Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

16 nov 2013

Ana, más Boyer que Preysler

Es hija de un ex ministro de Economía y una reina del corazón

Su relación con Verdasco ha puesto bajo los focos a una joven que eligió el camino paterno, sin renunciar a los beneficios del materno.

Ana Boyer, tras su graduación el pasado mes de junio. / GETTY

Sacó su nuevo iPhone 5 S del bolso y consultó la aplicación de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). Estaba a bordo de un Land Rover participando, en Tenerife, en una prueba con fines solidarios.
El partido que despertaba su interés se jugaba a muchos kilómetros, en el estadio O2 de Londres
. Era la final de dobles de la Copa de Maestros que disputaban Fernando Verdasco y Jesús Marrero.
 Los españoles ganaron el título tras un igualado juego a Mike y Bob Bryan, y en el coche, Ana Boyer casi saltó de alegría.
 El tenis ha sido siempre su deporte favorito, pero más aún lo es desde que sale con Verdasco.
 A sus 24 años, la única hija en común de Miguel Boyer e Isabel Preysler acapara portadas por esta relación, aunque, desde que nació, su vida ha estado en un escaparate que, hasta ahora, ha evitado todo lo posible, a diferencia de sus hermanos de madre.
Mientras Chabeli se fotografía con sus dos hijos en remunerados reportajes de revistas, Julio José busca una salida profesional en la música, Enrique triunfa por medio mundo con sus discos y Tamara combina su vida mediática con su fervor religioso, la hermana pequeña de la popular saga se prepara para comenzar su vida profesional. Ana se ha pasado los últimos seis años estudiando.
 “Sí, soy la más empollona de la casa. Bueno, en realidad soy la única, porque mis hermanos han escogido otros caminos”, cuenta por teléfono desde Tenerife
. “Por eso ahora me he tomado un tiempo de vacaciones para descansar y viajar”.
La hija de Miguel Boyer, para satisfacción del exministro de Economía del Gobierno socialista de Felipe González, tiene dos títulos universitarios —el de Derecho y el de Administración y Dirección de Empresas en ICADE— y un prometedor futuro por delante
. En diciembre comenzará a trabajar. “Me interesa el mundo de la consultoría estratégica. Trabajaré en un banco de inversión y haré una rotación en varias empresas, pero no quiero dar nombres porque no les gusta”.
 Ana ha llevado con discreción su carrera profesional, de la que ahora desvela algunos datos.
 “Estudié un curso en San Diego [EE UU], lo que en Europa sería un Erasmus; luego estuve un verano en Nueva York como becaria del Banco Santander”, recuerda. También hizo prácticas en São Paulo (Brasil), para lo que tuvo que hacer un curso intensivo de portugués, lengua que habla bastante bien, aunque es el inglés el idioma que domina a la perfección, ya que en su casa se usa tanto como el castellano.
Ana es la única hermana que sigue viviendo en el domicilio familiar de la exclusiva urbanización madrileña de Puerta de Hierro
. No tiene prisa por independizarse y menos aún cuando su padre se encuentra convaleciente del accidente cerebral que sufrió hace dos años.
 El hogar de los Boyer-Preysler se ha adaptado para que el exministro continúe allí su rehabilitación. “Está mucho mejor, pero es un proceso lento”, cuenta su hija
. Con su madre pasó muchas horas en el hospital cuando la vida de Boyer estuvo en peligro.
