Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

30 jul 2012

“Warhol me enseñó que el artista debe ser un hombre de negocios”


El músico y cantante canadiense Paul Anka.
Paul Anka (Ottawa, 1941) muestra un entusiasmo fuera de lo normal al hablar de su concierto de esta noche en Marbella, dentro del Starlite Festival: “conozco la Costa del Sol y sé que allí están acostumbrados a la calidad. Voy dispuesto a matar, como un toreador”.
¿Es posible mantener el entusiasmo después de medio siglo de conciertos? “Sí, he ido renovando mi público y eso me da energía
. Cuando me puse a cantar temas de Oasis o Nirvana, lo hice muy en serio, nada de bromas: grandes arreglos, grandes músicos, respeto por la canción”.
 No hay edad para la jubilación, explica. “Nunca te cansas de recibir aplausos.
Si amas este oficio, no hay mejor lugar que un escenario con una orquesta detrás.
 Recuerda que Sinatra se retiró y volvió en cinco ocasiones. Y en las últimas reapariciones no buscaba dinero: Frank era extremadamente generoso, puedo testificarlo”.
Frank le debía su éxito definitorio, My way, una canción francesa que Paul tradujo al inglés, adaptándola a la mitología de Sinatra. “Al principio, le incomodaba, le sonaba a autoglorificación. Pero My way era más grande que todo eso.
 Retrataba un sentimiento universal, el deseo de ser libre de condicionamientos. Las canciones se nos escapan de las manos: todavía me sorprende que My way suene en tantos funerales”.
Conviene recordar que Anka debutó en Las Vegas en 1958. Es una fuente inagotable de anécdotas vividas en primera persona
. Y acaba de concluir su autobiografía, con lo que eso supone de exploración de viejas historias. “¿Contarlo todo? No, siempre he creído en mantener algo de misterio en mi vida. Aparte, soy un caballero al hablar de mujeres. No me parece correcto usar un libro para arreglar cuentas pendientes. Lo que he buscado es profundizar, más que ofrecer grandes revelaciones”.
Nada de intimidades de Michael Jackson, por ejemplo. “Cuando se publicó su tema postumo —This is it— muchos se asombraron de que hubiéramos colaborado
. En realidad, yo le conocía desde niño, de cuando los Jackson five.
 A principios de los ochenta, vino a mi casa californiana y allí nos sentamos en el piano. Tenía unas creencias algo raras pero resulta que éramos profesionalmente compatibles”.
 En general, explica, le gusta mezclarse con otros creadores: “hace poco, grabé Diana con Adriano Celentano y fue divertido.
 Pero no dejo de pensar qué canciones habrían salido si hubiéramos podido escaparnos unos días, sin gente alrededor”.
Anka se trabajó el mercado italiano desde 1960 y todavía lo considera una de las grandes experiencias de su vida, “por la pasión con que allí viven la música, con aquellos festivales tipo Sanremo”.
También intentó hacerse un hueco en los países hispanoparlantes, con un disco titulado Amigos (1996). “Vistas las tendencias demográficas, debí insistir mucho más.
 Pero allí estaban otros profesionales que ofrecían algo parecido a lo mío: Julio Iglesias, El Puma, Juan Gabriel, incluso Roberto Carlos”.
Si ese lenguaje empresarial les suena chocante, Anka ofrece coartadas interesantes: “Andy Warhol me ratificó en mi intuición de que el artista también debe ser un hombre de negocios
. Cuando me hizo la portada para The painter (1976), yo intenté que me vendiera otros cuadros a precio de amigo. De repente, ya no era el Andy afable y social; se encerraba en si mismo y te quedabas incómodo, pensando que le habías ofendido. Pero era simplemente una táctica de negociación.
 De repente, te pedía royalties del disco y todo el mundo se escandalizaba. Aunque tenía sentido: al sumar su portada, Andy pensaba que aquello era una joint venture”.
Como tantos artistas, Paul Anka se ha quedado al margen de las grandes discográficas; su último lanzamiento es Duets, una colección autoeditada que vende por Internet y en giras.
 “No me quejo, siempre he sabido alternar los proyectos discográficos con los conciertos.
 Cuando me di a conocer con Diana, no sabía si aquello era el principio de una carrera o una carambola con fecha de caducidad.
Y lo mismo ocurría con Elvis Presley. Hoy suena absurdo pero muchos pensaban que Elvis no volvería a levantar cabeza cuando se fue al servicio militar”.
A Paul Anka le salvó su ética del trabajo y, asegura, una repugnancia instintiva hacía las drogas.
 “En los comienzos, solía actuar con Frankie Lymon, el de los Teenagers, que cantaba Why do the fools fall in love. Tomaba heroína y eso me quitó cualquier tentación de explorar las substancias prohibidas.
Cada vez que me ofrecían algo, me acordaba del final de Frankie”.
Padrino de artistas como Michael Bublé, Anka ofrece otros consejos para los novatos. “Lo primero, que no tiren por lo fácil: lo meramente bueno te impide llegar a lo realmente genial.
 Luego, no firmar nada sin leer la letra pequeña. Es lo mismo en todos los ordenes de la vida: ama a tú país, pero nunca te fíes de los líderes que votas”.

