Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

20 jul 2013

Carlos, Carlos, qué hago ahora contigo

Juan José Millás empieza su serie veraniega del sábado para la que se ha creado un avatar.

Tomás Ondarra

Creé una identidad en Internet, la de un tal Carlos Rispais Huete
. Le asigné una fecha de nacimiento (1950), aseguré que era varón, que su tío favorito se llamaba Ricardo y que su comida preferida de pequeño eran las judías verdes
. Puse a su nombre una cuenta de correo electrónico (carlosrispaishuete@yahoo.es) y a continuación le abrí un tenderete en Facebook y otro en Twitter. Todo ello con mucho trabajo pues no soy nativo de la Red.
El caso es que los de Twitter me sugirieron que hiciera a Carlos seguidor de alguien, y me facilitaron una lista de posibilidades en orden alfabético
. Puse a Andreu Buenafuente, el primero en aparecer; a Demetria Lovato, que no sé quién es; a Paco León, el actor; a Paulo Coelho, el listo, y a Barack Obama, el superlisto.
 En la casilla de “Construir mi perfil”, escribí: “Estoy a la espera”. Su primer mensaje, que apenas tenía 50 caracteres, ya que quería que empezara con buen pie, sin abusar, fue el siguiente: “Hola, acabo de nacer y sé hablar, pero no sé quién soy”.
Como ya digo que el parto tuvo sus complicaciones, cuando corté el cordón umbilical y me desprendí por fin de Rispais Huete, sentí un alivio parecido al de mear al salir del cine.
 Luego regresé a mis asuntos dejando estar a mi criatura al modo en que Dios dejó estar al mundo una vez creados los días y las noches y los océanos y los peces y todo lo demás.
De vez en cuando, me asomaba al universo digital para ver cómo le iba, comprobando con pena que seguía sin amigos.
Ni siquiera Buenafuente, Obama o la tal Lovato, en justa reciprocidad, se habían hecho seguidores suyos. Asomarse a su página de Facebook era como asomarse a una ecografía temprana en la que aprecias una mancha del tamaño de la cagada de una mosca de la que el médico asegura que es tu hijo.
 Algo dentro de ti se encoge al sacar de la cartera la ecografía para enseñarle la cagada a los compañeros de la oficina mientras piensas en la responsabilidad que has contraído.
En las ecografías del mundo analógico, ves crecer al crío de semana en semana, de modo que, pasados los primeros meses, enseguida identificas sus ojos, su nariz, su boca, que a veces son tus ojos, tu nariz, tu boca. No es que posea ya una identidad, claro, pero tú se la vas atribuyendo, un poco en función de los rasgos físicos, un poco en función de tus deseos.
 Este Carlos Rispais Huete del que hablo, en cambio, permanecía estancado, de modo que yo me metía cada noche en la cama tratando de imaginar si acabaría siendo ingeniero, lavacoches o traficante de drogas. Había confiado erróneamente en que la identidad se la proporcionaran los otros, como en el lado de acá, en el que somos como nos miran, pero a Carlos Rispais Huete no le miraba nadie
. Entraba uno en su cuenta de Twitter, esperando que por fin tuviera quinientos o seiscientos amigos, pero la información siempre era la misma: cero seguidores.
Intenté abortarlo entonces, borrarlo del mapa, arrancarlo de esa especie de limbo donde ni era ni dejaba de ser, pero los pasos a seguir, al menos para un inexperto como yo, resultaban agotadores, de modo que intenté olvidarlo.
 Después de todo, pensé, en el universo digital debe de flotar más chatarra que en el espacio interestelar analógico. Quizá haya millones de avatares abandonados por sus padres.
 Si hubiera al menos en la Red una especie de orfanato en el que abandonar a estos hijos digitales para que otros los adoptaran, habría llevado allí a Rispais Huete, pero no encontré nada.
Así que soñaba con él y me despertaba con él y desayunaba y almorzaba con él. Carlos, Carlos Rispais Huete, le preguntaba, quién eres, por qué has entrado en mi vida de este modo, qué hago ahora contigo. Y él no me respondía, claro, porque ya digo que era una mancha oscura del tamaño de la cagada de una mosca en un mundo en el que sobran las identidades.
 A veces, le ponía un correo preguntándole cómo iba todo, aunque al comprobar que tenía que responderlo yo por él, lo que me parecía tan peligroso como hablar solo en voz alta, me desanimaba e iba espaciando mis comunicaciones.
Poco a poco, dejé también de escribirle.
Los remordimientos me matan
. Hace meses que no sé nada de Rispais Huete y sin embargo todavía se me aparece en sueños, como si se tratara de un hijo habido fuera del matrimonio y cuya infancia te has perdido, pero que sigue ahí el cabrón, reclamándote un poco de amor, pidiéndote que, aunque lo dejes fuera del testamento, le hagas de vez en cuando una visita.
 Ahora bien, cómo ejercer de padre de un señor que, si nació en 1950, tendría ahora 63 años
. Además, dije que su comida preferida, de pequeño, eran las judías verdes, algo del todo inverosímil.
Quizá erré ahí, en los datos fundacionales.