 “Fue en esa época cuando dejé un poco de lado los estudios”, explica.
 Ahora es Isabel Preysler quien sigue más de cerca la evolución de la salud de su marido, a quien solo abandona para asistir a su trabajo como imagen de marcas de lujo por el que obtiene importantes cheques.
“La crisis nos afecta a todos en mayor o menos medida”, dice Ana. “Estamos en un momento muy complicado, pero creo que las cosas van mejorando poco a poco”.
Le preocupa el paro juvenil, que ella no sufre, pero sí sus compañeros. “En ICADE hay una bolsa de trabajo muy buena y casi todos ya tenemos empleo, pero mis amigas del colegio sí están teniendo problemas. Nuestra generación lo va a pasar muy mal”.
Ella, además de tener ocupación como consultora estratégica, cuenta con la baza de poder ganar dinero en actos públicos.
 Hasta hace algunos años, Ana se resistía a aparecer en las fiestas y en las revistas que veneran a su madre, pero finalmente cayó en la tentación. “Hace tiempo que hago algunas cosas de este tipo, siempre las mismas”, cuenta. “Y seguiré haciéndolas mientras pueda”
. Es la parte Preysler de su vida. “De pequeña era igual físicamente a mi padre, y también en la forma de ser. Ahora creo que me voy pareciendo más a mi madre”
. Y es que Ana tiene mucho de Boyer, pero también posee parte del glamour que desde hace décadas exhibe su madre y que le ha convertido en la reina del corazón.
De su mano ha pasado a formar parte del clan Porcelanosa, ese grupo de famosos que acompañan a los reyes de la baldosa allá por donde haya una tienda que inaugurar o una fiesta a la que acudir.
Fernando Verdasco, con Jesús Marrero dibujan un corazón con la mano a Ana Boyer.
Ana, cuentan sus amigos, es algo tímida, pero muy sociable, quizá porque ha pasado muchas horas subida a unos tacones en salones con gente mucho mayor y muy variopinta. Pero la cualidad que más destacan de ella es su sensatez.
“Los hermanos, a pesar de ser de padres distintos, se adoran.
 Ella es quien aporta la opinión cabal cuando están juntos”, explica uno de estos amigos.
La nota discordante en su voluntad de discreción es su relación con Fernando Verdasco, conocido tanto por su juego en la pista como por sus conquistas fuera de ella. “Sé la fama de ligón que tiene”, reconoce. “Estamos muy ilusionados, estamos conociéndonos”.
 La pareja fue descubierta hace algo más de un mes, aunque estaban juntos desde antes del verano. Los pillaron jugando al tenis en un club de Boadilla (Madrid). Desde entonces, en la casa de los Boyer-Preysler hay más coches de paparazis que de costumbre.
 “Estoy habituada a la prensa desde que nací. No me preocupa. Supongo que esto pasará”, confiesa resignada.
Los fotógrafos han seguido sus pasos por los torneos de Estocolmo, París y Londres, a los que ha acudido para ver jugar a su novio. Verdasco, lejos de ocultarse, hace exhibición de sus sentimientos
. En la semifinal de dobles de Londres se dirigió a la grada y dibujó un corazón con sus manos hacia el lugar donde se encontraba su chica.
 En unas semanas, Verdasco se marchará a jugar a Catar y Dubái. La pareja estará un mes alejada. Ana sabe que será un momento clave en su relación.
Él estará jugando al tenis, y ella, sentada en un despacho comenzando su trabajo como consultora estratégica. Parece que, de momento, en su vida impera más el carácter Boyer que el Preysler.

