Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

15 nov 2012

Inés de La Fresange El Glamour hecha mujer, la edad no importa


Del Blog Izquierdo

La calle sí hizo huelga. Y gritó

Por: José María Izquierdo
No creo que tras la jornada de ayer, 14 de noviembre, lo más importante sea discutir sobre el éxito o el fracaso de la huelga. Me apresuro a opinar, si me lo permiten, que no fue ni lo uno ni lo otro. Media entrada, que se dice. Pero las manifestaciones acallaron las discusiones. Cientos de miles de personas -¿alguien con los ojos abiertos puede dudar de esa cifra?- se echaron a la calle para mostrar su absoluto rechazo a la política económica del Gobierno de Mariano Rajoy. El intento de ocultarlas por parte de  Abc, La Razón o El Mundo solo demuestra la categoría moral y profesional de la prensa que en este Ojo tenemos el gusto –y el sufrimiento- de catar para todos ustedes.
Está muy bien que los sindicatos piensen si han fracasado o no, y que reconsideren si en estos tiempos de crisis y de empleo más que precario puede tener éxito una huelga genérica de estas características, o si es mejor reflexionar sobre otro tipo de acciones. Pero el Gobierno también debería dejar en el cajón la autocomplacencia y empezar a recapacitar si no será conveniente buscar alguna salida a esta situación de ahogo que nadie sabe dónde puede acabar.
Va

Lo que no falla, y así lo ha visto toda España, es que de una protesta ciudadana a otra la policía de este concreto Ministerio del Interior se esmera cada vez más en mostrar una violencia descarnada y desproporcionada. ¿Violencia de algunos manifestantes? Pues sí, claro. Unos salvajes. Y condenable como cualquier violencia. Cuidado: ya sabemos que la sangre del menor de Tarragona no es intencionada. Pero sí es producto de que unos valientes antidisturbios –en este caso Mossos d’Esquadra- golpearon con saña a alguien que no llevaba, precisamente, un kalashnikov entre las manos. Ni él ni sus acompañantes. Una vergüenza.

Sirenas, Texto sacado de Alenate.


  
¿Qué es para Vd. una sirena? ¿Qué imágenes se le vienen a la mente cuando piensa en ellas? El repertorio de imágenes que cada ser humano tiene en su memoria y es capaz de asociar con cada uno de los conceptos en los que piensa es un producto de su mundo personal, del que forman parte su nacionalidad y cultura, su clase social, su educación, e incluso su carácter puede hacer que tengamos más o menos interés por investigar, conocer cosas nuevas y aprender; está claro que con el paso del tiempo las posibilidades de ver sirenas ha ido creciendo y desde luego actualmente estamos en el mejor de los momentos para ello, viviendo en un mundo dominado por la imagen; aunque aún así el saber cosas sobre sirenas o ver su imagen es más o menos fácil, dependiendo del ámbito en que cada uno se mueva.







Sirenas. En la mitología griega. Por Virginia Seguí


¿Qué es para Vd. una sirena? ¿Qué imágenes se le vienen a la mente cuando piensa en ellas? El repertorio de imágenes que cada ser humano tiene en su memoria y es capaz de asociar con cada uno de los conceptos en los que piensa es un producto de su mundo personal, del que forman parte su nacionalidad y cultura, su clase social, su educación, e incluso su carácter puede hacer que tengamos más o menos interés por investigar, conocer cosas nuevas y aprender; está claro que con el paso del tiempo las posibilidades de ver sirenas ha ido creciendo y desde luego actualmente estamos en el mejor de los momentos para ello, viviendo en un mundo dominado por la imagen; aunque aún así el saber cosas sobre sirenas o ver su imagen es más o menos fácil, dependiendo del ámbito en que cada uno se mueva.
Podemos acercarnos a ellas a través de la literatura pues desde la Antigüedad existen escritos que nos las describen tal y como su cultura las había definido y/o cómo ellos las imaginaban; así pues son estas descripciones las que nos permiten acercarnos a ellas. Posiblemente a partir de estas los artistas plásticos fueron recreando su imagen y añadiendo, además, lo que su imaginación les permitía; gracias a esto es como hoy día las sirenas nos más o menos familiares.



Cada momento histórico ha tenido sus propias referencias y creatividad; y debemos señalar que algunas épocas y movimientos artísticos son especialmente significativos en este aspecto, destacando sobre todos ellos el movimiento romántico al dotar al individuo de su época de la suficiente libertad como para imaginar sin trabas ni recato sobre cualquier tema posibilitando así la creación de una iconografía propia.  
Las sirenas existen desde la Antigüedad, los griegos son de los primeros en dar cuanta de ellas aunque existen algunas imprecisiones sobre ellas; su ubicación no está del todo clara y su isla está en algún punto del mar Mediterráneo en las proximidades de Sicilia, pero su determinación no es exacta, al parecer vivían en una especie de isla sepulcral verde similar a Eea o Oggigia, aunque su isla originariamente podía haber sido una de las Equínades, situadas en la desembocadura del rio Aqueloo; por otro lado los sicilianos creían que se situaba cerca del cabo Peloro, hoy día Faro; los latinos situaban cerca de Sicilia a las islas Sirenusas y Estrabon cerca de Nápoles o Capri.