 

!! Vaya Jeta se gasta el PP"

Margallo: “Rajoy comparecerá ante la Nación cuando crea conveniente”.

Cuando le de la gana a Rajoy que esperará pase Agosto, se olvden las cosas y en Septiembre seguirá recortando tb lo que le de la Gana. Porque este no se va, esa mirada perdida y esa dicción de ceceo, la oiremos cuando a él le de la gana.

Pues él nos oirá pedir su dimisión siempre que nos de la gana a nosotros.

El ministro de Asuntos Exteriores, Jose Manuel Garcia-Margallo, en una imagen de ayer, en Palma de Mallorca. / JAIME REINA (AFP)

 El Gobierno ha asumido ya que la opinión pública está intranquila por el escándalo Bárcenas y que las explicaciones que ha ofrecido hasta ahora Mariano Rajoy son insuficientes.
Así lo ha reconocido hoy implícitamente el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Maragallo, en una rueda de prensa con su homólogo alemán, Guido Westerwele, al término de la reunión de dos días que han mantenido en Palma de Mallorca 16 ministros de Asuntos Exteriores de la UE.
Vaya que bien se lo montan, irá a cargo de los SMS de Bárcenas. 
“No tengo la menor duda de que [Rajoy] comparecerá cuando lo considere oportuno y en la forma que crea oportuna para dirigirse a la nación y tranquilizar a la opinión pública”, ha dicho Margallo, sin concretar si se tratará de una comparecencia parlamamentaria o ante los medios de comunicación.O en un Plasma
El ministro, uno de los más próximos personalmente al presidente, ha expresado su “confianza absoluta” en la “integridad y honorabilidad” de Rajoy, que ha considerado su “principal activo”, tras subrayar la “incalculable” cantidad de dinero que ha perdido el presidente por abandonar su plaza de registrador de la propiedad y “entregar su vida al servicio de España”.
Margallo ha mostrado también su “confianza” en los jueces y ha dicho que lo sucedido demuestra que “con este Gobierno se han acabado los fiscales, los inspectores [de Hacienda] y los policías a la carta.
Nos sometemos todos al Estado de Derecho”. “Lo único que pido es que judicialmente [este caso] termine cuanto antes para que esta sombra no esté planeando sobre nosotros”. Con todo, el ministro ha añadido que “la corrupción no ha afectado en términos objetivos” a la confianza de los inversores en España, como demuestra que no se haya disparado la prima de riesgo y el Tesoro haya colocado sus emisiones con normalidad.
Preguntado si los escándalos han dañado la imagen de España entre los alemanes, Westerwele no ha querido responder, alegando que no puede opinar sobre asuntos internos de otro país.
 Su opinión, sin embargo, no debe ser muy favorable ya que, según ha dicho, pronunciarse sería poco cortés con la hospitalidad que ha recibido.
 En Alemania está asentada la tradición de que todo político que cometa una irregularidad debe dimitir, aunque su conducta no constituya delito.

 

19 jul 2013

Lily, una dama del arte frente al fisco

Imputada por defraudar 5,7 millones a Hacienda, Liliana Godia vive volcada en el coleccionismo y la filantropía. "Ha delegado sus negocios en su marido”, aseguran en su entorno.

Liliana Godia, en la gala de la Hispanic Society of America, en Nueva York, en 2011. / johnny nuñez (wireimage)

