Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

25 nov 2013

Menos sexismo en el nuevo Diccionario

La Real Academia Española suprime acepciones contestadas por su machismo en 2014

Algunas definiciones son inexactas pese a haber sido incorporadas en el siglo XX

  • fernando vicente

    Borges se burló del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) con su característica inclemencia: “Cada nueva edición hace añorar a la anterior”.
    No parece que vaya a ocurrir con la versión vigésimo tercera, que saldrá a finales de 2014.
    Al menos desde el punto de vista del sexismo.
     Algunas de las acepciones más denostadas por su sesgo machista desaparecerán.
    Ya no será más huérfano quien pierda al padre que a la madre. Lo femenino no equivaldrá a débil y endeble, ni lo masculino a varonil y enérgico.
     Tampoco babosear tendrá entre sus variadas definiciones la de “obsequiar a una mujer con exceso” (aunque esta se enmendó durante una de las cinco actualizaciones realizadas desde 2001, cuando se publicó la 22ª edición del DRAE).
    En las casi 93.000 entradas que recogerá la nueva obra (5.000 más que la actual) se incorporarán enmiendas en los nombres de profesiones o actividades que desempeñan mujeres
    . Entre otras, tendrán lema doble: alfarero, -ra, camillera, -ra, cerrajera, -ra, enterrador, -ra, herrero, -ra, picapedrero, -ra, costalero, -ra o soldador, -ra.
     Otras pasan a ser un nombre común en género, esto es, un término con masculino y femenino según el contexto, que sirve para unas y otros sin necesidad de alterar la terminación (el/la concertino, el/la submarinista o el/la guardabosque).

