Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

30 jun 2013

Muere el fotógrafo Bert Stern, famoso por sus imágenes de Marilyn Monroe

El fotógrafo Bert Stern, ante una imagen de Marilyn Monroe. / Neilson Barnard (AFP)

Conocido por fotografiar a Marilyn Monroe seis semanas antes de su muerte, Bert Stern falleció el miércoles en su casa en Manhattan, Nueva York, a los 83 años.
 La noticia la confirmó su esposa, la directora de cine Shannah Laumeister, de 43 años, quien se casó con el fotógrafo en 2009 y que por razones de privacidad lo mantuvieron en secreto, según ha informado la agencia de noticias AP. Stern había pasado unos días en el hospital por encontrarse mal pero regresó a casa "porque los médicos no encontraron nada", según Laumeister.
En 1962, Stern tuvo la oportunidad de realizar centenares de fotografías a la actriz  Marilyn Monroe en el hotel Bel Air de Los Ángeles
. El reportaje fotográfico incluía imágenes de la actriz desnuda y semidesnuda encargado por la revista Vogue. Unas imágenes que han pasado a la historia porque se realizaron fechas antes de que la actriz falleciera de una sobredosis en esta ciudad.
 En la sesión Stern disparó su cámara hasta conseguir algo más de 2.500 imágenes, algunas de ellas censuradas por la estrella del celuloide. El fotógrafo seleccionó una serie que fue publicada en 1982 en el libro The Last Sitting.
 El resto de las imágenes se dieron a conocer  en 2000 en Marilyn Monroe: The Complete Last Sitting. En un documental de la realizadora Shannah Laumesteir sobre el fotógrafo (Bert Stern: Original Mad man), Stern contaba:
 "Tener a Marilyn Monroe en la habitación de un hotel solo pasa una vez en la vida, aunque la habitación esté convertida en un estudio".
Su esposa ha reivindicado la parte artística de Stern: "Siempre será recordado como alguien que amó a las mujeres, que amó hacer fotos y sentir de una manera intensa las cosas que se ponían frente a su cámara.
Sus imágenes vivirán para siempre. Las que hizo a Marilyn Monroe van más allá de la simple fotografía, son arte".
Stern fotografió durante su carrera a grandes estrellas del cine y la literatura como Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor y Truman Capote
. "Era un fotógrafo innovador, tanto en el sector comercial como con modelos y famosos
. Era uno de los mejores", ha dicho Bruce Barnes, director del Museo de Fotografía y Cine George Eastman House (Rochester, Nueva York), en el cual se iba a presentar el único documental elaborado por Stern al final de la década de los cincuenta sobre el Festival de Jazz de Newport: Jazz on a Summer's Day, según informa The Huffington Post.
Nacido en Brooklyn, Stern formó parte de una generación de fotógrafos - entre los que estaba Irving Penn y Richard Avedon- que fueron conocidos por sus imágenes depuradas y seductoras. "Aunque él no era tan conocido, encaja en este grupo que revolucionó la forma de mirar y retratar a los famosos", ha dicho Jessica Johnson, trabajadora del George Eastman House.




 El funeral está programado para hoy en la capilla Frank E. Campbell de Nueva York.

Un bolso, una obra de arte

Desde pequeñas todas jugamos a ponernos tacones y colgarnos el bolso de mamá para sentirnos importantes.
Al crecer aprendemos que sea cuál sea tu estilo o tu forma de vida, un buen complemento siempre consigue mejorar un look convirtiéndose en un elemento básico y abierto a la fantasía.
Los diseñadores de Desigual dotan a este complemento de un estilo único con el que quieren demostrar que no hay que tomarse todo tan en serio, que lo importante es disfrutar y volver a gritar al mundo su lema que es toda una declaración de intenciones, “La vida es Chula”.
Los diseñadores de Desigual conciben cada bolso como una obra de arte que lleva el sello del artista que los hace identificables.
 Si los expusieran en una galería podría seguirse a través de ellos las diferentes etapas de la vida de un artista, con sus giros y variaciones pero con el hilo común que hace que las obras se reconozcan como propias.
Etapa intimista
Creaciones como el Mini Satchel, inspirado en el bolso de los carteros antiguos, o de los estudiantes ingleses, que llena de fantasía con impresiones y grabados o el bolso de corte vintage, romántico y con aires campestres lleno de motivos florales. Reflejan sus vivencias más puras y auténticas.
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Etapa de Reafirmación
El bolso logo marca la época de reafirmación del artista que se centra en si mismo y hace de su nombre el elemento gráfico principal.
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Etapa Naïf
Casi todos los artistas viven un momento de purificación espiritual y de regresión a su Infancia. Aquí se refleja en el bolso Bowlin, infantil e ingenuo pero con una base clásica.
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Etapa Folk
Construido a partir de retales de diferentes telas de flores, encajes y rayas, este bolso refleja los recuerdos del artista durante su etapa más bohemia en Budapest. Su cultura y folklore inspiran esta pieza.
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Etapa Cumbre
Cada marca tiene sus propios iconos. En el caso de Desigual, el bolso Icono corresponde a la etapa cumbre del artista, el periodo álgido de su obra, en el que encuentra su lugar como artista, con piezas que son hoy por hoy verdaderos clásicos imperecederos.
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Este verano coge el bolso que más te guste y sal a disfrutar. Haz tuyo el lema de Desigual, “La Vida es Chula”.

