Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

2 dic 2011

De Pepe Junco

EXTRAVÍO

Me he encontrado unos brazos flotando en la memoria
y, casi por instinto, me he tocado los míos,
y he calmado la angustia al saber que aquí siguen,
desgastados, escuálidos, buscando los bolsillos
del pantalón vaquero que visto de uniforme;
pegados a los hombros como niños sin rumbo
que, por miedo a extraviarse, se agarran a una mano.

Sin embargo, los brazos que habitan mi memoria
no me dejan tranquilo, e irrumpen en mis sueños
moviéndose y clamando en todas direcciones,
igual que ramas de árboles arrancadas de cuajo
y huérfanas pululan los confines del mundo.

(Es curioso lo del andar errante de las ramas partidas:
al principio parece que, superado el miedo,
intentan torpemente llevar su vida propia
hasta que penan solas sintiendo que la savia
no atraviesa sus venas y quedan desangradas
y muertas para siempre detrás de unos suspiros)

He intentado, sin suerte, saber su procedencia
y el sentido que tiene su presencia en mi mente
sabiendo como saben que yo tengo mis brazos
y que no necesito de trasplantes ni injertos

Los he visto subiendo por lugares inhóspitos
tratando de quedarse en mis hombros desnudos
suplicando cobijo y amparo entre los vivos,
esbozando sonrisas fraternales y tiernas.

Son pequeños, y buscan en los parques del alma
un columpio de flores que los lleve muy lejos,
que potencie y dé savia a su venas resecas
y transporte sus sueños más allá de la muerte.

A veces me da miedo pensar que se han caído
del cuerpo de algún niño machacado en combate
y no han podido luego retornar a su cuerpo
y vagan solitarios buscando explicaciones.

No he tenido coraje, ni corazón, ni ganas
para hacer que abandonen mi memoria cansina,
y he dejado que sigan torpemente mis pasos
y a todas partes vienen como si fueran míos.

1 dic 2011

Dignidad David Trueba

Ahora llaman periodignos a los periodistas que denuncian la degradación de su profesión. Los perros amarillos, como se conoce a los profesionales del todo vale, pretenden liberarse así de la mirada rigurosa del compañero.
Pero en el desempeño de una profesión son los profesionales quienes han de marcar la raya.
La moralina casa mal con el periodismo, profesión donde la delicadeza y los miramientos no son virtudes abundantes. Pero el juicio sobre espionaje y escuchas que sacude al grupo Murdoch en Reino Unido nos enseña varias lecciones importantes.
El desprestigio de un oficio es consecuencia de las malas prácticas y el mejor fiscal de una profesión son sus propios profesionales. La tarea de The Guardian para desnudar el delito de los perros amarillos de Murdoch dignifica a la profesión.
Timothy Garton Ash, atinado columnista de la actualidad europea desde su cátedra en Oxford, publicó un estupendo artículo donde hablaba de la tiranía de los tabloides británicos aceptada por los políticos, porque la prensa sensacionalista es la aliada perfecta de la política sensacionalista.
En su artículo, escribe: "Necesitamos que nuestros políticos sean más valientes a la hora de enfrentarse a los amos de los medios que nadie ha elegido y que haya más regulación tanto de la propiedad como de la política de competencia".
Es decir, que se fomente la pluralidad y la libre competencia, mucho más que la tutela moral.
Pese a ello, de todo proceso sale siempre indemne el lector, el espectador, nuestro hermano y semejante. Pero en una sociedad de consumo, la acción y decisión del consumidor diseña el mundo en el que vive, la sociedad sobre la que el político no puede ser el eterno vigilante.
Todas las tutelas contendrán un grado de injusticia.
La confianza en la autorregulación de los medios está quebrada cuando uno estudia con detenimiento las ambiciones de sus propietarios. Así que al comienzo de la cadena siempre nos vamos a topar con la calidad de la educación.
Todos los debates regresan siempre al mismo punto de inicio.
Recorten ahí, degraden la formación universal, y no habrá ley ni regulación que frene la rentable transgresión de la dignidad ajena y propia.
Como preguntaba Dylan en su canción, a veces también nos preguntamos cuánto cuesta encontrar la dignidad.

EL BARRIO - El viejo verano (Espejos - 2011)