    Gozos y sombras del DRAE

    Algunas de las siguientes acepciones del Diccionario de la Real Academia Española serán modificadas en la edición, que se publicará a finales de 2014.
    Huérfano. Dicho de una persona de menor edad: a quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre.
    Gozar. Conocer carnalmente a una mujer.
    Cocinilla. Hombre que se entromete en cosas, especialmente domésticas, que no son de su incumbencia.
    Periquear. Dicho de una mujer: disfrutar de excesiva libertad.
    Cancillera. Cuneta o canal de desagüe en las lindes de las tierras labrantías.
    Edén. Paraíso terrenal, morada del primer hombre antes de su desobediencia.
    Hombre. Ser animado racional, varón o mujer. / Individuo que tiene las cualidades consideradas varoniles por excelencia, como el valor y la firmeza.
    Mujer. Persona del sexo femenino. / Que tiene las cualidades consideradas
    femeninas por excelencia.
    Femenino. Débil, endeble.
    Masculino. Varonil, enérgico.
    Padre. Varón o macho que ha engendrado. / Cabeza de una descendencia, familia o pueblo. / Padre de familia: jefe de una familia aunque no tenga hijos.
    Madre. Hembra que ha parido. / Madre de familia: mujer casada o viuda, cabeza de su casa.
    “La edición de 2014 tendrá miles de novedades, algunas tan minúsculas que los lectores no las van a captar”, precisa su director, el académico y catedrático de Lengua española, Pedro Álvarez de Miranda. “Se trata de que el Diccionario sea mejor, no menos machista, sino de que lo que diga sea verdad.
     Parece que solo actuamos a instancias de parte y no es así… no se cambia por protestas sino porque no es verdad. Lo que no se puede pretender es cambiar la realidad a través del Diccionario. Si la sociedad es machista, el Diccionario la reflejará.
     Cuando cambia la sociedad, cambia el Diccionario”, añade.
    Eulàlia Lledó, una catedrática de Lengua y Literatura de secundaria que lleva años investigando los sesgos sexistas en el lenguaje, solo comparte con el académico un aspecto: el retrato de la realidad. En su opinión, la casa es refractaria a incorporar usos igualitarios que están en la calle.
     “El DRAE está a años luz de la sociedad. Arrastra una inercia que parece que les gusta. Una de las misiones del Diccionario es reflejar la realidad.
    Si lees las definiciones de madre, padre o huérfano verás que no la reflejan. El androcentrismo y el sexismo son tópicos que contravienen la realidad”.
    Convengamos que les cuesta. Retrocedamos hasta 1992, un año en el que ocurrieron tantas cosas en la sociedad española que no había tiempo para palabras.
     Para sumarse a la fiesta la RAE publicó la vigésimo primera edición del Diccionario, la segunda que se corregía en democracia y solo ocho años después de la anterior, sin enmendar ninguna de las definiciones que la realidad estaba sobrepasando a toda prisa, como periquear (“disfrutar de excesiva libertad la mujer”) o gozar (“conocer carnalmente a una mujer”), que había figurado en la versión de 1780 (“gozar de una muger: tener congreso carnal con ella, consintiendo ella o padeciendo violencia”) y luego desaparecido.
     Y aunque en su haber figuraron entradas como jueza, concejala o machismo, siguió resistiéndose a incluir médica. Un término con una extraña evolución: se registra en el canon lexicográfico de 1925 (“mujer que se halla legalmente autorizada para profesar y ejercer la medicina”) y se destierra de ediciones posteriores hasta 2001.
    Álvarez de Miranda: "Se trata de que el DRAE sea mejor, no menos machista"
    En algunos aspectos, el DRAE retrocedió en el XX. En el siglo que se consagran los derechos de la mujer como un pilar básico de las sociedades modernas —claro que en España se obstaculizó la igualdad (y no solo) durante cuatro décadas—, el Diccionario incorpora acepciones que proclaman el sometimiento de las mujeres como la citada babosear o las ningunean como ocurre con huérfano. Hasta la versión de 1925, la definición es impecable y mantiene con mínimos matices la introducida en el siglo XVIII por los primeros redactores:
     “La persona que ya no tiene padre, o madre, o le falta uno y otro”.
     Es en el siglo XX cuando se añade la coletilla que convierte a alguien en más huérfano si pierde al padre que a la madre.
    Eulàlia Lledó: "El androcentrismo es un tópico que no refleja la realidad"
    A la RAE, que ahora desterrará estas definiciones de su principal obra, le ha costado dar el paso, a pesar de que ya en la década de los ochenta encargó a tres expertas (entre ellas Eulàlia Lledó) un informe para detectar sesgos sexistas con vistas a mejorar la edición de 2001. “Del trabajo que hicimos, apenas recogieron cosas.
     Creo que cuando vieron la envergadura, decidieron cambiar poco.
     Pagaron por un trabajo que tiraron”, recuerda la filóloga.
     En el estudio no se limitaban a revisar definiciones, también analizaban ejemplos, donde detectaron una clara hegemonía de los masculinos y una sobreabundancia de casos peyorativos en los femeninos.
    “Les cuesta menos introducir cambios que tienen que ver con las profesiones que con aspectos relativos a lo físico, lo moral o lo sexual”, concluye Lledó.
    De las difíciles relaciones entre la Academia y las feministas da fe el debate generado el año pasado tras un informe del académico Ignacio Bosque sobre las guías de lenguaje no sexista en el que afirmaba: “Nadie niega que la lengua refleje, especialmente en su léxico, distinciones de naturaleza social, pero es muy discutible que la evolución de su estructura morfológica y sintáctica dependa de la decisión consciente de los hablantes o que se pueda controlar con normas de política lingüística”.
    Médica figuró en femenino en la versión de 1925 y se suprimió después
    El sexismo del lenguaje comenzó a combatirse a nivel internacional en la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en México en 1975
    . No es exclusivo de las lenguas latinas. El inglés arrastra sus prejuicios. En un artículo de hace unos años, Deborah Cameron, profesora de Lengua y Comunicación en la Universidad de Oxford, citaba fireman (bombero), gestada a partir de la palabra man (hombre), y sustituida por el integrador firefighter tras presiones de movimientos femenistas. Dicho lo cual avisaba de que la lengua corre libre: “Las instituciones pueden legislar sobre el lenguaje, pero las reformas solo funcionan si la mayoría de los hablantes las aceptan. La gente nunca consulta a las autoridades antes de abrir la boca”. A estas alturas nadie comparte lo que un día espetó Leopoldo Alas:
    “Somos los amos de la lengua”. Las palabras nacen, mueren o se transforman por voluntad de todos en general y de nadie en particular (salvo excepciones: mileurista tiene una madre reconocida que acuñó el término en una carta a este diario que corrió como la pólvora).
     En esto coinciden los hacedores de diccionarios y quienes los someten a auditorías externas. “Las lenguas dependen de la gente y las cosas van a su cauce”, concede Eulàlia Lledó.
    “El Diccionario tiene que reflejar la realidad y toma nota de lo que pasa del uso al desuso.
     Pero el Diccionario no puede acelerar el proceso”, defiende Álvarez de Miranda. Por ejemplo, sexo débil “podría estar cerca de la necesidad de tener una marca de vigencia porque probablemente hoy se usa poco, pero en la próxima versión saldrá sin marca”.
     En 2014 se conservarán las acepciones de sexo débil como “conjunto de las mujeres” y sexo fuerte o feo como “conjunto de los hombres”. Otra herencia sexista del siglo XX.
    Bueno La Rae solo existe en El Español y como siempre va detrás del lenguaje habitual de cada lugar.
     

