Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

10 feb 2014

Goya 2014: Noche de cine y reivindicación

Vivir es fácil con los ojos cerrados' de David Trueba triunfa con seis premios, entre ellos mejor película, dirección y actor

El presidente de la Academia del cine, Enrique González Macho, lamenta un año difícil para el cine y critica el IVA cultural.


El Goya fue para un hombre de 89 años que no se dedica al cine sino a la educación. Juan Carrión, un viejo maestro de escuela sentado en primera fila junto a David Trueba, director de Vivir es fácil con los ojos cerrados, película inspirada en él y en su luminosa aventura detrás de un sueño: conocer a John Lennon mientras rodaba en 1966 en Almería.
 El viaje que conduce a este sueño es la película que ayer salió a hombros de los premios Goya, una comedia melancólica, alegre y triste, a bordo de un coche verde junto al maestro y dos jóvenes desesperados. Javier Cámara (al fin, Goya al mejor actor) da vida a ese profesor, a ese hombre obstinado que cree en el futuro de un país: sus jóvenes.
 Trueba (mejor director, mejor guion) habló de las cosas que le importan, el cine, los actores, la familia, el periodismo y la política:
“Y es bueno recordar que en el cine español hay de todo, gente de izquierdas y de derechas”. Y habló, por supuesto, como en su película, de no perder nunca ni las ganas de vivir ni la esperanza. Un mensaje nada pueril en estos momentos.
Gracias a su ausencia, el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, se convirtió en la presencia más importante de una noche incierta por la lluvia, por los duros gritos de los manifestantes a las puertas del Auditorio (trabajadores de Coca Cola, miembros de Stop Desahucios, figurantes de Madrid que denuncian la precariedad de su trabajo…) y por las declaraciones sobre el escenario de los miembros de una profesión ofendida y castigada
. El discurso del presidente de la Academia, Enrique González Macho, visiblemente nervioso y emocionado, supo a despedida.
 Recordó que “hacer cine en España es un acto heroico”.

De esa heroicidad han nacido las películas que fueron premiadas: Las brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, que sumó ocho goyas de diez candidaturas y fue por número de estatuillas la virtual ganadora; Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, seis (mejor película, dirección, guion, actor, actriz revelación, banda sonora); La herida, dos (actriz y director revelación); La gran familia española, dos (canción original y actor de reparto) y Caníbal, uno (fotografía); .
Héroes que sacaron sus mejores galas y ánimos para ofrecer buena cara pese a las enormes dificultades económicas que atraviesan y el paro que registran muchos de sus trabajadores, especialmente los técnicos
. La espantada de Wert fue recibida como la gota que colma el vaso de un año aciago: la subida del IVA, la ausencia de un modelo de negocio consensuado entre Gobierno y sector, y la enorme inquietud desatada por el precio de las entradas ha dejado a la intemperie a un sector debilitado como nunca.
 Se esperaba un gesto del Gobierno antes de esta noche (como ha ocurrido con sectores como el arte o el teatro) pero el único gesto fue una butaca vacía.
“No sé en cuántos países del mundo se aceptaría que un ministro haga tal acto de indiferencia hacia la industria que representa”, había señalado Javier Bardem.
“Es una chulería. Pero una chulería perfectamente consciente”.
 En el escenario, el actor no dudó en tacharle de ministro de “anticultura”. Mariano Barroso (mejor guion adaptado por Todas las mujeres) se preguntó qué pasaría si el ministro de Defensa no fuese al desfile de las Fuerzas Armadas.
 “Y esta noche están aquí las fuerzas armadas del cine. Usted debería dimitir”.
En esas fuerzas armadas del cine español hay todo tipo de rangos: generalas como Terele Pávez, de 74 años, elegida mejor actriz de reparto por Las brujas de Zugarramurdi, que subió llorando, tocándose la cara, casi sin palabras, y se lo dedicó a su único hijo, Carolo (“Todo esto es por una sonrisa tuya”) y a su oficio (“Os quiero tanto querida profesión
. Yo nunca he tenido otra meta en la vida que pertenecer a esto”). Capitanes como Marian Álvarez, mejor actriz por La herida, o Roberto Álamo, mejor actor de reparto por La gran familia española, que recordó la muerte de Philip Seymour Hoffman, “un referente para todos nosotros”. Y soldados rasos, como Natalia de Molina, de 21 años, mejor actriz revelación por Vivir es fácil con los ojos cerrados.
  “David muchas gracias por creer en mí en un momento en el que es difícil creer en nada”, dijo la joven actriz que recordó una frase de su personaje, esa Belén errante y embarazada en una España gris e inmóvil, que en la España de la Ley del Aborto de Gallardón, tiene por desgracia resonancias en el presente: “No dejes que nadie elija nunca por ti”.
Manel Fuentes se estrenó como presentador de la gala con un guion en el que declaró su amor al cine español (“ya que no podemos sacar pecho de nuestra realidad saquémoslo con nuestra ficción”), tiró contra la ausencia de Wert (“Estamos en una gala histórica, la primera gala de los Goya sin un ministro de Cultura”) y contra otra de sus dianas favoritas (el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro).
 Una gala que naufragó gracias a algunos inexplicables números musicales y un ritmo irregular pero que mereció la pena solo por el gran momento Femen de Joaquín Reyes, que provocó las carcajadas de las 2.000 personas que acudieron al Centro de Congresos Príncipe Felipe, en el hotel Auditorium de Madrid, una mole grandilocuente e impersonal capaz de mutar (como anoche) en cualquier cosa.

