Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

8 ago 2015

El marido de Teresa Romero: “Queremos mantener el anonimato”

La auxiliar de enfermería que se contagió de ébola en el Carlos III sigue de baja laboral.

Teresa Romero y Javier Limón, tras abandonar la habitación de aislamiento del Carlos III el pasado 5 de noviembre. / luis sevillano

A Javier Limón le gustaría llevar “una vida normal”. 
El marido de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que se contagió de ébola en el hospital Carlos III mientras atendía al religioso Miguel Pajares, atiende brevemente la llamada de este periódico cuando se cumple un año de la llegada del primer repatriado español con el virus a Madrid.
Aún no se ha aclarado cómo pudo pudo producirse el contagio de la trabajadora.
 Notó que le subía la fiebre [uno de los síntomas de un posible contagio].
 El 6 de octubre de 2014 ingresó en una habitación de aislamiento de la sexta planta del hospital en el que trabajaba.
 La cuidaron sus compañeros. 
Y lo superó dos semanas después, convirtiéndose en famosa a su pesar.
 La primera contagiada en Europa. Decenas de cámaras llegadas de todos los rincones aguardaban cada día a las puertas del hospital.
 Sigue de baja laboral desde entonces.
“Teresa se encuentra bien pero no quiere hablar con los medios”, explica su marido.
 Asegura que no se habían enterado de que acaba de anunciarse una vacuna para combatir el virus. “Queremos mantener el anonimato, pero sé que es muy difícil”, reflexiona con voz queda.
 Él también permaneció aislado en una planta inferior del centro hospitalario, desde donde denunció el atropello al que se sintieron sometidos tanto la pareja como su mascota.
Después de Teresa Romero, la estrella de aquel episodio fue su perro Exkálibur, sacrificado por decisión de las autoridadades a los pocos días de que se detectara el contagio de su dueña.
 En enero adoptaron otro en un centro de protección animal de Alcorcón, el municipio madrileño donde residen, un cachorro hembra American Stanford llamada Alma.

 

Página de enlaces.................................................. Boris Izaguirre

Las bodas igualitarias en EE UU se celebran a todo trapo, rollo Beatrice Borromeo.

Beatrice Borromeo, con su vestido de Armani, y Pierre Casiraghi en su boda religiosa celebrada en Italia.

