Uy, uy, uy, que alguno de los amigos ya viene dando. Emilio J. González, también en LD. “Quienes seguimos la economía día a día asistimos, llenos de perplejidad, al lamentable espectáculo que está dando el Gobierno.
Mientras los mercados muelen a palos a nuestra deuda pública, encareciendo cada vez más la financiación del déficit público y acercándonos progresivamente a ese punto en el cual la carga de la deuda se hará insostenible para nuestro país, nuestro Ejecutivo contempla los acontecimientos paralizado, sin la menor capacidad de reacción.
Porque reaccionar no es esperar a que pase la tormenta, como estamos haciendo, o pedir al Banco Central Europeo que intervenga en los mercados, sino tomar las medidas adecuadas para resolver la situación”. Nos estamos empezando a cansar, que ayer ya había compañeros de González (ver el Ojo de ayer) que se iban, directamente, por la dimisión de Rajoy…
LAS FACHADAS
Las noticias sobre Mubarak se conocieron muy tarde. De ahí su ausencia en las fachadas que aquí les traemos.
Seguro que son distintas a las que ustedes verán hoy en el quiosco.
Nada puedo hacer. Pero con o sin esa noticia, La Razón sigue enredada: “El G-20 pide a Merkel comprar deuda de los países que cumplen”, que ni retorciendo lo que ayer ocurrió en México hay quien pueda sacar tal cosa como titular. Más bien pasaron otras cosas.
Lleva una careta con que “El Constitucional se inclina por legalizar a Sortu antes de julio”.
Pues ya verán como sea así. La que nos espera.
Por si acaso, ya empezamos hoy. Iba Abc con esa portada que ven, con los mineros en grande, el caso Palau en pequeño y Rajoy y el G-20 en liliputiense.
Así que ya se pueden figurar cómo le ha ido al presidente por aquellos pagos.
Titula El Mundo que “Merkel trata de imponer a Rajoy las condiciones del ‘eurocrédito”. Ya comentamos este tema en otro sitio. Y más caretas: “Sanidad retira la subvención a fármacos de uso común”, “La investigación ve indicios de blanqueo en la compra del piso alquilado por Ignacio González [el segundo de Esperanza Aguirre]” y “El Costitucional propone legalizar Sortu sean o no ‘sinceros’ sus estatutos”. Anoche faltaba la fachada de La Gaceta en su página web.
20 jun 2012
Con dinero y sin dinero
Con dinero y sin dinero
Por: José María Izquierdo
¿Sabían ustedes que aún no habíamos pedido rescate alguno?
¿Acaso recuerdan lo que nos vendieron Guindos y Rajoy, especialmente Rajoy, el fin de semana del 9 y 10 de este mismísimo mes? ¿Qué fue entonces de aquel éxito que obtuvimos y de aquella titánica presión que había ejercido nuestro presidente para que nos soltaran hasta 100.000 millones de euros por la patilla, tarea que le duró solucionarla un ratito al inquilino de La Moncloa, y que una vez resuelta con la rapidez y eficacia acostumbrada, yo –dijo Rajoy- me voy al fútbol?
También nos dejó dicho aquello de que “no afectará ni a la deuda ni al déficit” y no habrá contraprestaciones más allá de las financieras.
Ni diez días han pasado y el mundo, et voilà, ha girado 180 grados y ahora resulta que seguramente pediremos el rescate -¿ayuda financiera?- antes de que acabe la semana, lo del sábado 9 no solo no fue un éxito, sino que el presidente ha reconocido en México, con música de corrido, que ha “resultado ser tremendamente dañino”, porque como le dijeron desde todos los sitios, sí afectará a la deuda y al déficit. Y si no están mal informados todos los periódicos del mundo, vamos a tener a unos hombrecillos de negro en las mismísimas calvas de Guindos y Montoro.
Para empezar.
Y no les digo cómo va a seguir la película por lo de la úlcera.
Abc, por lo pronto, insiste en su editorial en el imposible: “Financiación directa necesaria”. Es lo que pidió ayer Rajoy, pero da la impresión de que con escaso apoyo en la Cumbre, por todo tipo de razones que en lugares más prominentes y mejor documentados podrán ustedes leer.¿Acaso recuerdan lo que nos vendieron Guindos y Rajoy, especialmente Rajoy, el fin de semana del 9 y 10 de este mismísimo mes? ¿Qué fue entonces de aquel éxito que obtuvimos y de aquella titánica presión que había ejercido nuestro presidente para que nos soltaran hasta 100.000 millones de euros por la patilla, tarea que le duró solucionarla un ratito al inquilino de La Moncloa, y que una vez resuelta con la rapidez y eficacia acostumbrada, yo –dijo Rajoy- me voy al fútbol?
También nos dejó dicho aquello de que “no afectará ni a la deuda ni al déficit” y no habrá contraprestaciones más allá de las financieras.