 

17 años de cárcel para Urdangarin y 600.000 euros para la Infanta


El exsocio de Urdangarin a su llegada a los juzgados de Palma de Mallroca en febrero de 2013 / Cordon Press

El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach tiene en su ordenador el largo escrito de acusación final del caso Nóos.
 En él reclamará que no se acuse a la hija del Rey si entonces aún consta su nombre en el auto final del instructor, José Castro
. Tiene previsto pedir hasta 17 años de cárcel para el duque de Palma y hasta 15 para su exsocio Diego Torres, por malversación, falsedad y delitos fiscales
. El cuñado de Torres y asesor fiscal, Miguel Tejeiro, que diseñó las sociedades pantallas y el método tributario de los duques de Palma cargará también con una petición de pena de 17 años de cárcel.
Para la Infanta, Horrach reclamará que pague 600.000 euros por responsabilidad civil, como partícipe a titulo lucrativo, por ser socia al 50% de la sociedad familiar Aizoon, en la que su esposo ingresó 1,7 millones de euros ilícitos.

El abanico de delitos que Pedro Horrach contempla en sus diferentes calificaciones para cada uno de sus acusados es amplio: fraude a la Administración, falsedad, delito contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, malversación de caudales públicos, prevaricación
. En la cota máxima de posibles condenas, según el tipo para cada delito que el Tribunal aplique, alcanza a más de 130 años; y en su valoración más favorable a los reos más de 70 años.
Según el criterio formado por el acusador público, de los 40 imputados actuales en el caso Urdangarin, además de la Infanta más de la mitad deben quedar excluidos exentos de sentarse en el banquillo en el juicio.
 El fiscal no acusará a 24 de los investigados, entre ellos al secretario de las infantas Carlos García Revenga. También quedará sin acusación fiscal la esposa de Diego Torres, Ana María Tejeiro, cuya imputación es un punto clave de la pugna abierta entre exsocios de Nóos y la divulgación de informaciones internas de la trama.
En la categoría de expolíticos, el ex presidente de Baleares Jaume Matas, del PP, recibirá una petición del fiscal que supera los cinco años de cárcel por fraude a la Administración.
Matas suma ya dos condenas en dos juicios del caso Palma Arena con penas menores, una de ellas de hasta nueve meses de cárcel.
Por la llamada rama valenciana del caso Urdangarin, los negocios del Instituto Nóos con la Generalitat valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, el fiscal contempla sentar en el banquillo a los excargos públicos y de las empresas de la Generalitat Elisa Maldonado, Luís Lobón, Jorge Vela, Ángeles Mallent, y el publicita Miguel Zorío que actuó asociado a Urdangarin y Torres en negocios de Nóos. Además, un excargo de Madrid 2016, Mercedes Coghen, que fue la delegada de las administraciones públicas al frente de la candidatura olímpica Madrid 2016 será acusada por supuesta prevaricación.
El fiscal Pedro Horrach considerará en su calificación las circunstancias atenuantes previstas para los colaboradores con la justicia que explican su implicación y confiesan los delitos y el caso. Entre estos arrepentidos clave está José Luis Pepote Ballester, amigo de los duques de Palma, medallista olímpico y ex director general de Deportes con el Gobierno de Jaume Matas, Ballester explicó la relación con Urdangarin-Matas y de él mismo; implicado en diferentes piezas de la causa que recibirá una pena rebajada, de más de dos años, pero que de ser aceptada por el tribunal puede implicar su ingreso carcelario.
Otros dos colaboradores de Anticorrupción, serán acusados por penas reducidas, el asesor jurídico en Turismo del Gobierno Matas Miguel Ángel Bonet y el ex gerente del Instituto de Turismo de Baleares Juan Carlos Alía –imputado en otras causas y que ha estado en la cárcel preventivamente- porque han colaborado con la investigación.

