Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

26 nov 2012

Moda de verdad, mujeres reales


Como la mayoría de las mujeres, Tina Hines tiene su talla y una lista de ropa que realmente le sienta bien: los bolsillos laterales están descartados (hacen que sus caderas parezcan demasiado anchas) y las blusas con el cuello halter son difíciles (necesita llevar sujetador).
Pero, cuando compra a través de Internet, se siente desconcertada. Las modelos suelen ser delgadas como palillos y de pecho plano, a diferencia de ella. “Alguien que tiene una copa A no me ayuda, porque está claro que la ropa le va a quedar de una forma un poco distinta”, dice Hines, de 44 años, que es asesora sobre asuntos personales y profesionales en Franklin Park, Nueva Jersey.
Ahora, el portal de comercio electrónico Rent the Runway ofrece una solución: sustituir a las modelos por mujeres normales y permitir que los visitantes busquen mujeres de determinada edad, altura, peso e incluso talla de pecho para ver cómo le queda ese vestido a alguien similar.
El nuevo enfoque de Rent the Runway es el último ejemplo de minoristas que rechazan la idea de que las mujeres quieren fantasía cuando compran. En lugar de eso, ofrece realidad y se adapta a unas clientas hartas de los retoques con Photoshop, los aerógrafos y el quebradero de cabeza que supone devolver diversas tallas de ropa.
La empresa de nueva creación Me-Ality instala escáneres en los centros comerciales para buscar una correspondencia entre los cuerpos de las mujeres y las marcas de las tiendas. Clothes Horse vende a los minoristas un algoritmo y un cuestionario para que puedan asesorar a los clientes sobre la talla que encajará con la ropa de la tienda.
Rent the Runway, sin embargo, va un paso más allá. Las usuarias del sitio web ya pueden subir fotos suyas llevando la ropa de la tienda (el portal alquila vestidos y accesorios de vestir durante unos cuantos días, a alrededor del 10 % del precio de venta).

Casi 300 mujeres con todo tipo de cuerpos han subido fotos suyas a Rent the Runway llevando un vestido dorado sin tirantes de Badgley Mischka que se alquila por 125 dólares.

Y las mujeres pueden incluir su altura, peso y talla de pecho en las reseñas.
 Las visitantes pueden realizar búsquedas para encontrar mujeres como ellas, hacer preguntas a otras y optar por ver solo personas corrientes en lugar de modelos.
Rent the Runway ha descubierto que el porcentaje de conversión en el caso de las compradoras que hicieron clic en fotos reales era el doble que el de las que hicieron clic en fotos de modelos.
“Las mujeres son inteligentes: una sabe que, aunque (la modelo) Gisele (Bundchen) sea guapa,no todas tenemos su aspecto”, opina Jennifer Hyman, consejera delegada y cofundadora de Rent the Runway, que tiene la sede en Nueva York y fue creada en 2009.
La tendencia a usar imágenes reales, sin embargo, podría no gustar a algunas de las marcas de lujo que venden a Rent the Runway. “Las marcas de lujo, en mi opinión, no quieren ser accesibles; se trata de un sueño, de una aspiración”, explica Marc Beckman, fundador de Designers’ Management Agency-, que ha negociado acuerdos para los diseñadores Oscar de la Renta y Stella McCartney.
Aun así, la moda de alta costura se está volviendo más inclusiva: Ralph Lauren va a mostrar una modelo de tallas grandes en una campaña publicitaria y Lanvin usa personas normales en una serie de anuncios. A pesar de ello, Hyman recuerda, a propósito de las mujeres de Lanvin:
 “Las seleccionan, las editan, las retocan; no son reales”.
Casi 300 mujeres con todo tipo de cuerpos han subido fotos suyas a Rent the Runway llevando un vestido dorado sin tirantes de Badgley Mischka que se alquila por 125 dólares.
Entre ellas se encuentra una invitada a un baile de la Marina, otra que posa en una fiesta de la universidad y una tercera que lleva el vestido al Baile Zulú de Nueva Orleans.
“Al vérselo puesto a chicas de verdad, una puede hacerse una mejor idea de cómo va a quedarle el vestido, porque no es una fotografía perfecta ni una modelo perfecta”, indica Laura Sartori, de 24 años, planificadora de mercancías en Bentonville, Arkansas.
En el sito de Rent the Runway, las usuarias pueden hacer preguntas sobre las maniquíes reales: ¿llevaba una faja con eso?, ¿se podrá usar como vestido premamá?
Sin embargo, todo esto podría restar distinción a un artículo de lujo. “No se trata de la chica de al lado, que vive cerca de nosotros y lleva una chaqueta de Gucci, tiene un martini en la mano y está fumando un cigarrillo; se trata de una supermodelo en París, retratada por el mejor fotógrafo posible”, explica Beckman.
Kylie Murray, de 25 años, tuvo sus reservas cuando estaba a punto de alquilar un vestido de lentejuelas de DVF y encontró tantas fotos de otras mujeres con el mismo vestido.
 “Había una parte de mí que estaba un poco desilusionada”, dice, “porque si cualquiera podía llevarlo, entonces ¿qué lo hacía tan especial?”.
Aun así, Murray, que trabaja en la comercialización de productos en Nueva York, dice que las fotos de mujeres de talla pequeña con el vestido le resultaron útiles y ahora evita los vestidos de Rent the Runway que no tienen muchas reseñas de fotos.