Inaudito!!!!..................Suspendido el viaje del Príncipe a Brasil por una avería en el avión

Don Felipe tenía que haber despegado esta madrugada para inaugurar un foro empresarial

Los técnicos han desistido después de siete horas de intentar arreglar el aparato

"Es la primera vez que me pasa y ya tengo unos añitos", ha declarado el Príncipe de Asturias

Es increible que no haya plaza en otros aviones para que el Príncipe haga su viaje....

El Príncipe visita al Rey antes de la suspensión de su vuelo. Don Felipe de Borbón visitó anoche al Rey en el Hospital Quirón, poco antes de trasladarse al aeropuerto donde tenía previsto tomar un avión a Brasil. El vuelo fue cancelado esta madrugada por una avería / ATLAS

Una avería en el avión ha obligado al Príncipe a suspender el viaje de dos días a Sao Paulo (Brasil) que iba a iniciar este lunes
. El airbus A-310 de la Fuerza Aérea tenía que haber despegado a la una de la madrugada de este lunes de la base aérea de Torrejón (Madrid), pero a las dos de la mañana toda la delegación española, salvo don Felipe y la tripulación, abandonó el aparato al detectarse un fallo en un sensor que provocaba un cortocircuito en el flap (alerón) del ala izquierda.
 "Es la primera vez que me pasa y ya tengo unos añitos", ha lamentado don Felipe, resignado, a las 8.30 de la mañana al abandonar el avión, tras comunicar a los periodistas que su padre recibirá hoy el alta.

Los técnicos intentaron inútilmente reparar la avería durante siete horas
. Pasadas las cuatro de la mañana optaron por intentar sustituir la pieza defectuosa por la del otro airbus A-310 del Estado que suele utilizar el presidente del Gobierno y la Familia Real en sus viajes.
 El Príncipe no pudo volar en esa aeronave gemela porque estaba siendo revisada en las instalaciones de Airbus en Getafe.
 Pero tras desplazarse a Getafe y extraer de esta aeronave la pieza que en el otro daba problemas, los mecánicos intentaron durante casi otras cuatro horas encajarla en el avión en el que debía viajar el Príncipe
. A las ocho de la mañana, el piloto comunicó al personal de la Casa del Rey que no era posible y se ha suspendido el viaje.
Don Felipe tenía previsto reunirse este lunes con el expresidente brasileño Lula da Silva e inaugurar mañana un foro empresarial en el que pretendía atraer inversiones para España y sobre todo, promocionar la mano de obra cualificada española en la sexta economía del mundo, con un mercado de 200 millones de habitantes, una previsión de crecimiento del 3% —la española es del 0,5%, según el FMI—y dos grandes citas por delante en el calendario: el mundial de fútbol de 2014 y los juegos olímpicos de 2016.
Medio centenar de empresarios españoles iban a acompañar al Príncipe en este viaje de estricta diplomacia económica con el fin de atraer inversiones, vender la Marca España y abrir camino a los emprendedores españoles.
 El Gobierno, a través del Príncipe, al que acompañaban los secretarios de Estado de Comercio (Jaime García-Legaz) y para Iberoamérica (Jesús Gracia), y la directora general de Turespaña, Marta Blanco, tenía previsto insistir en el mensaje de que los grandes desequilibrios se han corregido y la recuperación española ha empezado.
 Y La Zarzuela pretendía aprovechar para reforzar la imagen de embajador económico del heredero: Supongo que este año "Horribilus" que diría Isabel II de Inglaterra no siga dando tan mala imagen de la Casa Real, aconsejaría al Rey que no diera, ni el Príncipe, el discurso de Navidad después de tantos lastres que tiene hoy dia la Monarquía.
 Se piensan que en este Pais nos conformamos con la imágen de Letizia que a mi en particular me importa un huevo y el Rey que brinde con Corina, parece que ya está en España para tomar el turrón con el Rey. Así que se abstena la casa Real de montar un "Sainete"
“Nosotros, como servidores públicos, hemos de facilitar lo que les promocione, les facilite su difícil tarea de entrar en nuevos mercados y ganar la confianza de inversores alrededor del mundo”, dijo don Felipe en su reciente gira americana, en Silicon Valley, refiriéndose a los emprendedores españoles.
Además, el Príncipe iba a acudir mañana a la presentación de la nueva delegación de EL PAÍS en Brasil, con una edición digital en portugués, acto al que asistirán dos ministros del Gobierno de Dilma Rousseff: la de Comunicación Social (Helena Chagas) y el de Educación (Aloizio Mercadante); el expresidente brasileño José Sarney, así como el presidente ejecutivo del Grupo PRISA, Juan Luis Cebrián; el presidente de honor, Ignacio Polanco; el consejero delegado, Fernando Abril-Martorell; el consejero delegado de EL PAÍS, José Luis Sáinz, y el director del diario, Javier Moreno..
 Pues se le jodió el invento.