Varios autores nos hablan de ellas Homero en la Odisea; Apolodoro en su Biblioteca Mitológica; Higinio  en sus Fábulas; Apolonio Rodio en sus Argonáuticas y Hesíodo en su Teogonía; al parecer eran hijas de Aqueloo y la musa Melpómene; y sus nombres son: Pisínoe, Agláope y Telxiepia; todas ellas bien dotadas pora la música ya su canto melodioso atraían a los navegantes, una tocaba la cítara, la otra cantaba y la última tocaba la flauta. Otros autores citan estas tres pero mencionan más nombres de sirenas: Agláope la de bello rostro; Aglaófeme  la de bella voz; Leucosia como un ser blanco; Ligia o la chillona; Molpe la música; Parténope  que con rostro de doncella engendró con Heracles a Ereves en Estinfalia, Psinoe la persuasiva; Pedne o mejoramiento; Teles la perfección; Telxiepia la de palabras calmantes y Telxiope la de rostro persuasivo.
Otros nos dicen que eran hijas de eran hijas de Forcis, o Infierno, y por tanto primas hermanas de las Harpias, y como tales aparecían talladas en algunos monumentos funerarios, como los ángeles de la muerte cantaban himnos fúnebres al son de sus instrumentos; se les atribuían también intenciones eróticas con los héroes a los que lloraban; y como se creía que el alma se alejaba del cuerpo volando en forma de ave, se las representa, como a las Harpías, en forma de ave de presa, en espera de un alma a la cual apresar y proteger, lo que las confiere cierto carácter sicopompo; tenían forma de ave desde los muslos. Esta es fue su imagen en la antigüedad griega.


Las fuentes que sobre ellas tenemos se basan en relatos mitólogos de escritores de la época. Y es gracias ellos que las vemos parecer en dos de los diez trabajos que la Sibila Délfica puso como penitencia a Heracles tras sus execrables actos contra su familia, por primera vez en el cuarto, cuando se dirigía a matar al jabalí de Erimanto, tras visitar al su amigo el centauro Folo, al enfurecerse el resto de centauros con él al ver que Folo le hacía partícipe de manjares que según ellos les pertenecían, Heracles tuvo que enfrentarse a ellos y algunos huyeron hacia Sicilia siendo destruidos por las sirenas.

y también en el tenía que ahuyentar a las aves antropófagas, consagradas a Ares que tenían, pico y garras de bronce y que, asustadas por los lobos del camino de Orcómeno, habían huido el lago Estínfalo. Según algunos las aves estinfálidas eran mujeres, hijas de Estínfalo y Ornis, a quienes mato Hefalo, en el antiguo templo de Artemis Estinfálida, donde hay imágenes de esas aves colgando del techo, y detrás del edificio y estatuas de doncellas con patas de ave. En este trabajo destacan las cualidades del héroe como sanador que expulsa a los demonios de la fiebre, identificados con las aves del pantano; algunas monedas representan a estas aves, tipo espátula y por tanto primas de las grullas.

Jasón y los argonautas también se libraron de ellas, aunque fue Orfeo quién con su música consiguió vencerlas. Al parecer en su viaje de regreso argonautas salvaron los peligros del paso por la Isla de las Sirenas, gracias a los bellos acordes de la lira de Orfeo que provocaron su desesperación haciendo que algunas de ellas se arrojarsen al agua convirtiéndose en escollos; únicamente uno de ellos Butes no pudo resistirse a su canto y se tiró por la borda para alcanzar la orilla, pero Afrodita le salvó llevándosele al monte Érix donde lo convirtió en su amante.


Algunos autores cuentan que entonces las sirenas ya habían perdido sus alas a consecuencia de un desafortunado concurso de canto con las musas patrocinado por Hera, y que las pocas que quedaban se suicidaron ante el fracaso de no poder vencer a Orfeo; pero la cuestión es, que si esto es así, ¿cómo es que todavía eran un peligro para los navegantes? cuando, una generación después, Odiseo se acercó a su isla en su regreso a su Ítaca natal; al menos esto es lo que Homero nos cuenta, cómo Odiseo logró salvar su vida después de oír su canto; fue Circe quien le dio la solución diciéndole que taponará con cera los oídos a sus compañeros y les ordenara que a él lo atasen al mástil de la nave; y así aunque seducido por el canto de las Sirenas y sus peticiones de ser desatado ellos lo amarraban con más fuerza al mástil, de esta forma logro salvarse aunque, según recordó Borges después le ofrecieran el conocimientos de todas las cosas de este mundo: Aunque no les sucedió lo mismo a las Sirenas que, según un vaticinio, morirían si una nave lograba pasar; aunque este no debió ser su final, pus Plinio el Viejo relata que Alejandro Magno mantuvo relaciones amorosas con Sirenas, al explorar el fondo del mar en una especie de barril cristalino; también nos habla de cómo en tiempos de Augusto se descubrieron cadáveres de sirenas en una playa de las Galias.


Esta es una visión de las sirenas es frecuente en otras culturas y así vemos como estas Sirenas con patas de aves, personificación de la fiebre y los címbalos o matracas, son bastante frecuentes en los pueblos primitivos para ahuyentar a los demonios y Artemis era la diosa que con sus flechas misericordiosas tenía el poder de producir o curar la fiebre.

Aunque esta no es la única imagen de las Sirenas, pues para nosotros quizás la más habitual es imaginar a las Sirenas como bellísimas mujeres con cola de pez; ¿cuándo se produce el cambio de imagen? no lo sabemos, o ¿son dos imágenes que conviven en el tiempo? siendo ésta última la que ha llegado con más fuerza dado que es la más habitual y que cobró mayor relevancia sobre todo a partir del Romanticismo…. Pero esa es otra historia que veremos otro día.

Eros RAMAZZOTTI-Una storia importante