Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

22 mar 2013

Sin crédito no hay paraíso


Protesta en Madrid durante la huelga general. / I. F. Calvo

El presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, dijo en un programa de Salvados, de La Sexta, que “la falta de crédito es terrible, tremenda”. Bien.
 Pero a continuación afirmó que entendía que las entidades financieras no concedieran más créditos: “Probablemente, yo tampoco daría los créditos que rechazan las entidades porque el índice de morosidad en España es muy alto; en estos momentos es del 11%”, se lamentó Rosell.
No fue una respuesta que tuviera buena acogida entre algunos de sus correligionarios, que apuntaron que su respuesta podía estar influida por la pertenencia de Rosell al Consejo de Administración de Caixabank.
El hecho cierto es que desde mediados de 2009 hasta final de 2012 el crédito bancario al sector privado ha caído en España un 9,2%, con una reducción en torno a 172.000 millones, equivalente al 17% del PIB, según el informe Las restricciones financieras de las pymes españolas: la importancia del crédito bancario, elaborado para Funcas por Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia. Las pymes —las que tienen entre 10 y 249 trabajadores— son las que más sufren esta situación
. Y en España dan empleo al 74,5% de los trabajadores, según el informe citado.
 Además de escaso, el crédito es más caro, porque el 80% de las pymes declara que han aumentado los costes de financiación.
El problema de la falta de crédito en España ha alcanzado cotas que no se veían desde 1963. La situación es algo similar a un partido de tenis entre las empresas y la banca, que empezó a complicarse en el año 2007. Lo más posible es que no haya ningún ganador.
 A corto plazo, las empresas (sobre todo si son pymes) tienen más posibilidades de perder pero, a medio plazo, la banca tampoco logrará el triunfo y las consecuencias serán malas para toda la economía. La muerte de un negocio genera paro, con posterior recesión por la caída del consumo y más morosidad bancaria. En esta situación, el sector financiero se enfrenta a una mayor necesidad de provisiones y, al mismo tiempo, a una caída de ingresos porque desciende la actividad comercial. Es un cruce fatal. Esto provoca una necesidad de cerrar oficinas y echar a parte de la plantilla…
Algo que ya está ocurriendo.
Una de las razones que ha generado este problema es que buena parte de los bancos, sobre todo los procedentes de las antiguas cajas, ya han caído víctimas de su mala gestión y de su apego al ladrillo y han tenido que ser socorridos por los contribuyentes (los mismos a los que les rechazan el crédito). Estos zombis bancarios han agudizado el problema del crédito.
 Los clientes de las antiguas cajas, sobre todo si son pymes, se han quedado de la noche a la mañana sin prestamistas
. ¿Dónde pueden ir las pequeñas empresas (muchas de ellas exportadoras y con proyectos viables) de la Comunidad Valenciana, por ejemplo, si ha desaparecido el Banco de Valencia, Bancaja y la CAM? Las entidades financieras que siguen vivas no les conocen y no tienen su historial de crédito, un aspecto clave en un momento en el que abundan las dudas sobre la posibilidad de cobrar deudas.
 Además, los bancos sanos no pueden renovar el 100% del crédito con una empresa si antes le habían concedido el 50% y lo compartían con otras entidades que ya están enterradas.
Precisamente por eso —dice el ministro de Economía, Luis de Guindos—, se ha priorizado la reestructuración bancaria. “Las entidades que se han nacionalizado o que han recibido ayudas del Estado no estaban en disposición de ofrecer crédito hasta que recuperaran su solvencia y su capital. Ahora ya lo tienen y podrán conceder crédito cuando llegue el momento”, comenta. ¿Significa eso que Bankia, CatalunyaBanc y Novagalicia van a conceder créditos después de haber recibido los 40.000 millones inyectados? En teoría sí. “Tenemos tres magníficos bancos saneados y con liquidez.
 Hay que utilizarlos de la forma más adecuada, tenemos que usar esa palanca para impulsar la concesión de crédito”, dijo hace unos días De Guindos, en el Congreso de los Diputados.
 Según el ministro, España ha emprendido una reestructuración financiera que “no tiene parangón” y “gracias a eso, hoy tenemos un sistema fuerte, saneado y solvente”.
