Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

8 feb 2013

Matt Damon descifra “la identidad americana” en la Berlinale

El actor Matt Damon y el director Gus Van, en la presentación de 'Tierra prometida', en la 63º edición de la Berlinale. / Joel Ryan (Invision)

La segunda jornada de la Berlinale ha contado con la estrella estadounidense Matt Damon como protagonista de Promised Land (La tierra prometida).
 Además de esta película hollywoodiense de acción ecologista, la sección oficial incluyó un drama polaco sobre un sacerdote católico y homosexual titulado In the name of (En el nombre de) y la desarmarte comedia austriaca Paradies: Hoffnung (Paraíso: esperanza).
Esta última es la tercera parte de la trilogía Paraíso, rodada por el vienés Ulrich Seidl tras Amor y Fe, ambas de 2012.
 Esperanza trata los anhelos prohibidos de un grupo de adolescentes obesos encerrados en un campamento de verano donde se proponen adelgazar mediante el ejercicio físico y la dieta equilibrada. Melli (Melanie Lenz), una chica de 13 años normal pero un poco gordita, se enamora del médico del llamado “campamento de la dieta”, unos 40 años mayor que ella.
Mientras los jóvenes añoran la comida que les niegan y se divierten como pueden pese al régimen de deporte y disciplina que trata de imponer el entrenador (Michael Lehbauer), el médico (Joseph Lorenz) riñe con su propia pasión: la que le impele hacia la niña Melli.
 La historia mezcla elementos de realismo documental -al estilo de los filmes de Larry Clark-, diálogos que parecen improvisados, reminiscencias de Lolita y mucha carne rosada y rolliza de adolescentes austriacos. Es de una ternura gélida, adornada con el tipo de situaciones truculentas que hacen reír a parte del público mientras el resto se pregunta qué clase de persona tiene sentada al lado, capaz de reírse de algo así.
La película de Van Sant, en cambio, deja poco lugar a dudas respecto a quién es el bueno y quién es malo. La tierra prometida es un drama político protagonizado por Matt Damon, cuyo personaje tiene el encargo de convencer a unos granjeros estadounidenses de que vendan sus terrenos a una empresa energética que quiere explotar el gas del subsuelo con el método controvertido denominado fracking.
Según dijo Damon en la abarrotada rueda de prensa, querían hacer “una película sobre la identidad americana”.
 Escribió el guión junto al coprotagonista John Krasinsk
i. Presentaron el filme junto a su director, Gus van Sant. Explicó Damon que habría querido dirigir él mismo la cinta, pero no pudo por razones de agenda.
Van Sant y él ya colaboraron previamente en Good Will Hunting, que le valió el oso de plata berlinés al mejor actor en 1998.
El otro filme a concurso en esta segunda jornada de la Berlinale, el de la directora polaca Mamgodka Szumowska, cuenta sin muchas bromas los problemas del joven cura católico Adam (Andrzej Chyra), destinado por la Iglesia a una parroquia de laPolonia profunda. Juega al fútbol y bebe cerveza con los jóvenes campesinos de la región mientras libra un combate íntimo con sus ganas de acostarse con alguno de ellos. La inutilidad de esta pelea se revela cuando conoce a Lukasz (Mateusz Kosciukiewicz).
La película es de factura esmerada, pero busca el debate y proyecta a la pantalla cuestiones polémicas en países de tradición católica: el celibato, la homosexualidad y los abusos a menores dentro de la Iglesia.

Rajoy evita criticar a Bárcenas: “No vamos a darle más vueltas”

El presidente no pronuncia ni el nombre y no pide perdón por el comportamiento de su extesorero.

Archivado en:

EL PAÍS-LIVE

Ni una sola palabra sobre Bárcenas.
 El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, continúa con su estrategia de no mencionar el nombre del extesorero del PP. Preguntado expresamente sobre la posibilidad de pedir perdón a los ciudadanos sobre el caso Bárcenas, como ha hecho el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Merino, Rajoy lo ha eludido con claridad: "Ya dije todo lo que tenía que decir en una comparecencia el sábado [tampoco allí pronunció el nombre de Bárcenas]
. No vamos a darle más vueltas, no voy a estar en esto porque si no, no acabamos nunca".
El presidente se ha limitado a criticar la corrupción con generalidades -"creo que todos debemos hacer un esfuerzo para que no se produzcan este tipo de comportamientos, ha dicho"-.
 Aunque se ha mostrado dispuesto a hacer "cuanto esté en sus mano", ha sugerido que pocas reformas más se pueden impulsar contra la corrupción.
"El problema de la corrupción no es un problema de leyes, quien comete actos de corrupción lo que hace es incumplir la ley", ha señalado Rajoy.
Durante todo este proceso, el jefe del Ejecutivo no ha hecho ninguna crítica a Bárcenas, como le piden muchos en el PP, y entre ellos, la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre.
 El pasado lunes, en Berlín, tras una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, Rajoy, de nuevo evitó hablar del extesorero y de sus papeles secretos.
 Y tan solo intentó negar la existencia de una contabilidad b en el PP que le salpique a él o a otros dirigentes del partido: “Todo lo referido a mí y mis compañeros no es cierto; salvo alguna cosa publicada”, dijo.