Mario Vaquerizo: "Me he pasado la vida copiando a mis ídolos"

Es él. Mario Vaquerizo, el incombustible, el auténtico
. El líder de Nancys Rubias, mánager de estrellas, escritor y fenómeno televisivo, habla de moda como de todo: sin morderse la lengua.
Usted no tiene problema en reconocer lo mucho que le preocupa su imagen y la ropa que se pone.

Es que la forma de vestir es algo que habla de uno, de su propio estilo.
 Por supuesto que me preocupa lo que llevo, que me quede bien y que dé una idea de quién soy. Me encanta verme guapo.
¿Se considera original al vestir?

Para nada.
 Me he pasado la vida copiando a mis ídolos y aprendiendo de ellos
. Mis influencias estéticas van de David Bowie a The Ramones, pasando por Iggy Pop, los Village People o Raffaella Carrà.
Pues eso de reconocer que imita tiene mérito.

Es que yo copio a quien admiro. No hay nada de malo en eso.
Dígame, ¿hay alguna prenda que le haya marcado?

Sí. Los pantalones pitillo negros de la tienda Trash and Vodevil de Nueva York
. El dueño es uno de los reyes del punk neoyorkino de 1977. Ha vestido a artistas como Blondie o Iggy Pop.
Hábleme de esos pantalones.

Compré el primer par en el año 2000, y gracias a ellos descubrí mis piernas
. Ahora solo uso esos. En España no los hay, así que aprovecho para comprarlos cuando voy a EE UU, o se los encargo a los amigos.
Veo que siempre se viste con una cazadora de cuero. ¿Cuántas tiene?

Tengo 39.
 Todas son negras y estrechas. Algunas son de Zara o de Bershka, aunque también tengo una preciosa de Balmain.
Y si encuentro un modelo que me gusta mucho, me compro más de una.
¿Su favorita?

Una perfecto que me regaló Alaska, que ella usó cuando sacó Horror en el hipermercado.
 Y otra que llevaba Nacho Canut en A quién le importa.
¿Algún otro exceso en su armario?

Sí. Tengo más de 500 camisetas.
Alguna debe ser la favorita.

Una que me regaló Nacho Canut, estrecha y sin mangas, verde, con una espiral en negro, que él usaba en su época de Los Pegamoides.
Le tengo tanto cariño que cuando la llevo de viaje no la facturo por si me pierden la maleta.
¿Qué es lo más extravagante que guarda en el armario?

Un arnés de sadomaso con el que me fotografió Juan Gatti para un disco de Las Nancys Rubias.
 Como no es algo que me vaya mucho, lo subastaré en una puja benéfica que vamos a organizar Alaska y yo.
Dígame algo que guarde, aunque ya no lo use.

Una camiseta que compré cuando conocí a Killer Barbies.
 Encogió y ahora parece un minipull.
¿Recuerda la primera prenda de vestir que se compró con su dinero?

Un anillo de plata con una calavera que encontré en un puesto rockero de Gran Vía
. Fue en 1994. Acababa de cobrar 8.000 pesetas por una entrevista que hice a Carlos Berlanga en El Gran Musical. Metí 4.000 en una cartilla, aparté 3.000 para mis gastos y con las otras 1.000 me compré el anillo.
Hablemos de zapatos.

Tengo muchos, y guardo algunos que ya no utilizo, como unos Boogie de Christian Dior con cadenas de metal que me compré en París.
¿Su calzado preferido?

Me gustan los zapatos altos y con flecos, pero en España solo los fabrican para mujeres. Ahora estoy encantado, porque en Louboutin me han hecho con mi horma unos con tacón ancho de 12 centímetros y flecos de cuero. Encargué tres pares.
Nunca se pondría.

Un poncho.
 Me horrorizan porque no se nota el cuerpo.

El polifacético Mario Vaquerizo abre su armario, y no sorprende que guarde más de 500 camisetas y 39 chaquetas de cuero, prendas clave de su estilo inconfundible.



