Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

20 jun 2012

Horas de ocio para los chicos de La Roja antes de medirse con Francia


Iker Casillas ha colgado esta foto con Sara Carbonero en el Mar Báltico. (San Iker)
Los jugadores de La Roja aprovechan las horas libres que les deja el seleccionador Vicente del Bosque para pasarlos con sus familias.
 Son muchos los futbolistas que están acompañados por sus parejas e hijos en la Eurocopa, en unos casos van a los partidos y en otros se han instalado cerca de ellos mientras dure la competición.
Iker Casillas, el héroe del partido ante Croacia, ha colgado en su Facebook una foto con su novia, la periodista Sara Carbonero tomada en una playa del Báltico. "¡Contentos y disfrutando de un lugar fantástico! El Mar Báltico a nuestras espaldas...", escribe el futbolista.
Pepe Reina, su mujer Yolanda Ruiz y sus hijos. / GTRES
Carbonero está siendo objeto de una campaña en Twitter por su trabajo profesional como comentarista de Telecinco, de la que ella se mantiene al margen, como también lo hizo cuando en el Mundial de Sudáfrica fue objetivo de los fotógrafos por su relación con el portero.
Pepe Reina, Fernando Torres, Álvaro Arbeloa y Santi Cazorla son otros de los jugadores que se dejaron ver con sus familias, al igual que Gerard Piqué, que está acompañado en la Eurocopa por su novia Shakira con la que cumple ahora dos años de relación, aunque tardaron seis meses en confirmarla.
Otros prefirieron dedicarse a jugar a los bolos como Víctor Valdés, Cesc Fábregas, Andrés Iniesta, Sergio Ramos, Sergio Busquets, Jordi Alba, David Silva, Juanfran y Jesús Navas.
La próxima cita de La Roja tendrá lugar el sábado 23 a las 20:45 en el estadio del Donbass Arena en Donetsk (Ucrania) contra Francia.
Fernando Torres, su mujer, Olalla Domínguez, y sus hijos Leo y Nora. / GTRES

Gracias a los profes, ¿con o sin regalos? Tonterias, está prohibido aceptar regalos, otra cosa es si una clase te trae flores porque saben que es tu cumple....

Llegó el momento de agradecer a los profes la labor de todo el año
. Un año que no ha sido fácil para nadie. Pero tampoco para el sector educativo.
 Escuelas que tendrán que cerrar el año que viene, otras que no se pueden construir por falta de presupuesto, más alumnos en las aulas, docentes que no renuevan contrato… Las principales medidas que ha adoptado el Ministerio de Educación para que las comunidades ahorren 3.000 millones de euros en las escuelas e institutos van dirigidas a reducir las plantillas
. Esa son las noticias.
 Pero cuando sales a la calle no hay escenario de enfrentamiento, sino que la gente que tiene trabajo intenta hacerlo lo mejor posible. Es el caso de los profesores.
Esta semana muchos padres (siendo realistas, muchas más madres) se comunican entre ellas para decidir qué regalar a los profesores.
Una práctica muy común cuando los niños son pequeños y los padres se sienten profundamente agradecidos por la labor que realizan los docentes con sus hijos.
Àngels, madre de un niño de ocho años
: “Me parece perfecto hacer regalos a los profes después de que hayan soportado todo el año a nuestros niños y más en un momento en que la educación está tan cuestionada y sometida a innumerables recortes. Es una oportunidad inmejorable para demostrarles nuestra gratitud y para que vean reforzada su maltrecha autoestima con la complicidad de los padres.
 No es tan fácil, sin embargo, llegar a un consenso con los padres de la clase y se generan a veces debates absurdos y asambleas que no tiene fin.
 Nosotros le hemos regalado a nuestra profesora una sesión en los baños árabes y un autorretrato realizado por cada niño”.
Gallina
Ni baños ni autorretrato.
 Carlos, padre de dos hijos, no quiere ni oír hablar de una práctica que le parece medieval. "Me parece más propia de los años 60, pero claro, quizás con tanto recortes estemos volviendo a esos tiempos en que se llevaba una gallina al médico de familia
. Es cierto que aún seguimos con los aguinaldos, pero en mi vida de padre con niños en guarderías y subsiguientes, jamás vi que se llevara regalitos a profesores o profesoras, y menos aún a nivel privado.
 Creo, sinceramente, que es una práctica de otras épocas. ¿No tienen un sueldo? ¿Y al médico también le daremos un regalito por atenderme y así a la siguiente me saltará en la lista de espera?  ¿Qué son los regalitos, una compensación por el trabajo bien hecho, pero no se paga por eso ya o se paga por el trabajo mal hecho? ¿Y según el regalito, tratarán mejor a mi hijo que al del al lado? En esos años 60, el padre de un compañero regaló al colegio un televisor. Nunca más suspendió el chaval".
Cecilia Jan ya nos descubrió en su post del año pasado que los regalos a los profes siguen a la orden del día, y que a veces sobrepasan con creces lo que se entiende por un detallito.
Realmente hay de todo, depende de la clase y de la comunidad de padres que te encuentras
. Dani, padre de dos niños, explica que en su cole está oficialmente prohibido, medida que provoca que cada familia haga lo que quiera y se acabe regalando múltiples objetos.
“Predominan los lotes de cremas y los potingues, y los bombones, que son un clásico”, explica Dani. Imma, que es profe, está encantada de los regalos que recibe, siempre manuales.
“Nosotros entre toda la clase le hemos regalo a las dos profes un masaje de 90 minutos  en un spa.
 Ellas durante todo el año han tenido cantidad de detalles con los niños y un gran ojo clínico”, explica Nuria, madre de un niño de tres años llamado Bruno.  “¡Aunque esto es lo que pensamos el primer año! Igual de aquí a tres estamos hasta las narices de los regalitos”.
 Precisamente es lo que opina Judith, que tiene el buzón repleto de correos con debates estériles sobre si es mejor un masaje o un pañuelo. Alicia, madre de Teo y Carlota, rompe una lanza en favor de los trabajos elaborados por los niños.  Àngela se muestra más radical: “No hay que hacerles regalo.
 Le veo un punto de soborno. No lo apruebo, pero participo en los regalos de toda la clase para evitar que mis peques se sientan excluidos”.
 Pilar le busca la medida: “Creo que un detalle conjunto entre toda la clase es la única opción que entiendo como lógica y adecuada a los tiempos que corren...normalmente con poco dinero que recojas por familia puedes hacer un buen recuerdo”.
Clara Blanchar, mi vecina en el blog, asegura: "Creo que el mejor regalo que les podemos hacer a los maestros de nuestros hijos es pasar tiempo con ellos, dedicarnos a ellos, porque estamos en el mismo barco".

