Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

11 mar 2015

Morenés rechaza dar explicaciones sobre el acoso sexual a Zaida Cantera.........................Fernando Garea

La militar asiste con lágrimas de indignación a la intervención del ministro sobre su caso.

 

La capitán Zaida Cantera, durante el debate parlamentario. / Reuters live! / Sergio Barrenechea (EFE)

La capitán Zaida Cantera intentaba contener las lágrimas en la tribuna de público del Congreso mientras escuchaba al ministro de Defensa, Pedro Morenés, descalificar en el hemiciclo a quien le preguntaba por su caso
. "Le pido que deje de manchar el buen nombre de nuestras Fuerzas Armadas en su búsqueda de autopromoción en la venta de un libro
. Su enfermedad es la bajeza moral", le dijo el ministro a la diputada Irene Lozano (UPyD) que le preguntaba por el acoso sufrido por la militar.

 "La entonces capitán Zaida Cantera fue acosada sexualmente, agredida por un teniente coronel; después de que él entrara en la cárcel fue perseguida por coroneles y por generales que hasta intentaron fabricar un caso contra ella para meterla seis años en la cárcel
. Por este motivo ella le pidió ayuda a usted; le escribió una carta para pedirle personalmente ayuda, y usted personalmente se la negó.
 Lo sangrante de este caso es que la comandante podría ser enviada hoy a zona de operaciones a una misión internacional, podría recibir la orden de combatir y podría morir en ese combate defendiendo la libertad y la seguridad de todos nosotros, defendiendo también su libertad y su seguridad, señor ministro.
Ella podría morir por usted y usted no movió un dedo por ella.
 Esto se llama parasitar a los ciudadanos", le dijo la diputada antes de pedir la dimisión de Morenés.
La capitán, muda en la tribuna, mantenía los ojos llorosos y la boca cerrada.
 Y el ministro respondía sin dar explicaciones sobre el caso concreto, pero con el compromiso genérico de "tolerancia cero frente a las situaciones de acoso sexual y por razón de sexo".
No es posible encontrar ni un gesto de apoyo o comprensión a la militar en su respuesta burocrática y de trámite.
Morenés acompañó sus palabras con un gesto llevando el dedo índice a su boca que daba idea de exigencia de silencio a la diputada que, indignada, le pedía infructuosamente explicaciones sobre el caso.
 El gesto de petición de silencio provocó la solidaridad de diputados de todos los grupos, salvo el PP, con la parlamentaria de UPyD. Por ejemplo, para Gaspar Llamazares (IU) es un “comportamiento vergonzoso y debería haber sido cesado antes ahora con mucha mayor razón, porque no ha protegido los derechos de las mujeres en el Ejército y porque hoy se ha burlado de los diputados y ha mandado callar a una diputada".
Solo al final del Pleno y en medio de una notable bronca, Morenés pidió disculpas y aseguró que su gesto iba dirigido al ruido del hemiciclo.
 "Pido mis disculpas por haber hecho un gesto de silencio", contestó Morenés quien, sin embargo, mantuvo la acusación de "bajeza de moral" que había hecho a Lozano, a la que reprochó tener la "piel muy fina".
El ministro se disculpó después de que Irene Lozano pidiera la palabra para mostrar su disconformidad con que “el ministro nos mande callar a las mujeres y con que mande callar a las militares que sufren acoso sexua
l. No me pida disculpas a mí, pídale disculpas a ella y a todas las militares que sufren acoso sexual por su negligencia.
 Los militares no merecen tener un ministro como usted. ¡Presente su dimisión de inmediato, señor ministro!”.
Por motivos disciplinarios, la militar no quiso hablar directamente sobre la intervención del ministro. Si lo hiciera podría ser expulsada del ejército porque ya tiene dos faltas disciplinarias, una por publicar un libro contando su caso y otra por intervenir en el programa Salvados de La Sexta, pero su marido, José Lóbez, que la acompañaba, resumió su sentimiento:
"No han entendido nada".
"No soy la única y por eso hay que mirar más allá de mi caso sin generalizar para ayudar a la institución", dijo solo la militar a EL PAÍS.
"Estoy orgullosa de la reacción de los ciudadanos que han entendido que esto no es un ataque al Ejército sino que se trata de destacar que hay muchos hombres y mujeres que honran cada día el uniforme", acertó a decir Zaida Cantera.
 Y que sus lágrimas contenidas eran de indignación.