 

15 nov 2013

De maltratador en maltratador

El maltrato provoca anulación de la autoestima, depresión, dependencia emocional. / S. B. (Corbis)

A Eva la puñalada definitiva se la asestaron la madrugada del martes
. Fue sobre las 4.30 cuando A. C. G, de 51 años, acudió a la comisaría de Torremolinos (Málaga) para confesar que acababa de matar a su pareja.
 Él fue el autor del último golpe, el que convirtió a Eva, de 36 años, en la víctima mortal número 44 de violencia de género en España este año
. Pero ni él fue el primer agresor de Eva, ni ella la primera víctima de A. C. G
. Los dos llevaban años atrapados en la red de la violencia de género. Eva como víctima en, al menos, dos relaciones anteriores; y él como agresor con dos parejas previas.
¿Qué ha fallado para que una víctima reincidente muera a manos de un verdugo experimentado?
 Al contrario que la mayoría de víctimas mortales de violencia de género, Eva había dado el paso de denunciar a los hombres que la maltrataban.
 Lo había hecho tres veces y en dos de ellas, en 2004 y 2011, obtuvo una orden de protección.
El crimen que esta semana le causó la muerte está bajo secreto de sumario, pero fuentes del caso indican que la relación que mantenía la pareja era reciente.
Aun así, a Eva le había dado tiempo de sufrir, al menos, una paliza que la llevó a acudir a un centro de salud desde donde el personal sanitario redactó un parte de lesiones para trasladarlo al juzgado
. Según fuentes del caso, la policía la convenció para que presentara una denuncia, pero la mujer no siguió con el proceso ni pidió medidas de protección.
Fuente: Ministerio de Sanidad. / EL PAÍS
La renuncia a seguir con la denuncia por parte de una víctima con antecedentes de haber sufrido violencia ya de por sí debería haber encendido las alertas, advierten los expertos.
 “Las propias familias e incluso los jueces a veces ven contradictorio que ponga una denuncia y luego la retire. Pero hay que insistir en que no solo no es contradictorio, sino que es un dato más que nos puede hacer sospechar que una mujer está siendo víctima de violencia”, advierte Susana Martínez, presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos.
Tras la retirada de una denuncia suele haber una mujer que se siente sola en su lucha por defenderse del agresor, que no tiene el apoyo de su entorno y que tampoco ha recibido ayuda psicológica.
“Nosotros tenemos que trabajar para que la víctima tenga el apoyo suficiente para no retirar la denuncia”, explica Susana Martínez, que, no obstante, alerta de que la denuncia “ni acaba ni soluciona” el problema de la violencia de género
. Eso lo comprobó Eva, que había denunciado a dos parejas anteriores, obtuvo órdenes de protección, se alejó de ellos y, aun así, se convirtió en víctima de nuevos agresores.
Eva obtuvo órdenes de protección de dos parejas, pero murió víctima de otra
“Cuando una mujer cae en distintas relaciones de maltrato es porque no se la ha fortalecido lo suficiente”, señala la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, Inmaculada Montalbán, que recuerda que el maltrato, además de las heridas físicas, deja importantes secuelas psicológicas: anulación de la autoestima, depresión, dependencia emocional. “Si la mujer no se recupera con apoyo social, familiar y psicológico es proclive a caer de nuevo en esta rueda”, señala Montalbán.
En los registros del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) no consta que Eva hubiera usado nunca sus servicios, a pesar de que el punto de coordinación que desde 2009 gestiona la Consejería andaluza de Justicia avisa de forma automática al IAM y al Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía (SAVA) cada vez que un juez dicta una orden de protección.
Tras esa alerta, ambos servicios contactan con la víctima para ofrecer una “atención integral” a la mujer, señala Encarnación Aguilar, directora general de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas de la Junta de Andalucía.
Las secuelas de la violencia les hacen más vulnerables
Desde 2009, hasta el punto de coordinación andaluz han llegado 12.512 órdenes de protección y, a partir de ellas, se ha atendido a 7.111 víctimas. Al margen de que una mujer pueda haber obtenido más de una orden, los datos revelan que son muchas las mujeres que no llegan a recibir este apoyo. “Estamos obligados a ofertar estos recursos de forma inmediata. Pero la mujer tiene la libertad de decir si los quiere recibir o no”, afirma la directora general.
La presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos considera que, cuando una mujer desiste de recibir estos apoyos, habría que plantearse que algo falla.
 “Si se le ofrecen recursos que se adapten a sus horarios, en los que ella percibe empatía y que se entiende su problema, no hay muchas mujeres que los rechacen.
 Lo que ocurre es que a veces hay pocos recursos y los pocos que hay no se adaptan a las necesidades de la víctima”, asegura. En los que ofrecen en su organización, señala, hay lista de espera.
“Muchos agresores ven normal su comportamiento”, dice Montalbán
Amparo Díaz, abogada especialista en victimología y violencia de género advierte también de la importancia de que todas las víctimas, y especialmente las reincidentes, reciban terapia de larga duración. “Estas víctimas suelen presentar lo que llamamos una indefensión aprendida, una alta tolerancia a la agresión física y psicológica, por lo que no es raro que una vez que superen una relación de violencia, sufran otra”, advierte. “Necesitan apoyo para librarse de esa dinámica, eliminar el sentimiento de culpa, aprender a distinguir las relaciones insanas y dejar de creer en la fantasía del cambio”, añade
. Díaz recomienda a las víctimas acudir a los servicios especializados de las comunidades autónomas, aunque advierte que, “sobre todo desde que empezó la crisis”, estas terapias suelen ser más grupales que individualizadas, lo que, en ocasiones, dificulta la recuperación.
“Los maltratadores buscan mujeres desprotegidas”, afirma una abogada
Eva, la última víctima de violencia de Málaga, tenía “muy consolidado” ese patrón de relaciones sentimentales “basadas en la dependencia y la desigualdad”, asegura la directora de Violencia de Género de Andalucía.
 “Hay casos que son muy resistentes al cambio porque han aprendido a relacionarse así con el sexo opuesto”, sostiene Aguilar.
 Es lo que el forense y exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género Miguel Lorente califica de una “normalización” de los malos tratos. “Son situaciones en las que la mujer llega a justificar la violencia en determinadas circunstancias. No le parece bien que su marido le pegue, pero entiende que le puede pegar”. En esta espiral se quedan tan atrapadas mujeres que conviven 50 años con un maltratador como aquellas que encadenan distintas relaciones de maltrato.
El problema es que “que han aprendido a relacionarse así”, dice una experta
La misma normalización del maltrato que sienten muchas mujeres, la experimentan también los agresores, por lo que la presidenta del Observatorio de Violencia de Género advierte de la importancia de que los maltratadores también pasen por terapia.
“No se sienten culpables, asumen su comportamiento agresivo como normal y hay alta probabilidad de que lo reproduzcan porque su razón última es lograr una posición de dominio sobre la mujer”, señala Montalbán. “Todas las mujeres son maltratadas más de una vez por sus agresores, pero además hay agresores que maltratan a más de una mujer”, apunta Miguel Lorente
. Los datos alertan de que estas reincidencias no son excepciones aisladas.
 Según el informe del Observatorio de Violencia de Género sobre la evolución de las denuncias entre 2005 y 2012, el número de mujeres agredidas que denunciaron fue de 656.212, mientras que el total de los hombres denunciados fue de 714.412, lo que indica que 58.200 hombres habían maltratado a más de una mujer.
Los especialistas reclaman ayuda psicológica de larga duración
La abogada Amparo Díaz considera que igual que un pederasta busca en Internet a las víctimas más vulnerables, los maltratadores también tienen tendencia a “elegir” a mujeres desprotegidas, por lo que no es casual que una mujer que ha sido víctima de violencia y no ha recibido apoyo se tope con un agresor reincidente.
 Además, advierte Lorente, el agresor al principio suele ser “muy considerado, muy atento con la mujer”. Esta, a su vez, tiene “la autoestima por los suelos y un déficit emocional”.
“Cuando se encuentran las dos personas la mezcla es terrible”, señala el forense.