La falta de préstamo ha alcanzado cotas que no se veían desde 1963
No obstante, el propio responsable del FROB, Antonio Carrascosa, admite que es difícil que el crédito regrese con fuerza en 2013. “La historia económica demuestra que así como el crédito continúa concediéndose cuando aparece una recesión, también es cierto que no vuelve a aparecer hasta que el PIB se recupera y sale de la recesión. Es decir, el crédito no se antepone a una recuperación de la economía, sino que va por detrás. La economía española debe arrancar con las reformas realizadas por el Gobierno”, asegura.
Para engrasar la maquinaria del crédito, el 23 de febrero pasado el Gobierno anunció una línea de crédito extraordinaria de 22.000 millones del Instituto de Crédito Oficial (ICO), “en condiciones más ventajosas que las que ofrecen los bancos”, a la que se sumarán 10.000 millones que movilizarán las entidades financieras. Sin embargo, los expertos consideran estas cantidades pequeñas para solucionar un problema tan grande como este.
Lo que hace más compleja la situación es que lo que debería crecer por un lado, está obligado a disminuir por otro. Es decir, es incuestionable que España llegó a la crisis con uno de los mayores excesos de crédito del mundo
. Como recordó José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, en el año 2000 el porcentaje de crédito total sobre el PIB era del 194% en España.
“Ocho años más tarde, esta ratio pasó al 327%. España llegó a tener un récord mundial; había más gasto que ahorro y un fortísimo endeudamiento exterior. Fue una trayectoria similar a la de América Latina en la década de los noventa, cuando se endeudó masivamente en dólares”, recordó.
 Y lo más grave es que cuando explotó la burbuja, entre 2007 y 2008, las Administraciones públicas pidieron todo el crédito que se denegaba a las empresas.
 Así, la ratio de deuda sobre PIB siguió creciendo: en 2011 cerró con el 346% para bajar ligeramente, por primera vez en décadas, a mediados de 2012.
Los economistas consultados coinciden en el diagnóstico: España es un enfermo grave que debe sobrevivir con menos crédito. Ahora, el total asciende a 2,87 billones.
 El tema es más grave porque el caso español tiene otro elemento que pesa como una losa: la banca sigue contaminada por el enorme peso del ladrillo, cuyos activos se deprecian y lastran la recuperación del sector. No hay que olvidar que la mitad del crecimiento del crédito en la burbuja estuvo relacionado con el negocio inmobiliario, promotor, constructor e hipotecario. La caída de valor del ladrillo está afectando incluso a las entidades más sanas y grandes, lo que les paraliza a la hora de aceptar más riesgos, aunque sea en otras actividades industriales.
 Por eso, muchos expertos consideran que no se ha culminado la recapitalización de la banca y que la maquinaria del crédito no arrancará hasta que se despejen del todo las dudas sobre si está correctamente tapado el agujero del ladrillo.
La perspectiva no es buena. “El sistema financiero tendrá problemas este año y el crédito caerá más que en 2012. Europa ha exigido unas medidas de restricción de préstamos a las entidades nacionalizadas que no les animarán a conceder más, sino todo lo contrario”, apunta José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. No obstante, Bankia ha asegurado que destinará más de 44.000 millones de euros a créditos para el desarrollo de actividades de pymes y autónomos durante los próximos tres años.
 A los particulares destinará 8.000 millones hasta 2015.
Las compañías pequeñas son las que más sufren la situación
Desde que empezó la crisis, los banqueros han negado que hayan cerrado el grifo del crédito. Su respuesta siempre es que “no hay demanda solvente”. Incluso algunos dicen que aprueban más operaciones, en porcentaje, que hace un año, pero argumentan que los empresarios “no quieren invertir; las pymes tampoco y las familias no compran coches ni pisos”. ¿Qué está fallando, la oferta o la demanda? Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), considera que las dos cosas. “La oferta de crédito por parte de los bancos es menor que antes porque no pueden acceder a los mercados internacionales y, por lo tanto, tiene escasa financiación y más cara.