La empresa española que triunfa ayudando a los hombres bajitos..............................CARMEN LÓPEZ

Hablamos con los responsables de Masaltos, una empresa sevillana, que tras años de bonanza en España, aterriza en Asia para hacerse con el mercado de los zapatos con alza. 

tom cruise
Katie Holmes y Tom Cruise, de quien se ha rumoreado que utiliza zapatos que te hacen más alto.
Foto: Gett

Las mujeres no tienen ningún problema en utilizar tacones para parecer más altas y estilizar su figura, pero en los hombres el tema sigue siendo un tabú. Las alzas son una solución y, pese al silencio que existe a su alrededor, están mucho más extendidas de lo que se piensa.

La empresa Masaltos lleva desde 1993 comercializando zapatos con alza para hombres.

 Sus modelos, fabricados en España y en Italia, tienen una horma especial que permite incluir una cuña de caucho sin que el calzado pierda su apariencia convencional. Durante sus dos décadas de andadura ha recibido pedidos desde más de 88 países, lo cual quiere decir, de nuevo, que la demanda existe.

Acaban de firmar un acuerdo con la empresa ATPC Japan, gracias al cual esperan expandirse en el mercado japonés.

 Su entrada en el país se produjo a principios de año a raíz de su acuerdo con Rakuten (el Amazon asiático). 

Los japoneses tienen una talla media de 168 centímetros.

 Se encuentran entre los ciudadanos más bajos de los países desarrollados, por debajo de los 172 centímetros de los varones europeos y los 178 de Estados Unidos. 

Y con estos números, obviamente, se perfilan como clientes potenciales.

Antonio Fagundo, director de Marketing y Expansión, explica que “para introducirnos en dicho mercado lo mejor era encontrar un aliado. Estamos muy contentos, porque hasta el momento habíamos vendido en Japón pero cantidades pequeñas y ahora las ventas han aumentado mucho.

 Además esta empresa sólo vende la gama más cara que es la de GoodYearWelt, que está hecha a mano”.

Detrás de la marca se encuentra una empresa familiar afincada en Sevilla que fue creciendo gracias a la visión de negocio y el atrevimiento empresarial de Andrés Ferreras, progenitor de Antonio. 

“Mi padre había estado viviendo en Alemania durante 18 años y tuvo una lesión jugando al tenis, por lo que tuvo que empezar a llevar zapatos ortopédicos.

 No le gustaban, pero descubrió que existía este calzado especial con cuñas que se diseñaba en Italia.

 Ya lo tenía en la cabeza al volver a España. Mi madre quería montar una tienda de complementos, pero él dijo ¿Por qué no montamos una tienda de zapatos con alzas?”, comenta Antonio.

sarkozy 
Nicolas Sarkozy mide 165 cm.
Foto: Getty
Pese a la reticencia inicial, crearon el negocio que en un principio vendía por catálogo. En el 1994, con la llegada de Internet, Andrés decidió crear una página web, aunque en España el uso online y mucho menos el comercio por internet aún no estaba popularizado. “Mi madre fue al banco para pedir financiación y le dijeron que no, que se olvidara, que eso de Internet era una moda pasajera y que no iba a durar.
 Pero la cosa empezó a funcionar.
 Los clientes localizaban nuestra web desde Holanda o Alemania, por ejemplo y nos hacían los pedidos por teléfono”, sostiene Antonio, orgulloso de su desarrollo. No es para menos.
La discreción es otro de los puntos fuertes de este negocio.