El PP se desploma en un mes

Los ciudadanos dan la espalda a los dos grandes partidos

La ventaja de los populares se reduce a 5,3 puntos

La fidelidad de voto conservador es inferior a la del PSOE.

 El umbral del dolor, el punto a partir del cual un estímulo se convierte en insoportable, ha sido superado. El hachazo de la crisis ha hecho que los españoles hayan dado la espalda a los dos principales partidos y, sobre todo, que los votantes del PP se sumen al enorme malestar ciudadano por la reducción de prestaciones a los desempleados, los recortes a los funcionarios y la subida del IVA, entre otras medidas que provocan dolor entre los españoles.

 

29 jul 2012

A esto le llaman humanidad.............Elvira Lindo

Los tiempos difíciles animan a la trascendencia, a la rotundidad.
Los tiempos difíciles provocan artículos que nos quieren resumir el mundo: las 10 razones por las que hemos llegado hasta aquí; las 10 causas del hundimiento de la economía; las 10 medidas urgentes que se deberían tomar; los 10 fallos de la democracia española; las 10 mentiras que todos nos creímos; los diez motivos por los que el euro es inviable o los diez motivos por los que hay que salvar el euro. Por alguna razón, la contundencia tiende a casar sus argumentos con un número redondo, ese 10 que contiene la explicación del universo. Pero no. No me lo creo. La deriva de un país no es resumible.
Menos ahora, con tan poca perspectiva. Solo las mentes conspirativas encuentran 10 razones en las que están incluidos el análisis y la solución. Pero suele ocurrir que los tiempos difíciles son el hábitat natural de dichas mentes dado que hay un público que desesperadamente desea que alguien les pase a limpio en 10 puntos aquello que no consigue entender.
Lo comprendo. Yo también quiero encontrar ese artículo que sea como un Santo Grial, una guía, porque confieso que no entiendo este presente en el que nos ha tocado vivir. Y he debido de ser muy torpe, porque tampoco me esperaba este fatal desenlace.
 Hay quien atribuye la situación exclusivamente a los mercados y a la codicia financiera, otros incluyen el sistema autonómico; unos, a que vivíamos por encima de nuestras posibilidades y otros a que la clase dirigente vivía por encima de nuestras posibilidades; unos, hablan de responsabilidad colectiva, otros, señalan nombres y apellidos de los responsables. Sea como sea, los expertos suelen ordenar sus explicaciones en 10 apartados. Todo es ponerse.
Esta semana he encontrado varias razones para el desconsuelo, pero no estoy de humor como para cuadrarlas en 10 puntos: son suficientemente poderosas, no es necesario andarse con amaneramientos columnistiles.
 Tampoco pretendo ser original al citarlas, ni voy a fingir que he visto aquello en lo que los demás no habían reparado. Al contrario, me dispongo a recordar titulares que la actualidad nos ha arrojado y que a usted, probablemente, también le han quitado el sueño.
O casi. Porque lo persistente de esta penosa situación de la que nuestros dirigentes no saben salir ha acabado robándonos horas de sueño hasta a aquellos que tenemos un espíritu animoso.
De nada sirve que los pediatras adviertan lo caro que saldrá curar las infecciones en bebes no vacunados
En la prensa, que hay que leer en estos días previa ingestión de un lexatín, convivían noticias que se daban de tortas. Por un lado, los pingües beneficios del negocio de la enseñanza privada, cuyos colegios concertados (mayoritariamente religiosos) están generosamente subvencionados por el Estado, o por decirlo de otra manera, subvencionados, entre otros, por aquellos que sufren los recortes en la escuela pública. Sin salir de la sección de “Sociedad” (la sección del momento), nos encontrábamos también con que se acabó la gratuidad en la vacuna del neumococo.