Soy una de las personas más optimistas de entre mis amigos pero me temo que este mes no va a estar tan preñado de noticias como el anterior.
 Puede que sorprenda que dos ex, Julián Muñoz e Isabel Pantoja, se enfermen a la misma vez pero aparte de ellos todo indica que este agosto será calmado.
La clave me la ha dado Beatrice Borromeo, la esposa de Pierre Casiraghi, que no para de repetir boda.
Hizo una boda monegasca y luego una italiana.
 Lo que pasa es que no se lo explicó a nadie porque para eso es Beatrice Borromeo y la prensa se ha hecho un lío y la primera boda se cubrió más que una manta.
Tres días de fiesta en Montecarlo con toda la nueva generación chic cambiándose de atuendo hasta tres veces por noche, ejerciendo de DJ's superaventajados, Instagram al borde del colapso y, cuando ya no quedaban fuerzas, el momento boda con Pierre, en gris perla y Beatrice recuperando la confianza en Valentino con un ídem en rosa palo.
 Bravo.
 ¡Qué maravilla que alguien rompa con el blanco nupcial y sobre todo con ese fallido intento estético que fue el blanco roto!
Los nuevos diseñadores de Valentino alcanzaron un récord en likes,
 Carolina se volvió a coronar en todo, mamá, abuela, suegra, princesa, y el público tendido al sol en las playas se sintió seguro porque el glamour había vuelto a Montecarlo.
 Pero Borromeo nos sorprendió el fin de semana con otra boda, esta vez en Italia y con un Armani que acumulo menos likes pero que ratifica una tendencia en los jóvenes casaderos: lo importante es la fiesta.
 No vivimos para nosotros, vivimos para Instagram.
En EE UU, sobre todo en su costa este, es una tradición de las clases privilegiadas leer la página de crónicas de bodas en el New York Times.
La sección se llama Enlaces y es tan antigua como la fundación del periódico.
 No sin esfuerzo, se adapta a los tiempos y ahora incorpora bodas igualitarias.
 Han resultado un éxito, reanimado la página y casi ocupan más espacio que los enlaces hetero, lo que ha abierto un debate.
 Que tu boda fuera reseñada era el no va más para las familias tradicionales.
Pero había que cumplir requisitos.
 Ser blanco, de buena familia, con credenciales, que tanto el novio y la novia hubieran ido a buenos colegios y mejores universidades.
Con las bodas del mismo sexo todo esto ha saltado por los aires como un puñado de arroz.
 En una de esta reseñas, dos capitanes de la fuerza aérea comentan que no solo se habían conocido en un bar gay de Massachusetts, al que habían acudido con intención de conocer cualquier cosa menos un marido, sino que uno era hijo de un prelado anglicano y el otro de un albañil.
¡La diversidad!
 En otra crónica, Jared Milrad y Nathan Johnson recibieron más cobertura al ser miembros del equipo de campaña de Hillary Clinton.
 El amor surgió porque el señor Milrad, veterinario frustrado, viajaba de copiloto en el coche del señor Johnson y ordenó que se detuviera ipso facto para auxiliar a un perro que terminaron adoptando y fue, cómo no, uno de los protagonistas del enlace, apropiadamente llamado Cooper, que es típico nombre de perro pijo estadounidense.
Estas crónicas nupciales denotan que los matrimonios igualitarios en Norteamérica se celebran a todo trapo, rollo Borromeo.
 En España los primeros en casarnos lo hicimos con un poquito más de contención.
 El mío fue con cuatro testigos y una niña, Matilda, y lucíamos tan normales que la juez no pudo evitar un gesto de desilusión.
 Había reservado la sala más grande del registro civil creyendo que vendría gente con pamela y una animada representación de la tele.
 Trató de encajar aquello con una lectura de Khalil Gibran. Kike Sarasola y Carlos Marrero sí que se casaron más al estilo de las bodas del New York Times, pero en general la media ha sido más bien con un bajo perfil incluso misterioso.
Entre reseña y reseña, recibo un tuit informándome de que Arturo Pérez-Reverte se ha quejado de que en El Corte Inglés colocan su libro al lado del de Olvido Hormigos.
 Alguien agregó en el tuit: “Suerte que no te ponen debajo de Boris Izaguirre”.
 Los académicos no son tan proclives a la diversidad como el New York Times , pero alguien podría sugerirle a Pérez-Reverte que vaya él mismo al gran almacén y cambie su libro de sitio.
No sería la primera vez que un autor vigile de cerca sus ventas.
Así puede ponerse debajo, al lado o casarse promocionalmente con quien quiera.

 

Herta Müller: “Eres presa de tu biografía”..................................................................Cecilia Dreymüller

'En la trampa' reúne los ensayos de la escritora, premio Nobel en 2009, sobre Theodor Kramer, Inge Müller y Ruth Klüger, figuras de la poesía oprimidas y casi olvidadas.

 