 Sus envíos llegan a casa en paquetes sin logo ni indicativos de la empresa. Aunque los tiempos han cambiado, la vergüenza masculina a la hora de reconocer que se utiliza calzado que aumentan la estatura, sigue estando ahí.
 “Por el tipo de producto Internet es el mejor medio para venderlos. Tenemos una tienda en Sevilla y la gente no va, le da corte. Tuvimos que poner unos vinilos traslúcidos en el escaparate para que no se viera nada porque cuando entraba un cliente, los vecinos se ponían a mirar quién era para cotillear”.
Debido a esa discreción, no da nombres ante la pregunta de si algún personaje público ha comprado alguno de sus zapatos, pero reconoce que sí.

 Lo que contesta, entre risas, es a quién se los recomendaría: “Me dice mi padre que en un encuentro que tuvo el Rey Juan Carlos I con Fernando Alonso éste le preguntó ¿Qué te gustaría ser? y Alonso le contestó: 'Pues más alto'.
 Así que desde aquí se los recomendamos.”
 
 

Cambiar para sobrevivir................................................................. Carmen Mañana

Pedro del Hierro Madrid y Delpozo confirman en la pasarela neoyorquina una nueva percepción internacional de la moda española.

 

La colección de otoño/invierno de Delpozo presentada en Nueva York. / Peter Stigter