El entorno de Liliana Godia Guardiola se volcó en ella cuando, hace años, tuvo un accidente de tráfico muy grave. Lily, como la llaman sus allegados, se metió en dirección contraria en una autopista.
 “Se salió equivocadamente por donde tenía que entrar, pero no por acortar o por llegar antes a ningún sitio. Fue una mera equivocación”, cuenta una persona que la conoce desde niña.
 Salió viva de aquello, pero la marcó profundamente.
Ahora, su familia y amigos la han arropado de nuevo con fuerza. Liliana Godia, una de las mujeres más ricas, poderosas e influyentes de Cataluña, está imputada por haber defraudado, presuntamente, 5,7 millones a Hacienda junto a su marido Manuel Torreblanca
. Acostumbrada a los agasajos, los reconocimientos públicos y las felicitaciones, la empresaria afronta una causa judicial compleja, que la ha puesto en el centro de la diana.
Liliana es, de las seis hermanas de la familia —Carmen, Cristina, Silvia, Virginia y Yolanda—, la que más ha cuidado el legado de su padre, Francisco Godia.
 Su figura siempre le impresionó, según fuentes de su entorno.
 Cuando ella nació, su padre tenía ya 50 años, por lo que jamás le vio en las carreras. Francisco Godia fue el mejor piloto español de fórmula 1 antes de Fernando Alonso.
 Disputó 25 grandes premios y logró acabar en cuarta posición en dos ocasiones.
 Hijo de una familia adinerada, Francisco Godia fue el alférez provisional más joven de España, con 16 años, cuando se alistó en el ejército de Franco.
 Murió a los 69 años, en 1990, cuando Liliana rondaba la veintena.
Además del motor, el padre fue un amante del mundo del arte.
Una pasión que Liliana ha heredado. En homenaje a él, la empresaria impulsó la Fundación Francisco Godia, que exhibe la colección familiar.
 “Su labor en el mundo de la cultura y el arte es extraordinaria. Ha invertido mucho dinero y esfuerzo”, asegura otra fuente.
 Economista de formación, la inversora estudió en la Royal College of Art y en la Slade School of Fine Art, ambas en Londres, y trabajó un tiempo en la casa de subastas Christie’s.
De su afición al coleccionismo le han venido parte de sus problemas con el fisco
. La fiscalía la acusa de haber ocultado obras de arte que posee en sus domicilios particulares valoradas en 6,8 millones, lo que le permitió eludir, presuntamente, el pago del impuesto sobre el patrimonio.
La fiscalía la acusa de pasar como gasto de empresa el chófer y el entrenador personal, joyas y hasta un amarre en Ibiza
“Es de pestaña tiesa”, bromea otra persona que la conoce, en alusión a la cantidad de maquillaje que usa.
 La describe como “una buena chica” que reside en Barcelona y que suele asistir a actos sociales relacionadas con la beneficencia.
“No es una persona superflua”, añade. Sus apariciones en prensa han sido para hablar de arte, o bien con ocasión de varios galardones que ha recibido, como el Premio Montblanc de la Cultura, o la Medalla Sorolla que concede la Hispanic Society of America de Nueva York, por la difusión de las artes y las letras hispanas.
Junto a su marido, a través del holding empresarial BCN Godia y otras empresas más, tiene participaciones en Abertis, y hasta junio poseían una cuarta parte del Hotel W —conocida como hotel vela— en Barcelona. Los negocios que manejan están relacionados también con energías renovables, sector inmobiliario, ITV, hoteles, seguridad privada...
 Lo que les ha supuesto cuantiosos ingresos. “En Cataluña está mal visto tener dinero”, lamentó Liliana en una entrevista en Economía Digital el año pasado.
Simpática, comprometida, buena persona... los piropos se suceden cuando se pregunta por su figura. “Ha delegado muchos de sus negocios en su marido”, la excusa una mujer de su entorno.
 Un hombre dedicado también a los negocios define a Torreblanca como “un chico listo, de Valls”.
 El empresario lleva una vida por todo alto, con chófer y vuelos privados.
 Cuando se traslada a Madrid se aloja en los mejores hoteles, y pasa largas temporadas en Puigcerdà, una zona habitual de segunda residencia de la burguesía catalana, o Ibiza.
 Torreblanca forma parte además del influyente grupo de empresarios denominado Puente Aéreo, un foro de opinión y reflexión que pretende debatir sobre la actividad empresarial entre Madrid y Barcelona.
Hay quien, más allá de la faceta artística, destaca el lado solidario de Liliana, que es madre de tres hijas. Godia ayuda financieramente y dedica horas de su tiempo libre a la fundación del hospital Sant Joan de Déu —dedicada a la investigación sanitaria— a la Fundación Pare Manel —que desarrolla proyectos de acción social y educativa para niños de dos barrios periféricos de Barcelona— y a una fundación de ayuda a enfermos de sida. Entre sus aficiones, caminar y leer —“siempre en papel”, según fuentes de su entorno— libros de historia o biografías de personajes históricos.
Hacienda, y después la fiscalía, acusa a Godia de hacer pasar gastos exclusivamente personales como si fueran propios de su empresa BCN Godia. La empresaria “burló sistemáticamente” el pago del IRPF durante cuatro años, entre 2007 y 2011, según el escrito del fiscal, que atribuye a la pareja 14 delitos contra la hacienda pública.
 De su elevado tren de vida da cuenta el hecho de que, según el fiscal, sus gastos ascienden a más de 1,5 millones anuales en todo tipo de productos y servicios: mantenimiento de la casa, chófer personal, vuelos privados, estancias en hoteles, compra de joyas, servicios de entrenador personal, equipos de gimnasia, alfombras, clubes privados, floristería e incluso un yate con tripulación en Mallorca y un amarre en Ibiza
. A través de su abogado, el penalista José Ángel González Franco, Godia —que el próximo 23 de julio deberá declarar como imputada— busca una solución al conflicto judicial para pasar página y continuar con su vida como mecenas y empresaria.