19 jun 2012

Sin noticia de los gorriones por Jose Carlos Cataño

Sin noticia de los gorriones. ¿Los vencejos? ¿Las afiladas gaviotas calle arriba? ¿La luna, no había luna grande llegando? 

Nada. Hasta las nubes se han hecho blanco sobre un cielo intocable.
 Me pregunto por mí y apenas escucho el rumor del mar cuando se retira de los cayados.
 Todo ese murmullo que traslada por las noches al otro lado del horizonte.

Se trata -alguien me responde- de juntar un día con otro.
 De sobrevolar los días, unos con otros. De sentir qué seguimos siendo entre sus huecos.

“Sobrevivo gracias a la pensión de mi madre y ahora ganaré aún menos”

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Carmen Jiménez, auxiliar de hostelería de la residencia de mayores Doctor González Bueno, junto con otras compañeras. / SANTI BURGOS
SPara Carmen Jiménez es como un rompecabezas.
 “Si pago la hipoteca, no pago la luz; si pago la luz, no pago el gas...”. Entre “voy y vengo”, como ella dice, lleva casi 20 años de auxiliar de hostelería interina en una residencia de ancianos de la Comunidad de Madrid, la Doctor González Bueno (Fuencarral). Habla atropelladamente y, si se atiende a su definición, no cumple exactamente con la imagen típica del funcionario de ventanilla. “Me ocupo de quitar mierda, literalmente”, explica al teléfono. Lo hace de lunes a viernes, tres fines de semana al mes y en los peores turnos de las vacaciones, a razón de 21 camas por hacer, 21 baños que limpiar y 21 abuelos al día que atender.
Está “enfadada y fatal de ánimo” y con la cabeza llena de números que no cuadran. Imposible sacar adelante así el hogar en el que aún vive uno de sus dos hijos. Divorciada y con 51 años, necesita ayuda económica de su madre, de 84. “Sobrevivo gracias a su pensión, me ayuda con unos 200 euros al mes y eso sin contar la próxima rebaja”.
 La rebaja de la que habla supone que su sueldo de algo menos de 1.000 euros se quede en unos 850.
Jiménez forma parte del grupo de entre 10.000 y 12.000 interinos (según la horquilla oficial, aunque la Comunidad de Madrid habló inicialmente de 400) que perderán un 10% de sueldo y jornada con el nuevo proyecto de Ley de Presupuestos.
 Es el mismo porcentaje que los altos cargos pero con nóminas mucho más bajas y con un horario que casi se queda como estaba hace tres meses.
Es lo que Eva López Simón, secretaria del sector autonómico de UGT Madrid, llama “el timo de la estampita”. En marzo, el Gobierno regional aumentó la jornada semanal (que no el sueldo) a 120.000 empleados: de 35 a 37,5 horas. Ahora baja la retribución (y esta vez también la nómina) al grupo que está a la cola de la escala salarial.
La mayoría de los afectados cobran entre 900 y 1.300 euros mensuales, según estimaciones sindicales. Cuando se apruebe el proyecto de Ley en julio, percibirán un 13,3% menos (la reducción prevista para todos más su 10%) por un trabajo similar.
 “Es como perder una nómina al año”, estima Manuel Rodríguez, coordinador del área pública de CC OO. En la mayoría de los casos, según Rodríguez, son trabajadores que llevan más de una década a sueldo de la Comunidad.
El nuevo plan de ajuste prevé 1.045 millones de euros menos con una reducción de todos los sueldos de la Administración (con un 3,3% de media a unos 180.000 empleados) y una nueva subida generalizada de tasas.
La previsión regional es rebajar unos 200 millones en nóminas, de los que 3,5 corresponden a los altos cargos y 17,5 millones (cinco veces más) a los interinos.