La moda española es un sector bipolar. Mientras gigantes de la distribución como Inditex, Mango o Pronovias crecen imparables, la mayor parte de los diseñadores sobrevive gracias a la costura a medida y las licencias. La relevancia internacional de la industria resulta indiscutible, pero su capital creativo pasa casi inadvertido. Al menos hasta ahora. Porque, según Carmen March, esta paradoja comienza a resolverse. La creadora presentó el martes su colección para Pedro del Hierro Madrid en la semana de la moda de Nueva York y asegura que, al menos en el mercado estadounidense, se advierte un cambio de percepción.
Presentación del desfile de Delpozo en Nueva York. / Jason DeCrow (AP)
“Desde el punto de vista económico, España tiene un gran peso gracias a grupos que son número uno a nivel mundial.
 Ahora empiezan a reconocernos también como un referente a nivel de sensibilidad y a nivel de excelencia en los materiales y métodos de trabajo”, asegura.
 A este incipiente interés contribuyen marcas como la que ella o Josep Font lideran.
 Proyectos que demuestran hasta qué punto puede ser beneficiosa la colaboración entre fabricantes y diseñadores, aún tan rara como necesaria en España. March unió hace tres años su talento al músculo productor de Cortefiel, el grupo que está detrás de Pedro del Hierro Madrid. Juntos llevan cuatro temporadas haciéndose un hueco en la cita neoyorquina a base de constancia y un producto bien pensado y mejor realizado.
La última prueba de ello es la colección inspirada en el destape que llevaron hasta un congelado Manhattan. Vestidos de terciopelo con cristales de Swarovski bordados, pantalones bombacho y chalecos largos.
 Además de la alegría de vivir que transmitían las prendas, destaca el trabajo de investigación en tejidos y acabados que encierra la propuesta de March.
“Quería que mis chaquetas tuviesen la misma fluidez que una camisa de seda, trasladar la ligereza de los últimos setenta a los tejidos masculinos, y para conseguirlo investigamos mucho en el patronaje y la concepción de la prenda”.
 El resultado: piezas capaces de acompañar a la mujer de la tarde al amanecer.
Desfile de Peter Copping para Óscar de la Renta. / Kathy Willens (AP)
Este es también el segundo año que Josep Font desfila en Nueva York como director creativo de Delpozo, propiedad de la compañía Perfumes & Diseño.
 Esta pasarela que, en palabras del diseñador, es “una ventana al mundo” ha catapultado a la marca hasta el punto de que prevén lanzar colecciones de prefall y resort a partir del próximo diciembre
. Se trata de dos colecciones más comerciales y generalmente menos extensas que algunas firmas presentan entre las dos principales.
 Es decir, entre otoño/invierno y primavera/verano.
 El objetivo es renovar su propuesta en el punto de venta el doble de veces. Aunque es una práctica muy extendida –y discutida-, en España ninguna firma la desarrolla. Pero como le gusta recalcar a Pedro Trolez, presidente de Perfumes & Diseño, Delpozo está concebido como un proyecto global no nacional. “Existe demanda para que ampliemos nuestra oferta, pero a nivel internacional
. En España solo tenemos un punto de venta, mientras que, por ejemplo, en Estados Unidos contamos con ocho, y en China con cinco”, argumenta Font.
La colección presentada este miércoles explica por sí sola el éxito de su firma.
 Abrigos capa de paño de lana con oníricos dibujos de piel, chaquetas new look de triple organza y un bordado de aplicaciones en tres dimensiones que recorre desde vestidos de silueta años sesenta hasta toreras.
Todo un despliegue de meticulosidad y amor por la costura que ha seducido a prensa y compradores internacionales. En su primera fila, desde representantes de la plataforma de lujo online Moda Operandi hasta periodistas de las principales publicaciones de referencia en el sector, como Women's Wear Daily (WWD).
La propuesta de Kate y Laura Mulleavy, de Rodarte. / LUCAS JACKSON (REUTERS)
La expectación informativa de estas últimas jornadas se concentró en el desfile de Óscar de la Renta, el primero de la marca desde que el creador que le da nombre falleciese el pasado octubre. Poco antes de morir, elegía a Peter Copping, director creativo de Nina Ricci desde 2009, como sustituto. El interés generado en torno a su debut el pasado martes respondía a dos razones. La primera y más obvia: comprobar cómo este inglés resolvía la difícil tarea de suceder a uno de los hombres más admirados de la moda estadounidense. El segundo motivo por el que su desfile resultaba relevante es que su éxito o fracaso podría animar a otras marcas lideradas por diseñadores provectos –Giorgio Armani (81 años), Karl Lagerfeld (83), Ralph Lauren (76)- a seguir el ejemplo de De la Renta. Lo visto sobre la pasarela quizá les empuje a comenzar a buscar su relevo. La colección de Copping fue un homenaje bello aunque demasiado literal al archivo histórico de la casa: blusas románticas, femeninos trajes de chaqueta y vestidos de noche con incrustaciones. Piezas que permiten albergar esperanzas en esta nueva etapa.
Propuesta de Luella Bartley y Katie Hiller para la colección otoño invierno de Marc by Marc Jacobs. / Antonio de Moraes Barros Filho (FilmMagic)
A quien nadie puede negarle que posea un discurso creativo propio es a dos parejas de diseñadoras con voces muy personales. Kate y Laura Mulleavy, de Rodarte, y Luella Bartley y Katie Hiller, de Marc by Marc Jacobs. Las blusas de encaje y vestidos asimétricos de lentejuelas de las primeras son algo difícil de encontrar en el mercado e imposible de hallar sobre la pragmática pasarela estadounidense. Oníricas y evocadoras, trasladan a la audiencia a un lugar atractivo pero retador. Mientras, en Marc by Marc Jacobs asumen la dosis estratégica de rebeldía para resultar provocadores sin salirse de la vía más comercial.
El décimo aniversario de la marca 3.1. Phillip Lim fue el momento elegido por el diseñador que le da nombre para repensar sus códigos. Los elementos de sastrería masculina y las referencias deportivas que han definido la marca se trasladan a siluetas poco definidas, patrones desestructurados y juegos de superposiciones que, pese a lo que pudiera parecer sobre el papel, dan como resultado una propuesta nítida y fácil.
Donna Karan cae en el efecto contrario al recargar en exceso sus propuestas. La mujer que fundó hace 30 años un imperio ofreciendo a las mujeres trabajadoras una guardarropa poderoso y chic, la diseñadora que habla directamente a su compradora desde la pasarela, esa empresaria, facturó una colección situada en medio de ninguna parte.