 

Garzón: los indicios de corrupción en los papeles de Bárcenas son “evidentes”

El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha asegurado esta mañana en una entrevista en la cadena SER que existen indicios evidentes para investigar los papeles del extesorero del Partido Popular (PP) hechos públicos por EL PAÍS.
 "Esos indicios son evidentes y hay una base para la investigación", ha expresado.
 Además, ha criticado que exista "falta de voluntad política" para avanzar en esa investigación. "Los casos de corrupción se dilatan, hay falta de voluntad política y lo estamos viendo ahora, es escurrir el bulto, dar la espalda a la realidad", ha sostenido.
 Garzón ha defendido que Ana Mato debe dimitir como ministra de Sanidad: "Una cosa son elementos probatorios que la vinculen con la trama y otra la responsabilidad política tenga o no alcance delictivo [...]
 Yo creo que debería dimitir".
En referencia a la ministra de Sanidad y las últimas vinculaciones con las investigaciones de la trama Gürtel ha señalado:
 "Los políticos han de ser el espejo en el que se mire la sociedad y hay que asumir esa responsabilidad".
"Quizá los ciudadanos se tengan que tranquilizar con una decisión política", ha añadido.
El juez, inhabilitado durante 11 años, ha asegurado que en los meses que él estuvo al frente de la investigación sobre el caso Gürtel, ya había "tropezado" con "otros documentos" que vinculaban al extesorero del PP Luis Bárcenas con la investigación:
"Ya entonces había documentación que indicaba su vinculación y la de otros posibles receptores de dinero", ha señalado. En concreto, ha destacado que durante su investigación había marcado "22 indicios" que apuntaban a Bárcenas.
 En la entrevista, ha calificado de "valiente" al exdiputado del Partido Popular Jorge Trías, que reconoció ante la fiscalía que los papeles publicados por EL PAÍS se corresponden con los que a él le había mostrado Bárcenas tiempo atrás: "Ha cumplido con la obligación de decir lo que sabía".
Garzón considera además que la investigación de los papeles de Bárcenas, para la que cree que existen medios suficientes, debería hacerse en el mismo juzgado donde se instruye el caso Gürtel y no en la fiscalía. "Es el juez el que tiene la posibilidad de ordenar una entrada y registro", explica. El juez ha respaldado la iniciativa de la fiscalía, pero remarca que el lugar idóneo en el juzgado número cinco de la Audiencia Nacional.
En el marco de la investigación del caso Gürtel, Garzón ordenó la intervención de las conversaciones entre abogados e imputados.
 El Tribunal Supremo lo condenó por prevaricación y lo inhabilitó. El juez ha vuelto a defender su actuación: "[La escucha] era un instrumento para demostrar la continuidad delictiva", ha afirmado. Y ha añadido: "Probablemente nunca más vuelva a ver una sentencia a un juez como la mía".

Estados Unidos se prepara para una tormenta "potencialmente histórica"


Imagen de la tormenta de nieve en formación sobre la costa Este de Estados Unidos. / NOAA (AFP)

El noreste de Estados Unidos se prepara para una tormenta de nieve "potencialmente histórica" que podría dejar más de 60 centímetros de nieve en la región de Nueva Inglaterra entre hoy y el sábado, advirtió el Servicio Nacional Climatológico.
Varias ciudades como Boston (Massachusetts), Providence (Rhode Island) y Hartford (Connecticut) cancelaron hoy las clases en previsión de la tormenta que se espera comience a llegar al mediodía de hoy.
También se pronostican fuertes nevadas en los estados de Nuevo Hampshire y Maine.
El Servicio Nacional de Meteorología emitió una alerta de tormenta, con vientos previstos de hasta 80 kilómetros por hora, entre las 06.00 (11.00 GMT) del viernes hasta las 13.00 (18.00 GMT) del sábado.
"La acumulación de nieve se espera que sea rápida, fuerte y peligrosa", advirtió el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, en una conferencia de prensa anoche.
El aeropuerto de Boston, uno de los más importantes del país, ya ha anunciado que cancelará todas sus operaciones a partir de la tarde del viernes y el servicio de trenes Amtrak hará lo mismo en sus recorridos en el corredor noreste de EE.UU.
También el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, emitió una alerta de tormenta para la ciudad.
"Esperamos que las previsiones sean exageradas sobre la cantidad de nieve, pero nunca se sabe", dijo anoche, aunque señaló que lo peor de la tormenta se producirá fuera de la jornada laboral, entre la noche del viernes y la mañana del sábado, lo que amortiguará sus efectos.
Hasta el momento han sido cancelados más de 3.400 vuelos entre hoy y mañana y más de 60 aeropuertos en todo Estados Unidos se han visto afectados, según la web de tráfico aéreo Flight Aware.
La tormenta seguirá una trayectoria similar a la del Huracán Sandy que azotó la región en noviembre pasado, especialmente Nueva York y Nueva Jersey, donde parte las labores de reconstrucción aún no han concluido.