Ni diez días han pasado y el mundo, et voilà, ha girado 180 grados y ahora resulta que seguramente pediremos el rescate -¿ayuda financiera?- antes de que acabe la semana, lo del sábado 9 no solo no fue un éxito, sino que el presidente ha reconocido en México, con música de corrido, que ha “resultado ser tremendamente dañino”, porque como le dijeron desde todos los sitios, sí afectará a la deuda y al déficit. Y si no están mal informados todos los periódicos del mundo, vamos a tener a unos hombrecillos de negro en las mismísimas calvas de Guindos y Montoro.
Para empezar.
Y no les digo cómo va a seguir la película por lo de la úlcera.
Pero bueno, por insistir que no quede. El Mundo ya advierte lo que se viene encima y se prepara para la descarga.
Título de primera página: “Merkel trata de imponer a Rajoy las condiciones del ‘eurocrédito”. Y sumarios: “Logra que el G-20 urja a España a pedir el dinero/Quiere que la devolución del préstamo a los bancos tenga prioridad sobre el resto de la deuda”. Veamos brevemente.
Merkel impone mucho, es verdad, pero las condiciones del eurocrédito famoso vienen marcadas por las estrictas normas comunitarias. Y lo primero que hay que hacer para optar a un crédito es pedirlo.
Y el gobierno español lleva quince días mareando la perdiz. Demasiados.
Y tres, vuelta a lo mismo: si se opta por un determinado tipo de crédito no hay más remedio que aceptar lo ya fijado por Bruselas y sí, efectivamente, los prestamistas tienen prioridad en el cobro ante una posible quiebra, con todo lo que eso conlleva de desconfianza de los mercados.
Cierto. Pero así de dura es la vida. Lo hemos dicho aquí varias veces: pedir 100.000 millones de euros no es una broma, y quien los preste te va exigir el pago de la deuda hasta el último centavo.
Con sus intereses oportunos y en el plazo que se acuerde. Y digan lo que digan los demás -ministros y prensa adicta- con los organismos europeos pertinentes en la chepa, vigilando cada decisión económica que se tome en España y, en caso de que algo no guste donde tiene que gustar, a la papelera.
Y si para cumplir con el déficit hay que subir el IVA, se ordenará a Rajoy que suba el IVA.
Y los funcionarios, y las pensiones y lo que haga falta. Qué pesado es repetir una y otra vez lo mismo: ¿quieren 70.000 o100.000 millones de euros?
Sea: pero a mis órdenes.
¿Está claro?
Y es que esto de que Merkel presione tampoco gusta nada a Libertad Digital, otrora fiero guardián del riguroso cumplimiento de la austeridad recetada por la estricta gobernanta, pero ahora peticionario de una cierta laxitud en las condiciones.
O sea, que éramos de Bilbao, pero no del mismo centro de Bilbao: “Tarde o temprano la canciller alemana tendrá que decidirse.
Si quiere salvar al Euro, y por extensión a la UE como realidad política con la que seguir avanzando en una Europa fuerte y unida, habrá de transigir siquiera temporalmente en la ortodoxia impuesta al BCE.
Si prefiere seguir su camino en solitario y hacer que sus ciudadanos acaben experimentando a medio plazo la ruina de los países periféricos, sólo tiene que seguir como hasta ahora, ajena al clamor de los países afectados, del G-20, de Estados Unidos y de todas las voces autorizadas, que llevan semanas advirtiéndole del inminente desplome de un proyecto común cuyo destino Alemania tenía y sigue teniendo la responsabilidad de liderar”
. Es que estamos bastante achuchados, ¿sabe usted, señora Merkel?
Autoayuda por Rosa Montero
ELA es una de las enfermedades neurodegenerativas más crueles. Le va arrebatando al enfermo la movilidad, el habla, la deglución y por último la respiración.
Todos tenemos algún familiar impresentable, pero esta prima de riesgo es de lo más malo que he conocido. A la gente le da miedo asomarse a la realidad y ya no compra diarios
. Ahora lo único que se vende es la autoayuda: recetas para contrarrestar el susto y la congoja.
Yo también pensaba poner aquí algunos consejos prácticos para evitar la murria, como, por ejemplo, intentar valorar y disfrutar lo que uno tiene, porque las cosas siempre pueden ir a peor (ya se sabe que el pesimista es el que cree que estamos en la situación más negra, mientras que el optimista piensa que todavía puede empeorar), pero entonces me escribió la Fundación Miquel Valls, de Cataluña, y todo adquirió otra dimensión.
La FMV lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica, ELA, una de las enfermedades neurodegenerativas más crueles
. Le va arrebatando al enfermo la movilidad, el habla, la deglución y por último la respiración.
