Marcy Borders fue una de las supervivientes del ataque terrorista a Nueva York en 2001
Marcy Borders, la mujer que protagonizó una de las imágenes más estremecedoras de los atentados del 11 de septiembre de 2001
contra las Torres Gemelas de Nueva York, ha fallecido el pasado lunes, a
los 42 años, de un cáncer de estómago, según ha comunicado su familia a
través de Facebook. Borders estaba convencida de que la causa de su
enfermedad fueron precisamente los agentes químicos del polvo que tragó
aquel día y que le llegó a cubrir todo el cuerpo, como se puede ver en
aquella famosa imagen que acompaña a estas líneas.
Borders, que entonces tenía 28 años, trabajaba en una de las oficinas del Bank of America en una de las Torres Gemelas
. Tras el ataque, completamente cubierta de cenizas tras el derrumbe de uno de los rascacielos, se había refugiado en un edificio cercano, donde el fotógrafo de la agencia AFP Stan Honda tomó la imagen de la “Dust Lady” (dama de polvo) que dio la vuelta al mundo.
Tras los atentados, Borders vivió el resto de su vida en un apartamento muy modesto en Nueva Jersey, no lejos de Manhattan, con graves secuelas psicológicas, informa la agencia AFP.
Con un miedo patológico a realizar casi cualquier actividad cotidiana, pasó muchos años enganchada a las drogas y perdió la custodia de sus dos hijos, informa el diario The Guardian.
Rehabilitada de su adicción desde 2011, Borders llevaba un año en tratamiento médico contra el cáncer.
“Ella no es solamente la ‘dama de polvo'; ella es mi heroína y vivirá para siempre a través de mí”, ha declarado su hija Noelle al diario New York Post.
Borders, que entonces tenía 28 años, trabajaba en una de las oficinas del Bank of America en una de las Torres Gemelas
. Tras el ataque, completamente cubierta de cenizas tras el derrumbe de uno de los rascacielos, se había refugiado en un edificio cercano, donde el fotógrafo de la agencia AFP Stan Honda tomó la imagen de la “Dust Lady” (dama de polvo) que dio la vuelta al mundo.
Tras los atentados, Borders vivió el resto de su vida en un apartamento muy modesto en Nueva Jersey, no lejos de Manhattan, con graves secuelas psicológicas, informa la agencia AFP.
Con un miedo patológico a realizar casi cualquier actividad cotidiana, pasó muchos años enganchada a las drogas y perdió la custodia de sus dos hijos, informa el diario The Guardian.
Rehabilitada de su adicción desde 2011, Borders llevaba un año en tratamiento médico contra el cáncer.
“Ella no es solamente la ‘dama de polvo'; ella es mi heroína y vivirá para siempre a través de mí”, ha declarado su hija Noelle al diario New York Post.
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