Mucho más que literatura

El exhibicionismo propio de una época que ha perdido por completo la noción de la intimidad, y la falta de calibre literario de la mayoría de los escritores del yo, han conseguido que el término “autobiográfico” se haya convertido en sinónimo de fatua insustancialidad.
 Sin embargo, justamente la literatura del siglo XX, con sus dictaduras, guerras y genocidios, debe a la concienzuda, dolorosa elaboración de relatos autobiográficos no pocas obras de rango universal —de Primo Levi, Imre Kertész o Varlam Shalámov— que reflejan la infinita gama del sufrimiento humano. 
Herta Müller remite al lector de sus ensayos al término “autoficcional” de Georges-Arthur Goldschmidt.
 Su proyecto literario se ha definido desde el principio por la explícita reivindicación de la experiencia propia como elemento fundamental de la escritura.
 Tanto sus novelas ubicadas en la Rumania del conducator Ceausescu, En tierras bajas, La piel del zorro y La bestia del corazón, como sus ensayos y novelas posteriores, El rey se inclina y mata o Todo lo que tengo lo llevo conmigo, procesan sus angustiantes vivencias y giran siempre en torno a la persona interiormente rota por un régimen de terror.
En los tres ensayos de En la trampa que acaba de publicar Siruela se presentan ahora las bases teóricas de la obra narrativa de la autora rumanoalemana.
 A raíz de unas lecturas en la Universidad de Bonn (en 1994), desarrolla su poética de la inseparabilidad de vida y obra, partiendo de textos —“la palabra expulsada por la angustia mortal”— que fueron escritos por personas “cuya amistad deseé e imaginé, cuando en la Rumania de Ceausescu buscaba algo a lo que aferrarme”
. A Herta Müller nunca le ha planteado un dilema la relación entre escritura y vida como al por ella venerado Jorge Semprún. 
“Por los libros de los que quiero hablar, los autores pagaron un precio muy alto (casi siempre demasiado alto).
 Por eso no son mera literatura, entendida en el sentido más habitual de ‘trabajo con el lenguaje’
. Son más que eso, porque al mismo tiempo constituyen una prueba de integridad personal de quienes escriben”.
Pocos ensayos consiguen perfilar con tanta inmediatez el contenido político de un texto literario y establecer un nexo tan claro con la actualidad
. El lenguaje empleado es de una sencillez y a la vez precisión asombrosas (aunque la traducción no siempre esté a la altura).
 El hecho de que se originaron solo cinco años después de la caída del muro, ha motivado seguramente en el primer ensayo las “hipótesis”, como llama Herta Müller su tipología del colaborador, “pues hoy vuelve a haber mucha gente que, al hablar de la RDA antes de la caída del muro, dice que no hay ninguna diferencia entre plegarse a un régimen y negarse a hacerlo”.
 Las trampas de las que tratan estos ensayos son diversas: por un lado, la gran trampa tendida por el régimen totalitario al individuo que no renuncia a su dignidad; por otro lado, las múltiples pequeñas trampas: de la honestidad, de la verdad, de la propia memoria, de la reconstrucción
. Imprescindible. C. D.
En la trampa. Herta Müller. Traducción de Isabel Adánez. Siruela. Madrid, 2015. 110 páginas. 13,95 euros.
Herta Müller, premio Nobel de Literatura en 2009. / Daniel Mihailescu (Afp)


Los bolsos de lujo son españoles........................................................ Fernando Barciela



Taller de la fábrica de bolsos 'La Espuela', en Ubrique (Cádiz). / Santi Burgos

En Ubrique están eufóricos.
Doce años después del inicio de la mayor crisis sufrida por el pueblo, este vive un verdadero boom. Las grandes marcas de bolsos de lujo, que a partir del 2003 se abalanzaron a fabricar en Asia, hacen cola estos días para volver a producir allí.
 Ya nadie recuerda, pues, lo que según José Pulido, presidente de Empiel, la asociación local del sector, define como “un auténtico batacazo”, cuando llegaron a sufrir una caída de la facturación del 50% y del 20% en el empleo.
“La afluencia de marcas extranjeras a las fábricas de la zona [unas 150] es tan elevada que según mi último recuento”, especifica Alfonso Morant, consultor de la industria, “hay más de cien marcas de nivel muy alto produciendo en Ubrique”
. Están todas las que son: Dior, Givenchy, Chanel, Carolina Herrera, Comme Des Garçons, Jil Sander, Hackett, Alfred Dunhill… Incluso algunas marcas italianas, país que ocupa la primera posición como fabricante en Europa, están desplazando su producción a este pueblo de Cádiz. “El top ten de las grandes marcas de lujo mundiales ya están aquí” asegura Pulido.
 Pero Ubrique, que concentra cerca del 60% de la producción española de marroquinería (sobre todo en bolsos), no es la única.
También en Alicante, Barcelona, la Rioja, Galicia o Madrid está subiendo la producción de estos artículos.
La apuesta por el exterior le ha permitido compensar la quiebra del mercado interno y mantener el nivel de producción entre los 1.800 y los 1.900 millones de euros anuales. España, que exportaba marroquinería por valor de 419 millones de euros en el 2007, dobló estas cifras el año pasado hasta los 841 millones.
Las de bolsos crecieron incluso más, desde 194 a 462 millones de euros, un 138%.
 Un repunte que no parece detenerse ya que, según apunta Fernando Gutiérrez, secretario general de Asefma, la patronal del sector, “las exportaciones volvieron a crecer el 20,4% el año pasado”.
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REGRESO A EUROPA