 El dinero que consiguen de sus clientes, captando depósitos, lo destinan prioritariamente a sus vencimientos de deuda. Si la prima de riesgo está por encima de 200 puntos básicos, se financian a precios muy caros. Falta bastante tiempo para que se normalice la situación”, concluye.
Respecto a los clientes, Laborda cree que la banca cada vez exige más requisitos “para ser solvente”. “Después de una etapa en la que dieron créditos con mucha alegría, ahora son muy severos”. Ante esta situación, prefieren colocar su dinero en deuda pública, con menos riesgo y más rentabilidad.
Otro factor que frena a la banca es que su relación entre créditos y depósitos es muy alta, alrededor del 140%. Es decir, que por cada 100 euros en depósitos tienen concedidos créditos por valor de 140 euros. Y los 40 restantes han sido financiados con préstamos de inversores mayoristas que ahora exigen su dinero al llegar los vencimientos
. Europa ha exigido a la banca española que acerque esta relación hasta el 100%, otro incentivo para no prestar. Por último, los informes de los analistas auguran un incremento de la morosidad en hipotecas y pymes, como ha confirmado Bankia. Es la profecía autocumplida: si cortas el crédito, aumentará la morosidad, seguro.
Joaquín Maudos, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia, pone cifras a la situación: “Dudo que una entidad rechace sin más dar un crédito si la empresa tiene un proyecto atractivo, ya que los bancos viven de los créditos que otorgan.
Dicho esto, sí creo que hay una situación generalizada de corte de crédito (credit crunch) como declaran las pymes españolas cuando contestan la encuesta del BCE sobre las condiciones de acceso a la financiación. En la última encuesta del BCE, el 57% de las pymes españolas declara que los bancos han reducido su predisposición a dar financiación, frente a un porcentaje medio del 37% en la eurozona y por encima de las empresas griegas, el 49%”.
A los bancos les preocupa este tema, pero también les parece vidrioso
. La prueba es que ni el Santander, ni el BBVA, ni La Caixa han respondido a las preguntas sobre este asunto. La patronal bancaria, AEB, sí lo ha hecho. “Los bancos no recortan el crédito a todos los sectores de forma indiscriminada.
 Continúan analizando todas las operaciones, con independencia del sector que provengan, aplicando los criterios de solvencia y rentabilidad ponderado por riesgo”, afirma la AEB, que insiste en que “no ha habido ayudas públicas al sector financiero, sino a determinadas entidades en dificultades”.
La patronal del sector niega que se haya
cerrado el grifo
La confederación española de cajas, CECA, sin embargo, apunta a nuevas líneas: se podrían establecer “mecanismos públicos que permitan identificar qué empresas son solventes y aportar una señalización que reduzca el coste del crédito para estas empresas a través de garantías o dándoles acceso a la obtención de calificaciones crediticias”. También apuntan otro elemento que frena el crédito: “Las exigencias de capital cada vez más fuertes que tienen las entidades limita su capacidad para la financiación”.
Desde el Banco Popular se niega que hayan cortado el grifo. En el año 2012 “aumentaron los créditos un 18,6%”, aseguran, y han puesto “en 2013 a disposición de las pymes 500 millones de euros captados en los mercados, así como una línea de financiación de liquidez de 3.000 millones”. En la entidad presidida por Ángel Ron consideran que hay un factor que ayudaría a que las entidades aflojaran el cerrojo: “La adecuación de la ponderación de los activos en el consumo de capital, porque los bancos españoles están sufriendo un trato discriminatorio frente a sus pares europeos”.
Fuentes del Banco Sabadell no creen que reducir las exigencias de capital perjudique al crédito.
Este banco, que afirma intermediar “uno de cada cuatro créditos”, comenta que espera una mejoría de la financiación “de los proyectos empresariales más rentables”.
¿Y qué piensan los del otro lado de la barrera, las pymes? Jesús Terciado, presidente de la patronal Cepyme, cree que la banca está fallando:
 “Es necesario que las entidades tengan en cuenta la viabilidad de los proyectos empresariales y no solo la capacidad de responder a las garantías exigidas.
 Lo importante es que las entidades valoren la viabilidad del proyecto empresarial independientemente del sector de actividad o del tamaño de la empresa”.