 De nada ha servido que los pediatras adviertan que saldrá más caro afrontar las infecciones que su ausencia provocará en bebés no vacunados.
 Que los padres se paguen sus “mamandurrias”, como diría esa creadora de lenguaje que es Esperanza Aguirre. Y, por último, de los niños y bebés retrocedíamos esta semana al embrión, asunto que ha llevado al ministro de justicia a meterse en un jardín más frondoso de lo que imaginaba. Dicen que, dada la falta de popularidad que acusa estos días el Gobierno, el ministro trataba de recuperar el apoyo de su bancada. Para ello, anunciaba una insólita revisión de la ley del aborto, que criminalizaría incluso a las mujeres que hubieran de abortar por una seria malformación del feto.
 No sé si esperaba el exalcalde desayunarse con un artículo como el que escribió el doctor Esparza, neurocirujano infantil, Nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento, pero las razones de Esparza eran tan demoledoras contra las de Gallardón que es posible que este último, aun siendo un viejo zorro de la política, no aguantara un debate público con un profesional que ha convivido durante años con niños abocados a una vida desgraciada.
Lo que tengo claro es que no se debe permitir que el lenguaje se pervierta de tan cínica manera: ¿por qué dejar que se llame “humanidad” a lo que sin duda es exactamente lo contrario?
Y, menos aún, en momentos como estos en los que el Gobierno está arrebatando derechos a los más débiles. Y esta vez no me refiero a funcionarios, ni a mineros, ni a los sufridores de futuros ERE. Permítanme que solo me centre en estas tres noticias, recortes en la educación pública y ganancias en la privada, retirada de atención médica a bebés, criminalización de mujeres que no quieren traer al mundo a una criatura sufriente. Me centro en estos tres titulares que afectan a los niños.
 Tres noticias que contienen la política de quien nos gobierna. No necesito analizarlas, solo las repito, para que no caigan en el olvido.
En tiempos difíciles el mundo se llena de mentes preclaras que entienden la naturaleza de todo lo que ocurre
En tiempos difíciles el mundo se llena de mentes preclaras que entienden la naturaleza de todo lo que ocurre. Enhorabuena.
 Yo jamás pensé que el mundo se me volvería tan incomprensible. Como una niña con asignaturas suspensas, me volveré a presentar en septiembre.
No podemos a obligar a nadie a sufrir y sin ayudas, la vida no es un camino de lágrimas aunque desde que está el PP nos han llegado las 7  plagas de Egypto, y eso no es así, no.

Las Nubes Pasan....

Las nubes pasan. Muchas veces se quedan, o debido al calor pierden color y volumen. Otras avanzan sin dejar una huella. 

Las Encendidas, sí saben acoger de pronto un relámpago bermejo, un destello de oro, un olor de jardines a lo lejos, sonido de olas que tocan el horizonte, y todo contentas se sumergen en los mares del cielo, ahora lila, ahora a punto para recibir la noche.

A veces, las nubes a lo lejos se encienden, y se apagan.


Unamuno lo decía de esta otra manera:



Tiemblo de terminar estos renglones

que no parezcan

extraño testamento,

más bien presentimiento misterioso

del allende sombrío,

dictados por el ansia

de vida eterna.

Los terminé y aún vivo.
© José Carlos Cataño