Por qué el 11-M dividió a los españoles....................................................Fernando Reinares

La sociedad enmarcó la matanza terrorista en los trenes de Cercanías en lo conocido. Y lo conocido era, por una parte, ETA y, por otra, la guerra de Irak. En realidad, ambas interpretaciones eran erróneas.

EDUARDO ESTRADA

Al contrario de lo que sucedió con la sociedad británica tras los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres, los perpetrados el 11 de marzo de 2004 en Madrid dividieron profundamente a los españoles
. Aún persisten secuelas de esa desunión, aunque con el tiempo sean menos manifiestas
. Ha sido y es una discordia basada en diferentes atribuciones de culpa por la matanza en los trenes de Cercanías
. Pero resultó ser una división espuria, derivada de una politización del 11-M que se prolongó con la comisión parlamentaria dedicada a esos atentados y más allá
. Algo a su vez posible debido a especificidades del sistema político español —como su mayor tendencia a la polarización o la recurrente ausencia de consensos de Estado en Asuntos Exteriores, Defensa o antiterrorismo— y, sobre todo, porque los ciudadanos no eran conscientes de la amenaza de un fenómeno terrorista instalado en nuestra sociedad una década antes del 11-M.

Unos españoles, ubicados sobre todo en la derecha del espectro político, creyeron, y aún en parte siguen pensando, que los atentados de Madrid fueron de uno u otro modo obra de la organización terrorista ETA.
 La formulación más habitual de este argumento aduce que los denominados moritos de Lavapiés —una manera extravagante de aludir a quienes constituyeron la red terrorista del 11-M— carecían de los conocimientos y las capacidades para llevar a cabo lo ocurrido el 11 de marzo de 2004
. Por eso, aunque se tratara de individuos que participaron en los hechos, tuvieron que haber sido instigados y apoyados desde el interior de nuestro país por otros terroristas con experiencia
. A menudo, a este argumento se añaden especulaciones sobre el modo en que el presidente del Gobierno que el PSOE formó tras el resultado de las elecciones celebradas tres días después del 11-M, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció a ETA una salida de transformación en lugar de optar por derrotarla.
El atentado de Madrid
se decidió en diciembre de 2001 en la ciudad paquistaní de Karachi
Otros españoles, situados preferentemente a la izquierda del mismo espectro político, pensaron, y no pocos aún creen, que los atentados del 11 de marzo de 2004 fueron una consecuencia de la llamada foto de las Azores —en alusión a la instantánea tomada el 16 de marzo de 2003 en una de esas islas del Atlántico y que hizo visible el alineamiento del presidente del Gobierno español, José María Aznar, con la guerra al terrorismo auspiciada por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush— y el posterior despliegue de tropas españolas en Irak inmediatamente después de haber sido invadido este país y derrocado el dictador Sadam Hussein
. No ha sido inusual que desde este sector social se critique al entonces Ejecutivo del Partido Popular por haber insistido en asociar a ETA con el 11-M, incluso cuando la evidencia apuntaba en otra dirección, para mantener así sus expectativas electorales ante los comicios generales que se celebraron sólo tres días después de los atentados.
En realidad, ambas interpretaciones sobre el 11-M eran erróneas y la lacerante división en que se sumieron los españoles, incluidas las propias víctimas, ha sido y es engañosa
. Ninguna evidencia hay, directa o indirecta, de que la organización terrorista ETA estuviese implicada en los atentados.
 Tampoco es cierto que la idea de perpetrar una matanza en Madrid surgiera a raíz de la presencia de soldados españoles en territorio iraquí.
Como explico y documento en el libro ¡Matadlos! Quién estuvo detrás del 11-M y por qué se atentó en España, la decisión de ejecutar ese acto de terrorismo se tomó en diciembre de 2001 en la ciudad paquistaní de Karachi y fue ratificada durante una reunión que delegados de tres organizaciones yihadistas magrebíes mantuvieron en Estambul en febrero de 2002.