¿Qué explica el resurgir de estas dos industrias?
El regreso de la fabricación de bolsos de lujo desde Asia a Europa, una apuesta para la que España estaba bien preparada.
 “Nuestra industria es puntera en el mundo” asegura Gutiérrez, “solo Italia, que produce más y tiene más marcas, se nos puede comparar en calidad”.
 Especialmente en Ubrique, “donde” asegura Javier Gallego, gerente de Movex, el centro tecnológico de la ciudad, “tenemos un know how que se ha transmitido por generaciones”.
 Además, mientras un patronista percibe en Ubrique en torno a los 1.250 euros brutos y un oficial marroquinero 1.000, en Francia e Italia los sueldos vienen a ser el doble.
Como estos sueldos siguen siendo altos en comparación con los que se pagan en Asia, Marruecos o Turquía, la industria española ha tenido que especializarse en el segmento alto.
 “Es muy difícil que un bolso hecho en Ubrique, que saca el 80% de sus ingresos de la marroquinería de lujo, se pueda vender por menos de 350 euros” explica Pulido.
Tan es así que, según reconoce Gutiérrez, “las cadenas españolas de moda como Inditex, Mango o Cortefiel apenas fabrican en el pueblo y en general en España”.
“Solo fabrican aquí”, puntualiza Morant, “cuando les entran las prisas y necesitan llegar en un periodo muy corto a tienda”.
Los bolsos de lujo han vuelto a Europa por una serie de circunstancias que han acabado por eliminar las ventajas de la producción en Asia: los sueldos, que no han parado de subir en China, los costes impuestos por la distancia (fletes, envío de equipos) o los aranceles.
Las grandes marcas han visto, además, que no les traía cuenta producir en esta región debido a los problemas de calidad (inferior) y a la cultura de piratería imperante en Asia.
 Además, los clientes de lujo, sobre todo los asiáticos, cuando pagan 1.000 euros por un bolso quieren que sea made in Europe, no en China.
 Y en Asia, otra pega, hay que producir en series grandes mientras las pequeñas fábricas españolas están preparadas para las series cortas que se estilan ahora.
Más ventajas: los plazos de diseño-fabricación y entrega son más cortos aquí y los viajes de los equipos de diseño y control de estas marcas más rápidos y baratos.
 “En dos horas están en España y las diferencias culturales mínimas”, explica Morant
. El control de las marcas de lujo sobre el producto es muy estrecho.
Envían los bocetos y las pieles (españolas, pero también francesas o italianas) y también los forros, las cremalleras, las partes de metal y hasta el pegamento.
 Y luego hacen un control aleatorio de las prendas. “Todo esto sale más caro en Asia, por la distancia”, asegura Pulido.
 Para estar a la altura de las exigencias, las empresas fabricantes han tenido que ponerse las pilas.
En Ubrique han fundado un centro tecnológico, Movex, en el 2008.
 La ciudad inauguró también el año pasado su Escuela de Artesanos de la Piel, que va ya por la tercera promoción.

SIN MARCAS PROPIAS

Algunos expertos se quejan de que la industria no se haya esforzado más por crear marcas propias. Otros aducen que esto es difícil ya que la marroquinería de lujo está copada por las grandes casas de lujo mundiales. “Estas marcas”, explica Pulido, “venden sus bolsos a 2.000 o 3.000, y en la fábrica queda el 10% o 12%”.
Pero, en Ubrique no pueden quejarse.
 Mientras el paro en la provincia de Cádiz supera el 35%, en el pueblo está sobre el 15%.
 Casi toda la población (17.000 personas) depende, de modo directo o indirecto, del sector.
Sin que se llegue a los extremos del pueblo andaluz, también en Igualada (Barcelona), se respira optimismo.
La producción de piel de España, el segundo productor de Europa después de Italia (con el 12% frente a su 60%), se está recuperando
. Entre el 2007 y el 2014 las exportaciones han subido de 341 a 396 millones de euros.
La mayor parte de esta industria está en Cataluña, con el 50% de las empresas y el 47% del empleo. “El curtido catalán exporta la mayor parte de su producción” apunta Josep Ballbé, director de Acexpiel, la asociación española del sector, “y las que trabajan para marcas de lujo hasta el 85% o el 90%”.
 A Ballbé no le queda la menor duda de que “si bien los italianos son más creativos en lo que se refiere al trabajo de la piel, la nuestra es la de mejor calidad en el mundo”.