Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

1 oct 2012

Dinamarca premia la narrativa “mágica” de Isabel Allende

El príncipe Frederik de Dinamarca felicita a Isabel Allende / CLAUS FISKER (AFP)
Isabel Allende recibió hoy el premio Hans Christian Andersen de Literatura en una ceremonia en el Koncerthus de Odense (Dinamarca) que homenajeó la narrativa "mágica" de la escritora chilena.
 Esa cualidad como narradora y su "talento" para hechizar al público fueron los argumentos esgrimidos por el jurado del premio, dotado con 500.000 coronas danesas (86.000 dólares o 54.000 euros) y que le entregó el príncipe Federico de Dinamarca.
"El gran mérito de Isabel Allende como escritora es que es capaz de convertirnos en lectores.
 Nos invita a entrar en la historia con un misterioso preludio, una trama clara y una narrativa sensitiva, cuyas imágenes son imposibles de olvidar", dijo al leer la motivación Anne-Marie Mai, miembro del jurado.
Allende se mostró emocionada por este galardón, que calificó de uno de los más "significativos" con que la han distinguido en su larga carrera, porque lleva el nombre del célebre escritor de cuentos danés y por ser "un homenaje a la fantasía, a la magia".
"Los cuentos de Andersen fueron los primeros que escuché de niña. Mi madre me los leía en castellano", dijo la autora chilena en su discurso de aceptación.
Los cuentos de Andersen fueron los primeros que escuché de niña
Esos relatos "estimularon mi curiosidad, alimentaron mi fantasía y me enseñaron cosas sobre la lealtad, el amor, la grandeza, los dolores y pérdidas de la vida", afirmó.
 Fue escuchando los relatos del autor de "El patito feo" y "El soldadito de plomo" como nació su "sueño" de convertirse algún día en escritora, explicó Allende.
"Mi madre me ha contado que empecé a inventar historias antes de saber leer y escribir.
Por mis muchas historias se me consideraba una niña mentirosa y se me castigó. Contar esas llamadas 'mentiras' es ahora mi modo de vida, pero ya no me llaman mentirosa, sino 'narradora", reveló tras recibir el galardón.
La figura de Andersen estuvo muy presente en toda la ceremonia, con continuas referencias musicales a algunas de sus obras más célebres.
 También hubo guiños a la galardonada, como una pieza compuesta expresaente para ella por el músico danés Stig Nordestgaard y bautizada "Canción a Isabel".
La ceremonia en el Koncerthus, amenizada por la Orquesta Sinfónica de Odense, culminó una jornada que comenzó horas antes con una lectura-colquio en la Biblioteca Central
. Ante un centenar de personas, Allende leyó primero un fragmento de "La vida de las bestias" y dialogó a continuación con su traductora al danés sobre su infancia, sus inicios como escritora y su forma de escribir y construir sus personajes.
Tras ser homenajeada con un almuerzo en el ayuntamiento de Odense -localidad natal de Andersen-, Allende, acompañada por varias autoridades, visitó a continuación la casa-museo del escritor.
A la salida, un actor caracterizado de Andersen hizo con ella en un pequeño vehículo los doscientos metros que separaban este recinto del Koncerthus, mientras a los lados del camino se situaban niños y adultos disfrazados de los más conocidos personajes del autor danés.
Allende sucede en el palmarés de este galardón, instituido por una fundación privada en colaboración con el Ayuntamiento de Odense, a la británica J.K. Rowling, creadora de la popular saga infantil de Harry Potter.
La escritora chilena ya fue una de las embajadoras del Año Internacional Hans Christian Andersen, organizado por las autoridades danesas en 2005 para celebrar el bicentenario del nacimiento de su más conocido escritor, motivo por el que Allende visitó entonces el país.

