¿Qué es para Vd. una sirena? ¿Qué
imágenes se le vienen a la mente cuando piensa en ellas? El repertorio
de imágenes que cada ser humano tiene en su memoria y es capaz de
asociar con cada uno de los conceptos en los que piensa es un producto
de su mundo personal, del que forman parte su nacionalidad y cultura, su
clase social, su educación, e incluso su carácter puede hacer que
tengamos más o menos interés por investigar, conocer cosas nuevas y
aprender; está claro que con el paso del tiempo las posibilidades de ver
sirenas ha ido creciendo y desde luego actualmente estamos en el mejor
de los momentos para ello, viviendo en un mundo dominado por la imagen;
aunque aún así el saber cosas sobre sirenas o ver su imagen es más o
menos fácil, dependiendo del ámbito en que cada uno se mueva.
Sirenas. En la mitología griega. Por Virginia Seguí
¿Qué es para Vd. una sirena? ¿Qué
imágenes se le vienen a la mente cuando piensa en ellas? El repertorio
de imágenes que cada ser humano tiene en su memoria y es capaz de
asociar con cada uno de los conceptos en los que piensa es un producto
de su mundo personal, del que forman parte su nacionalidad y cultura, su
clase social, su educación, e incluso su carácter puede hacer que
tengamos más o menos interés por investigar, conocer cosas nuevas y
aprender; está claro que con el paso del tiempo las posibilidades de ver
sirenas ha ido creciendo y desde luego actualmente estamos en el mejor
de los momentos para ello, viviendo en un mundo dominado por la imagen;
aunque aún así el saber cosas sobre sirenas o ver su imagen es más o
menos fácil, dependiendo del ámbito en que cada uno se mueva.
Podemos acercarnos a ellas a través de la
literatura pues desde la Antigüedad existen escritos que nos las
describen tal y como su cultura las había definido y/o cómo ellos las
imaginaban; así pues son estas descripciones las que nos permiten
acercarnos a ellas. Posiblemente a partir de estas los artistas
plásticos fueron recreando su imagen y añadiendo, además, lo que su
imaginación les permitía; gracias a esto es como hoy día las sirenas nos
más o menos familiares.
Cada momento histórico ha tenido sus
propias referencias y creatividad; y debemos señalar que algunas épocas y
movimientos artísticos son especialmente significativos en este
aspecto, destacando sobre todos ellos el movimiento romántico al dotar
al individuo de su época de la suficiente libertad como para imaginar
sin trabas ni recato sobre cualquier tema posibilitando así la creación
de una iconografía propia.
Las sirenas existen desde la Antigüedad,
los griegos son de los primeros en dar cuanta de ellas aunque existen
algunas imprecisiones sobre ellas; su ubicación no está del todo clara y
su isla está en algún punto del mar Mediterráneo en las proximidades de
Sicilia, pero su determinación no es exacta, al parecer vivían en una
especie de isla sepulcral verde similar a Eea o Oggigia, aunque su isla
originariamente podía haber sido una de las Equínades, situadas en la
desembocadura del rio Aqueloo; por otro lado los sicilianos creían que
se situaba cerca del cabo Peloro, hoy día Faro; los latinos situaban
cerca de Sicilia a las islas Sirenusas y Estrabon cerca de Nápoles o
Capri.
Varios autores nos hablan de ellas Homero en la Odisea; Apolodoro en su Biblioteca Mitológica; Higinio en sus Fábulas; Apolonio Rodio en sus Argonáuticas y Hesíodo en su Teogonía; al parecer eran hijas de Aqueloo y la musa Melpómene; y sus nombres son: Pisínoe, Agláope y Telxiepia;
todas ellas bien dotadas pora la música ya su canto melodioso atraían a
los navegantes, una tocaba la cítara, la otra cantaba y la última
tocaba la flauta. Otros autores citan estas tres pero mencionan más
nombres de sirenas: Agláope la de bello rostro; Aglaófeme la de bella voz; Leucosia como un ser blanco; Ligia o la chillona; Molpe la música; Parténope que con rostro de doncella engendró con Heracles a Ereves en Estinfalia, Psinoe la persuasiva; Pedne o mejoramiento; Teles la perfección; Telxiepia la de palabras calmantes y Telxiope la de rostro persuasivo.
Otros nos dicen que eran hijas de eran
hijas de Forcis, o Infierno, y por tanto primas hermanas de las Harpias,
y como tales aparecían talladas en algunos monumentos funerarios, como
los ángeles de la muerte cantaban himnos fúnebres al son de sus
instrumentos; se les atribuían también intenciones eróticas con los
héroes a los que lloraban; y como se creía que el alma se alejaba del
cuerpo volando en forma de ave, se las representa, como a las Harpías,
en forma de ave de presa, en espera de un alma a la cual apresar y
proteger, lo que las confiere cierto carácter sicopompo; tenían forma de
ave desde los muslos. Esta es fue su imagen en la antigüedad griega.