El país (femenino) de las Maravillas (surrealistas)

El Museo de Arte Moderno de México alberga 'In Wonderland', 200 obras de mujeres artistas mexicanas y estadounidenses.

 

Frida Kahlo. 'Autorretrato con collar de espinas y colibrí', (1949). / Frida Khalo
El Surrealismo pudo ser un día la lengua oficial del prototipo de mujer feminista de otro tiempo. Esta afirmación se traduce en la exposición In Wonderland, mujeres surrealistas, que alberga el Museo de Arte Moderno de México organizada conjuntamente por el Los Angeles County Museum. La muestra reúne más de 200 obras de un grupo de mujeres artistas mexicanas y estadounidenses en su mayoría a partir de 1931. In wonderland plantea más preguntas de las que responde, pero estos interrogantes pueden llegar a ser cruciales para llegar al fondo intelectual de estas artistas incomprendidas, solas, luchadoras y en muchos casos eclipsadas por sus parejas.
Desde las pinturas de artistas como Leonora Carrington, Frida Kahlo, Jacqueline Lamba, Helen Lundeberg, Rosa Rolanda, Key Sage, Dorothea Tanning y Remedios Varo, pasando por fotografías de Lola Álvarez Bravo, Kati Horna, Lee Millier y Francesca Woodman, esculturas de Louise Bourgois y Adaine Kent, hasta los happenings de Alicia en el país de las maravillas organizados por Yayoi Kusama en el Central Park de Nueva York. Las obras extraordinarias reunidas en esta exposición exploran las personalidades, traumas y miedos de las 48 mujeres artistas que llevaron el movimiento de André Bretón por bandera hasta la década de los setenta.
'Retrato familiar' (1945). Algunas artistas utilizaban las proporciones para denunciar las desigualdades entre el hombre y la mujer. / Dorothea Tanning
La obsesión por la maternidad es uno de los temas más concurrentes e impactantes de In Wonderland, presente, cómo no, en las pinturas de Frida Kahlo (Coyoacán, México, 1907 – 1954), quien tuvo varios abortos que representó de forma dramática, por ejemplo en Henry Ford Hospital (1932), donde la artista se retrata a sí misma desnuda yaciendo sobre la cama de un hospital desangrándose y agarrada a unas cuerdas que están atadas a seis objetos que representan la maternidad y la feminidad (un bebé, una cadera, un caracol o un torso femenino). Lee Miller (Nueva York, 1927 – Inglaterra, 1977) hace una reivindicación de la feminidad a través de una fotografía en blanco y negro de una glándula mamaria servida en un plato sobre mesa y mantel. “Los pechos han servido siempre como fetiche supremo del hombre, y Miller los presenta como si fueran objetos encontrados surrealistas”, escribe Ilene Susan Fort, comisaria de Los Angeles County Museum, en el catálogo de la exposición. “El humor negro de Miller subraya la angustiosa experiencia que la mastectomía representa para una mujer”. Una escultura con forma de pene cuelga del techo de una de las salas del museo. Es Fillette (Niñita), la forma de goma y látex que la francesa Louise Bourgeois (París, 1911 – Nueva York, 1911) crea en 1968 inspirada por su relación con el feminismo.
'Sin título. Pecho cercenado a causa de una mastectomía radical', (1930). / Lee Miller
Así, los surrealistas utilizaban las partes del cuerpo como sinécdoques, pero a menudo las mujeres las utilizaban para demostrar cómo los hombres las malinterpretaban. La cabeza –contenedora de la inteligencia y la personalidad y reflejo de la identidad física a través de la cara- era también un motivo común. Bridget Tichenor (París, 1917 – Ciudad de México, 1990), que era famosa por su hermoso pelo largo rubio, cubrió un gran lienzo con imágenes de su retrato sin pelo para crear Autorretrato.
'Autorretrato', Sin fecha'. / BRIDGET TICHENOR
El autorretrato tiene una importante presencia en esta muestra. Estas mujeres sentían la necesidad de plasmarse a sí mismas en lienzos o fotografías para expresar cómo se sentían o quiénes eran. La fotógrafa Francesca Woodman (Colorado, 1958 – Nueva York, 1981) produjo durante su corta vida unas 500 fotografías, casi siempre con ella misma como modelo para representar alienación y confinamiento en interiores domésticos en aparente abandono. Autorretrato con collar de espinas y colibrí, de Frida Kahlo, es uno de los muchos de la artista que incluye la muestra. Rosa Rolanda (California, 1895 – Ciudad de México, 1970) dibuja su rostro en 1945 partiendo de una inquietante mirada triste, con una mosca a su lado y una flor coronando su frente.
La muestra, hipnótica, es en definitiva es una potentísima expresión conjunta de las mujeres que instauraron el surrealismo en el continente americano. Louise Bourgeois escribió “un artista puede mostrar las cosas que otras personas estarían aterrorizadas de expresar”. El surrealismo de estas mujeres era en verdad su realismo interior. Y sus obras salieron de sus mentes como el conejo de Alicia de su madriguera. In Wonderland…