 

En la Calle................

Aunque la mayoría de los bancos han abandonado Madrid y han instalado sus cuarteles generales en otros municipios, el Paseo de la Castellana sigue concentrando el poder económico, la mayor parte de la actividad empresarial de la capital y a algunos actores de la burbuja inmobiliaria.
 Allí está, cerca de la plaza de Cuzco, la Asociación Española de Promotoras Inmobiliarias.
Y no muy lejos, el Ministerio de Economía, regentado entonces por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, cuyas ministras de vivienda se habían sumado a los mensajes optimistas que promovían la compra de pisos.
 En algunos de esos rascacielos que emergen a lo largo de la calle, los teléfonos empezaron a sonar con más frecuencia en algún momento de 2007.
 La mayoría para preguntar qué estaba pasando.
Lo que estaba ocurriendo era que todo se estaba desmoronando. Varios expertos habían avisado, pero las reacciones a sus consejos eran cortoplacistas y casi nadie quiso verlo
. España jugaba a ese juego del globo que va hinchándose mientras los jugadores se lo van pasando.
 Cada vez que alguien se pasaba el globo, ganaba más dinero. Todo el mundo sabía que al final el globo acaba explotando, pero el globo no para de dar vueltas mientras se hincha y se hincha.
ENTREVISTA  NICOLÁS LLARI DE SANGENIS CONSULTOR SAVILLS
En uno de esos edificios de Castellana se encuentra el cuartel de la consultora inmobiliaria Savills
. Sus trabajadores eran los especialistas del mercado de la venta y alquiler de inmuebles, oficinas y viviendas.
 Sus clientes eran empresarios que querían asesoramiento para llevar a cabo operaciones.
 En una de las salas de reuniones de la compañía, el consultor Nicolás Llari de Sangenis recuerda un artículo escrito por la revista The Economist, la biblia de los medios de comunicación económicos, publicado en 2003
. En él se decía que la mayoría de los países avanzados padecía una burbuja inmobiliaria.
La revista auguraba para los años siguientes una corrección que afectaría al gasto de las familias y que podría dañar la solvencia de los bancos.
 Llari tuvo presente ese artículo hasta que la revista volvió a la carga en 2006. “Hice caso al primero. Pero entre ese y el segundo, el precio de la vivienda había subido
. Era difícil hacer caso a esas advertencias cuando el sector no paraba de ganar dinero”.

