Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

23 nov 2011

Como disminuyó jacki kennedi, ¿Anoréxica, quizás?

Las confesiones de Jackie Kennedy

Mucho cuidó su imagen pública mientras su marido vivía, pero a juzgar por las conversaciones que ahora salen a la luz, la glamurosa viuda del presidente John F. Kennedy desplegaba en la intimidad dotes arteras y opiniones muy contundentes sobre múltiples de personas y temas. Como por ejemplo, que "las mujeres jamás debían meterse en política" porque sencillamente "no somos aptas para ello". A principios de 1964, con 34 años y sufriendo "un terrible duelo", según su hija Caroline, Jacqueline Kennedy concedió una de las tres únicas entrevistas que dio tras el asesinato de su marido y 35º presidente de EE UU, en noviembre de 1963 en Dallas. Jackie se confesó con Arthur Schlesinger, historiador pero también amigo y colaborador de JFK durante muchos años.
Las conversaciones de la viuda con Schlesinger nunca se hicieron públicas y salen a la venta en forma de discos junto al libro Jacqueline Kennedy: Historic Conversations on Life with John F. Kennedy, de la editorial Hyperion. En más de seis horas y media de grabaciones, la ex primera dama repasa algunos de los momentos más tensos de la historia que le tocó vivir a su esposo, pero no habla de la muerte de JFK. Tampoco sobre las aventuras amorosas de este fuera del matrimonio. Ni de la enfermedad de Adison que martirizaba al presidente -aunque sí hay pasajes dedicados a sus crónicos dolores de espalda y a la operación que casi acabó con su vida en 1954-.
Jackie consideraba que el presidente francés Charles de Gaulle era "un ególatra"; que Martin Luther King era "un fraude" porque se supo, a través del espionaje electrónico al que fue sometido, que arreglaba encuentros sexuales con mujeres. De Indira Gandhi -futura primera ministra de India asesinada en 1984- dice que era una "mandona amargada, una mujer horrible".
Ironías de la historia, la viuda de Kennedy cita a su marido emitiendo una dura opinión sobre Lyndon Johnson, el hombre que al ser su vicepresidente le sustituiría en la Casa Blanca -"todo el mundo estaba muy decepcionado porque Lyndon era quien menos gustaba" para compañero de cartel-. "¡Dios mío"!, diría JFK, "¿podéis imaginar lo que le pasaría al país si Lyndon llegara a presidente?"






Según se desprende de las conversaciones y recoge el libro, Kennedy había comenzado a planificar su campaña para la reelección en 1964 poco antes de que fuera abatido en Tejas. Entre sus planes para un segundo mandato estaba una visita sin precedentes a la Unión Soviética, en plena guerra fría y tras la tensión que había puesto al mundo al borde de una guerra nuclear en la crisis de los misiles. Durante este episodio, Jackie rogó a su esposo que le permitiera permanecer a su lado. "Quiero estar contigo y morir contigo, como también lo quieren los niños. Preferimos eso a vivir sin ti", le dijo en octubre de 1962.
La viuda se presenta como una "esposa tradicional" y critica a "las violentas mujeres liberales que están en política".

TEORÏAS SOBRE EL ASESINATO

Un tirador y el chofer

Una teoría no comprobada es que se basa en que el chofér ya sabría que Kennedy sería asesinado por un francotirador. El tirador habría herido al presidente en la garganta pero el chofer, como ya todos sabían que Kennedy había sido herido, lo tuvo que matar él mismo de un solo disparo a la cabeza.