Premio Cervantes

El poeta chileno Nicanor Parra, de 97 años, ha ganado el Premio Cervantes 2011.
Es el escritor más veterano en recibir esta distinción. La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha anunciado en la sede del ministerio el fallo del galardón más importante de las letras hispanas, dotado con 125.000 euros. Parra (San Fabián de Alico, Chile, 1914), creador de la corriente llamada antipoesía, es hermano de la célebre cantautora Violeta Parra, fallecida en 1967. Académico chileno, matemático y físico, había sonado para el Cervantes varias veces en los últimos años. Precisamente, el próximo número de Babelia, que se publica este sábado, lleva en su portada un perfil de Parra escrito por Leila Guerriero.
En él afirma el autor: "Siempre he pescado cosas que andaban en el aire".
Desde 1948, en una antología, ya acuñó los términos a los que ha permanecido fiel en su obra
El jurado destaca la gran independencia creativa de un "gran maestro sin escuela"
Parra es el superviviente del grupo más señero de poetas chilenos contemporáneos, junto a Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro y el también premio Cervantes, Gonzalo Rojas (fallecido el pasado abril). Después de publicar en 1937 Cancionero sin nombre, muy influido por el popularismo de Federico García Lorca, llegó en 1954 el libro que marca su obra y parte de la poesía latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX, Poemas y antipoemas. Posteriormente, Versos de salón (1962), incluyó un poema en el que afirmaba: Durante medio siglo / la poesía fue / el paraíso del tonto solemne. / Hasta que vine yo / y me instalé con mi montaña rusa. / Suban, si les parece. / Claro que yo no respondo si bajan / echando sangre por boca y narices.
Desde 1948, en una poética (una introducción teórica) para una antología, ya acuñó los términos a los que ha permanecido fiel en su obra: "Busco una poesía a base de hechos y no de combinaciones o figuras literarias. Estoy en contra de la forma afectada del lenguaje tradicional poético".
En 1977 vio la luz Sermones y prédicas del Cristo de Elqui, sobre un visionario místico que predicaba por las minas del norte de Chile. Antes del Cervantes, ya tenía los premios más importantes de la lengua española, el Juan Rulfo, en 1991, y diez años después el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
La obra de Parra ha tenido en España algo parecido a la buena suerte editorial tratándose de un poeta y latinoamericano. Galaxia Gutenberg / Círculo de lectores ha publicado este mismo año el segundo, monumental y digamos definitivo tomo de sus Obras completas & algo + (el primero apareció en 2006). Allí reúne la totalidad de la obra del nuevo premio Cervantes supervisada por él mismo, establecida por el hispanista Niall Bins -el gran experto en su obra- y cuidada por el crítico Ignacio Echevarría. Existen, además, buenas antologías como Parranda larga (Alfaguara), a cargo de Elvio E. Gandolfo, una amplia selección de sus libros, poemas visuales (artefactos los llama él) incluidos.
Publicado el año pasado, ese título vino a sumarse a ediciones ya históricas como Chistes para desorientar a la policía/poesía (Visor) o Poemas y antipoemas (Cátedra), a cargo del catedrático de la Universidad de Chicago René de Costa, estudioso de la vanguardia hispánica y comisario además de la muestra que en 1992 expuso en Valencia la obra visual de Parra al lado de la de Joan Brossa.
Influencia en Bolaño
Parra ha ejercido enorme influencia, entre otros, en el fallecido novelista Roberto Bolaño, quien le consideraba a la altura de Jorge Luis Borges y César Vallejo. "Escribe como si al día siguiente fuera a ser electrocutado", dijo de él. Bolaño afirmó también que, "el que sea valiente, que siga a Parra".
El chileno representa la adaptación a la lengua española de lo que el crítico Julio Ortega llamó "el dialoguismo civil de la moderna poesía inglesa", más cercana al lenguaje hablado y de la conversación que la elevación lírica y a veces épica de su compatriota Neruda.
Parra sucede en la nómina de galardonados con el Cervantes a la catalana Ana María Matute. Desde 1976 han recibido el considerado como Nobel de las letras castellanas 36 escritores españoles e hispanoamericanos. El premio, creado en 1975 por el Ministerio de Cultura, reconoce la figura de un autor que, con el conjunto de su obra, haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico. Y aunque no figura en la bases del premio, habitualmente se cumple una acuerdo tácito que reparte alternativamente el galardón entre Hispanoamérica y España. Así se ha cumplido una vez más la tradición.
Presidió el jurado una mujer
Por primera vez, una mujer ha sido presidenta del jurado, la científica Margarita Salas. El poeta José María Micó, miembro del jurado, ha dicho que se ha valorado en Parra su larga trayectoria, que sea un poeta activo, de gran independencia creativa y al que ha calificado de "gran maestro sin escuela". En el momento de hacer público el galardón el jurado no había hablado aún con él.
Tras conocerse el premio, el fundador y director de la editorial Anagrama, Jorge Herralde, desde Guadalajara, donde se celebra la feria internacional del libro más importante del mundo hispano (la FIL), ha dicho sobre Parra: "es uno de los mejores premios Cervantes que se han dado y debería haberlo ganado antes. Le descubrí hace mucho en Oxford, leyendo sus Poemas y antipoemas, ha recordado Herralde, informa Winston Manrique.
"Nicanor sigue la senda de la gran familia Parra, cuya creatividad, talento y genio nos llenan de orgullo a todos los chilenos", ha escrito en su cuenta de la red social Twitter el presidente de Chile, Sebastián Piñera. Según el mandatario, el galardón es "un justo reconocimiento a su enorme genio y talento poético".
El escritor chileno Ariel Dorfman, mediante correo electrónico, también ha saludado el galardón: "Qué maravilla y qué delicia.
Parra ha transformado, desacralizándolo, nuestro idioma. Me muero de ganas de oír el anti-discurso que va a pronunciar cuando le entreguen el premio. Cervantes y Parra unidos, jamás serán vencidos...".