Despidos masivos en las cajas nacionalizadas

Bruselas exigirá una reducción de plantilla de 8.000 empleados a Bankia y Novagalicia

Las entidades, a cambio de la ayuda, deberán dedicarse a banca familiar en su región de origen

El rescate final será de unos 35.000 millones y llegará al Frob el próximo 15 de diciembre.

 

Sede de Bankia en Madrid / CARLOS ROSILL
Vienen curvas para la banca española.
 La Comisión Europea establecerá medidas severas, amargas e implacables a cambio del dinero del rescate a la banca.
 Ejecutivos de los cuatro grupos financieros nacionalizados (Bankia, Novagalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia) coinciden en que las entidades que reciban fondos europeos serán sometidas a una severa cura de adelgazamiento –empezando por la plantilla— que han pactado las autoridades españolas y los funcionarios del área de Competencia, que es la que tiene que aprobar en última instancia todo tipo de ayudas públicas en la UE. “Y ese castigo lo percibirán los accionistas, los bonistas, los preferentistas y los empleados”, según han explicado a este diario ejecutivos de estas entidades.
Bruselas tiene prácticamente listo el documento relativo a las ayudas públicas en el que se acuerda la reestructuración. Los números ya están claros.
 Las estimaciones del documento que prepara Bruselas suponen un recorte de 8.000 empleos en Bankia y Novagalicia –casi 6.000 en Bankia y el resto en la entidad gallega, entre despidos directos y recortes de plantilla aparejados a la venta o cierre de filiales—, y la eliminación de cerca de 1.000 oficinas, según fuentes próximas a las negociaciones, que confirmaron ayer fuentes europeas. A esa cifra hay que sumar 1.000 despidos más en CatalunyaCaixa, aunque Bruselas puede condicionar ese tijeretazo a su venta a un competidor.
 Desde 2008, 22.000 trabajadores han perdido su puesto de trabajo en las cajas, donde ahora trabajan unas 110.000 personas.
 Tras esta poda, la plantilla de las antiguas cajas quedará ligeramente por encima de los 100.000 empleos.
No solo se trata de despidos. A cambio de las ayudas, Bruselas quiere una reestructuración integral, para que las entidades que reciban fondos públicos queden totalmente saneadas y a la vez no compitan en condiciones ventajosas frente a sus competidores.
Las entidades con ayudas deberán concentrar su negocio en sus regiones de procedencia y en la banca familiar, en una especie de vuelta a los orígenes. Y deberán vender buena parte del resto de negocio en poco tiempo. CatalunyaCaixa y el Banco de Valencia están en proceso de subasta, por lo que los recortes se aplicarán al comprador.
Los planes definitivos se conocerán poco antes del mediodía del próximo miércoles. Joaquín Almunia, comisario de Competencia y vicepresidente de la Comisión, hará público en Bruselas el documento definitivo con las condiciones que tienen que aplicar cada una de las cuatro entidades, así como el capital definitivo que se les inyectará.
 El fondo de rescate, el FROB, recibirá el dinero de Europa el 15 de diciembre, y lo ingresará en las entidades el 30 de diciembre, a tiempo para cuadrar las cuentas de 2012.
Los exámenes de Oliver Wyman determinaron que las nacionalizadas requerían 43.600 millones (de los 59.300 millones que precisaba todo el sector).
 Pero finalmente, según fuentes cercanas a estas entidades, la cifra definitiva de ayudas para las nacionalizadas estará cerca de los 35.000 millones.
Esa rebaja se debe básicamente a dos factores: por un lado, el dinero procedente de las ventas de los activos inmobiliarios tóxicos al banco malo rebaja las necesidades de capital; por otro, se aplicará una quita a las participaciones preferentes y a la deuda subordinada, que perjudica a los clientes, pero eleva el capital de las entidades.