 

Millonario a medianoche


Juan Pedro Gómez, ganador de 'Pasapalabra'.

En Porzuna, un pequeño municipio de 3.000 habitantes al norte de Ciudad Real, al cobijo de los montes de Toledo, solo se habla de una cosa
. Las cercanas fiestas de San Pantaleón o los resultados de la última cosecha han pasado a segundo plano. Uno de sus paisanos se acaba de embolsar 1,674,000 euros en el concurso televisivo Pasapalabra. Haciendo números, un montante similar al total de ingresos de su Ayuntamiento durante 2011.
El afortunado es Juan Pedro Gómez que después de participar durante 24 programas en el concurso se ha embolsado el bote del rosco, el mayor premio que ha entregado el programa desde que se emite en Telecinco.
“Yo a mis hijos no les pude dar una carrera, pero la verdad es que me han salido muy listos los cinco”, explica por teléfono Inocenta, su madre, con la voz llena de orgullo.
Juan Pedro ya había estado varias veces al borde del triunfo.
 Hoy iba sobrado de tiempo, como casi siempre. Solo le faltaba una palabra, la que correspondía a la letra M. “No era una palabra difícil, pero había escuchado mal una palabra del enunciado y estaba buscando sinónimos en vez de antónimos”.
 Finalmente atinó con la palabra mágica: medianoche. El límite horario entre dos días cambió de golpe la vida de este albañil en paro.
Gómez trabajaba en la construcción como gruista. La burbuja del ladrillo le estalló entre las manos hace cuatro años. Desde entonces ha trabajado poco e irregularmente.
 Por eso urdió un plan, un plan B en el que puso todas sus energías. Era simple: leer libros y más libros con los que un hombre sin estudios superiores pudiera prepararse para participar en programas culturales.
“Ni cuando venía a vernos al pueblo se separaba del libro”, dice su madre
Primero probó suerte en Saber y Ganar y luego no se separó del diccionario hasta hacerse invencible en Pasapalabra. “Ni cuando venía a vernos al pueblo se separaba del libro”, cuenta su madre. Gómez reconoce que hizo este esfuerzo por el futuro sus hijos, de 7 y 10 años, y la jugada, el plan B, le ha salido redondo
. Tanto que por ahora descarta seguir concursando en la televisión: “La cosa está muy mal, hay mucha necesidad y hay que repartir este dinero, que se lo lleven otros”, sonríe.
El concursante rompió la tradición que preconiza el presentador, Christian Gálvez, de cortarse el pelo tras ganar el rosco
. Lo hizo por una cuestión de discreción: “No quería que la gente lo supiera y aparecer con la cabeza rapada daría muchas pistas”, explica, “así que lo cambiamos por descorchar unas botellas de cava”.
Inocenta afirma que la vida de su hijo no va a cambiar mucho a pesar de la lluvia de euros que ha caído en la familia, “tiene la cabeza muy bien amueblada y todo va a seguir igual”, afirma con una tranquilidad pasmosa, muy similar a la que muestra su hijo. Juan Pedro confirma sus palabras:
 “Seguiré buscando trabajo, pero ya no con tanta prisa y seguramente cambiaré de sector y no buscaré en la construcción”, expone.
“Aún no lo he asimilado”, explica, “si hace dos años me dijeran que me iba a pasar esto no me lo creería”. De momento el verano de este nuevo millonario va a ser tranquilo.
 “Pasaremos unos días en la playa y a finales de mes iremos al pueblo, a las fiestas”.
 Y recuerda con sabiduría, de esa que no dan los libros, sino el sentido común: “no hay que volverse locos, que en esta vida uno no puede bajar la guardia”.
Su madre, Inocenta, solo tiene una pega que ponerle a esta satisfacción: “Hacienda se lleva demasiado, que se lleve un poco está bien, pero ¡es que se quedan con mucho dinero!”
. A pesar del hachazo, Inocenta puede quedarse tranquila
. Sus nietos tendrán acceso a esos estudios que ella y su marido no pudieron darle a sus hijos.