La Asociación de Trabajadores Autónomos, ATA, cuyo préstamo medio es de 8.000 euros (sobre todo para circulante), reclaman que se desarrolle “un sistema de microfinanciación de pequeños importes para afrontar la falta de liquidez”. ATA culpa de la situación, en parte, a la lentitud con la que se ha reestructurado el sector financiero.
Cepyme pide que se valoren los proyectos por encima del sector y el tamaño
Juan Sitges, director de Cofidis, financiera europea especializada en créditos a distancia, comenta que en 2012 elevaron un 4,7% el crédito, y que la clave del problema está en “lograr un equilibrio entre el endeudamiento y la capacidad de ahorro. Cualquier impulso del crédito desde la Administración ayudará a las empresas”.
Mario Draghi, presidente del BCE, negó la mayor: “Hoy los bancos españoles están bien capitalizados y en posición de prestar”. Sin embargo, algunos expertos apuntan a Alemania, donde está la sede del BCE, como culpable de la situación.
 El Servicio de Estudios de La Caixa, en su informe de enero pasado, recuerda que Alemania está bajando su deuda sobre PIB más que Portugal. “Sería altamente beneficioso que los países con capacidad crediticia infrautilizada, no se desapalancaran”, dice.
Miguel Ángel Bernal, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), lo explica gráficamente: “No se puede luchar contra un tigre con un matamoscas.
 Ante este gigantesco problema, no se pueden plantear temores inflacionistas. Alemania debe impulsar su demanda interna y generar una leve inflación, como ha hecho Estados Unidos.
 Quizá si el tren alemán echara a andar, el temor de los bancos, que decía Rosell, fuera menor y la recesión española se empezaría a alejar”.

Karl Lagerfeld encuentra una Coco Chanel hecha a su medida

Keira Knightley y Karl Lagerfeld, en la presentación de la colección de 'prêt-à-porter' de Chanel para la primavera-verano 2011, en el Grand Palais de París. / CORDON PRESS

Coco Chanel volverá a pasear por la ciudad costera de Deauville, el lugar donde vivió su affaire con el aristócrata inglés Boy Capel y donde puso en marcha su segunda tienda.
El escenario que sirvió para su conversión de creadora de sombreros en diseñadora de costura.
 Antes de encontrar el reconocimiento masivo, la diseñadora utilizaba a su hermana, Antoinette, y su tía, Adrienne, como gancho.
 Las vestía y las mandaba a dejarse ver por las calles para captar clientela entre las señoras pudientes que descansaban del ajetreo de París en este retiro veraniego.
 Coincidiendo con el 100º aniversario de la apertura de aquella boutique, Karl Lagerfeld planea un homenaje especial.
 Lo descubrirá en mayo, en Singapur, durante la presentación de la colección crucero de Chanel.
El diseñador, fotógrafo y realizador ocasional dirigirá un cortometraje con Keira Knightley encarnando a Gabrielle Coco Chanel. Lagerfeld ha explicado a Women’s Wear Daily que recreará Deauville (ahora atestada de luces de neón) en un estilo “detalladamente retro” y que contará con otras caras conocidas como la actriz francesa Clotilde Hesme (en el papel de la tía de Chanel), la socialité Tallulah Harlech (hija de Lady Amanda Harlech, amiga y musa del modisto alemán) y los modelos Stella Tennant y Brad Kroenig, entre otros.
La colaboración entre la actriz británica de 27 años y la firma Chanel goza de una salud excelente.ç
 Se oficializó con ella protagonizando el spot de Coco Mademoiselle donde dejaba al actor Alberto Ammann con la miel en los labios.
El director del anuncio de ese perfume, el cineasta Joe Wright, cierra un triángulo de colaboración perfecto. Keira Knightley ha trabajado bajo sus órdenes en Orgullo y prejuicio, Expiación y Anna Karenina; Wright firma también el anuncio de Chanel nº 5 protagonizado por Brad Pitt y ha dado unos cuantos consejos de realización a Lagerfeld
. De hecho, las opulentas joyas que luce Knightley en Anna Karenina son de Chanel Joaillerie.(Una Maravilla)
El káiser de la moda, por su parte, es un reconocido fotógrafo (ya en 1996 obtuvo el premio de la Sociedad Alemana de Fotografía) y controla la imagen de Chanel hasta el extremo de fotografiar personalmente sus campañas.