De cajas a fundaciones

Las cajas de ahorros que controlen menos del 25% del capital de los bancos a los que traspasaron su negocio financiero, se convertirán en fundaciones.
 Ya no será por voluntad de las asambleas, que eran sus dueños hasta ahora, sino que la conversión será obligada y acelerada en el tiempo.
El PP ha aprobado un texto legal, publicado en el BOE la semana pasada, por el que se establece que, cinco meses después de que las cajas hayan cedido más del 75% del capital al banco que todas han creado, se convierten en fundaciones de carácter especial.
 Algunas dependerán del Estado y otras de las comunidades autónomas.
El problema real y más acuciante será cómo se van a financiar estas fundaciones ya que los dividendos procedentes del banco no parecen una fuente suficiente para pagar los gastos de la obra social, a la que llegaron a dotar miles de millones en 2006 y 2007.
Este caso afecta directamente a Bankia. Rodrigo Rato, su presidente, se ha ahorrado el amargo trago de convocar y discutir el final de Caja Madrid con la asamblea, en donde están los partidos políticos, sindicatos, representantes de los impositores y otras organizaciones. Lo mismo le ha sucedido a Bancaja y a las otras cinco pequeñas cajas más que formaron el grupo. Después de una gestión que ha acabado con todo el patrimonio de las cajas, Rato se evita un trámite más que incómodo.
También será este el caso de CatalunyaCaixa, es decir, de las antiguas cajas de Catalunya, Tarrasa y Manresa, al igual que Novagalicia.
Es probable que también afecte a muchas entidades más. Algunas fuentes financieras creen que, en poco tiempo, todas salvo La Caixa, Kutxabank, Unicaja e Ibercaja, podrían ser fundaciones.
La más afectada será, de largo, Banco Financiero y de Ahorros y su filial Bankia. Se estima que la entidad que dirigía Rodrigo Rato deberá reducir entre 5.500 y 6.000 puestos de trabajo sobre un total de 20.000 personas. Unos 4.500 empleos serán recortes puros, dentro de la entidad. El resto se alcanzará vendiendo filiales del grupo, plantilla incluida. Entre las ventas más probables están el banco de Miami, las gestoras de patrimonio y la mesa de tesorería. El mandato de Bruselas pasa por que la entidad se concentre en el negocio de banca comercial en Madrid, Comunidad Valenciana y en Canarias, Ávila, Rioja, Segovia y en Barcelona, de donde son originarias las siete cajas que forman el grupo.
Las ventas serán siempre al mejor postor. El comprador decidirá cuántos empleados continúan en sus puestos de trabajo. Una de las filiales más rentables de las que se tendrá que deshacer Bankia será la de banca mayorista, que ahora genera importantes ingresos. Los recortes se harán tomando como punto de partida la reforma laboral, con lo que los despedidos no cobrarán mucho más de 150.000 euros por persona como media. Es decir, 300.000 euros menos que otros despedidos meses antes. Con todo, las condiciones de los despidos dependerán de cómo se negocie el ajuste dentro de cada entidad, según fuentes europeas.
Novagalicia reducirá más de 2.000 empleos sobre un total de 6.000. De ellos,
 1.200 trabajan en EVO Banco y en las oficinas de la entidad fuera de Galicia. El grupo espera conseguir inversores privados para EVO. Al igual que Bankia, Novagalicia deberá concentrarse en su territorio natural: Galicia, Asturias y León.
Solo podrá hacer banca minorista y de pymes, dejará su actividad mayorista y tendrá entre tres y cuatro años para vender su cartera industrial. El Frob venderá también el Banco Gallego.
A diferencia de CatalunyaCaixa y de Banco de Valencia, Novagalicia no ha salido a subasta para dar tiempo a encontrar inversores privados, una tarea en la que se ha involucrado su presidente, José María Castellano, y que reduciría la necesidad de dinero público, según fuentes del mercado.
 Además, la caja no ha sido subastada para evitar sacar a la vez al mercado a las tres nacionalizadas (Bankia requerirá al menos tres años para estar lista) y también para evitar un pacto entre los grandes del sector (Santander, La Caixa y BBVA) que rebaje su precio. Fuentes políticas apuntan una tercera razón: dar tiempo al poderoso presidente gallego, Alberto Nuñez Feijóo, para intentar mantener la entidad arraigada a Galicia.