Más cine español


MARCOS BALFAGÓN
Con el Premio del Jurado y la Concha de Plata a la mejor actriz, el Festival de Cine de San Sebastián ha refrendado la maestría de Blancanieves, la extraña y deliciosa aventura que inició hace casi una década el cineasta Pablo Berger.
 Es justo que se haya estrenado en el certamen donostiarra, porque fue allí donde el director de Torremolinos 73 tuvo una epifanía al ver en una proyección con música en directo  el clásico del cine mudo Avaricia.
Desde entonces, le carcomió el gusanillo de repetir en otros espectadores las sensaciones que vivió aquella noche. Berger fue completando poco a poco su bilbainada: haría en blanco y negro y muda su propia versión del cuento de los hermanos Grimm, trasladando la acción a la España de finales de los años veinte, cargado de influencias del cine mudo europeo; de las fotos de Cristina García Rodero que le mostraron un fiel retrato de una España rural y de las cuadrillas de enanos que se ganaban la vida como toreros bomberos.
En Blancanieves todo encaja con la precisión del mecanismo de reloj: las interpretaciones, el reflejo de un tiempo en el que triunfaba el claroscuro, la música, las canciones de Silvia Pérez Cruz… Y luego está Maribel Verdú, madrastra implacable, malvada feliz por ser villana sin motivación, personaje lujurioso y contundente que queda en manos de una actriz de bandera.
Desgraciadamente, a Berger se le han acumulado las comparaciones: en menos de un año le han precedido dos Blancanieves desde Hollywood, y el público recuerda maravillado las sensaciones provocadas por The artist, otra película en blanco y negro y muda, la comedia francesa que alcanzó la gloria en los últimos Oscar.
No tienen nada que ver, pero hasta el mismo director español entiende que no ser el primero lastra su aventura: Berger aún recuerda sus improperios el día que un amigo productor le llamó desde Cannes para contarle que había visto The artist; justo cuando él estaba a punto de rodar.
Eso no debería desmerecer a esta Blancanieves, una película como nunca antes se ha visto. El francés François Ozon, ganador el sábado del Festival de San Sebastián, dijo:
“El mundo necesita más cine, y el mundo necesita más cine español”.

Muere Eric Hobsbawm, pensador marxista clave del siglo XX


El historiador británico Eric Hobsbawn, en una imagen de 2003. / RICARDO GUTIÉRREZ
El historiador marxista Eric Hobsbawm, quizás el intelectual británico más admirado y respetado en el mundo desde hace varias generaciones, ha fallecido en la madrugada del lunes en el Royal Free Hospital de Hampstead, apenas a unos cientos de metros de su casa, a los 95 años de edad. A pesar de que nunca renegó de su ideología comunista, su intelecto, su capacidad para analizar hasta el más mínimo detalle y al mismo tiempo su facilidad para sintetizar la historia le granjearon la admiración lo mismo desde la izquierda que desde la derecha política, especialmente en los últimos años de su vida.
Autor de una veintena de libros, se especializó en la historia de los siglos XIX y XX. La tetralogía La era de… ha sido considerada su obra cumbre. Una serie que arrancó en 1962 con la publicación de La era de la Revolución: Europa 1789-1848 y que continuó en 1975 con La era del Capital: 1848-1875, en 1987 con La era del Imperio: 1875-1914 y cerró en 1994 con La era de los extremos: el corto siglo XX, 1914-1991.
Aunque nacido en 1917 en Alejandría (Egipto), en el seno de una familia judía de origen polaco, su padre era británico de segunda generación pero él se crió en Europa central. “Cada historiador tiene su nido, desde el que observa el mundo”, escribió una vez. “El mío está construido, entre otros materiales, de una niñez en la Viena de los años 20, los años del ascenso de Hitler en Berlín, que definieron mis ideas políticas y mi interés por la historia, y de Inglaterra, y especialmente el Cambridge de los años 30, que confirmaron los dos primeros”.
El joven Eric vivía en Viena cuando su padre murió de forma repentina en 1929 de un infarto y su madre dos años después debido a la tuberculosis.
 Él y su hermana Nancy se mudaron a Berlín, donde vivía su tío Sidney. De allí, la familia se fue a Londres en 1933 cuando la empresa de Sidney le trasladó a Inglaterra.
Empezaron entonces esos años de Cambridge, en los que Hobsbawm coincidió con historiadores como Christopher Hill, Rodney Hilton, John Saville y se afilió al Partido Comunista, una militancia en la que compaginó la fidelidad ­–nunca abandonó el partido: fue el partido el que le abandonó a él al disolverse en 1989– con el espíritu crítico, lo que le granjeó el respeto de quienes admiraban su trabajo pero discrepaban de su ideología.
Al estallar la II Guerra Mundial se ofreció a trabajar para la inteligencia pero la oferta fue declinada precisamente por su militancia política
. Acabó ayudando a la construcción de las defensas costeras en East Anglia.
 Una experiencia que permitió al sólido intelectual entrar en contacto real con la clase obrera. “Esa experiencia en tiempos de guerra me convirtió para siempre a la clase obrera británica.
No eran muy inteligentes, excepto los escoceses y los galeses, pero eran muy, muy buena gente”, escribió años después.
Quizás esa fidelidad frustró sus aspiraciones de entonces de acabar enseñando en Cambridge y acabó dando lecciones en el Birkbeck College de Londres.
En los años 80 se convirtió en una especia de gurú del Partido Laborista y en especial del que fue su líder desde 1983, Neil Kinnock, que le describiría como “mi marxista favorito” en agradecimiento a la influencia que Hobsbawm acabó teniendo en la reforma del partido y su acercamiento a territorios que luego desembocarían en el Nuevo Laborismo de Tony Blair.
En los últimos años ha seguido teniendo una gran influencia
. Nunca ha dejado de trabajar (deja escrito un último libro que aparecerá el año que viene) y de participar en tertulias intelectuales y mediáticas.
En una de las últimas entrevistas que concedió a EL PAÍS desglosó algunas de las claves a través de las que narró la historia del último siglo.
- Weimar y Hitler. "Era inevitable politizarse en aquellos días
. Vivía entonces en Alemania, y no podía ser socialdemócrata (eran muy moderados), ni nacionalista (era inglés y judío), ni me interesaba el sionismo".
- El poder del marxismo. "Los marxistas creían que la clase obrera iba a crecer, cuando lo que ha pasado es que ha decrecido y que países como Estados Unidos o Inglaterra incluso se están desindustrializando".
- Los fundamentalismos. 
"Afecta a todas las religiones. En el caso islámico, la revolución que triunfó en Irán tenía una fuerte voluntad de consolidar un Estado, centralizarlo y modernizarlo. Los fundamentalistas judíos son desde 1967 los más acérrimos defensores de Israel y reclaman sus ambiciones imperialistas. Y no hay que olvidar el giro fundamentalista de los católicos con los últimos papas y de las comunidades protestantes en Estados Unidos".
- El terrorismo islamista. "Su poder militar es mínimo.
El atentado en Nueva York no llegó a desestabilizar la ciudad salvo durante unas horas. Hay que subrayar que hay lugares (Afganistán, Pakistán, el Oriente Medio) donde los grupos terroristas juegan políticamente un papel importante, y no se los puede despreciar.
 Otra cosa es el terrorismo islamista en nuestros países. Responde a una reacción antiimperialista".