 No es esta su primera incursión en la dirección.
Precisamente para acompañar el lanzamiento de otras colecciones crucero previas, ha dirigido otros dos cortometrajes: The tale of a fairy (con Anna Mouglalis, Kristen McMenamy, Freja Beha y Mark Vanderloo, entre otros modelos-actores) y Remember now (con Elisa Sednaoui, Karolina Kurkova, Magdalena Frackowiak o Heidi Mount).

Aquel cine de Semana Santa Carlos Boyero

Fotograma de la película 'Ben-Hur',' protagonizada por Charlton Heston (derecha).
La Semana Santa de mis años de infancia está asociada a la terrorífica imagen de gente encapuchada que se mueve acompañada de la música de bandas militares en medio de las procesiones, pero también de gozosos estrenos de películas que suponían un acontecimiento, con metraje interminable, colas enormes y reventas, en salas muy grandes y siempre abarrotadas para un recuerdo que tal vez no se corresponda con la realidad, con obligado intermedio y la recomendación en la pantalla de “visite el ambigú, visite nuestro bar”.
 La temática de ese cine era obligadamente religiosa y conveniente tono épico, rememorando generalmente los grandes momentos del cristianismo y de la Biblia, con el sello del Hollywood más espectacular.
Imagino que fue una moda duradera, que este tipo de cine se hizo antes y después de mi niñez, pero no tengo dudas de que viví su esplendor, de que entre finales de la década de los cincuenta y mitad de los sesenta se estrenaron en Semana Santa Quo Vadis, Los diez mandamientos, La túnica sagrada, Rey de reyes, Barrabás, Ben-Hur, La caida del Imperio romano, El Cid (aquí no aparecía Cristo, pero era idéntico el aroma pretendidamente épico al narrar las guerras entre los heroicos cristianos y los moros infieles), La Biblia...
No tengo claro si me gustaron o me aburrieron, pero sí que mis padres salían conmovidos de ellas y que yo intentaba identificarme con su arrobo y su admiración ante el tratamiento presuntamente grandioso que ofrecía Hollywood de las penalidades, milagros y actos sublimes que presidieron el nacimiento del cristianismo y los hechos que describen los Testamentos.
Debido a la pereza o por temor al desencanto siempre he huido de revisar esas películas, pero al regalarme la versión en Blu-ray de Ben-Hur compruebo, más allá de mi memoria infantil, que contiene un cine extraordinario, que es auténticamente emotiva la historia de ese príncipe judío al que acorrala su antiguo amigo (¿y algo más?) romano, que es admirable la lucha de cuádrigas que filmó la segunda unidad dirigida por el legendario Yakima Cannut, que la música de Rozsa te toca el alma, que Heston (sí, el de la Asociación Nacional del Rifle, el gran reaccionario, el responsable de que Welles y Peckinpah pudieran rodar Sed de mal y Mayor Dundee) poseía algo verdaderamente épico, que William Wyler fue algo más que un buen artesano, con todo el respeto y la admiración que siento por ese concepto.
Sin embargo, descubro que la ancestral afición del cine de gran presupuesto a retratar la vida y la muerte de Cristo no ha tenido continuidad con la representación de Dios en la sufrida tierra
. Hay pocas películas sobre papas y ninguna me ha dejado perdurable huella
. Del que más me acuerdo es de Julio II en El tormento y el éxtasis, interpretada por el gran Rex Harrison, un papa guerrero y cabrón, empeñado en doblegar la voluntad de Miguel Angel.
 Anthony Quinn interpretaba a un íntegro superviviente de un campo de concentración soviético, que ante su estupor es elegido Papa en Las sandalias del pescador.
 Todo era tan humano, incluidas sus tiernas escapadas para observar a la entrañable gente de Roma, como previsible
. También se mezclaba anónimamente con el pueblo aquel hombre lógicamente acojonado por la responsabilidad y el miedo al ser elegido Papa que interpretaba Piccoli en Habemus papam, una película tan interesante en su arranque como edulcorada y nada creíble en su desarrollo. Y poco más.
