El presidente no pronuncia ni el nombre y no pide perdón por el comportamiento de su extesorero.
Ni una sola palabra sobre Bárcenas.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, continúa con su estrategia de no mencionar el nombre del extesorero del PP. Preguntado expresamente sobre la posibilidad de pedir perdón a los ciudadanos sobre el caso Bárcenas, como ha hecho el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Merino, Rajoy lo ha eludido con claridad: "Ya dije todo lo que tenía que decir en una comparecencia el sábado [tampoco allí pronunció el nombre de Bárcenas]
. No vamos a darle más vueltas, no voy a estar en esto porque si no, no acabamos nunca".
El presidente se ha limitado a criticar la corrupción con generalidades -"creo que todos debemos hacer un esfuerzo para que no se produzcan este tipo de comportamientos, ha dicho"-.
Aunque se ha mostrado dispuesto a hacer "cuanto esté en sus mano", ha sugerido que pocas reformas más se pueden impulsar contra la corrupción.
"El problema de la corrupción no es un problema de leyes, quien comete actos de corrupción lo que hace es incumplir la ley", ha señalado Rajoy.
Durante todo este proceso, el jefe del Ejecutivo no ha hecho ninguna crítica a Bárcenas, como le piden muchos en el PP, y entre ellos, la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre.
El pasado lunes, en Berlín, tras una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, Rajoy, de nuevo evitó hablar del extesorero y de sus papeles secretos.
Y tan solo intentó negar la existencia de una contabilidad b en el PP que le salpique a él o a otros dirigentes del partido: “Todo lo referido a mí y mis compañeros no es cierto; salvo alguna cosa publicada”, dijo.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, continúa con su estrategia de no mencionar el nombre del extesorero del PP. Preguntado expresamente sobre la posibilidad de pedir perdón a los ciudadanos sobre el caso Bárcenas, como ha hecho el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Merino, Rajoy lo ha eludido con claridad: "Ya dije todo lo que tenía que decir en una comparecencia el sábado [tampoco allí pronunció el nombre de Bárcenas]
. No vamos a darle más vueltas, no voy a estar en esto porque si no, no acabamos nunca".
El presidente se ha limitado a criticar la corrupción con generalidades -"creo que todos debemos hacer un esfuerzo para que no se produzcan este tipo de comportamientos, ha dicho"-.
Aunque se ha mostrado dispuesto a hacer "cuanto esté en sus mano", ha sugerido que pocas reformas más se pueden impulsar contra la corrupción.
"El problema de la corrupción no es un problema de leyes, quien comete actos de corrupción lo que hace es incumplir la ley", ha señalado Rajoy.
Durante todo este proceso, el jefe del Ejecutivo no ha hecho ninguna crítica a Bárcenas, como le piden muchos en el PP, y entre ellos, la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre.
El pasado lunes, en Berlín, tras una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, Rajoy, de nuevo evitó hablar del extesorero y de sus papeles secretos.
Y tan solo intentó negar la existencia de una contabilidad b en el PP que le salpique a él o a otros dirigentes del partido: “Todo lo referido a mí y mis compañeros no es cierto; salvo alguna cosa publicada”, dijo.
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