Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

27 may 2012

Los errores más comunes en películas

Sobre la película "El árbol de la vida", a mí me pareció de lo más mediocre y aburrida; encima enredada o retorcida en la forma de contar las cosas.

Considero que intentaron hacer "algo diferente", filosófico poético grandilocuente (típico yankee comercial), pero mal pergeñaron cómo "explicar" las cuestiones filosóficas y de la vida.
 Lo que más me molestó, es cómo se "pasea" por diferentes épocas de las personas que, a veces, hasta cuesta distinguir si son cosas que imagina, fantasea, o revive en su memoria tal cual sucedieron, con tanto surrealismo entremezclado. De filosófica casi nada y poco claro. Como historia de enseñanzas válidas o edificantes, que justifiquen haber hecho una película... prácticamente NADA digno o destacable (Puros lugares comunes, obviedades). Poética en imágenes sí, sobre todo en algunos tramos, pero con muchas incoherencias grandilocuentes.

Las caracterizaciones y actuaciones de la pareja principal (Brad Pitt y Jessica Chastain)... no me convencieron para nada de ser personas de ésa época y características.
Por el contrario: Personalidad y mentalidad demasiado "moderna", "comprensiva" y "abierta" para lo que eran los norteamericanos promedio de aquella época. (Eran harto ingenuos; estereotipados crédulos y muy rígidos en sus estructuras y costumbres en general, especialmente la clase media que se supone que representan). Si sumamos que la reconstrucción de época es POBRÍSIMA (repleta de descuidos, como grifería moderna en una casa de los `50s; pisos de madera demasiado buenos e impecablemente lustrados para casita clase media baja ¡y con niños!). Todo demasiado "idílico" (en equipamiento y mantenimiento como nuevo) que prácticamente ni las mujeres de clase media alta lograban con la ayuda de empleadas domésticas.

Respecto a Sean Penn... Casi casi que se la pasó "posando" con "cara de nada" (como si eso fuera "pensativo" y hasta "nostálgico") en casi todas sus apariciones y, encima, también poco coherente con un profesional de esa actividad en su lugar de trabajo ¿O así es como lo pasan "normalmente" en sus trabajos los ejecutivos en USAdores? (Que ni la secretaria o demás compañeros de trabajo son convincentes, porque no se preocuparon ni insistieron en tratar de sonsacar qué le pasaba que estaba tan raro ¡como si fuera común en él tal actitud y que nadie tuviera amistad o interés por cómo está y qué le pasa!).

En definitiva: Un guión de alguien que no se compenetró en absoluto de las cosas que intentó desarrollar. LLevado a la pantalla por un director que se permitió delirar de modo "poético" surrealista con frecuencia inadecuadamente (pero bonito de ver); y actores poco conocedores de las verdaderas características de época, como poco concentrados en la mayoría de las escenas.

Ahora no entiendo nada

Ahora no entiendo nada

Por: | 26 de mayo de 2012
Escribí un largo blog glosando la conversación que tuve anoche con Claudio Magris. La técnica no me acompañó, todo se borró cuando le di a publicar. Resumo.
Estaba cansado Magris. Llegaba de un largo viaje, acababa de ir al dentista, se había quemado la nariz con un puro
. Y nosotros estábamos allí, con nuestras libretitas, preguntándole por lo que tanto sabe, y además por los libros. Pero habló. De Europa, de los libros, de la falta de sustancia de los egoísmos europeos. En un momento determinado se removió en la silla; no es un político, sabe tanto de eso como cualquier ciudadano, es un historiador, no es un político.
 Y además, y esto lo dijo con un énfasis conmovedor, "Ahora no entiendo nada".
Le dije que algo parecido le había escuchado a Carlos Fuentes en Londres, en una conversación que el escritor recientemente fallecido había tenido con el expresidente chileno Ricargo Lagos para un libro (El siglo que despierta).
 Aquel hombre que tenía una metáfora para cada concepto dijo, ante una de las discusiones sobre el difícil porvenir del mundo: "Ahora no entiendo nada".
Al salir de la conversación con Magris me encontré en la puerta del hotel con Norman Manea, el sonriente novelista rumano que vive en Nueva York. Fernando Vallejo me dijo un día que las situaciones difíciles las pueden explicar los años..., o un poeta. Manea es, en cierto sentido, un poeta. He quedado con él este mediodía.
 Le preguntaré si él entiende algo.
De eso escribí, pero el doblo de lo que ahora queda escrito. De la tecnología no entiendo (tampoco) absolutamente nada.

26 may 2012

La escalera de Jose Miguel Junco Ezquerra

ESCALERA

Bajando los escalones tropecé por ignorante

con la fuerza de tus ojos perdidos pero tan lejos,
con el brillo de tus labios abiertos pero tan suaves,
con el bosque variopinto de tu pelo pero triste,
con el empuje terrible de tu espuma pero ajena,
con la forma enternecida de tus brazos pero rotos,
con el quiebro enamorado de tu cuello pero ausente.
Tropecé, yo era muy viejo bajando los escalones,
ahora no sé si al caerme me desperté en el recuerdo
de una noche tibia, larga, ahora no sé pero escribo,
para mí, para mis huesos, por nada, por escribir,
por estarme demorando, por si acaso, por costumbre,
para que sin tú saberlo yo haya bajado escalones
y haya cruzado tu cuerpo con ansias pero tan lejos.

El arte de amar - tráiler español (Estreno 25 Mayo)