No tiene cura y mata a su víctima en un plazo de dos a cinco años, aunque haya algún superviviente excepcional (como Hawking, enfermo desde 1963)
. En España hay unos 4.000 afectados; cada día se diagnostican entre dos y tres nuevos casos, y la única manera de aliviar ese infierno es la respuesta múltiple que reclama la Fundación: atención domiciliaria a enfermos y familias, soporte multidisciplinar en los hospitales (como en el de Bellvitge, en donde mañana habrá unas jornadas sobre la ELA) y el fomento a la investigación.
O sea: incluso en el horror puede haber luz cuando la medicina pública colabora, cuando hay coordinación y apoyo, cuando el paciente es respetado y todas las personas implicadas pueden vivir el duro pero colosal viaje de la enfermedad de la manera más digna y hermosa (sí, hermosa) posible.
Eso sí que es una colectividad autoayudándose a sí misma.
Cultivemos la solidaridad frente a la prima.
. Ahora lo único que se vende es la autoayuda: recetas para contrarrestar el susto y la congoja.
Yo también pensaba poner aquí algunos consejos prácticos para evitar la murria, como, por ejemplo, intentar valorar y disfrutar lo que uno tiene, porque las cosas siempre pueden ir a peor (ya se sabe que el pesimista es el que cree que estamos en la situación más negra, mientras que el optimista piensa que todavía puede empeorar), pero entonces me escribió la Fundación Miquel Valls, de Cataluña, y todo adquirió otra dimensión.
La FMV lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica, ELA, una de las enfermedades neurodegenerativas más crueles
. Le va arrebatando al enfermo la movilidad, el habla, la deglución y por último la respiración.
No tiene cura y mata a su víctima en un plazo de dos a cinco años, aunque haya algún superviviente excepcional (como Hawking, enfermo desde 1963)
. En España hay unos 4.000 afectados; cada día se diagnostican entre dos y tres nuevos casos, y la única manera de aliviar ese infierno es la respuesta múltiple que reclama la Fundación: atención domiciliaria a enfermos y familias, soporte multidisciplinar en los hospitales (como en el de Bellvitge, en donde mañana habrá unas jornadas sobre la ELA) y el fomento a la investigación.
O sea: incluso en el horror puede haber luz cuando la medicina pública colabora, cuando hay coordinación y apoyo, cuando el paciente es respetado y todas las personas implicadas pueden vivir el duro pero colosal viaje de la enfermedad de la manera más digna y hermosa (sí, hermosa) posible.
Eso sí que es una colectividad autoayudándose a sí misma.
Cultivemos la solidaridad frente a la prima.
Nosotros los hombres
Nosotros los hombres
Por: Miguel Lorente Acosta | 19 de junio de 2012
Soy hombre, mis dos hijos son hombres, al igual que mi padre y tres hermanos de cuatro que somos.
La mayoría de mis amigos, y sin duda los más íntimos, son hombres, como lo son muchos compañeros de trabajo…
No tengo nada contra los hombres y ninguno de ellos me ha dicho jamás que tenga algo en contra nuestra, sin embargo es algo que con frecuencia se utiliza como argumento para cuestionar algunas de las críticas que hago a esa forma de entender y ejercer la masculinidad, que la cultura y la sociedad que nace de ella nos impone a los hombres.
A lo largo de estas semanas se han producido algunos comentarios a los textos que he colgado en el blog que merecen compartir una reflexión, participación que agradezco con independencia del tono más o menos crítico en lo personal, sobre todo porque algunos son un ejemplo muy claro de lo que quiero explicar.
En algunos de los posts que he subido al blog “Autopsia” he realizado críticas directas a conductas, argumentos, actitudes, modelos, estrategias… protagonizadas por hombres y, sobre todo, diseñadas a partir de unas referencias que permiten que dichas situaciones sean entendidas como parte de la normalidad y que, por tanto, no sean reprobadas, salvo que se traspasen ciertos límites, bien sea en la forma o intensidad de llevarlas a cabo, o en los muros que se levantan alrededor de ellas, unas veces muros de silencio otras paredes de despachos, hogares, bares o clubes.
Y en muchos casos he puesto el ejemplo de cómo esas mismas conductas son justificadas cuando las lleva a cabo un hombre y magnificadas cuando las hace una mujer, como por ejemplo, las “denuncias falsas” por violencia o agresiones sexuales, o la propia violencia.
En ningún caso, ni nunca, he dicho ni diré nada de los dos argumentos que se insinúan en los comentarios que hablan de mi teórica “animadversión” hacia los hombres: uno de ellos es que parece que doy a entender que los hombres son malos por naturaleza y las mujeres buenas, y el otro, que las conductas que crítico son presentadas como exclusivas de los hombres.
Y no es así.