LA PELÍCULA DE LA SEMANA: 'BLUE JASMINE'.............Carlos Boyero

Estupor y decepción

Me carga la estética de Woody Allen para describir estos mundos

Ni el personaje ni la creación de Blanchett provocan nada memorable.

PAULA CASADO / GREGORIO BELINCHÓN

Gran parte de la cinefilia agradecemos enormemente la vocación estajanovista de Woody Allen, que este hombre ya anciano no conciba su existencia sin rodar todos los años una película.
Y está claro que eso no responde a necesidades económicas sino a su irrenunciable pasión por contar historias.
Y lógicamente esa permanente vena creativa a veces está bendecida por el estado de gracia y en otras flaquea, pero hasta su cine más imperfecto siempre contiene alguna idea extraordinaria, personajes, gags, diálogos y momentos con el impagable sello de la casa, el de una inteligencia tan poderosa como compleja, una mirada irremplazable e insólita sobre las personas y los sentimientos.
Y, por supuesto, desde Keaton, Chaplin y los Marx, no ha aparecido nadie con tanta gracia como él.
Hace una década Allen emigró profesionalmente de Estados Unidos para fabricar sus nuevas criaturas en Inglaterra, España, Francia e Italia.
 Con resultados irregulares, pero todavía capaz de parir una trágica obra maestra sobre la codicia, la culpa, el destino, la fatalidad y el remordimiento titulada Match Point.
 Y de pronto, las trompetas de Jericó anuncian a través de las entusiasmadas opiniones de la crítica norteamericana y de los que se apuntan inmediatamente a lo que conviene, que Woody Allen ha creado con Blue Jasmine su mejor película en los últimos veinticinco años, desde la incuestionablemente genial Delitos y faltas.
Aunque solo me fíe de mis gustos, es inevitable que ese generalizado deslumbramiento cree lógicas expectativas en cualquier admirador de la obra de Allen.
Cuentan que hace un retrato memorable de una mujer angustiada y desquiciada, que Cate Blanchett logra una obra de arte con su interpretación.
 Algo que no te extraña al recordar la profundidad psicológica, el doloroso lirismo y la capacidad de emoción que desprendía Otra mujer, la descripción de aquella mujer de cincuenta años y aparentemente triunfadora (maravillosamente interpretada por Gena Rowlands) que acaba desolada al evocar sus recuerdos familiares y sentimentales, que siente como se derrumban las certidumbres que otorgaban estabilidad a su vida, que ya solo le quedan dudas y tristeza.
El arranque es prometedor
. Una elegante y sofisticada señora habla sola en el aeropuerto de San Francisco, para sí misma, aunque aparentemente se dirija a su perpleja compañera de vuelo.
 Ha dejado Nueva York y busca desesperadamente una nueva vida al lado de una hermana que asume sin complejos su condición de perdedora.
 La que lo ha perdido todo podría ser la esposa de Bernard Madoff.
 Y francamente, de entrada no me importa demasiado su ruina. Pero se supone que un artista como Allen me despojará de mis prejuicios hablándome de un complejo ser humano que se siente acorralado.
Un fotograma de 'Blue Jasmine'.
Pero pasa el tiempo y descubro que ni la protagonista, ni ese antiguo, estafador y adúltero marido que resucitan los flashbacks, ni los novios que busca para rehacer su corazón y su economía, ni esa hermana entre boba y naif, ni sus niños, ni los friquis sin puta gracia de su exmarido, los amantes actuales y los amigos de los amantes, me importan lo más mínimo.
También me carga la estética y el lenguaje que emplea Allen para describir esos mundos.
 Tengo la sensación de que al creador tampoco le interesan demasiado sus personajes y esa lamentable falta de empatía se contagia con facilidad al espectador.
Espero con impaciencia que mi estado glacial ante lo que me están contando empiece a caldearse, que aparezcan esos chispazos y situaciones que forman las señas de identidad de Allen incluso en sus películas menos afortunadas, pero no percibo ni huella de esos acreditados dones.
 Me resulta espeso y forzado todo lo que veo y escucho.
 Aseguraban que el impresionante trabajo de Cate Blanchett no tendrá rivales para que le concedan el merecidísimo Oscar.
Tal vez sea así, pero ni su personaje ni su esforzada creación me provocan nada memorable.
 Junto a sus insoportables imitaciones de los universos de sus admirados Fellini y Bergman en Stardust memories e Interiores, esta es la película que menos me gusta (o sea, nada) de un artista excepcional. Afortunadamente, ya está rodando otra.
 Y nos debe un testamento a la altura de su genio.

 

Lo que la cara de Madonna esconde

Lo que la cara de Madonna esconde

Oxígeno hiperbárico, liftings a base de microcorrientes, hilos tensores y toneladas de bótox y otros rellenos faciales. El rostro de la Material Girl a estas alturas ya está hecho de muchos materiales.

Madonna primer plano 
 
 
La reina del pop es – salvando las distancias – como Ana Rosa Quintana: una mujer dispuesta a seguir cumpliendo años sin que se note en su rostro. Y sin sucumbir al bisturí (bueno, tal vez alguna microcirugía, un minilifting…). Tener piel de una veinteañera con media centuria a tus espaldas (Madonna tiene 55 años) solo es posible: a) si duermes en una marmita llena de bótox, multivitaminas y agua de Lourdes, b) si tiras de talonario y te apuntas a todos los tratamientos rejuvenecedores del universo conocido. La señora Ciccone es más de esto último.
Lo mejor es que igual que confiesa machacarse haciendo deporte, tampoco oculta muchos de sus secretos de belleza. Si Robbie Williams confiesa maquillarse como una puerta ante de subirse a un escenario, Madonna, que le saca unos cuantos años, va más allá y reconoce se pega una sesión de masaje facial con oxígeno hiperbárico antes de cada directo. De hecho, en sus giras, su masajista facial y la consabida máquina son dos elementos imprescindibles. No hay agujas ni duele. El tratamiento se realiza con un aparato que produce oxígeno puro al 98% al que se somete a presión hiperbárica para que pueda penetrar mejor en las capas profundas de la piel. De paso se acompaña con un cóctel de vitaminas y ácido hialurónico que en cuanto dejan de estar achuchados por la presión se expanden y generan un efecto flash inmediato. Como si acabara de volver de vacaciones. Victoria Beckham, Fergie, Miranda Kerr, Justin Timberlake o el hype del momento, Robin Thicke, no ponen el pie en un sarao sin hiperbarizarse la cara.
 