Para 2007, cuando comienza a hablarse de la necesidad de un aterrizaje suave, la nave está ya descontrolada y perdiendo altura.
 El aterrizaje solo puede ser forzoso.
 En agosto había estallado la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos
. Inversores de todo el mundo se dieron cuenta en esas fechas de que tenían puesto el dinero en unos activos muy sofisticados, pero de alto riesgo.
 En realidad esos activos nunca habían dejado de ser hipotecas basura de estadounidenses con muchas probabilidades de no poder pagarlas.
 Desatado el pánico, los bancos dejaron de conceder créditos.
 La falta de liquidez acabó contagiándose a prácticamente todo el planeta y los bancos dejaron de beber en los fondos en los que buscaban el dinero.
Pero antes de eso, en España ya había signos de que el mercado inmobiliario empezaba a desfallecer.
 A finales de 2006, los grandes bancos españoles, Santander y BBVA, empezaron a deshacerse de los inmuebles que poseían en España.

Para 2007, cuando comienza a hablarse de la necesidad de un aterrizaje suave, la nave está ya descontrolada y perdiendo altura.
 El aterrizaje solo puede ser forzoso. En agosto había estallado la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos. Inversores de todo el mundo se dieron cuenta en esas fechas de que tenían puesto el dinero en unos activos muy sofisticados, pero de alto riesgo. En realidad esos activos nunca habían dejado de ser hipotecas basura de estadounidenses con muchas probabilidades de no poder pagarlas.
Desatado el pánico, los bancos dejaron de conceder créditos. La falta de liquidez acabó contagiándose a prácticamente todo el planeta y los bancos dejaron de beber en los fondos en los que buscaban el dinero.
Pero antes de eso, en España ya había signos de que el mercado inmobiliario empezaba a desfallecer
. A finales de 2006, los grandes bancos españoles, Santander y BBVA, empezaron a deshacerse de los inmuebles que poseían en España.
El 24 de abril de 2007 el sector inmobiliario vivió una de las jornadas más negras que se recuerdan, con caídas en Bolsa del 20%. Algunas empresas llegaron a perder un 60%
Ya se sabía que se estaban vendiendo menos pisos, que estaba subiendo la morosidad levemente e incluso se tenían las primeras noticias de agencias inmobiliarias que se habían visto obligadas a cerrar. Aun así, la Asociación de Promotores de Madrid publicó un informe en junio de 2007 en el que se admitía un cambio de ciclo pero se relativizaba el peso del sector en el PIB y en la deuda familiar.
 “El sector inmobiliario seguirá muy fuerte”, dijo ese mismo mes su presidente, José Manuel Galindo, en una entrevista con los lectores de EL PAÍS.
El Banco de España, el órgano supuestamente independiente que tenía que tomar cartas en el asunto, optó entonces por hacer solo advertencias.
 Ni los bancos ni los gobiernos hicieron caso a los informes que publicaba; a veces incluso los desmintieron. El Banco de España se doblegó.
 No pudo o no quiso usar todo su poder para poner orden en el sector
. Los sucesivos gobernadores del órgano avisaron de que había que apagar la música de la fiesta, deque esta sonaba demasiado estridente.
Pero ellos, que eran los que tenían la mano en el interruptor, se quedaron quietos.
Nadie quiso creérselo, pero antes de las peores noticias ya habían llegado las malas.
 La Red de Inmobiliarias Don Piso echó el cierre en mayo de 2008
. Poco después, en julio de ese mismo año, la empresa Martinsa presentó el mayor concurso de acreedores de la historia con una deuda de 7.000 millones de euros
. Pero todavía había datos que sostenían la idea de un aterrizaje suave: en 2007, el precio de los pisos aún subió un 10% y se inició la construcción de 617.000 viviendas.
Todo eso pasó en España meses antes de que el banco Lehman Brothers se declarase en bancarrota en Estados Unidos dando inicio a la crisis financiera y económica mundial que se ha dado en llamar la Gran Recesión.
Y, sin embargo, a veces se piensa que no fue así; que todo estaba bien hasta ese mes de septiembre de 2008 en el que Estados Unidos se negó a rescatar al banco endeudado.
El sector
inmobiliario
seguirá muy fuerte
José Manuel Galindo
"Lehman Brothers. Para mí es el momento que señala lo que viene después", dice José Manuel Galindo, también presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España y presidente de los promotores europeos
Galindo también habla de la falta de profesionalidad de algunos que han dado mala imagen a los promotores. “En España todo el mundo podía ponerse a construir casas
. Unos cuantos, sin tener conocimiento de un sector en el que hay riesgo, empezaron sin más a construir y a vender.
 Se convirtieron de la noche a la mañana en millonario
s. Salieron personajes que hicieron mucho daño al sector”. En cualquier caso, Galindo se alegra de que las culpas ya estén más repartidas. “Al principio solo éramos nosotros los causantes de la burbuja. Después se ha demostrado que aquí todos cometimos errores”.
Un error ha sido para muchos comprar una casa.
 Miles de personas se hipotecaron y miles de personas se arrepintieron después.
 Los expertos señalan cómo no pagar la hipoteca es algo que se vive como un trauma; a veces con la sensación de haber fracasado como ciudadano
. El paro puso a mucha gente en esa situación y los primeros desahucios colocaron en el ideario colectivo el alcance que tenía la crisis en España.
Los desalojos sirvieron también para destapar que muchas de aquellas hipotecas se habían firmado con cláusulas abusivas y que había un gran desequilibrio en los contratos entre el banco y el comprador de la casa; que muchos de los precios se habían amañado, que las sociedades de tasación estaban compinchadas con los bancos y que las sobretasaciones también influyeron en el precio de la vivienda.
 Cuando la burbuja pinchó, nadie sabía que lo peor tardaría todavía algún tiempo en llegar.