Hay hombres buenos, maravillosos, pacíficos, entregados a los suyos, afectivos y afectuosos… y mujeres malas, violentas, abusadoras, dominantes, perversas... No estoy hablando de eso.
De lo que hablo es de cómo la cultura ha establecido identidades rígidas para hombres y mujeres, y de cómo bajo esa identidad se han asignado roles o funciones que llevan a darle significado a esas frases que hablan de “un hombre de verdad”, un “hombre hecho y derecho”, un “hombre que se viste por los pies”, un “hombre de pelo en pecho”… o a esas otras de “una mujer de bandera”, una “mujer 10”, una “buena madre”, una “buena esposa”… y de cómo el reconocimiento de lo que se entiende que debe ser un hombre y lo que debe ser una mujer se interpreta de forma diferente, hasta el punto que cuando una mujer hace lo que un hombre “siempre debe hacer”, como por ejemplo, rebelarse frente a quien lo somete, lo obliga, lo controla e incluso lo maltrata, se la cuestiona como “mala mujer”, que es lo que ocurre en la mayoría de los casos de violencia de género.
La mujer debe ser sumisa y el hombre debe ser combativo ante las mismas circunstancias y en el mismo escenario, situación que lleva a que las mujeres que no quieren vivir sometidas a los dictados de un maltratador sufran más violencia y puedan llegar a ser asesinadas, simplemente, por mantenerse en esa actitud crítica frente al hombre maltratador.
Y no estamos hablando de unos pocos casos, son más de 600.000 las mujeres que sufren violencia de género cada año, y 628 las mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en los últimos nueve años, en cambio todavía hoy se cuestiona su realidad o se trata de mezclar con la violencia que sufren los hombres, los menores, los ancianos o cualquiera que pase por allí con tal de no reconocer la especificidad del grave problema de la violencia de género ni, por tanto, el significado de la misma.
Ninguna otra violencia, ni por aproximación, se acerca a un número tan alto de víctimas que compartan las mismas características: mujeres que han mantenido una relación de pareja con un hombre, ese es el “riesgo” que corrían, y menos aún que los homicidios se produzcan en un ambiente tan lejano a lo que se conoce como “delincuencia habitual” o criminalidad.
De eso hablo, y de los hombres y mujeres (es cultura, no genético, y por tanto también hay mujeres que intentan restar importancia a todo esto, algunas en puestos de responsabilidad para, teóricamente, evitarlo) que tratan de negarlo en su significado, minimizarlo en su dimensión, reducirlo en sus consecuencias e invisibilizarlo en su manifestación.
Y hablo de los hombres y critico a los hombres que guardan silencio, a los que se aprovechan de los privilegios robados a las mujeres por la desigualdad, a los que dicen con razón que las cosas “siempre han sido así”, a los que se sienten atacados cuando critico todo esto, pero no se sienten aludidos por todo lo que otros hombres hacen…
Y hablo y critico a los modelos de poder que han surgido sobre los valores que los hombres se han otorgado a sí mismos y luego han hecho universales en la cultura, valores como la fuerza, el dominio, la competitividad, la acumulación de más poder, la violencia…
No es que los humanos seamos así, es que el modelo patriarcal universalizado ha hecho la estructura de relaciones y la organización de la convivencia de esa forma.
Siempre habrá quien no quiera cambios y quien se enfrente a ellos, cuando las mujeres comenzaron a hablar de igualdad a finales del siglo XVIII también fueron criticadas por otras mujeres y por la mayoría de los hombres, algunas fueron asesinadas en la guillotina, como Olympe de Gouges por defender la igualdad, lo mismo que muchos blancos que se enfrentaron a la esclavitud o al apartheid sudafricano… sin embargo al final se consiguió romper esos muros de silencio e invisibilidad, aunque los problemas aún continúen.
Y seguiré hablando sobre los hombres y criticaré a los hombres que tratan de utilizarnos al resto para decir que ser hombres es lo que ellos hacen y defienden.
Y lo haré también por mis dos hijos, Miguel y Manuel, y por todos los que quieran superar el límite impuesto de una hombría que nos reduce a ser lo que quieren que seamos, porque a diferencia de los que se sienten cuestionados cuando se critican esas referencias de la masculinidad, yo y muchos otros, confiamos en los hombres y estamos seguros de que lograran desprenderse de esa máscara que le dieron al entrar en este juego perverso de las identidades obligadas y rígidas.
No es de ahora, ya en 2005 escribí en la dedicatoria del libro “El Rompecabezas”: <<A los hombres que están dispuestos a descubrir que los valores y los sentimientos no van unidos a los cromosomas, para que pongan su esfuerzo en levantar la pesada losa que la cultura, como si fuese el caparazón de una lenta tortuga, ha depositado sobre ellos para atarlos al “ser como son”>>. Algunos hace años que llevamos trabajando en este tema… "aunque parezca extraño"
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