En el caso de CatalunyaCaixa y Banco de Valencia lo más probable es que no haya petición expresa de recortes de plantilla porque están en proceso de subasta. “Europa entiende que la reducción de empleados y sucursales dependerá de quién sea el comprador”, comentan fuentes de la entidad catalana. La primera ya ha reducido su plantilla en 1.300 personas (ahora tiene 7.200) y la valenciana ha eliminado 370 empleos (se ha quedado en 1.610 trabajadores).
Los responsables sindicales de banca en UGT y CC OO, José Miguel Villa y José María Martínez, así como los ejecutivos de las entidades, se quejan de la dureza de Bruselas y de que use con las entidades españolas el mismo método que con otros bancos europeos. “La Comisión, aplicando las normas sobre ayudas de Estado, ha impuesto a los grandes bancos europeos rescatados la venta de su negocio en determinados países o de las filiales.
 Es lo que sucedió con ING, que tuvo que separar su negocio de banca y de seguros y desinvertir en algunos países. En el caso de las entidades españolas con ayudas públicas el problema es que están menos diversificadas, tanto geográficamente (solo desarrollan su actividad en España) como en su negocio (casi puramente minorista). Por ello, las medidas impuestas por Bruselas parecen afectar sobre todo a su actividad de banca minorista”, apunta Francisco Uría, socio de KPMG. Aristóbulo de Juan, consultor bancario y ex director general del Banco de España, cree que “tiene sentido limitar los negocios financieros sofisticados, de forma que quede una entidad de negocio minorista, pero sin excluir negocios que van unidos, como la banca corporativa”.
La cuestión es si al final la poda es tan intensa que exista el riesgo de que el árbol se seque: la clave es devolverlas a la rentabilidad, una tarea titánica en un entorno de caída de márgenes por el efecto del descenso de los tipos de interés
. “Hay riesgo de que se conviertan en entidades muy conservadoras, focalizadas en reducir balances y dar muy poco crédito. En Reino Unido, las entidades nacionalizadas han optado por crecer poco, cerrar las divisiones de banca mayorista y de banca de inversión y por dejar atrás todo lo que no sea el negocio comercial minorista tradicional. Esto aun estando mucho más saneadas que las cuatro entidades nacionalizadas en España”, apunta Vicente Cuñat, de la London School of Economics.
Otra de las claves impuestas por Bruselas es la quita que se aplicará a los clientes de las participaciones preferentes.
 A todos se les pagará con acciones, ya sean cotizadas o sin cotizar, como es el caso de Novagalicia. La fórmula de Bruselas para calcular la quita tendrá en cuenta la valoración de la entidad y el tipo de interés que ofrecen las preferentes.
 Así, cuanto más elevado sea el tipo, menor será la quita porque se considera que la preferente tiene más valor. En este caso, las preferentes de Caja Madrid (Bankia) estarán menos castigadas. El valor resultante de la quita se mejorará con diez puntos porcentuales, tal y como ha sucedido en otros países, por entender que son productos destinados a clientes minoristas. En el caso de Novagalicia, además, esa cifra se incrementará con otros 20 puntos más para paliar el hecho de que se entregan acciones de una sociedad no cotizada. En el caso de las participaciones subordinadas, el descuento que se aplique dependerá del vencimiento.
 Con toda esta casuística, es difícil determinar la quita que tendrán estos activos para los clientes, pero los ejecutivos de las entidades estiman que estará entre el 45% y el 60%. El caso de CatalunyaCaixa puede ser diferente si el comprador de la entidad canjea los ahorros de los clientes con más generosidad para evitar la fuga de depósitos: eso es lo que hizo BBVA tras adquirir Unnim.
 De cualquier forma, la polémica está servida.
La nacionalización de las entidades la van a pagar caro sus clientes.
 Y sus empleados.
 Y en última instancia, los contribuyentes.