Madonna retoque facial
La cantante reconoce que se somete a tratamientos faciales antes de cada actuación.
Foto: Getty Images
Pero el rostro de la ex de Guy Ritchie necesita algo más que vitaminas y hialurónicos. Una vez superados los cincuenta, los tejidos se relajan, el moflete tiende a caer y, salvo que lo remedies, huyas de la gravedad terrestre o la genética haya sido generosa contigo, hay que hacer algo con el descolgamiento facial. De nuevo, dos opciones: a) un lifting vía quirófano, b) algo que estire las mejillas igual pero sin bisturí. Y ahí entra en escena el Caci Quantum que produce microcorrientes de baja intensidad que reeducan a los músculos para que vuelvan a su posición original. “A su edad lo suyo es hacer un tratamiento de 15 sesiones, a razón de 3 por semana. Después, uno a los 15 días y otro a los 15 días siguientes. Hecho el tratamiento de choque, luego basta con una sesión de mantenimiento mensual”, apunta la especialista en estética Carmen Navarro.

Los mofletes carnosos de la cantante son una de sus señas de identidad. Se atribuye parte de su lozanía a la presencia de hilos tensores que evitan que el carrillo se desplome al pasar de los 40. Pero en los de Madonna hay bastante más. Esas mejillas tan escandalosamente voluptuosas propias de colegiala resultan bastante sospechosas a su edad. De ahí que en la pasada edición de Sound of Change su rostro fuera trending topic en Twitter. Basta echar un vistazo a su imagen esa noche para entenderlo: un rostro planchado, sin una arruga, gracias al consabido bótox que, a todas luces, había empleado a discreción. Una cara que, además, aparecía casi recauchutada a causa de los rellenos faciales reabsorbibles (ácido hialurónico, hidroxiapatita de calcio e incluso, su propia grasa).
Todos estos son métodos temporales: duran entre seis meses y año y medio, rellenan allá donde la piel pierde grosor y, poco a poco, el organismo los procesa y el vacío vuelve a apoderarse del rostro hasta que hay presupuesto para volver a rellenar. Aquella noche, al parecer, Madonna se había pasado con los rellenos faciales hasta el punto de parecer una señorona hinchada.
Madonna sound of change
Su rostro excesivamente voluptuoso y terso fue trending topic la pasada edición de Sound of Change.
Foto: Getty Images
Otros expertos en poner a punto rostros de Hollywood señalan que Madonna también podría echar mano de diversos protocolos para perpetuar el aspecto inmaculado de su epidermis, sin granos, manchas o pequeñas venitas
. De ello se encargarían algunos peelings con láser o la microdermoabrasión con zafiro u otros ingredientes abrasivos
. Puede incluso que su amiga del alma Gwyneth Paltrow le haya recomendado una pasadita de Thermage, la radiofrecuencia milagrosa que pone a trabajar al colágeno como si estuviera en el rostro de una adolescente. Así se rellenan arrugas, se retensa el rostro y se afina el aspecto general.

Para terminar, teniendo en cuenta la disciplina espartana que lleva con respecto a su dieta y al entrenamiento físico, nadie duda que Madonna además será rigurosa con los cuidados faciales domésticos.
 Vamos, que antes muerta que acostarse sin desmaquillar y aplicar los potingues necesarios para que durante la noche los fibroblastos reparen su rostro cual Photoshop biológico
. También es de dominio público que huye de los rayos solares como de la peste bubónica
. Así se ahorra el fotoenvejecimiento, uno de los principales causantes de arrugas en nuestro mundo
. Este gesto sí está al alcance de todas.