La Vida Alegre............

La notaría de José Ignacio Navas se llenaba de gente desde primera hora de la mañana.
Si llegaba pasadas las 9.00, ni siquiera le daba tiempo a llegar al despacho
. Dejaba la cartera en la recepción y comenzaba a atender a los clientes que se agolpaban en el pasillo.
 Eran parejas jóvenes, trabajadores sin muchos ahorros pero con un salario fijo
. Venían acompañados de sus familias, padres, abuelos y hermanos, cualquiera que pudiera avalar la compra de la preciada vivienda.
Así era la vida a finales de los 90 en esta notaría del municipio madrileño de Fuenlabrada, y así continuó durante buena parte de los años 2000
. Los clientes entraban sin nada y se iban con una casa y una deuda de más de 30 años.
 La habitación tiene unos enormes ventanales desde los que se divisa una silueta reconocible en muchos otros municipios de Madrid: edificios de ladrillo visto, toldos verdes, plazas de granito sin muchos árboles y urbanizaciones a las que se accede tras pasar por decenas de rotondas
. Esos lugares, a veces demasiado impersonales, eran hasta hace poco el sueño de miles de españoles.
La firma de una hipoteca en una notaría es un acto de cierta tensión.
 Navas procuraba romper un poco el hielo con algún comentario y luego trataba de ser didáctico
. No leía el contrato, prefería explicarlo
. Les miraba a los ojos y trataba de poner a sus clientes en lo peor. “Podrías quedarte sin trabajo. Le pasa a cualquiera”, les decía. “¿Y qué haces entonces?”
. Navas les aconsejaba que informaran cuanto antes a los fiadores, normalmente los padres.
 El banco no solía avisar cuando el deudor empezaba a ser moroso, y los trámites de embargo se iniciaban rápidamente.
 Podían quedarse sin casa ellos y sus padres.
Les aconsejaba también que, si aquello llegaba a ocurrir, era mejor malvender la casa.
 "Antes de que os ejecuten", les decía yo. “Si no malvendes se va a quedar el banco con el 50% del valor de la casa y vas a deber dinero.
 Y eso supone la muerte civil porque nadie te va a querer dar un crédito, ni un teléfono, ni vas a poder abrir una cuenta...”.
Los consejos no servían de mucho. Era como preguntar
en una boda si alguien tiene algo en contra del enlace
Para entonces ya había demasiados acuerdos previos.
No se iban a romper porque un notario manifestara sus dudas
. Y eso que Navas era una excepción. . Los Notarios no xplican nada el ejemplo de una señora mayor que aceptaba la herencia de su hija  muerta por malos tratos, le obligaban tb a adquirir una deuda del asesino de su hija 60.000 Euros, nadie le dijo nada el caso se resolvió porque un juez si advirtió al Notario de su malhacer y la pobre señora no le embargan porque alguien fue ético con ella y no precisamente El Notario.
Muchos compradores recuerdan que su notario jamás les advirtió de nada.
 Otros incluso toleraban las ilegalidades que se cometían en su notaría.
No hace falta poner ejemplos con nombres y apellidos; era una práctica habitual que en un momento de la transacción, los notarios se ausentaran durante unos minutos y que los compradores dieran en un sobre con dinero en negro parte del precio del piso.
 Navas censura esas prácticas e insiste en las advertencias que hacía a los compradores. “Sinceramente, creo que yo sí lo hacía. Pero la gente solo decía gracias. Es usted muy simpático. Y firmaban. Es normal”, dice Navas. “Ya estaba todo hecho. Su sueño de una casa, al alcance de una firma”.
La locomotora española era de ladrillo
Unos años antes, Esteban Callejo Castro había decidido dejar los estudios y empezar a trabajar en la construcción.
 Tenía entonces 17 años. Sus padres, amigos y la gente de su entorno le aconsejaron que siguiera estudiando pero Esteban estaba ya decidido a emplearse en la constructora de su tío como peón de albañil.
“Mis padres me compraron los libros en un intento de quitarme la idea de la cabeza, pero les dije que solo iba a ser para pasearlos. Cuando eres joven eres inmaduro y no te gusta que nadie te ponga normas. Y un chaval joven se vuelve loco con cuatro perras”, comenta Esteban junto a su mujer.
Poner tejas de sol a sol era un trabajo duro, pero a los 17 años tenía su recompensa.
 Esteban se vio con dinero; fue el primero de sus amigos que se compró una moto, el primero que se compró el coche, y también el primero que adquirió una vivienda, en el año 2003
. Había ascendido y llegado a ser oficial de segunda. Ganaba unos 1.500 euros. “Vivíamos muy bien”, dice su mujer, “entonces parecía un trabajo seguro.
 Aunque a veces pensábamos que no era lógico lo que pasaba.
 Las casas se vendían todas antes de estar construidas; 80 millones por un piso en cualquier zona.
No podía ser".