La Semana Santa ya no es lo que era.
 Consultas los estrenos de la cartelera y compruebas que Hollywood ha desechado desde hace muchos años la idea de hacer negocio en estas fechas con enaltecedoras historias sobre el cristianismo. Y Hollywood se equivoca pocas veces en eso tan prosaico de la oferta y la demanda.

Del Ojo Izquierdo

ERE que ERE...

Por: José María Izquierdo
Los ERE se llevan hoy, mayoritariamente, las portadas de los medios que tanto nos gustan y que tanto hacen por este humilde blog.
La segunda andanada de la jueza Alaya ha descubierto a un gran número de intermediarios, individuales y empresas, que parece que arañaron algunos millones entre tanta gestión
. El fraude podría llegar, dice la Policía, a más de 50 millones.
 No mil, ni 1400 millones de euros, como hoy señala alguno de nuestros columnistas.
 El caso es tremendo, sin duda, pero el dinero perdido entre los dedos de cientos de intermediarios durante diez años seguramente andará entre 60 y 70 millones de euros
. Una barbaridad, claro. Pero fíjense qué casualidad: es prácticamente la misma cantidad que se llevó la cúpula de Cajamadrid en 4 años: 68 millones
. Y solo para 17 distinguidos ciudadanos. Sí, es cierto. Todo es tremendo…
Vanidosa y desalmada no es lo más fuerte que le cae hoy a Cristina Kirchner
. Vaya usted a saber por qué extraños caminos circulan los impulsos eléctricos en las circunvoluciones cerebrales de algunos de nuestros cornetas –y aspirantes- para que últimamente la hayan tomado de esa manera con la presidenta argentina.
 Que tiene cara de mala leche reconcentrada, dicen de ella.
El editorial de La Razón va para el PSOE. Cariñoso, claro:
 “Cambiar algo para seguir igual”. Algún ejemplo: “En estos meses, Rubalcaba, su equipo y buena parte de los barones han minado con sus errores y despropósitos la credibilidad de unas siglas y un proyecto que aguardan una regeneración y una refundación que, por lo acordado ayer en la reunión de la Ejecutiva Federal, tendrán que seguir esperando.
 La dirección socialista no se apeó de lo que ha sido su actitud ante los problemas y se colocó de nuevo de perfil”.
Pero aún queda un contundente párrafo final: “A pesar de su habilidad y experiencia, Jáuregui es un parche, no una solución. Se aplica cosmética contra un proceso de descomposición galopante. Será insuficiente incluso para ganar tiempo porque una parte del partido -los derrotados en el congreso- quiere más. Un cambio de cromos, de caras, en este caso. El PSOE se halla en una vorágine autodestructiva y en una espiral peligrosa que empeora con cada crisis que se cierra en falso”. Ahí es nada.
Pero en La Razón uno siempre encuentra grandes páginas. Es raro que te decepcionen. Hoy, por ejemplo, José María Marco, aquél que un día –ignoro si sigue haciéndolo- prestó manos al ex presidente Aznar para teclear algún libro en el ordenador. A los diez años del inicio de la guerra de Irak, Marco está feliz. Qué digo feliz: radiante. Ahí lo tienen: “Hace diez años, no se sabía si Sadam Hussein tenía o no tenía armas nucleares o químicas, pero la expulsión de los inspectores de la ONU dio a entender lo peor. Y Sadam Hussein no había dudado en utilizar armas químicas contra sus propios ciudadanos”. Comenzamos con una trola descomunal, porque todo el mundo, excepto Bush, Blair y Aznar -¡qué gran papel el de nuestro presidente!- estaba al cabo de la calle de que allí no había aquellas armas, no por intuición, en absoluto, sino por las repetidas inspecciones que hicieron los técnicos de Naciones Unidas sobre el terreno. Mintieron. Como hoy lo hace Marco.
Pero el autor sigue, beatífico: “El coste fue muy grande, pero el balance no es negativo y si se recuerda lo que era Irak hace diez años, el terror que hacía reinar Sadam Hussein, algunos lo juzgamos positivo”.
