Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

21 may 2013

El Prado a través de una cerradura

'La belleza encerrada' ofrece una historia alternativa de la colección en 281 obras de pequeño formato

La muestra está comisariada por la conservadora Manuela Mena

El recorrido va de Fra Angelico a Fortuny e incluye piezas de Durero, Patinir Rubens o Goya.

Si Dios está en los detalles, la nueva muestra del Prado, La belleza encerrada. De Fra Angelico a Fortuny, alberga aspiraciones realmente divinas. Propone, con el apoyo de la Fundación BBVA, algo así como una historia alternativa del museo, entre los siglos XIV y XIX, a través de 281 obras de pequeño formato (y no tanto) escogidas por la conservadora Manuela Mena, la más veterana del lugar, entre las cerca de mil que la comisaria calcula dentro de esa categoría en el Prado.
Algunas son de sobra conocidas: ahí está Durero en la segunda de las 17 salas, mirando de medio lado en su inmortal autorretrato o, a su lado, el pobre viejo barbudo de Patinir, con la suerte irremediablemente echada y a medio camino por la laguna Estigia, o las visiones de la romana villa Médici de un tal Velázquez.
 Otras, la mitad, apenas se han visto; emergen o bien del mítico Prado oculto, esos almacenes que últimamente no ganan para húmedas sorpresas, o bien del Prado disperso, conjunto de obras que la pinacoteca tiene repartidas por museos e iglesias de España.
Están los últimos fichajes, como la tabla francesa del siglo XV La oración en el huerto con el donante Luis I de Orleans o un paret de reciente adquisición, y las inesperadas sorpresas: el conjunto primorosamente restaurado de bocetos de Rubens para la Torre de la Parada, pabellón de caza de Felipe IV, o la adjudicación de un Cristo atado a la columna al catálogo del pintor de la órbita sevillana de Murillo Cornelio Schut, posible tras una limpieza a fondo que permitió descubrir las iniciales C. S.
El conjunto ha pasado la ITV de los talleres de la pinacoteca; obviamente, el detalle solo se aprecia si las obras están en perfecto estado de revista
. La limpieza (“la belleza también está encerrada bajo los barnices”, advierte Mena) no es la única arma empleada por la conservadora para hacer aflorar los detalles. Le asiste la organización de los espacios: las enormes salas de la planta baja de la ampliación se compartimentan en 17 pequeños gabinetes de organización temática y discurso cronológico (“la cronología afecta al arte como nos afecta a nosotros… desgraciadamente”, continuó la comisaria).
También ayudan el azul turquesa de las paredes (que en ocasiones se agujerean para enfocar las miradas y permitir que las perspectivas crucen furtivas de unas salas a otras) y otros ingenios expositivos, como la colocación de piezas en lugares abuhardillados o el efecto más especial de todos: una dieciochesca cámara oscura en la que al final de un agujero aguarda Muchacha durmiendo, flamante óleo sobre lámina de cobre de Luis Paret y Alcázar.
La sensación creada es la de un pequeño Prado dentro del Prado, cuyas dimensiones se reproducen a escala en una maqueta original del palacio presentada por Juan de Villanueva a finales del siglo XVIII. En la muestra, el armatoste de madera incorpora una mirilla a través de la que se enfoca Un garrochista. El guiño está servido: este cuadro de gabinete de Goya fue el primero en entrar en las colecciones del museo.
Como en el grande, Goya dispone en el Prado chico de su propio espacio, al igual que Rubens, Paret o Tenniers y sus inquietantes dibujos de monos haciendo de hombres. Porque a diferencia de en la pinacoteca mayor, en la menor los protagonistas no son los reyes y los nobles, sino los mártires, los extranjeros, las oropéndolas y hasta los unicornios que Mena rastrea, según su confesión, en varios de los cuadros expuestos.
La muestra es también un recorrido por la historia de las técnicas del pequeño formato, que echó a andar en la Edad Media con los altares portátiles y como acompañamiento a los retablos en las secuencias descritas por las predelas. Así es en La Anunciación, de Fra Angelico, colgado a una altura mayor de la habitual para llamar la atención sobre esos detalles inferiores. Luego llegarían las tablas, los óleos sobre cobre, las pinturas de gabinete, las pizarras de Del Piombo y los bocetos que de medios pasaron a ser fines en sí mimos.
“Hemos decantado la grandeza y la calidad de las piezas maestras del Prado como los buscadores de oro”, proclama el director Miguel Zugaza, que tuvo la idea de la muestra hace algo más de dos años.
 Pese a que, como recordó Mena, “una exposición no se improvisa en dos días”, parece inevitable observar la propuesta desde la perspectiva de la crisis, que obliga a los grandes museos a replantearse su política de exposiciones temporales y tirar de fondo de armario incluso, como es el caso, para sus grandes apuestas de la temporada. “Bendita sea la crisis si nos permite centrarnos en lo bueno que atesoramos”, zanja Zugaza.
Ante las adversidades, la pinacoteca ofrece la receta del detalle también en el catálogo, excepcionalmente editado en formato pequeño.
 Porque milagros económicos para las finanzas de un museo como el reciente descubrimiento de la Gioconda del Prado —presente en otro guiño en la exposición en una postal de época que cierra el recorrido y fue firmada por el comprador el 21 de agosto de 1911, mismo día del célebre robo de su prima del Louvre— no se obran todos los días.