Fernando Franco, un infiltrado con cámara en los Premios Goya

Premio Goya al mejor director revelación por La herida (que también mereció una estatuilla para su actriz, Marian Álvarez), Fernando Franco aceptó el reto de EL PAÍS de llevar una cámara a la ceremonia para rodarla desde dentro para los lectores del diario.

9 feb 2014

Benjamin Moreno: A las pantallas por asalto

Por CRISTINA RIVERA-GARZA
Benjamin-moreno-signosdelaamnesiavoluntaria“La mayoría de los escritores serios no se acercan a las cosas que les ofrece la tecnología de su tiempo”, dijo William Burroughs, el autor de Naked Lunch y Junkie y Cities of Red Night, entre otras tantas novelas memorables, que este 5 de febrero celebraría el centenario de su nacimiento.
 “Nunca he sido capaz de entender esa clase de miedo”, concluía el autor en una entrevista que le concedió al Paris Review en 1965
. Las cosas, como es posible constatarlo a través de las frecuentes declaraciones airadas de esos escritores serios que ven a la tecnología digital como el signo del fin de los tiempos, no han cambiado mucho
. No se trata de estar a la moda y ni siquiera de un imperativo por actualizarse a toda costa, sino de esa misma curiosidad que llevó a Burroughs a inventar sistemas de corte y yuxtaposición textual (por donde, decía, se derramaba el futuro), y a incursionar en el cine, la música, y las artes visuales mucho antes de que la idea del texto mutante se volviera el termómetro estético de nuestra época. Si Gertrude Stein estuviera aquí enfrente, le diría que, más que un escritor adelantado a su tiempo, Burroughs ha sido uno verdaderamente de su tiempo. Apuesto a que Stein, quien alguna vez escribió que la única verdadera responsabilidad de todo escritor es ser un escritor capaz de enunciar su propia contemporaneidad, me daría la razón.
No sé qué pensaría la experimentalista estadounidense del caso de Benjamín Moreno, pero aquí van sus datos. Benjamin nació en Querétaro y reside ahora, junto con la poeta Minerva Reynosa (con quien ha formado el colectivo Benerva) y su hija Erdera (sí, Gerardo Deniz dixit) en el noreste de Estados Unidos, donde termina un  posgrado en escrituras digitales. Benjamín, como la mayoría de su generación, inició publicando en papel—de hecho, su novela Signos de la amnesia voluntaria, apareció en el 2009, en Tierra Adentro. Pronto, sin embargo, su curiosidad lo llevó a explorar otros canales de producción
. Luego de pasar un rato aprendiendo Flash (eso cuenta la leyenda), Benjamín produjo sus primeros conretoons—una serie de experimentos en los que la materialidad de las palabras (una nube que literalmente asciende; un salto que, en efecto, salta) tomaba a la pantalla por asalto
. Aunque su contacto con la tecnología se ha vuelto cada vez más compleja (la última vez que participó, via skype, en uno de mis talleres de escritura nos describió cómo estaba haciendo ese pequeño robot que, al avanzar, dejaba palabras hechas de polvo tras de sí,  por ejemplo), Benjamín llevó a cabo un experimento de poesía sonora cuya habilidad técnica se equipara con su relevancia cultural—un equilibrio que con frecuencia brilla por su ausencia en las más novedosas incursiones de la escritura en la tecnología y viceversa.
En  “Los grandes de la lírica española en el inigualable estilo de Octavio Paz”, que se puede consultar aquí: http://www.periodicodepoesia.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=2228&Itemid=98 o aquí: https://soundcloud.com/brmoreno, Benjamín recopiló un amplio archivo sonoro de la voz del famoso poeta mexicano y, de ahí, extrajo frases completas, palabras, sílabas, a veces sólo fonemas, que, recombinadas, le sirvieron para que esa voz enunciara otro tipo de textos: las letras de las canciones de, por ejemplo, el Tri, un grupo de rock, o de Marco Antonio Solís, el Buki, un muy conocido cantante de baladas románticas.
 Más allá de la mezcla de la así llamada alta cultura y la cultura popular y, sobre todo, más allá del ámbito de la mera puntada, a Benjamin le interesaba cuestionar la convenciones a través de las cuales entendemos lo poético
. Este proyecto de intervención sonora no sólo se valió de un conocimiento práctico de lo que es el hiato, la sinalefa o la paronomasia para producir un sonido natural en los sonidos finales, sino que, de manera más amplia, puso en cuestión nuestra idea de materia, ligándola a las nociones culturales, sociales y, a fin de cuentas, políticas que le dan valor a dicha materia.
Yo creo que Burroughs pasaría un buen rato platicando con Benjamín al amparo de esos cielos verticales que son las pantallas
. Pero, bueno, hay que admitir que ninguno de los dos es uno de esos escritores serios adeptos a las declaraciones airadas.