25 nov 2012

Lucha de poder en la cadena alimentaria


Cadena de envasado de sandías en una cooperativa de El Ejido (Almería) / JULIÁN ROJAS
Más de 300.000 agricultores y ganaderos, en peligro de extinción en algunos sectores, producen y comercializan anualmente bienes con un valor final de unos 42.000 millones de euros. Cerca de 4.000 cooperativas comercializan productos valorados en más de 17.000 millones de euros, pero —si se exceptúan una docena de grandes grupos— la media de sus ingresos no llega a los 40 millones. Unas 30.000 industrias agroalimentarias facturan anualmente 84.000 millones de euros. Y solamente cinco grandes grupos de distribución, según datos de Agricultura, concentran más del 40% de las ventas minoristas de los productos alimentarios, que ascienden a 67.500 millones de euros para consumo en los hogares y cerca de unos 80.000 millones si se suman las ventas de la restauración y las instituciones.
En la última década, en toda la cadena que recorre un producto agrario desde la producción hasta el consumidor, se ha mantenido la dispersión en la actividad agraria y, sobre todo, en las estructuras de comercialización, donde domina la venta directa de agricultores y ganaderos. De las casi 4.000 cooperativas agrarias que existen en España, solo hay una docena que facturan en conjunto unos 4.000 millones de euros. Destacan los casos de Coren, con más de 1.000 millones de euros; más de 700 de AN en Navarra, más de 600 de Central Lechera Asturiana, más de 400 de Hojiblanca o Anecoop y cifras inferiores en grupos como Covap, Acorex o Iparlat.
Las industrias alimentarias han seguido un discreto proceso de crecimiento, sobre todo entre grandes grupos. Entre 1997 y 2007, las 10 firmas más importantes pasaron de facturar 3.736 millones de euros a 15.725 millones. En el sector domina el minifundismo, como lo refleja el dato de que el 26,5% de las empresas no tiene asalariados y que otro 26% tenga solo entre uno y dos trabajadores. En este contexto de minifundismo empresarial en el sector alimentario cabe destacar la existencia de un grupo de grandes firmas con facturaciones superiores a los 2.000 millones de euros, como Coca-Cola o Nestlé.
Por el contrario, la transformación más importantes han correspondido a la gran distribución, donde entre 1987 y 2007 la facturación de los 10 grupos más grandes pasó de 4.365 millones a 48.000 millones de euros. Hoy,, teniendo sol en cuenta la distribución minorista, media docena de grupos, Mercadona, Carrefour-Día, Eroski, Ahuchan-Alcampo, Lidl y la división alimentaria de El Corte Inglés, facturan más de 40.000 millones. Desde Mercadona, líder en el sector, se estima que las cifras manejadas oficialmente sobre la concentración de ventas en los grandes grupos, sobre todo en productos frescos, son inferiores, y que, además, se debe deducir en valor de los productos no alimentarios.