 

La trama Gürtel pagó parte de la boda de la hija de Aznar y Alejandro Agag

La red corrupta incluyó en su contabilidad el gasto de 32.425 euros por la fiesta en una finca

El novio admite el “regalo” de Correa, su testigo

"Yo no ocupaba ningún cargo y Correa no estaba imputado entonces”, explica.

La trama Gürtel pagó una parte de los gastos —32.452 euros— de la boda de Alejandro Agag y Ana Aznar, hija del expresidente del Gobierno José María Aznar, según recoge la documentación incorporada al sumario del caso que se instruye en la Audiencia Nacional. Esa documentación fue incautada por la policía, hace más de dos años, en una nave que utilizaba la red corrupta para guardar material diverso.
La boda Agag-Aznar se celebró en el monasterio de El Escorial el 5 de septiembre de 2002. La fiesta posterior, alguno de cuyos gastos asumió la trama Gürtel, según su propia contabilidad, tuvo lugar en una finca dedicada a la cría de caballos llamada Los Arcos del Real, propiedad de un amigo de José María Aznar.
Agag, Ana Aznar y Alejandro Agag, el día de la boda, en septiembre de 2002. / EFE
El entonces presidente reunió en la boda de su hija, oficiada por el cardenal Antonio María Rouco Varela, a los Reyes de España, los jefes de Gobierno del Reino Unido (Tony Blair), Italia (Silvio Berlusconi), Portugal (José Manuel Durão Barroso) y El Salvador (Francisco Flores), así como a los principales representantes de los tres poderes del Estado, presidentes autonómicos y ministros de su Gabinete.
Francisco Correa, jefe de la red Gürtel, dirigía en aquel tiempo las empresas que organizaban la mayoría de los actos electorales del PP nacional y acudió a la boda de la hija del presidente del Gobierno como invitado y como uno de los testigos del novio, Alejandro Agag.
La contabilidad de la red Gürtel refleja la facturación de los gastos ocasionados por la boda con una pérdida de 32.452 euros, a diferencia de lo que ocurría con otros estadillos contables, donde la red Gürtel reflejaba el coste real de los servicios que subcontrataba junto al coste que imputaba a sus clientes y el beneficio conseguido.
Según esa documentación, la empresa de Correa se hizo cargo de determinados servicios de la fiesta (“iluminación, andamios, generadores, parking, acreditaciones, alojamientos técnicos...”) sin cobrar a los novios por ello.
Yo no ocupaba ningún cargo y Correa no estaba imputado entonces”, dice Agag
La trama Gürtel, según los documentos que maneja la investigación judicial, asumió así una parte importante de los gastos de la fiesta de la boda de la hija de Aznar que siguió al convite, y lo reflejó en la peculiar contabilidad que llevaba sobre todos los actos que organizaba.
La Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) de la policía, que requisó en enero de 2011 la documentación sobre los gastos de la boda de Aznar en una nave industrial de Alcorcón (Madrid) utilizada por la red Gürtel, no ha entregado aún su informe sobre las facturas de aquel acto.
La contabilidad que confeccionaron los responsables de Gürtel bajo el título “BODA ALEJANDRO AGAG” es similar, tanto en su caligrafía como en sus conceptos, a otros documentos contables que forman parte del sumario del caso Gürtel donde se acredita el pago de regalos en forma de distintos servicios no cobrados nunca a otros dirigentes del Partido Popular.
En la infografía que acompaña esta página se puede leer uno de esos documentos, correspondiente a un acto electoral celebrado en Pozuelo de Alarcón (Madrid), cuyo candidato municipal era en 2002 el dirigente del PP Jesús Sepúlveda, exmarido de la ministra Ana Mato.
La contabilidad de la red Gürtel recoge todos los gastos ocasionados por el evento electoral y el pago que se hizo a los distintos proveedores. Pero figura en blanco la casilla correspondiente al coste imputado al cliente, en este caso Jesús Sepúlveda o el Partido Popular, y se apuntó una cifra en negativo (pérdidas) en la cuadrícula correspondiente al beneficio.
La finca Los Arcos en la que se celebró la boda. / ULY MARTÍN
De aquel documento, similar en su confección e incluso en su caligrafía al encontrado bajo el título “BODA ALEJANDRO AGAG”, la Policía elaboró un informe que forma parte del sumario del caso Gürtel, en el que se apunta la posible existencia de financiación ilegal del PP.