 Es un paso más en el plan de ajuste que el Gobierno de Aguirre comenzó el año pasado, con los funcionarios y sus sueldos en el punto de mira. Entonces se aprobó el aumento de jornada y un recorte en las prestaciones que perciben los trabajadores durante las bajas laborales.
A Carmen Jiménez y a sus compañeras les concentraron el aumento de 2,5 horas semanales en un fin de semana más al mes. Ni ella ni nadie sabe cómo será el nuevo ajuste, en el que ni siquiera está claro quiénes son los afectados. El artículo 12 del proyecto de Ley establece que la medida “no resultará de aplicación al personal temporal que, dentro del ámbito sanitario, educativo y de los servicios sociales se encuentre adscrito a puestos de trabajo vinculados a la prestación de servicios públicos de carácter exclusivamente sanitario, docente o asistencial”.
 Los sindicatos reclaman sin éxito desde la semana pasada un listado de afectados. A menos de un mes de la aprobación del recorte, la Administración aún no ha aclarado quiénes son los 12.000. “Cada Consejería debe perfilar sus puestos”, señala una portavoz de Presidencia.
María (nombre ficticio) tampoco lo tiene claro.
Trabaja en los juzgados de violencia de género de un polígono de Fuencarral. Pide anonimato para que no le localicen los agresores de las mujeres a las que atiende. Tiene 36 años y lleva 12 trabajando.
 Su nómina actual es de 1.450 euros mensuales, incluida la ayuda de 109 euros que recibe para la guardería pública de su hija.
 Un 13,3% menos es quedarse en 1.257.
La trabajadora social se acaba de enterar de que la cuota mensual que paga por su niña sube un 18% con el aumento de precios públicos de la Comunidad.
 Ahora suponen casi 300 euros al mes con la ampliación de horario para poder llegar a tiempo a su trabajo y la cuota del comedor.
“Sube todo y los sueldos menguan. Así ya no compensa”, protesta.
 “Si no fuera por la vocación, dejaría el trabajo”.
 Calcula que ganaría más cobrando el paro y haciéndose cargo de su hija. “He estudiado para trabajar, tengo tres carreras y la impresión de que llevo toda la vida formándome para nada”. Su primer ajuste será quedarse sin vacaciones.
“A mí me fastidian totalmente. Había planificado mi vida hasta el 31 de diciembre y ahora tengo que darle la vuelta porque perder casi 200 euros es un buen palo”.
 El puesto de Alberto González, licenciado en Derecho, pertenece a otro sector sensible de la Administración. Es técnico interino en una oficina de empleo del barrio de la Concepción (Ciudad Lineal).
 “Es normal que nos insulten a diario como están las cosas”.
 Su nómina de 1.360 euros se quedaría en 1.180 con el ajuste. González, de 38 años, se queja de que a los funcionarios les han cambiado “el decorado” en los últimos años, desde el primer recorte en las nóminas aprobado en 2010 por el Gobierno de Zapatero. “Uno entra en la función pública buscando condiciones más seguras. Eso ha desaparecido”. Ni él ni su pareja, médico interina, se atreven a hacer planes de futuro. “No podemos tener hijos porque no tenemos margen económico ni estabilidad”.
Los sindicatos han reclamado que no se apliquen los recortes a los “doblemente afectados”.
Así los llama Manuel Rodríguez, que se pone en lo peor. “Primero nos dijeron que aumentaban las horas de trabajo para dejar intactos los salarios, ahora que tocan salarios para evitar despidos.
 A este ritmo habrá un nuevo hachazo en 2013 y tendremos interinos en la calle”.