Leche y aceite, dos damnificados

En el conjunto de los productos agrarios y alimentarios, hay dos que han experimentado con más fuerza en sus propias carnes los efectos de las políticas o las estrategias derivadas de la posición de dominio de la gran distribución: la leche y el aceite de oliva. Los dos fueron elegidos como productos reclamo, lo que equivale a tener siempre uno a bajos precios, y también para encabezar los porcentajes en la marca blanca barata o de primer precio.
En leche, frente a unos precios medios de coste, según los datos oficiales, de casi 0,80 euros el litro, es posible encontrar un brik de oferta o de marca blanca a menos de 0,40 euros, precio que afecta negativamente a las industrias y, sobre todo, al precio cobrado por los ganaderos. Buscando una salida al problema, hace unas semanas se firmó un protocolo de compromiso entre la gran distribución, industrias y Asaja para que la leche dejara de ser ese producto reclamo al precio más bajo. El resultado fue que semanas después de esa firma había en los lineales leches a precios más bajos que antes del protocolo. Para Pedro Astals, responsable de CLAS, el gran problema de la leche es su precio bajo al consumo. El mismo fenómeno se repite en el aceite de oliva, donde también se iba a firmar un protocolo similar, y que a la vista de los resultados en la leche, las industrias no tienen ningún interés.
Desde el sector agrario y alimentario se pide que se investiguen y sancionen las ventas a pérdidas.
Esta evolución desigual de las estructuras de todos los actores de la cadena alimentaria ha provocado una evidente situación de desequilibrio donde miles de proveedores se las tienen que ver con unas pocas centrales de compras. Los hipermercados y grandes superficies mantienen una posición de protagonismo, aunque con pérdida de posiciones en beneficio de los grupos de supermercados. Con la excepción de unas pocas grandes firmas multinacionales de la industria alimentaria con marcas propias potentes, con fuerte demanda para el gran consumo y con capacidad para imponer sus condiciones, el resto de los operadores de esa cadena alimentaria se halla en manos de la distribución.
Desde esa posición de dominio, por unas u otras vías, según el modelo elegido por cada grupo, la gran distribución tiene toda la capacidad para fijar precios de compra en origen o a las industrias y para marcar condiciones, precios de oferta e incluso venta a pérdidas, sin que desde Competencia se haya perseguido este tipo de prácticas. La batalla entre los propios grandes grupos para no perder posiciones ha supuesto igualmente la imposición de las marcas propias a bajos precios, con efectos negativos para los industriales y, a la postre, sobre el sector agrario.
La concentración de la distribución no es solo una realidad del sector español, sino un fenómeno que se repite en otros países europeos. Solamente tres grupos, según datos de 2009, suponían el 79% del mercado en Suecia, el 53% en Grecia, el 50% en Eslovaquia, el 45% en Holanda, el 35% en Alemania y, con una penetración menor, el 23% en Italia. En España, la nota más destacable es que su desarrollo ha sido muy rápido en los últimos años, hasta una cuota del 35%. En el caso de las marcas blancas, con datos de 2010, su cuota de mercado en España era la cuarta más importante de Europa, con el 42%, solo por detrás de Suiza, Reino Unido y Eslovaquia.
Frente a esta situación, lograr un mayor equilibrio en la relación de fuerzas en la cadena alimentaria ha constituido uno de los objetivos de la Administración comunitaria, desde la Comisión hasta el Europarlamento,.Ese mismo objetivo se contempla en la propuesta de reforma de la PAC ante la evidencia de que cada vez era menor la parte que recibe un agricultor por el valor de su producto en la cadena alimentaria.
En España, la primera advertencia sobre el poder de la gran distribución y la necesidad de reequilibrar la cadena alimentaria vino desde la Comisión Nacional de la Competencia en 2011, ante el clamor de la industria y del sector agrario. La Administración socialista aprobó en 2001 un proyecto de ley que se quedó en el camino. Hoy, los populares tramitan un proyecto de ley para mejorar el funcionamiento de esa cadena, por el que serán obligatorios los contratos por escrito, se propugna un código de buenas prácticas, se tipifican las prácticas abusivas y se articulan mecanismos de control de incumplimientos con elevadas sanciones.