 ¿Positivo, para quién? Pero claro, aún se guarda nuestro amigo el último pellizco de monja: “También es posible que las cosas hubieran sido distintas, incluidos los resultados de la llamada Primavera Árabe, si los países que dicen defender y promocionar la democracia liberal, como el nuestro, hubieran dejado claro que estaban dispuestos a hacerlo en Irak”. ¿La culpa de cómo está Irak, hecho un asco, como se ha demostrado en la espléndida serie de Ángeles Espinosa publicada en este periódico, es de la retirada de las tropas españolas -y obvio el vídeo- ordenada por Zapatero? ¿Habíamos quedado en hormigón? Pues de hormigón. El rostro, digo.
El editorial de Abc se titula “Freno a la violencia contra el PP”. Sumario: “El acoso a los parlamentarios del PP es doblemente repugnante: porque es delictivo y porque desprecia lo que las instituciones están haciendo para corregir los problemas que se denuncian”. Está también el catavenenos en contra de las protestas en los domicilios familiares por razones evidentes. Pero en lugares abiertos… A la entrada en el Congreso, o en los desfiles, esa derecha tan educada insultaba –e insulta- hasta a quien entonces era presidente del Gobierno. Va con el cargo aguantar el chaparrón. Y aún está menos de acuerdo con la segunda parte de ese sumario de Abc. Porque los ciudadanos están perfectamente legitimados para considerar que esas señoras y señores –como otras y otros- no  están corrigiendo los problemas que se denuncian, sino que además de haberlos creado, no solo no encuentran las soluciones pertinentes para la gente de a pie, sino que siguen favoreciendo a los muy ricos y a los bancos, que son, o eso parece, quienes de verdad gobiernan.
Pobrecillos estos chicos del PP, que unos desagradecidos van y les chillan…
 Y vuelvo a decir que las protestas, como es lógico, deben evitar los daños familiares. Aunque a los culpables les importen un celemín las familias de los damnificados por la usura de los bancos y una carretilla de leyes injustas. Que ése sí es daño familiar.
Hermann Tertsch está muy preocupado con este mismo asunto: “Cuidado con el terror bondadoso”, titula.
Y lo confunde todo
. Deliberadamente: “En España, sin embargo, la izquierda no se distancia de este acoso extraparlamentario cada vez más grave. 
Al contrario. Cayo Lara, pero también sindicalistas y socialistas, hablan de tomar la calle para imponer su voluntad a un Gobierno que cuenta con el máximo respaldo jamás habido en nuestra democracia.
 Y que tiene no sólo el derecho, sino el deber de aplicar su política. Y de mantener intacto el monopolio de la violencia del Estado”. Pues no, no es lo mismo y Tertsch, naturalmente, lo sabe. Pero siempre es más fácil tirar al bulto.
El Mundo lleva editorial sobre Andalucía: “Los ERE ponen a Griñán ante una situación imposible”. Además del ya citado en el titular, Pedro José apunta a otro destinatario: “En estos momentos, parte de la responsabilidad se traslada a Izquierda Unida. Diego Valderas, vicepresidente de la Junta, sostiene a Griñán con su apoyo en el Parlamento y está perdiendo la credibilidad del discurso regeneracionista con el que se presentó a las últimas elecciones autonómicas. 
Ayer comentó que su formación se replantearía el acuerdo de Gobierno con el PSOE ‘si la Justicia va más allá de lo que ahora mismo ha puesto encima de la mesa’. Si le parece poco todo lo que el proceso judicial está destapando es que tiene demasiado grandes sus tragaderas éticas”.
¿Algo de la Audiencia Nacional y Bermúdez? Se lo dejamos a Federico Jiménez Losantos: “La Audiencia ha impedido en el último minuto la astracanada de dos jueces riñendo por un imputado, pero no puede impedir que la opinión pública perciba vehementes indicios de delito en la conducta de un juez que abusa de su autoridad y de su impunidad; y que mañana puede volver a asaltar a Bárcenas o a cualquier imputado mediáticamente atractivo.
 El espíritu garzonita, la arbitrariedad, las clamorosas sospechas de prevaricación y la posibilidad de cohechar como quien cosecha cebada impregnan los pasillos de un tribunal creado o recreado para luchar contra el terrorismo pero que hoy produce terror a cualquier ciudadano sensato”.