No sé como empezar y seguir......

Tengo aqui a mi lado un libro sobre Chavez, sobre Venezuela, escrito por un amigo al que quise mucho. Y a su compañera en sus luchas que se ha encargado de sacarlo para que lo leamos, y no ha sido el 1º. Su compañera de luchas y esperanzas, de ilusiones y tristezas, con sus hijos que han entendido muy bien a sus padres, ahora a su madre.
Una valiosa mujer en la amistad. Sus otros valores se le presuponen. Pero como mujer leva una lucha paralela, como trabajadora se implica en su trabajo, como madre sus hijos son parte de su vida, y como amiga escucha, rie, habla de literatura de cine y del tema que nos apetezca, es de amplio recorrido. No le quedó otra.
El caso es que ahora que quiero hablar , bueno, escribir, sobre el libro de Faly, gran conocedor de todas las luchas latinoamericanas, no quiero ser llorando el hortelano, ni quiero que me lleven al rio, (no estaría mal) creyendo que soy doncella, ni quiero que se me parta el corazón, ni me gustan las cebollas.
Prefiero a Margarita, o la princesa está triste. Quiero hacer un trato, y que el Mar vaya a por tabaco, pero no quiero si te dicen que caí, ni tampoco buscar un tiempo perdido porque nunca lo perdì. No quiero bajo las aladas sombras decir ni hacer nada.
Quiero decir que Faly fue un gran hombre muy inteligente y muy luchador, al que le gustaba mucho una tarde ponerse una chaqueta roja, porque le esperaba la Ilusión. Estricto y riguroso, por tanto molesto para muchos que compartian trabajo, experto en Política Internacional.Ideas muy atrevidas para los timoratos que llevan su trabajo con miedo y mezquindad.
Quiero recalcar que el epílogo de su libro sobre Chavez, hay una preciosa poesía de Jose Angel buesa, y que tanto se identifica con él, y la Playa, esa playa nuestra con atardeceres mágicos, donde el Sol se esconde para ver a La luna sin que ella se dé cuenta. Y no sabe que La luna hace lo mismo. Están y no están. Es una breve reflexión de un libro escrito por un muchacho compañero y amigo desde el Instituto . Te irás, pero permaneces en el recuerdo de muchos.

Dedicado con cariño a Faly y a Lourdes y a esos tres hijos ramas de ese tronco fuerte que son sus padres.