Jesús Sepúlveda está imputado por corrupción en este caso y fue despedido hace tres meses por el Partido Popular, que estuvo pagándole un sueldo alto como empleado tras dimitir, en 2009, como alcalde de Pozuelo (Madrid) por su vinculación a la red de Francisco Correa.
Los regalos de la trama corrupta a dirigentes políticos del PP, documentados en el sumario del caso, han provocado la dimisión del expresidente valenciano Francisco Camps —posteriormente declarado no “culpable” de cohecho por un jurado popular (cinco votos frente cuatro)— y la condena de dos altos cargos del Ejecutivo valenciano (Rafael Betoret y Víctor Campos), quienes admitieron que habían recibido trajes de la red Gürtel y evitaron así sentarse en el banquillo de los acusados.
La contabilidad reflejó pérdidas por los servicios prestados
Otros cargos del PP en la Comunidad de Madrid han dimitido por su vinculación con el caso, al encontrarse documentación de la trama Gürtel que acreditaba el pago de todo tipo de regalos.
Entre los proveedores que figuran en la contabilidad de la red Gürtel sobre la boda de Alejandro Agag se encuentra la empresa Apogee, como encargada de la iluminación de la fiesta que siguió al convite.
Se trata de la misma firma a la que recurrió Francisco Correa para el montaje de la megafonía y las pantallas de televisión en las calles de Valencia durante la visita del Papa en 2006. Los principales dirigentes de la red Gürtel y numerosos cargos políticos valencianos están imputados por ese contrato, supuestamente ilegal, que llevó a cabo la televisión pública valenciana por más de siete millones de euros. El coste de aquel servicio, según las hojas de contabilidad que registró la trama Gürtel, no superó los tres millones y medio de euros.
Apogee, según la investigación judicial, no tiene relación directa con las irregularidades detectadas en los contratos logrados por la red Gürtel.
Entre los invitados a la boda Aznar-Agag había otro jefe de la red Gürtel, Álvaro Pérez, quien dirigía la trama corrupta en la Comunidad Valenciana por encargo de Francisco Correa.
Correa y su esposa llegan a la boda en El Escorial. / ULY MARTÍN
Álvaro Pérez, según relató el propio Correa al juez Baltasar Garzón, llevó durante un tiempo la organización de los actos de Aznar porque así lo pidió Alejandro Agag.
“[A Álvaro Pérez] me lo presentó Alejandro Agag, con el que yo tuve una excelente amistad y con el que ahora no me hablo desde hace seis años”, declaró Correa en 2009. “Alejandro me dijo que pusiera a Álvaro para que llevara los actos del presidente, y yo le dije ¿Pero tú estás loco?
 Uno que viene del mundo de Pajares… Bueno, pues lo pusimos…
Y Ana Botella se enamoró de él. Bueno, en el buen sentido.
Le encantó y empezó a trabajar con él y tuvo un éxito tremendo hasta que llegó Mariano [Rajoy]”, explicó el jefe de la red corrupta en la Audiencia Nacional.
Cuando Rajoy se hizo cargo del partido, designado por Aznar en septiembre de 2003, ordenó poner fin a las relaciones con las empresas que dirigía Francisco Correa.
 La ruptura llegó porque, según han explicado diversos dirigentes del PP, el entonces tesorero de la formación, Álvaro Lapuerta, supo que la red Gürtel utilizaba el nombre del partido para exigir contratos en municipios de la zona oeste de la Comunidad de Madrid.
A raíz de ese incidente, las empresas de Correa dejaron de organizar actos para el PP nacional, aunque mantuvieron sus relaciones de privilegio con la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y los Ayuntamientos madrileños de Arganda del Rey, Majadahonda, Pozuelo de Alarcón y Boadilla del Monte, cuyos alcaldes, todos del PP, tuvieron que dejar sus cargos cuando estalló el escándalo.
Los jueces investigan desde hace cuatro años los contratos obtenidos por las empresas de Correa de Administraciones gobernadas por el Partido Popular y cómo el jefe de la trama corrupta devolvía esos supuestos favores mediante el pago de regalos, comisiones o servicios diversos.

 

20 may 2013

La maldad de los niños

La voz en offexplica: vamos a ver unos extraños acontecimientos ocurridos en el norte de Alemania justo tras el final de la I Guerra Mundial.
 Es el maestro del colegio el que habla, y uno empieza a entender según va transcurriendo la acción que la historia no es solo —¡solo!— la de un grupo de niños que aterroriza una población, sino que en esa vuelta de tuerca, Michael Haneke, su director, nos está dejando espiar el nacimiento de uno de los más devastadores movimientos ideológicos del siglo XX: el nazismo.

Jamás se nombra en la película, pero si La cinta blanca es ya de por sí un terrorífico thriller, en el subconsciente crece otro sobrecogedor pensamiento: estos niños son los nazis del futuro, la base del Tercer Reich.
 Todo ello en un ambicioso blanco y negro, porque así es como recordamos las fotografías de la época y porque así solemos recordar nuestros terrores infantiles.
Haneke nunca ha entendido de nacionalidades.
 Hijo de un director alemán y una actriz austriaca, se crió con su madre y su padrastro en Viena.
Allí estudió Filosofía, Drama y Psicología, y se convirtió en crítico de cine antes de empezar en la televisión en los setenta.
 Así que si le preguntan sobre la nacionalidad de sus películas, responde que le da igual: y para La cinta blanca la respuesta podría ser la misma, porque la semilla del nazismo estaba en el Imperio Austrohúngaro, y lo que ocurre en el filme también podría darse en Austria, al fin y al cabo la nación de Adolf Hitler.
 Durante seis meses, el cineasta y su equipo vieron más de 7.000 niños hasta encontrar a los adecuados para el personaje
. Para los papeles adultos recurrió a actores con los que ya había trabajado
. Es curioso: desde ese principio el cineasta,que estuvo 10 años dándole vueltas al guion, parecía tener claro la división entre los dos mundos.
 Porque si todos los personajes de los niños tienen nombre, los adultos son identificados bien por su escala en la clase social —el barón—, bien por su profesión —el pastor, el médico, el maestro—.
 Y esos dos mundos van a chocar en una explosión de barbarie. Haneke aprovecha para dejar un surtido de preguntas en el aire: ¿el estallido nace por culpa de la injusticia social provocada por un feudalismo encubierto? ¿La ira nace motivada por la educación, la religión o la desaparición de los límites morales? ¿El fanatismo crece más rápido en un ambiente de represión sexual y donde reina el sentimiento de culpabilidad?
En ese juego, en el de quien plantea y deja que el espectador responda, el director austriacoalemán ha labrado una carrera prodigiosa, convertido en uno de los grandes cineastas europeos de todos los tiempos. Ha ganado todos los premios posibles: La cinta blanca fue su primera, que no única, Palma de Oro de Cannes y logró dos candidaturas a los Oscar (fotografía y mejor película de habla no inglesa), un Globo de Oro y tres premios del Cine Europeo. En entrar en el alma humana, sembrar el terror y salir limpiamente como un bisturí, Haneke no tiene rival.

Tres operaciones en tres meses

El médico que operó a Angelina Jolie cuenta el tratamiento que siguió la actriz y la dedicación de Brad Pitt a su pareja.

 

Angelina Jolie y Brad Pitt. / CORDON
Kristi Funk, el cirujano que realizó la doble mastectomía a Angelina Jolie, ha hablado de su experiencia con la actriz en el blog del hospital en el que fue operada, el Pink Lotus Breast Center en Beverly Hills (California). En él relata que la actriz volvió a trabajar solo cuatro días después de la operación.
"Angie se operó tres veces entre el 2 de febrero y el 27 de abril", relata. Solo cuatro días después de quitarle el pecho, el cirujano reveló que la actriz " estaba feliz, de buen estado de ánimo y también llena de energía." Se recuperó en su casa donde trabajaba en nuevos proyectos.
 La última operación se llevó a cabo el 27 de abril, "Diez semanas después de la mastectomía." y fue una "reconstrucción mamaria con implantes, que fue muy bien
. Así acabó el proceso."
La actriz recibió "su primera inyección de solución salina en el expansor tisular, comenzando así el proceso para preparar gradualmente el tejido para la fase final de sus operaciones: la reconstrucción", dijo el todavía Dr. Funk. Una segunda inyección se llevó a cabo el 4 de marzo.
 La última operación se llevó a cabo el 27 de abril, "Diez semanas después de la mastectomía."
 Fue una "reconstrucción mamaria con implantes, que fue muy bien, y terminó su carrera quirúrgica."
Kristi Funk también se refiere a cómo Brad Pitt ha apoyado a su novia
. "El 2 de febrero de 2013, Angelina se encontraba en el quirófano para la primera operación (...). Su compañero estaba esperándola cuando salió de la sala de recuperación para tomar su mano como lo hizo en cada una de las operaciones".
Brad Pitt se ha prodigado elogios a la decisión de su novia. En el Evening Standard calificó de "absolutamente heroico" el comportamiento de la actriz.
Tras anunciar esta cirugía preventiva, los rumores de que la pareja contraerá matrimonio han aumentado. Según Daily Mail, la ceremonia será "muy pronto". Angelina Jolie y Brad Pitt tienen seis hijos, tres adoptados: Maddox, de 11 años, Pax, 9, Zahara, 8, Shiloh, 6, y los mellizos Vivienne y Knox, 4.