80 MILLONES POR UN PISO EN CUALQUIER ZONA. 
NO PODÍA SER.
En esos años, empezaron a llegarle a Esteban las primeras propuestas para que dejara de ser albañil y se convirtiera en empresario de la construcción
. Esta vez fue mucho más cauto y no aceptó.
“No sé muy bien por qué. Estaba bien con mi trabajo, mis pagas extras y mis 30 días de vacaciones.
 Pensé que meterme yo en los negocios solo iba a darme quebraderos de cabeza”, recuerda.
 Otros sí lo hicieron.
Algunos compañeros suyos se hicieron empresarios.
Les fue bien durante un tiempo
. Se compraron chalés lujosos, cochazos
. Hasta que la burbuja estalló. “Esos fueron los primeros en perderlo todo, estaban entrampados”, dice Esteban.
Miriam y él relatan lo duro que ha sido ir viendo cómo todo se venía abajo.
 Primero Esteban perdió 200 euros en su salario, luego llegó otra bajada, luego otra.
 En 2011, los jefes les reunieron para decirles una de esas frases que se han quedado en el archivo colectivo de la crisis: hay que hacer más con menos
. “Había mucha competencia. Te decían: tienes que terminar este tejado en un mes.
Y si venía otro y lo hacía en 23 días te quitaba el trabajo”, recuerda.
“Hay que hacer más con menos”
"Había mucha competencia.
Te decían: tienes que terminar este tejado en un mes.
Y si venía otro y lo hacía en 23 días te quitaba el trabajo"
Esteban está ahora en el paro
. Tuvo que terminar los dos cursos que le faltaban, 3º y 4º de ESO acudiendo a un colegio por las noches. Este año estudia auxiliar de enfermería.
“Me cuesta. No tengo el hábito y es duro
. Tengo que pasar muchas horas estudiando”.
 Esteban no usa con demasiada frecuencia la palabra arrepentirse pero sí reconoce que fue un error no hacer caso a sus padres y amigos:
 “A veces hay que darse contra el muro para cambiar de camino”.