 Además, lo que se convertirá en la red del 11-M inició su formación al mes siguiente, todo ello más de un año antes de la invasión de Irak.
Pero no hacía falta investigar los atentados del 11-M ni desvelar nueva información sobre los mismos para evitar la división de los españoles, aunque hacerlo haya contribuido a mitigarla.
 Bien pudo haber bastado con que, como ocurría con los británicos, los españoles hubiéramos estado lo suficientemente sensibilizados respecto a la amenaza del terrorismo yihadista que, además de la relacionada con ETA, se cernía sobre nuestro país con anterioridad a la invasión y ocupación de Irak. Desde al menos 1997, los informes que la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) del Cuerpo Nacional de Policía remitía a los jueces de instrucción de la Audiencia Nacional, quienes debían autorizar escuchas telefónicas relacionadas con los yihadistas que desarrollaban ya actividades en España, dejaban constancia de que sus investigaciones eran necesarias para “prevenir la muy posible comisión de atentados en nuestro país”.
No hubo una adecuada pedagogía política sobre el terrorismo yihadista
y se trivializó su peligro
Al presentar ¡Matadlos! a lo largo del último año en numerosas ciudades españolas he podido constatar cómo, incluso entre los ciudadanos interesados y que eran adultos cuando se perpetraron los atentados de Madrid, existía un gran desconocimiento sobre la trayectoria del yihadismo en nuestro país desde mediada la pasada década de los noventa
. Casi nadie —o muy pocos— sabía que Al Qaeda fundó en España, en 1994, una de sus más importantes células en Europa Occidental, desmantelada en noviembre de 2001 al quedar de manifiesto su conexión con la responsable de los atentados del 11-S.
 Como casi nadie —o muy pocos— eran conscientes de que sólo a lo largo de 2003, el año anterior al del 11-M, se detuvo en nuestro país a más de 40 individuos por su implicación en actividades de terrorismo yihadista.
 Esta cifra nunca antes había sido tan elevada desde que, en 1995, fuese detenido en Barcelona el primer yihadista o desde que, en 1997, se desarticulara en Valencia la primera célula yihadista.
El desconocimiento de estos y de otros muchos episodios relacionados con la evolución del terrorismo yihadista en España a lo largo del decenio que precedió a los atentados de Madrid, así como el hecho de que no fuera percibido como amenaza por parte de la opinión pública española hasta muy tardíamente, y sólo cuando se inició la crisis iraquí en 2002, se explican en parte por la obligada atención que suscitaba el frecuente terrorismo de ETA
. Pero no hubo una adecuada pedagogía política sobre el problema e incluso se llegó a trivializar su peligrosa realidad —¿hay que recordar aquello de la Operación Dixán?—. Consecuencia de todo ello fue que, cuando se produjo el 11-M, los españoles buscaron interpretar la matanza terrorista en los trenes de Cercanías enmarcándola en lo conocido al no poder hacerlo en relación a lo que les era desconocido.
Lo conocido era, por una parte, ETA y, por la otra, Irak.
Si el 11-M nos dividió es porque los españoles carecimos como sociedad de la necesaria resiliencia ante atentados terroristas de gran magnitud, más allá de la gestión de crisis y emergencias.
 En la actualidad, cuando el yihadismo global se encuentra más extendido que nunca y la amenaza del terrorismo que lo caracteriza no ha sido tan elevada para las democracias liberales desde el 11-S, que España sea menos vulnerable a la par que más consciente y resiliente, tanto frente a la penetración de los actores y la ideología asociados con dicho fenómeno, como ante cualesquiera eventuales nuevas expresiones de su violencia contra nuestros ciudadanos e intereses, continúa siendo una tarea pendiente para las élites políticas y el conjunto de nuestra sociedad civil, en especial los medios de comunicación.
Fernando Reinares es investigador principal de terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos y Adjunct Professor de Estudios de Seguridad en la Universidad de Georgetown. Autor del libro ¡Matadlos! Quién estuvo detrás del 11-M y por qué se atentó en España (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2014).