El poeta chileno Nicanor Parra, de 97 años, ha ganado el Premio Cervantes 2011.
Es el escritor más veterano en recibir esta distinción. La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha anunciado en la sede del ministerio
el fallo del galardón más importante de las letras hispanas, dotado con 125.000 euros. Parra (San Fabián de Alico, Chile, 1914), creador de la corriente llamada
antipoesía, es hermano de la célebre cantautora Violeta Parra, fallecida en 1967. Académico chileno, matemático y físico, había sonado para el Cervantes varias veces en los últimos años. Precisamente, el próximo número de
Babelia, que se publica este sábado, lleva en su portada
un perfil de Parra escrito por Leila Guerriero.
En él afirma el autor: "Siempre he pescado cosas que andaban en el aire".
Desde 1948, en una antología, ya acuñó los términos a los que ha permanecido fiel en su obra
El jurado destaca la gran independencia creativa de un "gran maestro sin escuela"
Parra es el superviviente del grupo más señero de poetas chilenos contemporáneos, junto a Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro y el también premio Cervantes, Gonzalo Rojas (fallecido el pasado abril). Después de publicar en 1937
Cancionero sin nombre, muy influido por el
popularismo de Federico García Lorca, llegó en 1954 el libro que marca su obra y parte de la poesía latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX,
Poemas y antipoemas. Posteriormente,
Versos de salón (1962), incluyó un poema en el que afirmaba: Durante medio siglo / la poesía fue / el paraíso del tonto solemne. / Hasta que vine yo / y me instalé con mi montaña rusa. / Suban, si les parece. / Claro que yo no respondo si bajan / echando sangre por boca y narices.
Desde 1948, en una poética (una introducción teórica) para una antología, ya acuñó los términos a los que ha permanecido fiel en su obra: "Busco una poesía a base de hechos y no de combinaciones o figuras literarias. Estoy en contra de la forma afectada del lenguaje tradicional poético".
En 1977 vio la luz
Sermones y prédicas del Cristo de Elqui, sobre un visionario místico que predicaba por las minas del norte de Chile. Antes del Cervantes, ya tenía los premios más importantes de la lengua española, el
Juan Rulfo, en 1991, y diez años después el
Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
La obra de Parra ha tenido en España algo parecido a la buena suerte editorial tratándose de un poeta y latinoamericano.
Galaxia Gutenberg / Círculo de lectores ha publicado este mismo año el segundo, monumental y digamos definitivo tomo de sus
Obras completas & algo + (el primero apareció en 2006). Allí reúne la totalidad de la obra del nuevo premio Cervantes supervisada por él mismo, establecida por el hispanista Niall Bins -el gran experto en su obra- y cuidada por el crítico Ignacio Echevarría. Existen, además, buenas antologías como
Parranda larga (Alfaguara), a cargo de Elvio E. Gandolfo, una amplia selección de sus libros, poemas visuales (artefactos los llama él) incluidos.
Publicado el año pasado, ese título vino a sumarse a ediciones ya históricas como
Chistes para desorientar a la policía/poesía (Visor) o
Poemas y antipoemas (Cátedra), a cargo del catedrático de la Universidad de Chicago René de Costa, estudioso de la vanguardia hispánica y comisario además de la muestra que en 1992 expuso en Valencia la obra visual de Parra al lado de la de Joan Brossa.
Influencia en Bolaño
Parra ha ejercido enorme influencia, entre otros, en el fallecido novelista Roberto Bolaño, quien le consideraba a la altura de Jorge Luis Borges y César Vallejo. "Escribe como si al día siguiente fuera a ser electrocutado", dijo de él. Bolaño afirmó también que, "el que sea valiente, que siga a Parra".
El chileno representa la adaptación a la lengua española de lo que el crítico Julio Ortega llamó "el
dialoguismo civil de la moderna poesía inglesa", más cercana al lenguaje hablado y de la conversación que la elevación lírica y a veces épica de su compatriota Neruda.
Parra sucede en la nómina de galardonados con el Cervantes a la
catalana Ana María Matute. Desde 1976 han recibido el considerado como
Nobel de las letras castellanas 36 escritores españoles e hispanoamericanos. El premio, creado en 1975 por el Ministerio de Cultura, reconoce la figura de un autor que, con el conjunto de su obra, haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico. Y aunque no figura en la bases del premio, habitualmente se cumple una acuerdo tácito que reparte alternativamente el galardón entre Hispanoamérica y España. Así se ha cumplido una vez más la tradición.
Presidió el jurado una mujer
Por primera vez, una mujer ha sido presidenta del jurado, la científica Margarita Salas. El poeta José María Micó, miembro del jurado, ha dicho que se ha valorado en Parra su larga trayectoria, que sea un poeta activo, de gran independencia creativa y al que ha calificado de "gran maestro sin escuela". En el momento de hacer público el galardón el jurado no había hablado aún con él.
Tras conocerse el premio, el fundador y director de la editorial Anagrama, Jorge Herralde, desde Guadalajara, donde se celebra la feria internacional del libro más importante del mundo hispano (la FIL), ha dicho sobre Parra: "es uno de los mejores premios Cervantes que se han dado y debería haberlo ganado antes. Le descubrí hace mucho en Oxford, leyendo sus
Poemas y antipoemas, ha recordado Herralde,
informa Winston Manrique.
"Nicanor sigue la senda de la gran familia Parra, cuya creatividad, talento y genio nos llenan de orgullo a todos los chilenos", ha escrito
en su cuenta de la red social Twitter el presidente de Chile, Sebastián Piñera. Según el mandatario, el galardón es "un justo reconocimiento a su enorme genio y talento poético".
El escritor chileno Ariel Dorfman, mediante correo electrónico, también ha saludado el galardón: "Qué maravilla y qué delicia.
Parra ha transformado, desacralizándolo, nuestro idioma. Me muero de ganas de oír el anti-discurso que va a pronunciar cuando le entreguen el premio. Cervantes y Parra unidos, jamás serán vencidos...".