ESCALERA
Bajando los escalones tropecé por ignorante
con la fuerza de tus ojos perdidos pero tan lejos,
con el brillo de tus labios abiertos pero tan suaves,
con el bosque variopinto de tu pelo pero triste,
con el empuje terrible de tu espuma pero ajena,
con la forma enternecida de tus brazos pero rotos,
con el quiebro enamorado de tu cuello pero ausente.
Tropecé, yo era muy viejo bajando los escalones,
ahora no sé si al caerme me desperté en el recuerdo
de una noche tibia, larga, ahora no sé pero escribo,
para mí, para mis huesos, por nada, por escribir,
por estarme demorando, por si acaso, por costumbre,
para que sin tú saberlo yo haya bajado escalones
y haya cruzado tu cuerpo con ansias pero tan lejos.
Bajando los escalones tropecé por ignorante
con la fuerza de tus ojos perdidos pero tan lejos,
con el brillo de tus labios abiertos pero tan suaves,
con el bosque variopinto de tu pelo pero triste,
con el empuje terrible de tu espuma pero ajena,
con la forma enternecida de tus brazos pero rotos,
con el quiebro enamorado de tu cuello pero ausente.
Tropecé, yo era muy viejo bajando los escalones,
ahora no sé si al caerme me desperté en el recuerdo
de una noche tibia, larga, ahora no sé pero escribo,
para mí, para mis huesos, por nada, por escribir,
por estarme demorando, por si acaso, por costumbre,
para que sin tú saberlo yo haya bajado escalones
y haya cruzado tu cuerpo con ansias pero tan lejos.
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