Las
fuentes que sobre ellas tenemos se basan en relatos mitólogos de
escritores de la época. Y es gracias ellos que las vemos parecer en dos
de los diez trabajos que la Sibila Délfica puso como penitencia a
Heracles tras sus execrables actos contra su familia, por primera vez en
el cuarto, cuando se dirigía a matar al jabalí de Erimanto, tras
visitar al su amigo el centauro Folo, al enfurecerse el resto de
centauros con él al ver que Folo le hacía partícipe de manjares que
según ellos les pertenecían, Heracles tuvo que enfrentarse a ellos y
algunos huyeron hacia Sicilia siendo destruidos por las sirenas.
y también en el tenía que ahuyentar a las
aves antropófagas, consagradas a Ares que tenían, pico y garras de
bronce y que, asustadas por los lobos del camino de Orcómeno, habían
huido el lago Estínfalo. Según algunos las aves estinfálidas eran
mujeres, hijas de Estínfalo y Ornis, a quienes mato Hefalo, en el
antiguo templo de Artemis Estinfálida, donde hay imágenes de esas aves
colgando del techo, y detrás del edificio y estatuas de doncellas con
patas de ave. En este trabajo destacan las cualidades del héroe como
sanador que expulsa a los demonios de la fiebre, identificados con las
aves del pantano; algunas monedas representan a estas aves, tipo
espátula y por tanto primas de las grullas.
Jasón y los argonautas también se
libraron de ellas, aunque fue Orfeo quién con su música consiguió
vencerlas. Al parecer en su viaje de regreso argonautas salvaron los
peligros del paso por la Isla de las Sirenas, gracias a los bellos
acordes de la lira de Orfeo que provocaron su desesperación haciendo que
algunas de ellas se arrojarsen al agua convirtiéndose en escollos;
únicamente uno de ellos Butes no pudo resistirse a su canto y se tiró
por la borda para alcanzar la orilla, pero Afrodita le salvó
llevándosele al monte Érix donde lo convirtió en su amante.
Algunos autores cuentan que entonces las
sirenas ya habían perdido sus alas a consecuencia de un desafortunado
concurso de canto con las musas patrocinado por Hera, y que las pocas
que quedaban se suicidaron ante el fracaso de no poder vencer a Orfeo;
pero la cuestión es, que si esto es así, ¿cómo es que todavía eran un
peligro para los navegantes? cuando, una generación después, Odiseo se
acercó a su isla en su regreso a su Ítaca natal; al menos esto es lo que
Homero nos cuenta, cómo Odiseo logró salvar su vida después de oír su
canto; fue Circe quien le dio la solución diciéndole que taponará con
cera los oídos a sus compañeros y les ordenara que a él lo atasen al
mástil de la nave; y así aunque seducido por el canto de las Sirenas y
sus peticiones de ser desatado ellos lo amarraban con más fuerza al
mástil, de esta forma logro salvarse aunque, según recordó Borges
después le ofrecieran el conocimientos de todas las cosas de este mundo:
Aunque no les sucedió lo mismo a las Sirenas que, según un vaticinio,
morirían si una nave lograba pasar; aunque este no debió ser su final,
pus Plinio el Viejo relata que Alejandro Magno mantuvo relaciones
amorosas con Sirenas, al explorar el fondo del mar en una especie de
barril cristalino; también nos habla de cómo en tiempos de Augusto se
descubrieron cadáveres de sirenas en una playa de las Galias.
Esta es una visión de las sirenas es
frecuente en otras culturas y así vemos como estas Sirenas con patas de
aves, personificación de la fiebre y los címbalos o matracas, son
bastante frecuentes en los pueblos primitivos para ahuyentar a los
demonios y Artemis era la diosa que con sus flechas misericordiosas
tenía el poder de producir o curar la fiebre.
Aunque esta no es la única imagen de las
Sirenas, pues para nosotros quizás la más habitual es imaginar a las
Sirenas como bellísimas mujeres con cola de pez; ¿cuándo se produce el
cambio de imagen? no lo sabemos, o ¿son dos imágenes que conviven en el
tiempo? siendo ésta última la que ha llegado con más fuerza dado que es
la más habitual y que cobró mayor relevancia sobre todo a partir del
Romanticismo…. Pero esa es otra historia que veremos otro día.
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