Un tirador

Plaza Dealey en 2003.
  • Howard Brennan, de 45 años de edad, mientras esperaba frente a la calle del Texas School Book Depository la caravana del Presidente, se fijó en un hombre que estaba en la ventana sureste del sexto piso del depósito de libros escolares. Justo antes de que pasará el automóvil del Presidente, escuchó lo que en su momento pensó que era un tubo de escape de un auto o una explosión. Miró hacia arriba del edificio y vio a un hombre con un arma, apuntando y disparando por última vez. Pocos minutos después del asesinato, Brennan describió al hombre a la policía. Luego testificó que Lee Harvey Oswald, a quien vio en una línea de detenidos en la estación de policía la noche del asesinato, era el hombre que vio realizando el disparo.3
  • Bonnie Ray Williams y dos trabajadoras que se encontraban mirando la caravana desde las ventanas del quinto piso del Depository escucharon tres disparos provenientes del piso de arriba, y del techo del piso cayeron partículas de este en su cabeza.4
  • Marilyn Sitzman estaba parada en un muro de 1,2 metros de altura a 14 metros al este de la cerca de 1,5 metros.7 (vista desde su posición.) Ella declaró que no vio a ningún tirador detrás de la cerca: "El sonido del rifle habría volado el muro."8
  • Lee Bowers estaba operando una torre de control sobre los trenes, sobreviendo el estacionamiento al norte de la cerca y al oeste del Texas School Book Depository. Dijo que "no había nadie allí" detrás de la cerca en el momento de los disparos.9
  • De los testigos de oídas, 99 creyeron que todos los disparos se produjeron desde un mismo lugar, y solo 5 creyeron que se produjeron de dos lugares distintos.10
  • Al poco tiempo del asesinato, se encontró un rifle parcialmente escondido entre una cajas del sexto piso del Depository, y la funda improvisada de papeles que cubría el rifle fue encontrada cerca de la ventana desde la cual se efectuaron los disparos.1
La cerca de madera en el grassy knoll.
  • Los descubrimientos de la Comisión Warren y la teoría de una sola bala están equivocados, según quienes apoyan la teoría de una conspiración. El rifle de Oswald, de acuerdo con los testimonios del F.B.I., fríos solo después de disparar tres balas en los seis segundos que duró el asesinato. La Comisión Warren, mediante testimonios de oídas, determinó que solo tres balas fueron disparadas: una de las tres balas no golpeó el vehículo; una golpeó a Kennedy y paso a través del Gobernador John Connally, y el último disparo fue fatal para el Presidente. Sin embargo, el gobernador Conally fue herido diversas veces, por lo que los disparos tuvieron que ser más de tres, lo que supone al menos un segundo tirador aparte de Oswald, lo que supone una conspiración, por eso al decirse que Oswald fue el único tirador, una de sus balas debió herir más de una vez al gobernador, esta teoría se conoce como la bala mágica.13 Además, la trayectoria de la bala, que golpeó a Kennedy sobre el hombro derecho y pasó a través de su cuello (de acuerdo con la autopsia) debió haber cambiado un poco su curso y golpear el pecho y la muñeca de Connally.13 Por ello, la conclusión de los escepticos es que hubo más de tres disparos y en base a ello debió de haber más de un tirador.
  • Nellie Connally estaba sentada en el auto presidencial al lado de su marido, el Gobernador John Connally. En su libro From Love Field: Our Final Hours, la Sra. Connally decía fervientemente que su esposo fue herido por una bala diferente a las dos que hirieron a Kennedy.14
  • Roy Kellerman, un agente del Servicio Secreto, testifico que, "Ahora, en los segundos que acaban de pasar, una serie de fragmentos entraron al auto." Kellerman dijo que vio un agujero de 5 pulgadas de diámetro en la parte de atrás derecha de la cabeza del Presidente.15
  • Testigos: 35 testigos de la Comisión Warren que presenciaron el asesinato pensaron que se habían producido disparos frente al Presidente — desde el área de la Grassy Knoll o la Triple Underpass — mientras que 56 testigos de la Comisión pensaron que hubo disparos desde el Depository, o por lo menos desde esa dirección, detrás del Presidente, y 5 testigos de oídas pensaron que los disparos provinieron de dos partes distintas.16

Como crear un Mito

John Kennedy estuvo en la Presidencia norteamericana menos de tres años, casi nos mete en una guerra nuclear, abrió el frente de Vietnam y sin embargo se le recuerda como una especie de Mesías. 
He leído en alguna parte que el día que mataron a Kennedy -23 de noviembre de 1963- se perdió la última oportunidad para un mundo mejor. Yo creo que con él se cumple lo que decía James Dean y que fatalmente se cumplió en él mismo: "Vive a tope, muere joven y harás un bonito cadáver". Pero hoy aquellos años, que parecen toda una época y apenas fueron un suspiro, se recuerdan como la corte de un Camelot con Cadillacs y Ginebra vestida de Valentino.
Y aunque se haya visto con los años -casi medio siglo- que todo era oropel, que llegó a la presidencia con apoyos de la mafia, que hay dudas sobre la implicación de su entorno en la muerte de Marilyn, que aquella apostura sonriente y bien peinada era la máscara de un hombre enfermo que sufría fuertes dolores, aunque su propio asesinato demostró que era mortal, la gente lo sigue viendo como un semidiós. 
En realidad, John Kennedy es el hombre que ansiaban las multitudes, y se empeñaron en inventarlo. 
Al morir de forma trágica, ser creó el síndrome de la usurpación, pero el verdadero Kennedy era un hombre como los demás, y no precisamente de los mejores.