociador brillante que pactó.
A él se lo debemos. Él fue el héroe de aquel tiempo.
Pero siempre fue Txiki para todos en el Partido y así se quedará.
Tengo cuarenta años de andanzas comunes para contarles
. Desde 1973 que le conocí en San Sebastián, un verano en el que él y Gregorio Peces Barba hacían esfuerzos (no hicieron falta muchos, esa es la verdad) para “captarme”, como se decía entonces, a la militancia clandestina.
Pero n
o les aburriré con historias personales que jalonan una amistad profunda que reivindico con orgullo. Les contaré de él solo dos cosas que explican toda una vida.
Txiki Benegas fue el joven socialista que en los años setenta articuló, organizó y modernizó el socialismo histórico vasco de la clandestinidad anterior a Suresnes (1974).
A finales de los años sesenta, el socialismo militante en el interior de España era muy escaso
. No es un delito reconocerlo.
Algunos estudiantes de Juventudes en algunas Universidades, muchos socialistas ocultos, pocas agrupaciones, una UGT oculta en las fábricas y una organización, solo relativamente activa en Asturias, Sevilla, Madrid y País Vasco. Cuando Txiki llegó al Partido en sus tiempos de estudiante de Derecho de Valladolid, el País Vasco tenía nombres y poco más: Ramón Rubial, Nicolás Redondo, López Albizu…en Vizcaya. Amat en Vitoria; Enrique Múgica, Martín Santos, Carlos Corcuera… en San Sebastián.
El PSOE vasco que en 1974 en París gestionó el salto histórico al interior y a la modernidad española de aquellos años y construyó la alianza con el Sur (Pacto del Betis lo llamamos), era ya muy otro. Es a Txiki a quien le debemos la construcción de una verdadera organización entre 1970 y 1977 con nuevos líderes, muchas Agrupaciones (Bilbao, Éibar, Irún, San Sebastián, margen izquierda, etc.).
Él lo puso todo, su tiempo, su juventud, su despacho de abogado, su entrega, su enorme capacidad de persuasión, sus dotes negociadoras, su intuición y su perspicacia.
Todo. En su despacho nos reuníamos, allí recogíamos la propaganda, allí llevábamos a los nuevos militantes.
Salvo la multicopista, allí estaba todo. Ahora cuando nos llaman “casta”, recuerdo aquella entrega y… sonrío.
Era la voz que pedía unidad contra la violencia
. La construyó cuando ganó las elecciones de 1986 y renunció a ser lehendakari por un gobierno de coalición
. El que gestó una alianza de enorme recorrido político en Euskadi, de trascendencia histórica aquellos años, la clave en el inicio del fin de la violencia de ETA.
Él era hijo de un nacionalista vasco exiliado por la Guerra Civil a Venezuela.
De hecho, nació allí, en Caracas.
Recogiendo la antorcha del socialismo vasco presente en el Gobierno vasco del exilio, entró a formar parte de él, junto a Juan Iglesias y José Antonio Maturana. La lucha contra ETA aquellos años horribles (1978 a 1986), era una batalla perdida. Estábamos solos. España estaba sola y aislada en Euskadi.
Txiki clamaba por un “Frente Democrático contra ETA”. Él era la voz que pedía unidad contra la violencia.
La construyó cuando ganó las elecciones de 1986 y renunció a ser lehendakari por un gobierno de coalición en el que el PNV y en particular el lehendakari Ardanza, encabezara, protagonizara, la lucha contra el terrorismo.
Allí cambió todo.
Con el Pacto de Ajuria-Enea y con los gobiernos de coalición PNV-PSE, que se han reanudado ahora. Fueron años duros, pero fueron los mejores.
Allí empezó a gestarse la paz, dando al nacionalismo vasco el liderazgo social contra unos terroristas que mataban en nombre de y por Euskadi.
Txiki estuvo allí
. Él fue el político generoso que renunció, el negociador brillante que pactó.
A él se lo debemos. Él fue el héroe de aquel tiempo.
Ramón Jáuregui es eurodiputado.
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