. Los dos hermanos habían asesinado en Puerto Hurraco (Badajoz) a nueve personas, la mayoría de ellas de la familia Cabanillas.
Luciana, a la izquierda, y Ángela Izquierdo, hermanas de los asesinos de Puerto Hurraco, lloran en un tren que les llevaba a Badajoz en la madrugada del 30 de agosto de 1990.
El juez involucró a ambas como posibles inductoras de los crímenes, pero dos años después fueron exculpadas al no encontrarse su implicación en los hechos.
Foto:Pérez
Emilio Izquierdo y su hermano Antonio, a la derecha, durante el
juicio al que se enfrentaron por la acusación de nueve asesinatos
consumados y seis frustrados. Ninguno de ellos mostró arrepentimiento en
el proceso.
Antonio Cabanillas, eterno rival de los Izquierdo, recoge aceitunas en compañía de su mujer
. El primer enfrentamiento entre las familias Izquierdo y Cabanillas se remonta a la década de los 60, cuando un hermano de Antonio, Amadeo Cabanillas, entró con el arado en una finca cuyos límites se disputaban ambas familias
. A eso se unió que Amadeo rechazó casarse con Luciana, una de las hermanas Izquierdo.
Foto:Manuel Escal
- Foto:Pérez Cabo
Antonio Cabanillas, eterno rival de los Izquierdo, recoge aceitunas en compañía de su mujer
. El primer enfrentamiento entre las familias Izquierdo y Cabanillas se remonta a la década de los 60, cuando un hermano de Antonio, Amadeo Cabanillas, entró con el arado en una finca cuyos límites se disputaban ambas familias
. A eso se unió que Amadeo rechazó casarse con Luciana, una de las hermanas Izquierdo.
Foto:Manuel Escal
María del Carmen Cabanillas (centro), hermana de una de las niñas
asesinadas, llora sobre su féretro en el entierro de las víctimas de la
matanza.
En la década de los 80, los Izquierdo mantuvieron constantes rencillas con la familia Cabanillas sobre los límites de sus tierras.
Años antes, Jerónimo Izquierdo mató a Amadeo Cabanillas
. Al volver de prisión por su crimen, apuñaló a Antonio Cabanillas, que sobrevivió, al que acusaba de ser el autor del incendio en el que murió la madre de los Izquierdo en 1984.
Aspecto de la calle Carrera en Puerto Hurraco (Badajoz), una aldea de 140 habitantes. Emilio y Antonio Izquierdo, autores de los disparos que causaron nueve muertos en agosto de 1990, fueron condenados a 684 años de cárcel.
En diciembre de 2006 moría en prisión uno de los hermanos, Emilio.
En abril de 2010, Antonio se quitó la vida en la cárcel de Badajoz.
Siguiente
Vecinos de Puerto Hurraco (Badajoz) llevan en andas al patrón, San Sebastián, por las calles del pueblo, el 20 de enero de 1994, cuatro años después de los crímenes.
Había vuelto la normalidad a esta pequeña aldea extremeña.
Los hermanos Izquierdo estaban en prisión y las hermanas, Ángela y Luciana, habían sido ingresadas en un psiquiátrico.
En la década de los 80, los Izquierdo mantuvieron constantes rencillas con la familia Cabanillas sobre los límites de sus tierras.
Años antes, Jerónimo Izquierdo mató a Amadeo Cabanillas
. Al volver de prisión por su crimen, apuñaló a Antonio Cabanillas, que sobrevivió, al que acusaba de ser el autor del incendio en el que murió la madre de los Izquierdo en 1984.
Aspecto de la calle Carrera en Puerto Hurraco (Badajoz), una aldea de 140 habitantes. Emilio y Antonio Izquierdo, autores de los disparos que causaron nueve muertos en agosto de 1990, fueron condenados a 684 años de cárcel.
En diciembre de 2006 moría en prisión uno de los hermanos, Emilio.
En abril de 2010, Antonio se quitó la vida en la cárcel de Badajoz.
Siguiente
Vecinos de Puerto Hurraco (Badajoz) llevan en andas al patrón, San Sebastián, por las calles del pueblo, el 20 de enero de 1994, cuatro años después de los crímenes.
Había vuelto la normalidad a esta pequeña aldea extremeña.
Los hermanos Izquierdo estaban en prisión y las hermanas, Ángela y Luciana, habían sido ingresadas en un psiquiátrico.
Vista de Puerto Hurraco, la aldea donde los hermanos Izquierdo
dispararon cartuchos de postas con sus escopetas repetidoras a un grupo
numeroso de vecinos que se encontraban en las calles del pueblo
. En el juicio los Izquierdo declararon que pensaban que habían asesinado a decenas de personas. Finalmente fueron nueve, la mayoría de su familia rival, los Cabanillas.
. En el juicio los Izquierdo declararon que pensaban que habían asesinado a decenas de personas. Finalmente fueron nueve, la mayoría de su familia rival, los Cabanillas.
- Foto:Miguel Gener
Un familiar de una de las víctimas de la matanza observa uno de los
coches afectados por los disparos.
Antonio Izquierdo aseguró ante el juez que si no les hubiesen detenido, habrían vuelto para continuar la sangría.
Pensaban disparar durante los entierros.
Para ello, habían subido a la sierra, lugar en el que fueron detenidos, con armas y una gran cantidad de munición.
Antonio Cabanillas, padre de las dos niñas asesinadas, vuelve a trabajar al día siguiente de la matanza de Puerto Hurraco.
Tras los asesinatos, los hermanos Izquierdo fueron recluidos en prisiones lejanas y, sus hermanas, en centros psiquátricos con el fin de evitar más sucesos trágicos
. Como ambas familias no dejaron descendencia directa, no hubo más episodios de venganzas.
Antonio Izquierdo aseguró ante el juez que si no les hubiesen detenido, habrían vuelto para continuar la sangría.
Pensaban disparar durante los entierros.
Para ello, habían subido a la sierra, lugar en el que fueron detenidos, con armas y una gran cantidad de munición.
- Foto:Pérez Cabo
Antonio Cabanillas, padre de las dos niñas asesinadas, vuelve a trabajar al día siguiente de la matanza de Puerto Hurraco.
Tras los asesinatos, los hermanos Izquierdo fueron recluidos en prisiones lejanas y, sus hermanas, en centros psiquátricos con el fin de evitar más sucesos trágicos
. Como ambas familias no dejaron descendencia directa, no hubo más episodios de venganzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario