Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 may 2013

Holanda festeja al rey Guillermo

“Has sido reina, pero también esposa y madre. Junto con nuestro padre has sabido encontrar el término medio sin perder tu generosidad y calidez. Gracias, por los años que nos has dado como reina”, le dijo el nuevo monarca a su madre.

Feliz dia de La Madre, no todas las Reinas son Madres pero todas las Madres son Reinas.

Guillermo Alejandro jura como rey. / REUTERS/Robin Utrecht | vídeo: reuters-live!
Sentado en un trono dorado junto a Máxima, su esposa, Guillermo-Alejandro de Holanda, de 46 años, ha efectuado un doble juramento en la ceremonia de su entronización como rey en la Iglesia Nueva de Ámsterdam: lealtad a la Constitución y desempeñar fielmente su cargo. Ambos han sido efectuados ante los pueblos del Reino de los Países Bajos, como reza la fórmula legal en esta monarquía constitucional. El texto oficial menciona expresamente que protegerá “la libertad y los derechos de todos los holandeses y todos los residentes en los Países Bajos”. También ha dicho que dedicará “todos los medios que las leyes pongan a mi alcance para el mantenimiento y el fomento de la prosperidad, tal y como debe hacer un buen rey. ¡Qué Dios me ayude!”. Una vez aceptadas sus palabras por los representantes del pueblo con un “Bienvenido, majestad”, ya puede presentarse ante sus compatriotas como su nuevo soberano.
Antes del juramento, Guillermo ha rendido homenaje a su madre, Beatriz, ahora princesa de Holanda. “Has sido reina, pero también esposa y madre. Junto con nuestro padre has sabido encontrar el término medio sin perder tu generosidad y calidez. Gracias, por los años que nos has dado como reina”, dijo, y toda la iglesia aplaudió en señal de adiós a la reina saliente. Incluida Amalia, la primera princesa de Orange de su país y heredera oficial. Vestida de azul, como sus hermanas y su madre, Máxima, de 41 años, la niña siguió con interés y timidez el acto en primera fila. Sus padres no quieren que tenga responsabilidades hasta la mayoría de edad.
Saludo en el balcón. / AFP / DUTCH ROYAL HOUSE | vídeo: reuters-live!
La entronización aúna en Holanda aspectos religiosos y laicos.
Por un lado, es un acto civil donde los testigos políticos (el Parlamento y los delegados de los Estados de los países de Aruba, Curazao y Sint Maarten, además del Consejo de ministros, de Estado y los gobernadores y primeros ministros de las antiguas colonias en el Caribe) aceptan al nuevo rey.
 Por otro, el lugar escogido es la Iglesia Nueva de Ámsterdam. De estilo gótico y protestante en origen, en 1979 se convirtió en una fundación cultural. Sin olvidar la mezcla de ornamentos. La corona, el cetro y el orbe, la espada y el estandarte real descansaron en la mesa de credencia. Guillermo llevó también puesto el manto de armiño. Pero eligió a héroes populares, y a políticos de solera, para que le acompañaran como heraldos y reyes de armas.
La figura del heraldo es medieval y en su momento actuaban como mensajeros.
 Entre los escogidos ahora figura el astronauta André Kuipers, o la saltadora olímpica Anky van Grunsven, la atleta más laureada de su país.
 “Junto a ellos hay cientos de héroes anónimos que son nuestra fuerza y contribuyen a construir nuestro país. Y yo quiero deciros que en el Reino holandés caben todos, ya sea en las alegrías o en las penas.
Por eso subrayo la importancia de la democracia y agradezco la educación recibida de mis padres, y el trabajo realizado antes de llegar aquí.
 Ha sido una preparación - como la del apoyo al manejo sostenible del agua- indispensable para entender lo que me espera.
 Con el apoyo de mi esposa, que es plenamente consciente de su responsabilidad, os aseguro que pondré todo mi esfuerzo y dedicación en esta tarea”, dijo.
La ceremonia concluyó con el juramento, o promesa, de lealtad al rey por parte de diputados, senadores y representantes de los países surgidos de los antiguos territorios en ultramar
. De entre ellos, 16 declinaron hacerlo por considerarlo redundante al haber jurado ya la Constitución cuando tomaron posesión de su cargo.
 Unas 2.000 personas, entre ciudadanos corrientes (500), miembros de las monarquías mundiales y políticos, han asistido en la Iglesia Nueva a la subida al trono de Guillermo
. Al salir, la nueva pareja real ha sido vitoreada por la gente que esperaba en la Plaza del Dam, en el centro de Ámsterdam.

 

Se busca actor para acompañar a Natalie Portman


Natalie Portman en 'Cold mountain'
Natalie Portman, armada, en 'Cold mountain'

Uno de los culebrones cinematográficos del año se intensifica aún más. Jane got a gun, el western que protagonizará y producirá Natalie Portman (de momento es la única que está ahí desde el principio) no termina de arrancar.
 Tras el cambio en la dirección, ahora es uno de sus protagonistas, Bradley Cooper, el que tiene que bajarse del tren. Y van tres...
Jane got a gun es un western en el que Jane (Portman) es una mujer que llama a un examante para que le ayude a defender su granja y a proteger a su marido, un bandido perseguido por su antigua banda. Portman ejerce de productora y de protagonista, y parece creer mucho en el proyecto ya que pese a todas las adversidades, está consiguiendo que todo salga adelante.
FassbenderPrimer traspié : La directora Lynne Ramsay (Tenemos que hablar de Kevin) se hizo cargo del proyecto en sus inicios. De inmediato entraron en el proyecto Michael Fassbender y Joel Edgerton (el jefe de escuadrón de La noche más oscura para los que no os suene de primeras el nombre) como el villano. Pero Fassbender tuvo que dejar el proyecto un par de semanas antes del rodaje ya que este fue pospuesto en varias ocasiones y no le cuadraban las fechas con el rodaje de X-men: Días del futuro pasado (que se rueda ahora).
Joel EdgertonSegundo traspié: Y así llegó Jude Law para interpretar al villano y Edgerton (en la imagen de la derecha) pasó a ser el examante. El marido herido y desválido será (no parece que en este papel haya mucho lío)  Noah Emmerich, de la serie The americans. Pero apenas un par de días antes de comenzar a rodar en Nuevo México, Ramsay dimitió por un encontronazo con uno de los productores, Scott Steindorff (La mancha humana, El inocente). Según The Hollywood Reporter, las desavenencias pudieron llegar por los retrasos en el rodaje, el control del montaje final y una muy mala comunicación entre productores y directora a la hora de establecer horarios y prioridades.
  Jude LawTercer traspié: La salida de Ramsay supuso también la de Jude Law. El actor británico no tardó en desligarse del proyecto ya que, según dijo en su momento, él solo había firmado para trabajar con Ramsay. En ese momento también se contrató a Gavin O'Connor (Warrior) como director. De nuevo sin protagonista y de nuevo retrasos en el rodaje. Finalmente se consiguió a uno de los actores de moda, Bradley Cooper.
Bradley CooperCuarto traspié: Y ahora es Cooper el que en pleno rodaje (aunque su parte como villano no se rueda hasta junio parece ser) se marcha, según ha informado Deadline, algo que el actor también ha confirmado. ¿El motivo? El retraso en el rodaje anterior del actor, American Hustle, de David O Russell (El lado bueno de las cosas), causado por el atentado de Boston (ciudad donde se rodaba la película) ha hecho que su agenda actual se mezcle con la promoción de la tercera parte de Resacón en Las Vegas.
¿Es qué nadie quiere trabajar en esta película? Los nombres que se barajan ahora son Jake Gyllenhaal, Joseph Gordon-Levitt, Tobey Maguire y otro de los actores al alza del último año y medio, Tom Hiddleston (Loki en Thor y Los Vengadores).
¿A quién os gustaría ver frente a Natalie Portman?

LA MUJER DE LOS OCHO MILLONES DE LIBROS Kate Morton: “Escribo versiones para adultos de Enid Blyton”

La escritora australiana publica 'El aniversario secreto', con el que sigue su imparable ascenso como una de las autoras más destacadas de la nobleza del 'best-seller'

  • Tras el secreto de Kate Morton 
  • La escritora australiana Kate Morton en Barcelona. / CARLES RIBAS
    Kate Morton tiene un secreto, seguro, aunque no lo aparente: bella, afable, felizmente casada, dos niños pequeños y una de las escritoras de mayor impacto internacional hoy, con ocho millones de ejemplares vendidos de sus tres novelas en 38 países. En cambio, en esas obras (La Casa de Riverton, El jardín olvidado, Las horas distantes) suelen aparecer huérfanos, niñas adoptadas o abandonadas y, por lo general, late una tragedia del pasado que hipoteca el presente de los protagonistas. “Todas las familias guardan un secreto; todas las vidas tienen altibajos aunque no los dejen traslucir; sí, me atrae el lado oscuro de las experiencias humanas e igual escribo para exorcizarlo, para alejar a mis propios hijos de ello o hacerles conscientes de que las cosas podrían ser de otro modo”, dice tras su flequillo casi cortado con cartabón y con una expresión corporal que desvela sus antiguas clases de arte dramático.
    Los lectores de Morton (Berri, Australia, 1976) estarán felices porque su cuarta obra, El aniversario secreto (Suma), sigue ahondando en esas obsesiones, ahora a partir del día en que la preadolescente Laurel ve por azar un misterioso asesinato, cuyo tortuoso recuerdo no se sacudirá hasta atreverse a investigarlo y a hablar con su madre, Doll, casi medio siglo después. “Doll es una mujer egoísta, que aspira socialmente a mucho más y quiere más y más, pero siento cariño por ella porque lo hace cuando es joven e inocente y tanto en los personajes como en la vida suelo perdonar con esos atenuantes”. En cualquier caso, el de la novela es un planteamiento, de nuevo, que lleva a pensar que lo único importante que ocurre en la vida ha pasado en nuestra infancia. “Creo que es así; además, la mirada y la voz de los niños suele ser muy auténtica; esa fue la clave de El jardín olvidado; y El aniversario… no acabó de funcionar hasta que puede escribir el capítulo de la infancia de Vivian, una de las mujeres clave en la trama”.
    La inacción y la culpa de los padres en la vida de sus hijos subyacen en la novela. “Sí, Laurel debía quizá haber intervenido cuando el crimen... Lo peor que podemos hacer en la vida es no hacer nada y abandonar luego esos secretos en el armario dejando que se pudran; esos secretos me estimulan y suelo ligarlos a la figura de un padre o una madre que revisita la historia de diversas generaciones; me interesa el impacto del pasado y sus tentáculos; seguramente, nunca nos lo podemos sacar de encima, lo llevamos marcado de una manera emocional, simbólica y genética”, reflexiona entrelazando apenas sus largos brazos y dedos. Mira un poco teatralmente al techo y prosigue: “Pero a veces le echamos demasiado la culpa a los padres; en mis libros, es cierto, la frontera de dónde empiezan y acaban las responsabilidades de unos y otros casi no existe”.
    Admite Morton que sus lectores (398.000 el año pasado sólo en España) son mayormente mujeres (“cada vez más se incorporan hombres; lo sé por los emails que recibo”), pero que esa no es la causa del particular matriarcado que predomina en sus novelas y del papel secundario de los hombres. “Crecí en un entorno femenino: nosotras éramos tres hermanas, mi madre también eran tres hermanas y mi abuela, seis… Conozco bien esa voz; yo ahora tengo dos hijos y quizá venga un tercero y puede ser que dentro de unos años la presencia masculina crezca; casi seguro que será así”. Tampoco es oportunismo ante el papel creciente de la mujer en la sociedad. “Es maravilloso que eso sea así; es evidente que nuestra mirada sobre el mundo es distinta y necesaria para dar un vuelco a la situación de hoy; la presencia es cada vez más fuerte: incluso, como mínimo en Australia, la educación infantil se adapta hoy más y mejor al estilo femenino que al masculino; ahora que tengo niños varones, me doy cuenta de ello”.
    Morton no sabe, dice, lo que es el género del landscape (dos o tres escenarios en espacios donde predomina el campo; viajes continentales; el juego simultáneo del pasado-presente; cierta querencia por el glamour…) bajo el que, junto a autoras como Sarah Lark, se la ha clasificado. “Es difícil encasillarme. Es culpa mía, en parte: en el par de manuscritos que me rechazaron las editoriales –y que por cierto no sé dónde están (medio sonríe mirando de nuevo al techo)–, yo no tenía claro el género de lo que estaba escribiendo; por ello, antes de abordar otro elaboré una lista con todos los géneros que me gustaban y me propuse hacer una novela que los contuviera; como creí que nunca se publicaría, no me importaba que pudiera salir: quería glamour, un poco de misterio y aventura, una mirada romántica… Mi alma es romántica”, admite sin tapujos.
    Uno de los mayores retos de la narrativa de Morton está en ir saltando de pasado a presente y en coordenadas geográficas y sociales muy distintas. “Mantener una sola línea narrativa es pobre para mí, me aburre incluso, y el juego temporal es como hacer un puzzle conmigo misma a partir de las notas que tomo en libretas, los mapas que tengo que hacer con gráficos y líneas… Luego la intuición me da la voz y lo ensambla todo en mi cabeza”, expone como método. Tan particular es su género que es muy normal encontrar en sus libros referencias literarias bien inusuales en un best-seller como ocurre en El aniversario secreto, salpimentado de Harold Pinter, Alan Sillitoe, John Steinbeck, Kingsley Amis… “Soy una lectora muy ecléctica: entre mis títulos preferidos los hay desde Ian McEwan a Jeffrey Eugenides, pasando por Ruth Rendell, Daphne du Maurier, Evelyn Waugh... Son mi paleta de lecturas y los que me han dejado huella; que mi lector no los pille no les afectará al sentimiento o a la compresión de mi obra”, dice la licenciada en filología inglesa y arte dramático.
    También está el influjo de Enid Blyton: “Las aventuras de Los Cinco fueron los primeros libros que leí por mí misma y me enseñaron que era posible abrir un libro y desaparecer en otro mundo; ahora se los leo a mis hijos: esas cabañas ocultas en el bosque, esos árboles que susurran, esos secretos… Creo que lo que yo hago en mis novelas son variaciones para adultos de Enid Blyton… Ellos me llevaron a ese regusto por el mundo inglés, vital en una australiana como yo”.
    La crítica prefiere hablar en su caso, sin embargo, de la influencia de las hermanas Brönte, de Dickens o de Jane Austen.
    “Sí, dicen que tengo una prosa victoriana, por ese deleitarse en los detalles, una escritura lenta en ese sentido; pero a mí me encanta escribir dando una capa y otra y otra, como hacían ellos, aunque sé que se me critica por ello”
    . ¿Y cómo puede triunfar eso en tiempos de literatura de frase breve y argumento directo y mucha acción? “
    Las historias nunca pasan de moda, la gente quiere que le expliquen historias y que la transporten a un mundo que sea muy creíble y real y que difumine el mundo en el que estás ahora”. ¿Escapismo?
     “No, escribo para viajar, ir a otro lugar, no para huir de nada”.
    El bolso de Morton va un poco cargadito; parece que, como sus personajes, guarda muchas cosas. “Me encanta acumular objetos; es influencia de mi madre, anticuaria; me encantaba moverme entre cajas y ropas viejas y cuando me encontraba un billete de autobús viejo en uno de los bolsillos me gustaba imaginarme por qué debió comprarlo, hacia dónde iba y por qué…
     Sí, lo sé, muy romántico”.
     En el bolso lleva una libreta muy grande, tamaño folio, cargado de notas con una letra redonda y grande de aire adolescente.
     “Son las notas de mi próxima novela. Lo anoto todo; estos días apunto lo que veo y pienso, como que uno de mis personajes tiene que haber pasado por Barcelona; anoto que he visto un gato en el balcón; una persiana cerrada de una casa cerrada…
     Acabaré la novela con 10 de esas libretas, como mínimo”.
    A pesar de su aire juvenil (jersey a rayas negro y rojo; falda amarilla; collar de perlas grande; uñas arregladas pero sin pintar), se ve que ha sido y es una alumna aplicada: lo absorbe todo
    . Todo lo aprovecha. Incluso cuando hacía de camarera en el negocio de éxito de sus padres, que compraron una capilla antigua para instalar una tienda de antigüedades pero que acabaron convirtiendo en un lugar para celebrar bodas.
    “De ahí sacaba mucho material: comportamientos, emociones…
     Recuerdo los papeles con las notas de los discursos de los padrinos, que tanto esfuerzo veías que les costaba. Al final, al barrer los encontrabas en el suelo, junto con el confetti”.
    El alma romántica de Morton.
     

Una letra inédita de Bob Dylan saldrá a subasta por 30.000 euros

El manuscrito de 'Go away you bomb', alegato contra el desarrollo nuclear compuesto en 1963, llevaba décadas guardado en un cajón.

Bob Dylan, en una imagen de 1962. / JOHN COHEN (REUTERS)

El manuscrito de la canción Go away you bomb, compuesta por Bob Dylan en 1963 e inédita hasta la fecha, será subastada por Christie's de Londres el 26 de junio.
La casa estima su valor en alrededor de 30.000 euros. La letra de la canción, escrita en máquina de escribir y corregida a mano, ha permanecido durante décadas guardada en un cajón en Suecia.
La canción, contraria al desarrollo nuclear, fue compuesta por el cantautor en su primera etapa, mientras trabajaba en el disco The Freewheelin' Bob Dylan, época en la que sus canciones tenían un mayor contenido político
. El destinatario de Go away you bomb era Israel Izzy Young, personaje emblemático del mundo del folk estadounidense y por entonces dueño del centro de Folclore de Greenwich Village de Nueva York, epicentro por donde se movían los cantautores más influyentes de la época. Dylan escribió sobre él y la institución que dirigía en la canción de 1962 Talking Folklore Centre.
El propio Izzy Young le pidió "a todo el mundo que conocía" que escribiera una canción sobre la bomba. "Bob Dylan vino literalmente al día siguiente y me dio esta letra", ha afirmado Young en una entrevista a la edición estadounidense de Rolling Stone.
En los años setenta Izzy Young, que ahora tiene 85 años, se mudó a Suecia.
 Su familia ha decidido sacar ahora el material a subasta, que se espera pueda alcanzar un precio entre los 29.500 y los 41.300 euros, por razones financieras. "Mi hija, que tiene 39 años, se me acercó y me dijo 'papá, estoy cansada de que vivas de milagros.
 Tienes que vender esa canción de Bob Dylan", ha contado el hasta ahora dueño del manuscrito. En la actualidad es el responsable de un centro en Estocolmo de características similares al que funcionaba en el Greenwich Village en los años sesenta.
 A pesar de las dificultades financieras, ha admitido que el dinero le ayudará a seguir operando esta institución. Young también ha cedido a la casa de subastas el programa de un concierto de Dylan en el Carnegie Hall neoyorquino de 1961, por el que espera recaudar entre 1.100 y 1.700 euros.