La España más brasileña reta al otro Brasil.............................José Sámano

Del Bosque, Xavi, Casillas y Alba descansan en el banquillo. / JUAN FLOR (diario as)

Se puede ser muy campeón, pero sin derrotar a Brasil siempre parecerá que faltó algo.
Por lo que Brasil ha supuesto para el fútbol, superar su reto es casi una obligación de todo entronizado que se precie.
 Y si el destino te cita en Maracaná, aún más.
Los jugadores españoles lo tienen metabolizado hasta el hueso y ese objetivo ha sido su hilo conductor permanente en una Copa Confederaciones sin otro atractivo.
 Un torneo calzado por la FIFA tras una temporada agotadora y una larga concentración sin grandes pasatiempos.
 En caso de victoria, la causa habrá merecido la pena para España.
No es la final mundialista o de la Eurocopa, pero el cartel es tan imponente que lo parece, y tiene en vilo a los futbolistas españoles, que, pese a su mochila de éxitos, siempre soñaron con este día.
 Para la Roja sería una victoria legendaria, de las que perdurarán en la retina y se novelarán de generación en generación.
Ambos bandos se han tomado el pulso como una cuestión tan personal como primordial. Brasil, con las calles en sangre viva, teme que una decepción complique todavía más el tránsito hacia su Mundial de 2014. En lo deportivo, la Canarinha no tendría redención en todo un año, puesto que nada tiene en juego hasta entonces, y el derroche por el fútbol está en el disparadero de las revueltas sociales. Para los brasileños todavía hay algo más en juego.
 Desde los años noventa, Brasil ha perdido aroma, ya no representa la esencia del jogo bonito, “ese fútbol que prefiere el placer al resultado, ese fútbol que no tiene ángulos rectos, como tampoco los tienen las montañas de Río ni los edificios de Niemeyer”, como en su día lo definió de forma magistral el escritor Eduardo Galeano.
 Ese papel bonito le corresponde ahora a su adversario de esta noche y, tras los fracasos en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, la selección amarilla tampoco puede reivindicar títulos a cambio de estilo.
EL PAÍS
España, por su parte, tiene de todo: gana y fascina.
 Un éxito en Río sería toda una guinda para el grupo de Vicente del Bosque; una derrota no empañaría su andadura desde 2008.
Sin embargo, otro llanto de Maracaná como el provocado por Schiaffino y Ghiggia, aunque ya nunca será tan multitudinario, abriría preocupantes interrogaciones en el fútbol brasileño y en todo el país.
 Por algo en las horas previas, Luiz Felipe Scolari se ha hartado de otorgar el favoritismo a España, una forma subliminal de querer sacudirse la presión.
Un éxito en Río sería toda una guinda para el grupo de Vicente del Bosque; una derrota no empañaría su andadura desde 2008
En principio, todo apunta a que Brasil mantendrá su alineación de todo el torneo, con Neymar como icono y principal amenaza, dos laterales de largo recorrido —Alves y Marcelo—, dos centrales y un portero matriculados en Europa —Julio César y los zagueros David Luiz y Thiago Silva—, dos medios centros como Luiz Gustavo —más defensivo— y Paulinho —más llegador—, un volante indefinido —Óscar— y dos atacantes potentes y con oficio —Fred y Hulk—.
Por parte española es probable que Del Bosque ordene alguna variante respecto al partido con Italia. La decepcionante actuación de Silva puede abrir la puerta a Mata o a Navas, aunque el técnico tiene preferencia por el sevillano como agitador durante el transcurso del encuentro.
 Con Cesc ya en plenitud, puede ser él quien resuelva el enigma del nueve en cada partido. Reventados físicamente tras el exigente duelo con los italianos, en Río los españoles encontrarán alivio en el clima, con temperaturas hasta 10 grados por debajo de las de Fortaleza.
 Al abrigo de Maracaná, el holandés Björn Kuipers, de 40 años, hijo de árbitro y dueño de un supermercado, ha sido designado como juez. Esta temporada ya arbitró el Barcelona-PSG de los cuartos de la Liga de Campeones, y el Borussia Dortmund-Real Madrid en semifinales.
Kuipers tendrá tajo
. Las estadísticas alertan de que Brasil es el equipo que más faltas ha cometido del torneo, 81, más de 20 por partido, por tan solo 42 en total de los españoles. La Roja, cuestión ideológica, ha dado 794 pases más que su rival de hoy. Otro Brasil, la nueva España.
 Dos vías diferentes para dirimir mucho más que un mero partido.
Y con Maracaná de testigo, donde la Canarinha ha disputado 104 encuentros, con 74 victorias, 23 empates y solo siete derrotas. Señal inequívoca del fortín que espera a los españoles y la magnitud de la gesta. Los futbolistas de hoy no tendrán en contra una marabunta de 152.772 hinchas, como tuvieron que soportar Ramallets, Zarra y compañía hace 63 años.
 En el remodelado estadio el aforo es de 73.531 espectadores. A diferencia de lo ocurrido en el Mundial de 1950, donde la selección de Guillermo Eizaguirre no desvelaba a Brasil (6-1, en su duelo), la de ahora ha sido abucheada sin parar en cada partido. Es el ayer contra el hoy, Brasil ante su hijo más reconocido: la España más brasileña.